martes, abril 22, 2014

Unificación Monetaria en Cuba: arroz con mango neocastrista [FINAL ]

cubanalisis
Lázaro González
Todo en el Estado, todo para el Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado”

Benito Mussolini


“La distorsión de todas las relaciones de precios, la coexistencia de mercados ‘oficiales’ y ‘negros’ y el antagonismo entre quienes operan en el mercado y el Estado, que lucha desesperadamente por conservar su autoridad, conducen al final a una situación caótica, en la que falta prácticamente toda clase de orden, ya sea el propio de la economía social de mercado, ya sea el de tipo colectivista”.

Wilhelm Röpke

A los efectos de completar el sumario recorrido por la Reforma General de Precios que se acometerá próximamente en Cuba, procede referirse a lo normado sobre los Márgenes Comerciales y el Precio Comercial Mayorista a nivel de las empresas circuladotas, lo que determinará el Precio Minorista y las Tarifas de Servicios al cual la población realmente adquirirá los bienes y servicios.

A manera de estimular el debate sobre tan complejo y álgido tema, se han expuesto a manera de epílogo abierto algunos criterios conceptuales-prácticos del autor que pudieran resultar de interés y contribuir al diálogo y al enriquecimiento de la compresión del mismo. Aunque es un trabajo destinado al publico en general, es inevitable, en aras del rigor de la argumentación, emplear términos económicos de uso habitualmente reservado a especialistas, pero que el lector no familiarizado con ellos podrá sortear sin ninguna dificultad ateniéndose a la exposición en estilo común, sin que por ello sufra menoscabo de su comprensión. 

III) Determinación de los Márgenes Comerciales

III.1 Generalidades sobre los Márgenes Comerciales

  • Los márgenes comerciales de las empresas circuladoras se determinan mediante tasas máximas, que se forman sobre la base de unidades físicas a circular, para evitar que las variaciones de precios del mercado aumenten sus utilidades y encarezcan aún más los costos de la economía interna, excepto en los casos que sea aconsejable expresar de forma porcentual, sobre el valor de adquisición de las mercancías.
  • Las tasas de margen comercial, que se aplican en las relaciones monetario-mercantiles entre las entidades estatales cubanas, (incluye también a las unidades presupuestadas y a las sociedades de capital totalmente cubano) que realizan la función comercializadora o de circulación de mercancías en los diferentes niveles, poseen las siguientes características, en general:

a.       Estas tasas tienen carácter de máximas, por lo que pueden aplicarse valores inferiores a los oficialmente establecidos por el MFP.
b.      Las tasas de margen comercial se determinan por el MFP por grupos o familias de productos de características similares, lo cual parte del principio de que para su comercialización, en un mismo nivel de circulación, se requiere incurrir en gastos similares, por lo que la tasa máxima debe ser igual para todas aquellas entidades que circulen el mismo grupo de productos. Excepcionalmente se pueden autorizar tasas por empresas. Cuando se apruebe para una entidad la tasa máxima específica a utilizar en un nivel de circulación, todos sus establecimientos o dependencias aplican hasta el límite aprobado, y no se consideran sus funciones como entidades circuladoras independientes.
c.       Estas tasas se estructuran de acuerdo con los diferentes niveles de circulación, y se entiende como tales el nacional, territorial, provincial y minorista, así como para la importación, exportación o combinaciones de estas
d.      Para formar estas tasas se seleccionan aquellas empresas más representativas en cada nivel de circulación, en cuanto a eficiencia, tecnología y volumen de circulación, para determinar el Gasto Medio que sirva de base para el cálculo de las tasas
e.       Las tasas de margen comercial tienen un carácter funcional. El derecho a aplicarlas es de la entidad que realice la función comercializadora que corresponde en cada nivel de circulación. De comercializarse entre dos o más empresas circuladoras un producto en un mismo nivel de circulación, la tasa aprobada para ello será compartida entre las entidades participantes, de acuerdo con la proporción de gastos que a cada una le corresponda, lo que debe quedar establecido en los contratos suscritos al efecto

El MFP centraliza la facultad de aprobar y modificar las tasas de margen comercial, así como aprobar la metodología para la formación y aplicación de las mismas, incluidos aquellos tratamientos específicos que se puedan requerir para determinados grupos de productos o alguno de ellos en particular.

Las tasas de margen comercial atendiendo al nivel donde desarrollan su actividad las empresas circuladoras, se clasifican en:

  • Tasa máxima de margen del importador o exportador: Es la tasa a aplicar por las entidades con actividad de comercio exterior, que incluye los gastos necesarios de exportación o de importación y una determinada utilidad.
  • Tasa máxima de margen nacional: Cubre los gastos necesarios y la utilidad correspondiente que, como máximo, se reconocen por la circulación de las mercancías después de recibidas las mismas desde el almacén o punto de envío del productor nacional, o desde el muelle o punto de entrega del importador, hasta la entrega de las mismas en el punto de recepción de la empresa mayorista territorial o provincial, según sea el caso. También están incorporados a esta tasa los gastos de transporte interno, entre dependencias de la empresa nacional, cuando esto sea indispensable para la ejecución de la circulación de los productos. Se incluyen además, los gastos por las operaciones de cargue, tape y amarre de las mercancías sobre los medios de transporte, cuando se extraen de sus almacenes con destino a las empresas mayoristas territoriales o provinciales, así como los asociados con la transportación de la misma hasta su entrega en el punto designado por el comprador o receptor. Los gastos correspondientes a las actividades de destape y descarga, de las mercancías procedentes de la importación o de productores nacionales, se asumen por estas entidades mayoristas nacionales.
  • Tasa máxima de margen territorial: Cubre los gastos necesarios y la utilidad correspondiente que, como máximo, se reconocen por la circulación de las mercancías, después de recibirse las mismas en el almacén de la empresa mayorista territorial, hasta situarlas en el almacén o punto de recepción de la empresa mayorista provincial. Comprende los gastos de transportación de las mercancías, desde sus almacenes, hasta el punto de recepción de la mayorista provincial. Incluye los gastos por el cargue, tape y amarre de dichas mercancías y los de destape y descarga correspondientes a la recibida de la empresa mayorista nacional.
  • Tasa máxima de margen provincial: Cubre los gastos necesarios y la utilidad correspondiente que como máximo se reconocen en la circulación de las mercancías, después de recibir las mismas en el almacén del mayorista provincial, hasta poner los productos encima del medio de transporte que los traslada al consumidor. Incluye los gastos por la descarga de las mercancías recibidas de la mayorista territorial o nacional y los asociados a la carga en los medios de transporte de aquella mercancía con destino a las empresas consumidoras. Esta tasa no considera gastos de transporte para la recepción y entrega de los productos.
  • Tasa máxima de margen total: Cubre los gastos necesarios y la utilidad correspondiente que, como máximo, se reconocen en la circulación de las mercancías, en toda la red de comercialización mayorista; desde el almacén del productor nacional, muelle o punto de entrega del importador, hasta ser situadas encima del medio de transporte que las traslade al consumidor final, operación esta que se realiza en el punto de entrega de la provincia donde radica el comprador. La tasa total es igual a la suma de las tasas para los niveles nacional, territorial y provincial.
  • Tasa máxima de vinculación directa: Es la destinada a resarcir a las empresas circuladoras de los gastos, fundamentalmente administrativos, en que incurren al realizar la vinculación directa entre los productores o importadores, con los consumidores por ellas representados.
  • Tasa máxima de margen minorista: Cubre los gastos necesarios y la utilidad correspondiente que, como máximo, se reconocen en la comercialización minorista; una vez recibidos los productos en el almacén del comercializador minorista, hasta su venta a la población.

Generalmente las tasas de margen comercial cubren los gastos de transportación, excepto en la circulación provincial, donde no está concebido en sus funciones realizar ningún traslado de mercancía, hacia o desde sus almacenes o cuando puntualmente se considere más factible facturar este servicio de forma independiente.

Cuando una entidad circuladora traslada los productos o mercancías con sus propios medios de transporte u otros contratados por ella, sin corresponderle esta función, tiene entonces derecho a facturar al suministrador o cliente, según corresponda, el flete resultante de aplicar la tarifa de transporte que corresponde, por la distancia entre los puntos de entrega y de recepción de la mercancía. De ocurrir gastos de estadía, en la transportación de las mercancías circuladas, estos se asumen por la entidad responsable de que esta se produzca.

Cuando al productor no le corresponda cobrar el margen comercial por no ser circulador de la mercancía y asuma la transportación de esta, cobra como máximo, si la circulación la realiza con medios propios, el precio de empresa más la tarifa de transporte vigente y si contrata a terceros para ello, factura al comprador el valor cobrado por la empresa transportista contratada para realizar dicha circulación.

La utilidad contenida en el margen comercial no debe exceder del 8.0% sobre los gastos en operación comercial, excepto en los casos que se definan por el MFP. Por otro lado, las entidades quedan obligadas a revisar trimestralmente el resultado obtenido con la aplicación de las tasas de margen comercial aprobadas para esa actividad, y en los casos en que las utilidades en operación comercial excedan el 12.0% de los gastos en operación comercial, se procede a la disminución de estas tasas, excepto en las exportaciones y en los casos que se decidan por el MFP. Los propósitos de este estreñimiento al beneficio en la actividad empresarial son propios de etapas pretéritas de rectificación de errores y tendencias negativas. Como ya se ha señalado, una de los factores claves para el financiamiento del presupuesto central y de la expansión económica de las empresas, lo constituye precisamente el crecimiento de la masa de utilidad.

Adicionalmente las tasas se establecen por el MFP como estándar para todo el nivel de circulación de mercancías sin considerar las diferencias entre unas empresas y otras; solo conduce al desestimulante comportamiento de “dejar hacer”. El cálculo de las tarifas en unidades físicas y no en valor, es otra expresión de la mojigatería del que compra pescado y le coge miedo a los ojos; por una parte es inevitable valorarla en la facturación del servicio y, por otra, subvalora la vital importancia logística de la transportación y desestimula la actividad empresarial en esa vertiente. Como es obvio, un producto cumple su función eficientemente solo si “está” en el lugar demandado en el “momento” requerido.

Precisando, ciertamente las tarifas de transporte se calculan en unidades físicas (ejemplo tn/km, intermodal transport unit, etc.), que pueden variar de acuerdo al tipo de carga (agrupadas, a granel, contenerizada, etc.) en correspondencia con el medio de transporte empleado, pero la ficha técnica de gastos y costos se actualiza para incorporar las variaciones de precios de sus componentes, algo que no se realizará en la normativa cubana que determinará tarifas “vitalicias” hasta que alguien se preocupe nuevamente por el asunto. El impacto que puede tener esta decisión en las direcciones de transporte, urgidas de la renovación tecnológica del parque automotor y sus instalaciones será muy grave. Topando los márgenes de utilidades y no incluyendo las variaciones de precios en su determinación, se cierra una vía para el despliegue de la empresa y se le relega a la posición de mera “servidora”, lo que desconoce el valor agregado que incorpora en el tejido empresarial y en la dinámica oferta-demanda.

De igual modo la formación de las tasas estándar de margen comercial en unidades físicas se realiza sobre la base de los gastos de circulación o de operación, por lo que su fundamentación requiere contar con un adecuado sistema de registro contable que refleje con veracidad los mismos. Los nefastos resultados de las comprobaciones al control interno y el impacto de la unificación monetaria convierten en quimera la validez que se requiere. Por último, y no menos importante, calcularla sobre los costos y no sobre las ventas puede conducir particularmente en márgenes tan restringidos del 8-12% a decretar la irrentabilidad de la actividad.

III.2 Calculo de los Márgenes Comerciales

A los efectos de determinar la masa de utilidad a reconocer en la tasa de margen comercial se aplica la normativa aprobada a los gastos de operación comercial, exceptuando de los mismos los gastos por concepto de Contribución a la Seguridad Social, las Prestaciones de Seguridad Social a corto plazo, el Impuesto por la Utilización de la Fuerza de Trabajo, los Gastos Financieros y los gastos por otros conceptos tributarios, lo que incrementa arbitrariamente las utilidades operativas.

Porque el margen comercial, siendo la diferencia entre el precio de venta y los costos de adquisición mas otros gastos, puede ser bruto cuando se calcula antes de impuestos y contribuciones, y neto después de aplicados estos últimos.

Uno de los errores mas frecuentes que cometen las Pymes y emprendedores novatos reside precisamente en fijar el margen comercial sobre los costos en lugar de hacerlo sobre las ventas. Y si ello es entendible a ese nivel de empirismo, es técnicamente contraproducente su instrumentación como una política publica de alcance global.

Puede generar confusiones lo establecido en el Artículo 51, cuando refiere que “La determinación de las tasas de margen comercial se efectúa preferentemente sobre las unidades físicas de los productos circulados”, por cuanto el margen comercial se expresaría en valores por unidades físicas que es lo que se norma por el MFP.

La expresión precisa se encuentra en el Artículo 62, cuando explicita la formulación de la tasa de margen comercial: 

TMC = [GO + U + O + Me] / UF

Donde:
  • TMC = Tasa de Margen Comercial
  • GO = Gastos de operación comercial o de circulación
  • U = Utilidad, que se determina aplicando la normativa establecida a O
  • O = Incluye los Gastos Financieros (intereses y comisiones bancarias), Gastos de la Seguridad Social (Contribución y Prestaciones a Corto Plazo), el Impuesto sobre la Fuerza de Trabajo y otros que centralmente se definan
  • Me = Mermas y deterioros dentro de los límites concebidos en la planificación
  • UF = Unidades físicas a circular.

Donde el resultado se expresaría en Pesos por Unidad Física ($/UF), que siendo técnicamente correcto esta reñido con la practica generalizada de emplear tasas comerciales en términos porcentuales, para lo cual bastaría sustituir la cantidad de unidades físicas en el denominador por el Costo de la Mercancía Vendida (CV) y referirla en por cientos:

TMC = [(GO + U + O + Me) / CV] x 100

Sin embargo los gestores de la reforma de precios insisten en el empleo prioritario de una tasa comercial referida a un valor fijo por unidad física, al considerar que así se evitan los riesgos inherentes a la fluctuación de los precios de adquisición de los productos (pesos/tonelada, pesos/m3, etc.), lo cual es cierto, pero introduce la distorsión de soslayar el impacto de esas fluctuaciones en la gestión comercial agravada por la condición de economía abierta y alta dependencia de las importaciones. Y es que ciertamente la filosofía de las normativas para la formación de precios va dirigida no a emplearlos como factor estimulante para la actividad empresarial, sino a conferirles el erróneo atributo de precios “topados” que ya sabemos a donde conducen, observando la dinámica de los mercados agropecuarios homónimos.

Constituyendo el objetivo central de cualquier reforma económica en Cuba, el incremento de la oferta de bienes y servicios para satisfacer una demanda solvente en expansión, [39] que generaría a su vez nuevas ofertas en un ciclo virtuoso de crecimiento de la riqueza social, el “sin prisa pero sin pausa” del general a cargo convierte la actualización económica en la reforma del topo. Constituye ex profeso parte integrante de la doctrina de la pobreza estructural en tiempos conclusivos de la Operación Cguairán.

IV) Determinación del Precio Comercial Mayorista

La normativa de utilidad que se aplica sobre los gastos de operación comercial en la esfera de la circulación se fija por grupo de productos y nivel de circulación, con carácter de máxima, según se determine por el MFP, por lo que se pueden aplicar tasas inferiores, siempre y cuando se cumpla con las obligaciones fiscales. En los gastos de operación o circulación no se pueden incluir los siguientes gastos:

  • Multas, recargos y compensaciones
  • Gastos de publicidad y propaganda se lee en el Artículo 64, pero las empresas no hacen propaganda sino que incurren en gastos propios a la gestión comercial
  • Pérdidas ocasionadas por desastres naturales y los gastos relacionados con la prevención o liquidación de las consecuencias de los mismos
  • Gastos por paralización de establecimientos ocasionados por decisión estatal o causa de fuerza mayor o que sean reclamables a terceros
  • Gastos de capacitación
  • Faltantes y sobrantes de bienes materiales almacenados, así como las mermas y deterioros en exceso a las normas establecidas
  • Gastos de años anteriores, que no fueron registrados en su oportunidad
  • Gastos sufragados mediante fondos de estímulo económico y otros fondos especiales formados a partir de la utilidad, de otros ingresos, de asignaciones para fines especiales y de otras fuentes
  • Gastos incurridos por la entidad al recibir trabajadores en forma permanente en actividades no relacionadas directamente con la circulación o la dirección de la empresa, tales como construcción y acondicionamiento de ciudades, poblados u ejecución de obras sociales
  • Los gastos de embalaje y transportación, cuando se asumen por el comprador

Solo en los casos en que resulte necesario y se encuentre debidamente fundamentado, el MFP aprueba tasas de margen comercial con normativas de utilidad superiores. Para ello, se presentan las propuestas al referido Ministerio fundamentando:

  • Nuevo margen de utilidad propuesto
  • Volumen de circulación y gastos de operación del año anterior, actual y proyección para el período siguiente
  • Rendimiento de los activos con la utilidad establecida y con la propuesta
  • Inversiones en ejecución, previstas y aseguramiento de estas
  • Otras consideraciones que fundamenten la propuesta incluyendo indicadores específicos de la actividad comercial
  • Informaciones sobre el resultado de la gestión empresarial

En lo que constituye una especie de juicio sumarísimo, al que muy pocos directivos se presentaran por voluntad propia, pues “humanamente” es preferible deterioros en la eficiencia de la gestión que en la integridad personal.

Cuando las cambiantes condiciones del mercado recomienden el incremento de las tasas, la solicitud, que tiene que contar con la interminable e impertérrita cadena de aprobaciones del jefe del órgano o organismo de la Administración Central del Estado, la organización superior de Dirección Empresarial y los Consejos de Administración del Poder Popular, entre otros, deberá argumentar la misma sobre la base de los niveles de eficiencia a partir de los cuales se autoriza la constitución de la entidad, su redimensionamiento o su incorporación al Perfeccionamiento Empresarial, manteniendo al menos, el mismo nivel de eficiencia alcanzado en periodos anteriores. No es difícil imaginar la cautela que los ejecutivos empresariales mostrarán antes de exponerse a la cruenta y agónica tarea de ir convenciendo a todos y cada uno de los niveles burocráticos citados, con el peligro cierto que el cuestionamiento a la gestión amenace su status personal como ya se ha comentado, porque no hay dudas en las siempre alertas conciencias de los “cuadros” entre la opción empresa y el nicho ocupado en la estructura piramidal de castas.

La facturación de todas las entidades comercializadoras se efectúa a precios de adquisición más el margen comercial y otros conceptos que correspondan, excepto en los casos que el MFP defina se realice de otro modo. Los precios mayoristas de los bienes de consumo y servicios destinados al mercado minorista se forman como sigue:

  1. El productor nacional entrega al comercializador mayorista a precio de empresa.
  2. El comercializador mayorista entrega al comercializador minorista al importe resultante de adicionar al precio de empresa del productor, el margen comercial que le corresponda y los tributos que proceda.
  3. La formación del precio de venta de las entidades circuladoras se expresa de la siguiente forma:

Pv = Pa + MC + T

Donde:

  • Pv = Precio de venta de la comercializadora mayorista
  • Pa = Precio de adquisición de la mercancía
  • MC = Importe de margen comercial según el nivel de circulación (aplicar la tasa aprobada a Pa)
  • T = Impuestos y contribuciones (aplicar tasas aprobadas a Pv).

V) Precios Minoristas y Tarifas a la Población
 
V.1) Generalidades
 
La Resolución No.21/2014 del MFP establece la Metodología General para la Formación y Modificación de Precios Minoristas y las Tarifas a la Población.

La misma establece que las normas son de aplicación en las relaciones monetario-mercantiles entre las entidades estatales cubanas, incluyendo las unidades presupuestadas, las sociedades mercantiles y otras personas jurídicas autorizadas, de capital totalmente cubano, con la población.

El Artículo 4 establece los principios generales de la formación de los Precios Minoristas y Tarifas a la población:

  • Los precios minoristas deben garantizar la recuperación total de los costos y gastos de los productos y servicios que se comercialicen, las obligaciones fiscales que correspondan y asegurar, además, un nivel de utilidad para las entidades comercializadoras minoristas.
  • Los precios minoristas no reciben subsidios del Presupuesto del Estado. No obstante, se pueden subsidiar productos o servicios de consumo masivo, formen o no parte de la canasta familiar normada, así como otros productos o servicios que excepcionalmente se consideren.
  • Los precios minoristas se forman por correlación o por métodos de gastos.
  • Los precios minoristas de los productos o servicios que de forma normada se distribuyen a la población, se forman por métodos de gastos, en cuyos casos, al precio mayorista de adquisición del producto o del servicio en el establecimiento minorista, se adiciona el margen comercial que corresponda y los tributos que procedan.
  • Los precios minoristas de los productos o servicios que se venden liberados se forman por correlación, según el precio de su similar existente en los establecimientos minoristas del país, de acuerdo con sus atributos, características, prestaciones, calidades equivalentes; y se equiparan a las unidades de medida correspondientes. Estos precios toman en cuenta el equilibrio entre la oferta y la demanda. Cuando no resulte posible formar los precios por correlación, se utilizan métodos de gastos.
  • Para los servicios que se comercialicen en Cuba y a su vez se exporten, se pueden formar los precios a partir de tomar como referencia los que el mercado internacional reconoce.

Inmediatamente con posterioridad al “Día Cero”, la población cubana se levantará a realizar sus actividades cotidianas y entre sorprendida y aterrada, conocerá que todas sus referencias económicas y su vida misma habrán dado un cambio traumático mientras dormía. Los incrementos que se producirán en los Precios Mayoristas como resultado de la Reforma de Precios se habrán concretado en la elevación brutal de los Precios Minoristas de la población.

Los nuevos Precios Minoristas no serán subsidiados como ha sido practica habitual en la economía patriarcal del Don isleño, independientemente que no se realice una Reforma General de Salarios y Pensiones, indistintamente de si los productos o servicios corresponden a la circulación normada o no. No se continuará la práctica de proteger a los sectores de la población de menores ingresos, y solo excepcionalmente aquellos productos y servicios de consumo masivo que se consideren serán beneficiados nadie sabe en que magnitud ni tiempo.

Para los casos que la formación del nuevo Precio Minorista transcurra por el método de gastos, estos contendrán los notables incrementos que provienen de los Precios Mayoristas. Mientras que los que se formen por el método de correlación la referencia más probable será el mercado libre de oferta y demanda incluyendo el subterráneo, frente a cuyos niveles de precios una parte significativa de la población no puede satisfacer sus necesidades vitales. La caída del poder adquisitivo y la depauperación del nivel de vida de la población se verá acentuada por la devaluación y desaparición del peso convertible, no compensada por la revalorización del peso como resultado de la elevación del índice de precios al consumidor.

Si un moderado incremento del precio de la gasolina y de los productos básicos, rápidamente revocado, desató el proceso de derrocamiento de Tafari Makonnen, el último supuesto descendiente del profeta Salomón, el Emperador de Emperadores coronado como Haile Selassie I, ¿la dinámica que se desatará con posterioridad al “Día Cero” generará reacciones similares? [40], [41]

V.2) Calculo de los Precios Minoristas y Tarifas a la Población
 
Las normas y procedimientos por los que se rigen la formación de los Precios Minoristas y las Tarifas a la Población entran en vigor simultáneamente con el resto de las disposiciones en el momento que se establezca la unificación monetaria.

El Artículo 5 regula el procedimiento para el caso de las entidades que realizan comercialización de productos o servicios que se distribuyen a la población de forma liberada, las que deberán determinar el precio mínimo al que se podrá ofertar el producto o servicio. Este precio mínimo se determina por el método de gastos y representa el monto mínimo con el que se recuperan los costos y gastos y se cumplen las obligaciones fiscales.

El precio mínimo se determina de acuerdo a la siguiente expresión:

 Pmin = Pmay + MC + T + O

Donde:

  • Pmin = Precio mínimo
  • Pmay = Precio de adquisición de la mercancía
  • MC = Margen comercial minorista
  • T = Impuestos y contribuciones que se definan
  • O = Otros conceptos que se autoricen reconocer en el precio por el MFP

Se observa claramente como se traslada al Precio Mínimo por el Precio de adquisición (Epígrafe IV: Precio Comercial Mayorista) los incrementos que a su vez provienen de las empresas importadoras (Epígrafe I: Calculo del Precio Mayorista del Producto Importado o productoras nacionales, Epígrafe II: Calculo del Precio Mayorista de Productos y Servicios Nacionales), más las tasas de utilidad o márgenes comerciales correspondientes y otros cargos.

Si al momento de la eliminación de la dualidad monetaria, el precio minorista que se determine a partir de la correlación es menor que el precio mínimo, se establece el precio por correlación como precio de venta a la población. La diferencia que se produzca entre este precio minorista y el mínimo, se asume con el resultado empresarial.

De igual forma para los precios minoristas que se formen por métodos de gastos, se utiliza como precio de venta el precio mínimo. Mientras que los precios minoristas de los productos y servicios que se comercialicen por las formas de gestión no estatal, se forman por correlación, con excepción de aquellos que se establezcan centralmente con carácter obligatorio.

La formación de las tarifas minoristas por métodos de gastos se calcula de la siguiente manera:

T = C + G + U + I

Donde:

  • T = Tarifa para la población
  • C = Costo total (no incluye partes, piezas o componentes que se utilicen)
  • G = Gastos a reconocer en la tarifa
  • U = Utilidad
  • I = Impuestos y tributos que correspondan

Las tarifas se expresan en la unidad de medida en que se comercializa el servicio.

Para las tarifas minoristas formadas por métodos de gastos, la tasa para el cálculo de la utilidad se aplica sobre el Costo Total, compuesto por los Gastos Asociados a la Producción y los Servicios más los Gastos Directos, sin que en ellos se incluyan los costos de las partes, piezas y accesorios que se sustituyan, los que se cobrarán de forma independiente con el recargo comercial correspondiente.

Asimismo se excluyen de la base para determinar la Utilidad, los gastos Generales y de Administración, los de Distribución y Venta, los Financieros, los pagos por concepto de Seguridad social a corto plazo, Contribución a la Seguridad Social, el Impuesto por la Utilización de la Fuerza de Trabajo y otros tributos.

En los casos de aquellos servicios que requieran insumos de alto valor y frecuentes modificaciones de precios, el MFP puede determinar que se aplique la tasa de utilidad como un porcentaje de los gastos directos y los gastos asociados a la producción, sin incluirlos; para no estimular indebidamente la prestación de estos servicios con materiales más costosos, según consideran los patrocinadores de la reforma mas preocupados por las bridas contentivas que por el acicate galopante.

Se contempla mantener una alta centralización en la aprobación de las propuestas de precios y tarifas a la población, las que recaerán en el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y el MFP. La imprescindible flexibilidad que la operatoria de la actividad exige quedará restringida a los plazos de 30 a 45 días hábiles para su aprobación. De igual manera, se conservarán por 5 años los expedientes de los mismos.

En casos excepcionales motivados por interés social o económico, el precio minorista o tarifa a la población que no permita la recuperación total de los costos y gastos, se podrá asumir la diferencia por financiamientos o transferencias del MFP. Se faculta a las entidades minoristas a disminuir los niveles de precios y tarifas siempre que el importe del precio mínimo calculado no se cubra con el precio minorista.

La consigna populista de “Aunque lo he expresado en otras ocasiones no es ocioso y mucho menos ante el Congreso obrero, reiterar que en la Cuba revolucionaria nadie quedará desamparado y no habrá espacio para las denominadas terapias de choque contra el puebloNinguno de los cambios que realizaremos podrá jamás atentar contra las conquistas sociales fruto de la Revolución”; [42] se desmorona a los pocos días de pronunciadas estas palabras, ante el desalmado cinismo del propio que ordena.

VI) Breves consideraciones teórico-practicas sin punto final

Sin animo de sentar cátedra ni dar por concluido el necesario debate teórico-práctico, institucional y académico, sobre las Reformas Monetaria y de Precios que aceleradamente se instrumentan en Cuba y, ateniéndonos a lo establecido, es conveniente precisar las más relevantes inconsistencias que generan la aplicación de las normativas aprobadas imposibles de ejecutar simultáneamente en el “Día Cero”.

VI.1) En materia de Unificación Monetaria:

  • No existen evidencias ni fundamentos que permitan asumir que en los actuales y previsibles escenarios donde el 99.29% del sistema empresarial cubano no está apto por razones de control interno (0.71% satisfactorio, 49.47% aceptables y 49.82% deficiente o malo - Ver nota 10); se vaya a modificar favorablemente, sino que permanecerá como espada de Damocles sobre el poder como pago por no realizar el cumplimiento efectivo de la obligación contraída de actuar responsablemente en su función publica de gobierno.
  • La Reforma Monetaria en Cuba se limita a la simple unificación de monedas entre el Peso Cubano Convertible (CUC) y el Peso Cubano (CUP) a favor de este ultimo, y no como una reforma de la política monetaria, entendida como la proposición de un nuevo sistema que provea la liquidez necesaria a los factores económicos y posibilite el financiamiento óptimo a la postrada economía cubana y a su vez contribuya a que emprenda -y por consiguiente el país- la senda definitiva de la prosperidad y la sustentabilidad.
  • La equiparación aritmética de Pesos Convertibles (CUC) con Pesos Cubanos (CUP) en la determinación del saldo de todas las cuentas del registro contable de la empresa cubana entraña un error conceptual de funestas repercusiones para la evaluación de la actividad económica empresarial y del país y, por consiguiente, para el sistema de cuentas nacionales, que impiden la correcta evaluación y la toma de decisiones adecuadas.
  • Dada la elevada dependencia de la economía cubana del factor importador, se impone la aplicación de un correlato rectificador de la deformación estructural de los precios en una economía donde ninguna de las monedas de circulación oficial (CUC y CUP) disfrutan de convertibilidad real.
  • Sin embargo, este factor de corrección en la valoración del CUC respecto al peso cubano o CUP, es sustituido por un tipo de cambio general y único que no tiene racionalidad económica mas allá de lo que el empirismo de la conveniencia les aconseja.
  • El declarado objetivo central de la unificación monetaria de crear condiciones para estimular la elevación de la eficiencia, la medición adecuada de los hechos económicos e incentivar la exportación y la sustitución de importaciones [43]  demostrará en la praxis económica de los próximos períodos su aberración conceptual y contraproducente ejercicio.

VI.2) En materia de Reforma General de Precios:

  • Los niveles superiores de la Administración Central del Estado se reservan todos los derechos inclusivos sobre la elaboración de las normas y su revisión e instrumentación. Asimismo conservan el control absoluto sobre las modificaciones en materia normativa y de precios, así como en su aprobación, relegando a las empresas al simple rol de suministradoras de información estadística-contable.
  • Incluso en los restrictivos marcos de un sistema económico de economía centralmente planificada que pretende mantener el papel preponderante de la propiedad estatal, el redimensionamiento de la empresa cubana en tanto pilar central generador de la riqueza social de la “edificación de un socialismo próspero y sostenible, menos igualitario y más justo, lo que en definitiva propiciará mayores beneficios a todos los cubanos”, [44] requiere y permite sin menoscabo sensible al poder político, una independencia técnico-operativa que le es vedada.
  • Absolutamente rígido constituye una reforma de precios que considera solamente los métodos de formación de precios ateniéndose a la correlación y por los costos y gastos. Se observa que la concepción seguida por los gestores de la reforma restringe los grados de libertad en esta materia directamente con el ámbito nacional en que se desempeña la actividad. Si para las empresas importadoras, exportadoras y las que sustituyen importaciones, se reconocen precios de correlación como referencia a los cuales se les añaden los costos y gastos propios de la entidad, para las empresas de circulación netamente interna se privilegia su formación por los costos y gastos. Y ello no es casual, sino una arquitectura preconcebida que subroga al poder central las decisiones en esta materia, mientras la distiende en la medida que la dependencia exterior exige. No es por consiguiente una ineptitud conceptual, sino una concepción monopolística del poder en lo económico.
  • Como resultado de la aplicación contaminada de la unificación monetaria, se trasladan a la formación de los precios en sus tres niveles (mayorista, comercial y minorista), las distorsiones de los registros de los hechos económicos, independientemente del método seleccionado.
  • Incluso de no verificarse la estimación del autor sobre el rango de 1.5 - 2.0 en que se incrementarán los saldos contables y por consiguiente mínimamente los precios que se formen tomándolos como base, estos necesariamente se moverán al alza, generando no un ajuste corrector -que tendría racionalidad de haber sido resultado de una depuración contable-, sino una elevación generalizada de los índices de precios al productor y al consumidor que provocaría un proceso inflacionario incontrolado por la vía de la transmisión de los incrementos ocurridos en el precio mayorista de empresa hacia la entidad comercializadora y que culmina en el consumo productivo de otra entidad y en definitiva -directa o mediatamente- en el alza del precio minorista a la población.
  • Mientras en un controlado contexto de inflación moderada en economías de libre mercado, esta ejerce una acción estimuladora sobre el crecimiento económico,  la elevación general de los precios en el contexto cubano se produce como resultado de decisiones políticas formalizadas tecnocráticamente que no se corresponden con las realidades económicas del país. Por otra parte, si las autoridades de las economías de libre mercado cuentan con instrumentos para reforzar los elementos favorables y acotar los impactos nocivos, en el caso que evaluamos se carecen de tales mecanismos económicos que son sustituidos por intervenciones de carácter burocrático sin fundamentación económica.
  • Por consiguiente al no tener una naturaleza económica la elevación de los precios y limitados en ejercer acciones rectificadoras del proceso más allá de intervenciones administrativas de naturaleza voluntarista, el control de la inflación generará, como ha sido observado en innumerables oportunidades, estancamiento económico. La estanflación pasara a constituir el estado natural de la economía cubana.

El rancio tufo del foquismo económico guevarista se expande medio siglo después, impregnando de principio a fin la reforma neocastrista. [45]

Epilogo abierto

Uno de los analistas mas agudos de las economías centralmente planificadas del centro y este de Europa, el húngaro János Kornai [46] [47], un desconocido para buena parte de la intelligentsia cubana, conceptualizó el término economía de penuria o de escasez (no confundir con economía de subsistencia [48]), para referirse a un sistema socioeconómico donde el déficit de la oferta en las décadas de los 70 y 80 en esas regiones se transformó en crónico.

Para Kornai los bajos niveles de oferta de bienes y servicios no era resultado de errores de planificación ni de determinación de precios, sino que eran inherentes al sistema de economías centralmente planificadas. Subrayó que la escasez era crónica, intensa y se presentaba frecuentemente, aunque en ocasiones surgieran excedentes coyunturales. Su presencia se manifestaba en todos los sectores de la estructura económica, afectándola tanto horizontal como verticalmente.

Asimismo señalaba que se producían sustituciones forzosas de bienes y servicios, se reprimía la inflación, ocurrían restricciones presupuestarias y se obligaba al ahorro, todo en un contexto paternalista. Igualmente describió las posibilidades del comportamiento de los compradores. [49]

Sin embargo, Kornai no precisa en su obra la causa de la economía de escasez, que no atribuye a errores de planificación ni en el cálculo de los precios, por lo cual se aparta de la polémica sobre el cálculo económico en el socialismo iniciada por Ludwig von Mises, quien negaba rotundamente la posibilidad de un cálculo económico racional en el socialismo, y en la que tomaron parte, entre otras, figuras como Friedrich von Hayek, Oskar Lange y Abba Lerner.

Los trabajos de Lange y Lerner conocidos como la solución Lange-Lerner al problema del calculo económico en el socialismo planteada por von Mises, afirmaba que mediante un proceso iterativo de ensayo-error una oficina central de planificación podía asumir las funciones que desempeñaba el mercado. En su Camino de Servidumbre (1944), Friedrich von Hayek concluye que en ningún caso los planificadores centrales pueden contar con toda la información necesaria y suficiente para tomar decisiones racionales, por lo que sus cálculos no pueden superar al sistema de precios que se conforma en el mercado, en tanto autorregulado sistema de compartir información. [50] Lange y Lerner, por su parte, partían del supuesto de la equivalencia mercado-planificación. [51]

Sin embargo en este debate teórico sobre un problema de naturaleza práctica los participantes frecuentemente inclinaron sus juicios por vocaciones ideológicas más que en argumentaciones científicas y en verificaciones prácticas. Por otro lado, muy pocos aportes sustanciales se han producido en un tema que data de 80 años, con la excepción de los trabajos de Leontief y Novozhilov. [52]

Para Hayek el punto limitante en el cálculo de los precios era la dificultad de acceder -siete décadas atrás-, al volumen de información requerida, no la imposibilidad técnica en si de los cálculos. Ello hoy lo alinearía con los que consideran que el cálculo económico no es más que un proceso matemático complejo de optimización soluble, contando con la información sobre los recursos existentes y las preferencias de los consumidores.  

Otra corriente considera que empleando investigaciones estadísticas de la demanda y la contabilidad en unidades reales, una economía centralmente planificada podría obtener óptimos de riqueza social sin la función reguladora del mercado. [53] Sin embargo, estudios sustentados en la Teoría del Caos realizados en el Ludwig von Mises Institute, sugieren la imposibilidad de efectuar estimaciones a largo plazos en sistemas complejos como los económicos. [54]

Pero el tema del cálculo económico en el cual es un caso particular la determinación de los precios, no es un asunto de “formulitas” como recientemente apuntara festinadamente un distinguido economista cubano [55] (como tampoco la devaluación del peso cubano donde el “Día Cero” ocurrirá exactamente lo contrario), sino que encierra dos elementos de sumo relieve conceptual y práctico.

La añeja pero vigente polémica se ha concentrado en el aspecto técnico-estadístico de la factibilidad y viabilidad o no de sustituir el mecanismo regulador del mercado por cálculos de oficinas centrales, obviando lo que para el autor constituye el eje cardinal de cualquier intento en este sentido, incluso si fuera técnicamente posible: la “razón social”, donde las opciones y preferencias de las personas se podrían subsumir, como efectivamente corrobora la experiencia histórica, en la “razón de Estado”. Los ciudadanos con sus anhelos y aspiraciones son transformados en individuos subsumidos a la gloria común que impone el corrupto “Apparátchik de la meritocrática casta piramidal, elitista y tecnocrática, del poder político central.

De ahí a la excomunión y/o exterminio de los resistentes por un lado y, a la modulación conductual del ser humano por la vía del síndrome de la indefensión adquirida que se concreta en el caso cubano en el síndrome del castrismo-neocastrismo, solo se requiere una cuota de tiempo. Luego no es fundamentalmente una discusión teórica sobre un problema técnico como en su momento lo enfocaron Mises, Hayek, Lange y Lerner, sino que el factor intrínseco al sistema que Kornai no logró concretar y que origina la insuficiente oferta de bienes y servicios, reside en la implantación en estos sistemas socioeconómicos de economías centralmente planificadas de un mecanismo de  generación y perpetuación de la escasez y la penuria económica crónica que hace dependiente al ciudadano, ahora individuo, del estado. La reproducción de la pobreza estructural es bastión del sistema de control y coerción social, en tanto componente del poder.

Por ello no es posible comulgar con criterios del tipo:

  • “… se ha dicho que la devaluación puede ser un mecanismo para romper el círculo vicioso entre bajos salarios y baja productividad: no hay más salario porque no hay productividad y no hay productividad porque no hay salario. Entonces, con la devaluación, las empresas se pueden ver beneficiadas, aumentan salarios, los trabajadores están más incentivados y aumenta la producción y la productividad.”
  • “Se ha dicho, y fue también lo que se hizo en los años 2003, 2004, que nadie pierde con la reforma monetaria, eso son cuentas de ahorro. Por tanto, si eso es así y se ha reiterado, pues, nada, manténgalo diversificado, es siempre la mejor opción, una cesta de monedas.”
  • “Cuando toda la economía funcione en pesos cubanos y el peso cubano sea convertible, muchos sectores, que hoy no son de interés para el inversionista extranjero por una restricción monetaria pues serían potenciales sectores de interés para el inversionista extranjero, la telefonía hacia los cubanos, el transporte, la propia agricultura, es decir toda la economía es potencialmente de interés para el inversionista extranjero.” [56]

Ciertamente comentarios de una trivialidad propia de una oficina de propaganda y que solo en consideración a pensadores como los que venimos examinando le dedicaré una igualmente trivial pregunta: ¿qué se supone que haga en Toronto, Munich o Beijing el inversionista extranjero con los pesos cubanos que obtuvo de utilidades en su negocio en cualquier rama de la economía ahora “unificada”? La decencia me impide en estas páginas expresarme con similar desparpajo.

Los improperios prodigados a Hayek usualmente en forma de critica académica, dimanan de que este aunque no alcanzó a conocer el empleo de la pobreza estructural como gerencia del poder, consideró que la implementación de las decisiones de los planificadores centrales acarrearía inexorablemente la instrumentación de medidas coercitivas que conducirían a las sociedades socialistas a transformarse en estados dictatoriales. [57]

Y en ello se sustenta la concepción que anima la unificación monetaria y la reforma general de precios en Cuba, que actualizan en los nuevos escenarios el mecanismo reproductor de la pobreza estructural; capturando mediante un tipo de cambio oportunista y sin referencias económicas, el diferencial marginal de la divisa libremente convertible; a la vez que eleva los precios finales a la población a un punto de equilibrio donde el incremento de la demanda que crean nuevas fuentes de liquidez de origen interno o generadas en el exterior, es absorbida por el diferencial de precios a fin de mantenerla acotada a la oferta considerada conveniente por el poder. Un recorrido por el actual listado de precios estatales de bienes y servicios “liberados” a la oferta y la demanda, permite corroborar su puesta en práctica. Uno de los objetivos centrales de los sistemas de planificación centralizada socialistas ha sido la igualación de la renta, que se implementa mediante un activo dirigismo e intervencionismo en todos los niveles de la estructura socioeconómica mediante la imposición de las “formulitas” y, que reduce al rango deseado el poder de compra y la libertad económica general de los sujetos sean entidades o personas, a la posición de equilibrio conveniente a los fines de garantizar el control social y económico absoluto.

Se observa que el sistema económico cubano como modelo concreto, al margen de su postergada formulación teórica por parte de sus patrocinadores, se está conformado como una síntesis de una Economía Planificada, en la que el gobierno central regula normando, con una Economía Centralizada, donde se produce la distribución de recursos como una mera asignación por razones generalmente coyunturales que dimanan de las prioridades de orden político, social e ideológico sin referencias al mercado.

Porque lo que no entienden los que por razón debieran, es que los precios resultante de la reforma que se norma, que a diferencia de promover el establecimiento de precios competitivos se decretan precios de monopolio. Mientras en un mercado competitivo los consumidores productivos y privados se relacionen con las entidades productivas por medio de la aceptación del precio de mercado sustentado en la relación oferta-demanda, en un mercado monopolista artificial, por las barreras que impone el Estado por su condición dominante, y donde el consumidor no tiene otra opción que la de aceptar las condiciones imperantes como el que nos ocupa, el precio de monopolio será superior al precio de mercado. De facto estamos en presencia de una simbiosis de monopolio con oligopolio operando impunemente en un mercado cautivo que impide cualquier otra libre alternativa competitiva.

Expresándolo técnicamente, el poder de mercado monopolista resultante de la reforma de precios estará absolutamente determinado por la elasticidad-precio de la demanda, donde los cambios de esta ultima son provocadas por las variaciones del precio; de tal manera que la oferta de productos que maximice los beneficios se corresponda con el óptimo de Pareto donde el ingreso marginal se iguala con el costo marginal.

Optimilidad de Pareto: Una solución x* es Pareto optima si y solo si no existe otro vector x* tal que:

V = f[x] = [v1, … , vk] domine a u = f[x*] = [u1, … , uk]

El economista y profesor argentino Enrique A. Bour, ha expresado con meridiana claridad lo que puede representar para una sociedad el criterio de eficiencia de Pareto: “Una economía puede encontrarse en una situación Pareto-óptima pero completamente desagradable desde el punto de vista de casi cualquier juicio ético”. [58]

Por otra parte, si en una competencia perfecta el ingreso marginal se equipara al precio y la condición de equilibrio precio al coste marginal de acuerdo con:

          Si dP/[dQ] = 0, entonces:

           IM = dIT/dQ = dP/dQ x Q + dQ/dQ x P = 0 x Q + P

Pero en los términos en que se realizará la reforma de precios que ratifica el carácter monopolista por un solo proveedor y ante la ausencia de productos sustitutivos donde no se compra pan sino “el pan”, en una frase lapidaria del colega Navarro Vega, se produce el efecto contraproducente que la elevación del precio conduce a una restricción alícuota de las ventas y por consiguiente de los ingresos, provocando que el ingreso marginal llegue a ser menor que el propio precio, lo que explica que todas las medidas adoptadas para estimular el crecimiento de la producción en las empresas y el PIB e incrementar la rentabilidad empresarial hayan fracasado.
 
Es decir:
 
dP/[dQ] ‹ 0 

En otra concepción pagana del característico totemismo de las autoridades cubanas, consideran que la condición monopolista del mercado que establecen garantiza la maximización de los beneficios, cuando de hecho la disminución de los ingresos por debajo del ingreso marginal conjuntamente con elevados costos fijos, obsolescencia productiva y tecnológica y desinterés de la componente laboral junto a otros factores, los minimizan. Y es que la elasticidad precio de la demanda es inversamente proporcional al diferencial precios competitivo y monopolista.

Entonces en un mercado cautivo donde la reproducción de la pobreza estructural es objetivo de Estado, y en ausencia de una gama de bienes y servicios sustitutivos u otras alternativas, la elasticidad de la demanda de los productos de primera necesidad tenderá a ser absolutamente inelástica. No importa a que precio vendan el arroz y los boniatos, la gente tiene que comer. Mecanismo perfecto para consolidar la dependencia de la población al poder, la que reacciona desesperadamente buscando alternativas a su insuficiente liquidez en el acotado y agónico cuentapropismo, el mercado negro y la malversación; así como en la corrupción o simplemente en las diversas opciones foráneas.

En efecto el mecanismo que se implementa es conocido como un monopolio discriminador de precios, donde el poder económico que impone el precio maximiza su beneficio por cuanto la curva de ingreso marginal se iguala a la curva de la demanda. Si por un lado puede emplearse como un mecanismo para restringir el consumo, igualmente puede instrumentarse como política económica dirigida a presionar a los consumidores para que obtengan liquidez adicional para satisfacer sus demandas, en cuyo caso los precios se irán incrementando a similar razón que la demanda agregada, para mantener el poder monopólico del mercado y el esquema de pobreza estructural relativa.

Por cuanto el poder de mercado del monopolista está absolutamente determinado por el efecto de la elasticidad-precio de la demanda, económicamente estamos en un escenario donde la maximización de utilidades por el monopolista determina que la curva de la demanda presente una pendiente negativa no voluntaria (0 < η < -1; elasticidad precio de la demanda inelástica), con un ingreso marginal inferior a cero, por lo que la alternativa sería reducir los niveles de producción. Dado que el costo marginal representa la oferta total, desaparece la curva de la oferta en virtud de la relación biunívoca entre cantidad y precio y donde el ingreso medio coincide con la curva de la demanda.

Para un lector no avezado en estos temas la acotación anterior puede resultar un despropósito tecnicista, pero lo cierto es que el monopolista requiere conocer para calcular el nivel de producción que maximice sus beneficios acotando la demanda, sus curvas de ingreso marginal y de costos medios; tal y como se norma oportunamente para todos los niveles de precios en la reforma que se implementa. Luego no es una simple solución tecnocrática, sino que constituye un procedimiento conscientemente elaborado para reforzar la cuota de poder económica del estado monopolista. (Ver: Índice de Lerner que permite calcular el poder de monopolio de mercado de cada empresa y el Índice de Herfindahl para toda una rama o todo un sector [59]).

Considerando como artículos de lujo, en el contexto cubano, la telefonía celular, un automóvil o la ropa, entre otros rubros, cobra sentido la puesta en práctica de la función del precio monopolista como factor de la pobreza estructural y regulador de la demanda elástica; así como la guerra despiadada a las “trapishopping” de cuentapropistas que venden ropa importada directamente fuera del control gubernamental. Y es que la iniciativa alternativa acota y resquebraja el poder. [60]

Se verifica aun en el engendro reformador neocastrista lo que es ciencia económica constituida, que refiere que en un mercado monopolista el precio tiende a crecer socavando el poder adquisitivo de la población y confirmando que la economía de la penuria es conditio sine qua non de la supervivencia del poder. Los costos sociales asociados a la unificación monetaria y la reforma de precios serán apocalípticos si no se instrumentan oportunamente medidas correctivas.

Pero el poder cuenta con herramientas extra económicas de control y coerción social asociadas a la indefensión adquirida de la población [61] y donde se conforma una variante social del Equilibrio de Nash [62] sustentado en el miedo, donde todos los actores sociales conocen las estrategias de los otros y cada cual emplea su mejor estrategia.

De tal manera que se arriba a un statu quo donde los sujetos no modifican sus estrategias siempre que los otros se atengan a las suyas, con lo cual cada uno maximiza sus beneficios en el contexto de las posiciones de los otros y desaparece el atractivo a modificarlas individualmente.  Mientras el estado hace como que paga, la población hace como que trabaja.

Ello no conduce a optimizar el resultado global pero si el de cada sujeto, como podría ocurrir en el caso del dilema del prisionero, donde la construcción de consensos y coordinación de los esfuerzos individuales posibilita obtener el máximo beneficio común. Pero lo que ocurre en Cuba es que ambos sujetos “confiesan”, con lo que se configura un equilibrio de Nash de estrategias puras; mientras que si entrambos cooperaran entre si arribaríamos no a un equilibrio del miedo sino a un óptimo de Pareto.

Donde se infiere la incongruencia entre el estado de equilibrio de Nash en lo político-social con la optimalidad paretiana en lo económico.

Una posible solución a la misma, como sugiere el comportamiento del gobierno que revela al detalle las normas de la unificación monetaria y la reforma de precios, pero oculta el tipo de cambio y el “Día Cero” que determinan el proceso, podría encontrarse en una variante social del equilibrio de Stackelberg [63], que es un caso particular del de Nash para juegos reiterativos.

Stackerlberg describe la situación repetitiva en la que dos o más empresas (jugadores, grupos sociales, etc. –LG), una de las cuales es líder y las otras seguidoras, compiten en el mismo segmento de mercado. La empresa dominante siempre juega primero y sus estrategias determinan la del resto de los jugadores, por lo que estas últimas no saben cual será el próximo movimiento de la líder que es consciente que sus jugadas son observadas por sus competidores para adoptar las suyas; las que sin embargo, no tienen suficiente poder de mercado (económico, político, etc.) para modificar la situación planteada, por lo que no pueden alterar el equilibrio ni transformar la competencia en otro tipo.
  
El equilibrio se establece cuando la empresa líder (jugadores, grupos sociales, etc.), fija su espacio de mercado monopólico y las restantes a su vez se establecen como monopolios en los segmentos o nichos disponibles. Un escenario similar se delinea aceleradamente en Cuba y que debe estar definitivamente conformado en el 2018, cuando concluya la última etapa de la Operación Caguairán y los sucesores designados asuman definitivamente el poder real y formal; dado que uno de los pilares de la concepción neocastrista de las reformas precisamente ha reservado para su gestión central por la elite del poder aquellos sectores, industrias y zonas de carácter estratégico. La estrategia del Zhuanda Fangxiao aplicado con éxito por los mandarines chinos, consistente en “mantener lo grande y deshacerse de lo pequeño”, [64] explica tal comportamiento, aunque el discurrir del tiempo de cocción de la rana hervida cubana bajo el renqueante y simplón “andar sin prisa pero si pausa”, acote lo “pequeño” por temor a que la situación se vaya de control. Nada teme y desconcierta más a un general que un mapa militar donde no estén claramente definidas las posiciones de las tropas con banderitas rojas y azules o, un campamento militar de “pepitos” bonchistas y reguetoneros.

¿Qué hacer para transformar el círculo vicioso del equilibrio Stackerlberg en un círculo virtuoso de oportunidades, gestor de riqueza social y prosperidad humana sustentables? Complejamente simple, a riesgo de ser considerado un enfoque economicista, porque el presente no es un trabajo sobre legítimas y necesarias transiciones políticas, sino una revisión critica de dos aspectos de la reforma económica con visión perspectiva.

Por razones de espacio no es posible desplegar en detalle los procedimientos técnico-económicos que sustentarían el proceso, sino simplemente una aproximación a brocha gorda del objetivo a lograr.

Dado que el precio (libre de otras consideraciones distorsionantes) de un producto en un mercado real está determinado por el equilibrio entre la oferta y la demanda a cierto nivel, de lo que se trata es de generar un incremento de esta última para que se conforme un nuevo equilibrio en un nivel superior:

















§         D1 : Demanda 1
§         D2 : Demanda 2
§         Q1 : Cantidad de productos 1
§         Q2 : Cantidad de productos 2
§         P: Precio de Equilibrio para Q1 - D1
§         P: Precio de Equilibrio para Q2 - D2
  • S1 : Oferta 1
  • S2 : Oferta 2

Donde se verifica que: D1 ‹ D2; Q1 ‹ Q2; P1 ‹ P2; Q1 - D1 ‹ Q2 - D2; con lo cual se pasa del nivel de equilibrio 1 al 2 con el consiguiente incremento de la oferta y la demanda que equilibran los precios. De esta manera y no desde oficinas centrales de planificación se puede lograr el crecimiento estable y equilibrado de la economía y el nivel de nivel de vida de la población [65], donde se verifica que S1 ‹ S2; como muestra la grafica.

Donde se comprueba que el circulo vicioso “bajos salarios-baja productividad”, no se rompe por efecto de la unificación monetaria, sino por la liberalización de las condiciones operativas de las empresas que transitan de un escalón de equilibrio precio-demanda a otro por si mismas, transformando el círculo vicioso en un ciclo virtuoso.

Y en tanto la demanda agregada es función del PIB o Renta Nacional y los tipos de interés, es posible evaluar el impacto macroeconómico de las decisiones de política fiscal y monetaria de un gobierno. En una grafica del Modelo Hicks-Hansen, también conocido como Modelo IS-LM:
Donde:
  • IS es la Inversión-Ahorro [Saving en inglés]
  • LM es la Demanda-Oferta de Dinero [Liquidity preferente-Money Supply en inglés]
  • Y es el PIB o Renta Nacional
  • i es el tipo de tipo interés

La curva IS [Inversión-Ahorro] se desplaza a la derecha, bien por una política fiscal de incremento del gasto o de transferencias; o por una reducción de la tasa impositiva, lo que conduce al desplazamiento del equilibrio a los niveles Y2 e i2. Observándose que la interacción de los mercados reales Inversión-Ahorro y el monetario determinan la demanda de dinero y por consiguiente el precio del mismo o tasa de interés. Pero esta última influye a su vez en la demanda de inversión y por ende en el volumen del PIB o Renta Nacional. Por definición la Demanda Agregada es la totalidad de bienes y servicios que la población, empresas y entidades públicas entre otras, desean y pueden consumir del país para un nivel determinado de precio.

Toda vez que la curva IS representa las distintas combinaciones entre la renta nacional y la tasa de interés donde la oferta agregada y la demanda agregada en el mercado de productos se igualan, nos revela los niveles de renta y tasas de interés donde el mercado de bienes se equilibra. El aumento de la producción es efecto de una expansión de la demanda agregada (pendiente negativa) por la reducción de la tasa de interés que estimula la inversión empresarial y el privado de la población. Pero con tipos de interés fijados arbitrariamente y planes de inversión centralmente establecidos, sin participación de los sujetos económicos, el costo de oportunidad perdido es inmenso. Constituye una herramienta tan simple y universalmente empleada, que diariamente se pone en práctica millones de veces tanto por parte de una vendedora ambulante en una polvorienta candonga en Luanda que en la guerra comercial por el mercado de los smartphones, y es que al margen del refinamiento del Modelo Hicks-Hansen, es conciencia empírica que el ciudadano común compra mas cuando bajan los precios y restringe el gasto cuando estos suben.

Ateniéndose a los objetivos de la política macroeconómica que se privilegie, se pueden emprender acciones para desplazar la LM (Demanda-Oferta de Dinero) o la IS (Inversión-Ahorro). Las políticas fiscales actúan sobre la LM, donde una intervención expansiva permite aumentar la producción (PIB) y disminuir la tasa de desempleo, mientras que una de tipo restrictiva dirigida a disminuir la inflación afectaría el nivel de Renta Nacional (PIB).

Para modificar la IS se emplean herramientas de política monetaria cuyo fin es regular mediante la cantidad de dinero y el tipo de interés la estabilidad económica. De acuerdo a las circunstancias que afecten el equilibrio macroeconómico se instrumenta una política monetaria expansiva con vista a incrementar la masa de dinero o una restrictiva dirigida a reducirla. [66]

Expresado de otra manera, si el gobierno realmente quisiera incrementar la inversión para elevar la producción de bienes y servicios, una de las herramientas clásicas con probado efecto multiplicador, se encuentra en la movilización atractiva y transparente por diferentes vías de los recursos financieros inmovilizados hoy en gastos fijos anacrónicos asociados a un aparato administrativo hipertrofiado, en gastos de defensa injustificados y en el ahorro público y privado, entre otras fuentes. Una exposición detallada de esta herramienta, lógicamente, queda al margen de los propósitos de estas consideraciones.

Ante todo no habría “Día Cero” ni secretos de estado de ninguna índole, salvo los que estrictamente dimanen de la seguridad y soberanía nacional y oportunamente establecidos por ley. Sustituyendo la formal, tergiversada y manipulable rendición de cuentas y revocación de poderes al uso; la “accountability”, concepto que no tiene una precisa traducción al idioma español, pero que podría resumirse como responsabilidad por los resultados, regiría todas las funciones del estado, el gobierno y los funcionarios públicos en todos los niveles de gestión. Transparencia y responsabilidad pública por los actos como premisa de gobierno.

Instrumentar una política económica gradual y multiestructural con diferenciados ritmos y etapas, que accione los resortes claves hoy ignorados u ocultos de la economía nacional y permita el despliegue de las potencialidades de los sujetos económicos, a la vez que se suprime el “dirigismo” y el “intervencionismo” matón. Para ello se requiere adoptar un conjunto de medidas macro y microeconómicas mediante la promulgación de leyes y regulaciones que transformen la actual concepción cuartelaria de la economía en una administración publica que, mediante incentivos y no ordenanzas, modifique el clima socioeconómico creando los espacios adecuados para el florecimiento de las oportunidades y el emprendimiento.

La intervención estatal en la economía se restringiría a influir en la conducta de los sujetos económicos mediante incentivos, beneficios, limitaciones y acotaciones; con vistas a cumplir objetivos de desarrollo y crecimiento económico, empleo y balance exterior; así como alcanzar el equilibrio macroeconómico a mediano plazo, el control de los índices de precios productivos y al consumidor y estabilidad monetaria entre otros.

Para ello el Estado -incluso el actual- cuenta con los poderes y herramientas, pero no evidentemente con la voluntad, para instrumentar una política monetaria que estimule la dinamización de la economía, propicie una inflación controlada como factor de estimulación, equilibre el presupuesto nacional sin acudir a la emisión monetaria e imponga tipos de interés diferenciados que promuevan la inversión y el ahorro. Igualmente será necesario reformular sobre bases fundamentadas pero alentadoras, un sistema crediticio que facilite el financiamiento empresarial y privado, con fuentes tanto internas hoy inmovilizadas u ocultas como externas. Es incalculable el impacto multiplicador de un sistema de microcrédito en la dinámica económica de las Pymes y su contribución a la movilidad de la estructura social. De igual modo se elaboraría un programa técnicamente argumentado para alcanzar la convertibilidad y revalorización progresiva real del peso cubano.

Se requiere articular una política fiscal económicamente fundamentada que ajuste el gasto público al nivel correspondiente, sin deteriorar los servicios sociales básicos, ni desprotegiendo al sector de la población más vulnerable.  De igual manera se procedería al reajuste integral y radical del sistema impositivo y tributario que permitirá el paulatino equilibrio de las finanzas nacionales. Conjuntamente se procederá a la corrección de los registros contables doblemente distorsionados luego de la unificación monetaria y estimulará que las empresas adopten la política de precios que consideren más conveniente en cada momento. En esta materia, otra tarea prioritaria será proceder al ajuste de las cuentas nacionales, compatibilizando su sistema estadístico con la metodología internacionalmente aceptada. Los resultados macroeconómicos se emitirán trimestralmente y estarán disponibles íntegramente para su consulta publica irrestricta.

Constituyendo parte crucial del reordenamiento, se establecería la obligatoriedad de todos los funcionarios públicos electos o designados, a todos los niveles del estado, gobierno, partidos y agrupaciones u organizaciones, de declarar públicamente todos los activos que poseen. La “accountability”, la transparencia y el derecho al ingreso legitimo son los antídotos naturales a la corrupción y el “resolver”.

Se reformaría la recientemente aprobada Ley de Inversión Extranjera, que pasaría a ser la Ley de Inversión Nacional, sin limitaciones por destino de la inversión, lugar de residencia, vocación política o cuantía. La inversión, sea interna o foránea, multimillonaria o modesta, genera empleo, prosperidad social y personal y, por consiguiente, las necesidades, sean empresariales o privadas, adquieren la solvencia necesaria para convertirse en demandas estructuradas, que generan a su vez la ampliación de la oferta en una espiral virtuosa que constituye la única y sustentable fuente del desarrollo socioeconómico, la prosperidad y la riqueza social y personal.

Igualmente se legislará la Ley de Empresas, donde estas tendrán el derecho de tomar las decisiones que consideren oportuno en los marcos que prescribe la ley, tanto en materia de surtidos de bienes y servicios como de precios, inversiones, salarios y sueldos, estructuras funcionales y comercio exterior, etc. No se permitirá la intromisión estratégica ni operativa de los organismos superiores y los “factores”, los cuales pasarían a cumplir sus reales funciones de Estado (metodológico, asesor, controlador, etc.) los primeros y sociopolíticos los segundos. Considerando el actual contexto político que impera en el país, no hay reparos a que las empresas continúen aportando el 50% de las utilidades después de impuestos (requiere una evaluación puntual para evitar igualitarismos que no consideren las ventajas competitivas particulares y objetivos de interés prioritario, así como “favoritismos” de naturaleza caudillista), al único accionista que es el Estado, aunque lo deseable sería que se desplegara a la libre adquisición publica -con prioridad para sus trabajadores- su cartera de acciones.

No solo la práctica económica en China y Vietnam han corroborado tal proceder, sino que en los países más desarrollados del mundo operan con éxito bajo ese esquema empresas públicas, cuyo único accionista son los gobiernos provinciales o federales.

Pero ello no sucederá al menos en el medio plazo, aunque estas cuartillas sean la crónica anticipada del por qué fracasarán. Y es que los Tonton Macoutes de La Habana que sufren del Complejo de Mesías Salvador extemporáneo, siguen creyendo a pie juntillas, junto con el Führer, que “Detrás de la economía también debe haber poder, dado que solamente el poder garantiza la economía”. [67] [68]

Apéndice

En una reciente reunión del Consejo de Ministros convocada para examinar la marcha del proceso de unificación monetaria y cambiaria, se desataron las alarmas de los presentes, lo que conllevó a que el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros reconociera la complejidad de un asunto que debe continuar siendo estudiado y, con mas estridencia nerviosa que de costumbre, alertara que “Es importante la gradualidad en el proceso, para no dar bandazos”. Y esta resquebrajada confianza proviene de la comprensión plena que no solo se acabó el pan y el casabe, sino que en esta materia la despensa neocastrista solo cuenta con las tradicionales herramientas del poder voluntarista.

Mientras Leonardo Andollo Valdés, segundo jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, acudía a la tradicional cantaleta cuartelaria que con exigencia y disciplina se garantice lo establecido de que “los OACE (Consejo de Ministros y los Organismos de la Administración Central del Estado) solo ejecuten funciones estatales, mientras que las OSDE (Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial) son organizaciones creadas por decisión gubernamental, que únicamente realizan funciones de carácter empresarial. En tanto, las Juntas de Gobierno son un órgano de dirección del Estado para controlar y atender a las OSDE, con el fin de exigir eficiencia y disciplina, así como el cumplimiento de la legislación vigente

Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, por su parte calificó la situación como extremadamente compleja. Reiterando que esta no es una medida que resolverá por sí sola todos los problemas actuales de la economía, pero que “su aplicación resulta imprescindible a fin de restablecer el valor del peso cubano y de sus funciones como dinero”. Todo ello, unido a las restantes políticas aprobadas, propiciará el ordenamiento del entorno económico y la medición correcta de sus resultados, agregaba.

Acerca de las tareas desarrolladas en este periodo inicial, mencionó la realización de seminarios de preparación en todo el país sobre las normas emitidas en los que han participado más de 20 mil cuadros y funcionarios. “Esto ha posibilitado conocer un grupo importante de consideraciones que nos permiten profundizar e identificar dificultades que existen para enfrentar el proceso”. Consideró que los máximos jefes de los OACE, OSDE, consejos de administración provinciales y entidades nacionales son los responsables de conducir dicho proceso. “Hay que prever y anticiparse a cualquier problema para saber cómo responder ante ellos. La preparación será fundamental para evitar la mayor cantidad de tropiezos”, concluyó. Muy posiblemente los seminarios de preparación se convirtieron en reuniones críticas donde los ejecutivos encargados de aplicar en la práctica empresarial las normativas establecidas señalaron a “camisa quitada” sus inconsistencias concretas, las enormes dificultades prácticas para implementarlas y los negativos efectos que producirá. El sueno idílico de un proceso tecnocrático de ordeno y mando se transmutó en una pesadilla ante su primera aproximación práctica. De ahí que presumiblemente se haya reprogramado el calendario de implementación y pospuesto indefinidamente el “Día Cero” previsto inicialmente para el 31 de marzo. [69]

Con las alarmas que declaran el estado de emergencia retumbando, el general en su laberinto neocastrista, firmó la inmolación de los próximos mártires a sacrificar en el altar del poder. La renovación y sucesión de la meritocracia de castas está en marcha acelerada.

 

Notas

[39] No hay espacio para referirse al tema con el detenimiento que requiere, pero las evidencias en proceso indican el crecimiento de la demanda solvente [no confundir con necesidades acumuladas que solo se transforman en demandas cuando se cuenta con la liquidez necesaria para actuar en el mercado mediante el poder de compra] por diferentes fuentes.
[40] Ver el Síndrome del Neocastrismo/ http://cubaindependiente.blogspot.com/2011/07/el-sindrome-del-neocastrismo-lazaro.html
[41] Ver “Cuba, el Socialismo y sus Éxodos”/ Navarro Vega, A.; Editorial Palibrio 2013, Pág. 169-218
[42] Discurso pronunciado por Raúl Castro en las conclusiones del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, 22 de febrero de 2014, “Año 56 de la Revolución”/ http://www.cubadebate.cu/opinion/2014/02/22/discurso-de-raul-en-la-ctc-para-distribuir-riqueza-primero-hay-que-crearla/#.UzZBJVerNuM
[43] “Un paso trascendental, por su repercusión en todas las facetas de la vida nacional, lo constituyó la puesta en vigor del cronograma de trabajo para la unificación monetaria y cambiaria, el cual se iniciará en el sector de las personas jurídicas, o sea, los organismos estatales, entidades empresariales, cooperativas y otros, con el propósito de ir creando las condiciones para el incremento de la eficiencia, medir adecuadamente los hechos económicos y estimular a las ramas que generan ingresos por exportación o sustituyen importaciones. En la segunda etapa se extenderá a las personas naturales.”/ Discurso de Raúl Castro Ruz en la clausura del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 21 de diciembre de 2013, “Año del 55 de la Revolución”.  http://www.cubadebate.cu/especiales/2013/12/21/presidente-raul-castro-comparece-en-asamblea-nacional-del-poder-popular-fotos/#.UzwjUVerNuM
[44] Ibidem.
[45] Al respecto, ver lo que escribió hace exactamente 50 anos Ernesto Che Guevara, a la sazón Ministro de Industrias, al exponer su concepción sobre la formación de precios en el socialismo:
“En la teoría de la formación de los precios tenemos también divergencias profundas. En la autogestión se forman los precios «atendiendo a la ley del valor», pero no se explica (hasta donde nuestros conocimientos alcanzan) cuál expresión de la ley del valor se toma. Se parte del trabajo socialmente necesario para producir un artículo dado pero se ha descuidado el hecho de que el trabajo socialmente necesario es un concepto económico-histórico y, por lo tanto, cambiante, no sólo a nivel local (o nacional) sino en términos mundiales; los continuos avances en la tecnología, consecuencia en el mundo capitalista de la competencia, disminuyen el gasto de trabajo necesario, y, por tanto, el valor del producto. Una sociedad cerrada puede ignorar los cambios durante determinado tiempo, pero siempre habría que volver a estas relaciones internacionales para cotejar su valor. Si una sociedad dada los ignora durante un lapso largo, sin desarrollar fórmulas nuevas y exactas en su reemplazo, creará interconexiones internas que configuren su propio esquema del valor, congruente en sí mismo, pero contradictorio con las tendencias de la técnica más desarrollada (el ejemplo del acero y el plástico), esto puede provocar atrasos relativos de alguna importancia y, en todo caso, distorsiones a la ley del valor en escala internacional que hagan incomparables las economías.
El impuesto de circulación es una ficción contable mediante la cual se mantienen determinados niveles de rentabilidad a las empresas, encareciendo el producto para el consumidor, de tal manera que se nivela la oferta de artículos con el fondo de la demanda solvente; creemos que es una imposición del sistema pero no una necesidad absoluta y trabajamos sobre fórmulas que contemplen todos estos aspectos.
Consideramos que es necesaria una estabilización global del fondo mercantil y la demanda solvente: el Ministerio de Comercio Interior se encargaría de nivelar la capacidad de compra de la población con los precios de las mercancías ofrecidas, considerando siempre que toda una serie de artículos de carácter fundamental para la vida del hombre deben ofrecerse a precios bajos, aunque en otros menos importantes, se cargue la mano con manifiesto desconocimiento de la ley del valor en cada caso concreto.
Aquí surge un gran problema ¿cuál será la base de formación de precios reales que adopte la economía para el análisis de las relaciones de producción? Podría ser el análisis del trabajo necesario en términos cubanos. Esto traería aparejado distorsiones inmediatas y la pérdida de visión de los problemas mundiales por las necesarias interrelaciones automáticas que se crearían. Podría tomarse, en contrario, el precio mundial; esto acarrearía la pérdida de visión de los problemas nacionales, ya que nuestro trabajo no tiene productividad aceptable en términos mundiales en casi ninguna rama.
Proponemos, como primera aproximación al problema, que se considere la creación de índices de precios basados en lo siguiente:
Todas las materias primas de importación tendrán un precio fijo, estable, basado en una media del mercado internacional más unos puntos por el costo de transporte y del aparato de Comercio Exterior. Todas las materias primas cubanas tendrían el precio de su costo de producción real en términos monetarios. A ambos se les agregarían los gastos de trabajo planificados más el desgaste de los medios básicos para elaborarlas y ese sería el precio de los productos entregados entre empresas y al Comercio Interior, pero constantemente estarían afectados por índices que reflejaran el precio de esa mercancía en el mercado mundial más los costos de transporte y de Comercio Exterior. Las empresas que operan por el régimen de financiamiento presupuestario trabajarían sobre la base de sus costos planificados y no tendrían beneficios; todos los lograría el MINCIN (naturalmente, esto se refiere a aquella parte del producto social que se realiza como mercancía, es lo fundamental como fondo de consumo); los índices nos dirían continuamente (al aparato central y la empresa) cuál es nuestra real efectividad y evitaría tomar decisiones equivocadas. La población no sufriría nada con todos estos cambios, ya que los precios por la mercancía que compra están fijados independientemente, atendiendo a la demanda y la necesidad vital de cada producto.
Por ejemplo, para calcular el monto de una inversión, haríamos el cálculo de materias primas y equipos directamente importados, el gasto de los equipos de construcción y montaje, el costo de los salarios planificados, atendiendo a las posibilidades reales y un cierto margen para el costo del aparato constructor. Esto podría darnos, al finalizar la inversión, tres cifras: una, el costo real en dinero de la obra; otra, lo que debía costar la obra según nuestra planificación; la tercera, lo que debería costar en términos de productividad mundial. La diferencia entre la primera y la segunda se cargaría a la ineficiencia del aparato constructor; la diferencia entre la segunda y la tercera sería el índice, en el sector de que se trate, de nuestro atraso.
Esto nos permite tomar decisiones fundamentales sobre el empleo alternativo de materiales tales como el cemento, el hierro, los plásticos; los techos de fibrocemento, aluminio o zinc; las tuberías de hierro, plomo o cobre; el uso de ventanas de madera, hierro o aluminio, etc.
Todas las decisiones pueden apartarse del óptimo matemático atendiendo a razones políticas, de comercio exterior, etc., pero siempre tendríamos el espejo de los sucesos reales en el mundo frente a nuestro trabajo. Los precios nunca estarán separados de su imagen mundial, que será cambiante en determinados años, de acuerdo con los adelantos de la tecnología y donde cada vez tendrá mayor preminencia el mercado socialista y la división internacional del trabajo, luego de lograr un sistema socialista mundial de precios más lógico que el usado actualmente.”/ “Sobre el Sistema Presupuestario de Financiamiento” [1964], Obras 1957–1967, Casa de las Américas, 1970, Tomo 2, p. 272 –273. [Nota: Se ha respetado la ortografía y sintaxis originales]/ http://www.marxists.org/espanol/guevara/64-finan.htm
[46] Citado recientemente por Shiling, J.M./ Embudos económicos del comunismo cubano/  http://www.cubaencuentro.com/cuba/Artículos/embudos-economicos-del-comunismo-cubano-317522
[47] Los textos mas representativos de la obra de János Kornai:  Economics of Shortage [1980],  The Socialist System, The Political Economy of Communism [1988], The Road to a Free Economy (1990), The Socialist System: the political economy of communism, Oxford University Press [1992, Highway and Byways (1995), Struggle and Hope (1997) and Welfare in Transition [2001]. Actualmente encabeza el proyecto de investigación Honesty and Trust in the Light of Post-Socialist Transition
[48] Se entiende como economía de subsistencia aquella que se basa fundamentalmente en la agricultura o la ganadería en estructuras generalmente familiares, que sólo alcanza para la alimentación y el vestido de la propia familia o grupo social y en la que no se producen excedentes significativos que permitan el comercio o, en caso de que se produzcan, estos son escasos y se destinan de forma inmediata al trueque con otras familias o grupos sociales.
[49] Según la teoría de János Kornai, las posibilidades a las que se enfrentan los compradores son las siguientes:
  • Posibilidad 0: El comprador va a la tienda, encuentra el producto que quiere y lo compra.
  • Posibilidad 1: Hay el producto, pero el comprador debe hacer cola para comprarlo, porque hay más compradores que unidades del producto. A veces, las colas se forman sólo por la posibilidad (o el rumor) de que el producto esté disponible. Los consumidores pasan mucho rato haciendo cola, a menudo incluso muchas horas al día, sólo para comprar productos básicos como por ejemplo alimentos. Por otros productos hay una lista de espera, que en algunos casos puede ser muy larga. Por ejemplo, la lista de espera en la Unión Soviética y Cuba para obtener un apartamento durante los años ochenta era de 10-15 años.
  • Posibilidad 2: El producto no está disponible, así que consumidor acepta una sustitución forzada. Compra otro producto más o menos similar al que pretendía adquirir.
  • Posibilidad 3: El producto no está disponible, así que el comprador lo busca en otro lugar; o el producto no está disponible, pero se sabe que en un futuro lo estará, así que el comprador decide posponer la compra. Esto es una forma de ahorro forzoso, porque el consumidor no quería, originariamente, ahorrar o seguir teniendo su dinero.
  • Posibilidad 4: El producto no está disponible, así que el comprador deja de comprarlo.
[50]  Von Mises (1920): "Die Wirtschaftsrechnung im sozialischen Gemeinewsen", recopilado en Collectivist Economic Planing, 1935.y el ensayo de Lange publicado en 1936-37, en Review of Economical Studies [En espanol: O. Lange & F. Taylor, Sobre la teoría económica del socialismo, Barcelona, 1970].  Y los ensayos de Abba Lerner: "Economic Theory and Socialist Economics", Review of Economical Studies, 1934 y "Statistcis and Dynamics in Socialist Economics", Economic Journal, 1937.
[51]  La solución de Lange y Lerner construye un modelo práctico en el que por un procedimiento iterativo de ensayo y error una Oficina Central de Planificación ejercería de hecho las mismas funciones que el mercado. Lange de hecho elaboró dos modelos alternativos. En el primero los bienes de consumo y los servicios del trabajo son asignados por medio del libre mercado sobre la base de los precios monetarios, mientras que a los demás inputs se les asignan precios contables. Los valores de equilibrio de ambos grupos de precios se determinan mediante un único procedimiento iterativo. En cada estadio del proceso el planificador anuncia un vector de precios no negativos, e imparte a los directores de las empresas socialistas las dos reglas siguientes:
minimizar el coste medio de producción empleando una combinación de factores tal que el producto marginal en el valor de cada uno de los factores iguale a su precio,
determinar el nivel de producción en el punto en el que el coste marginal del producto iguale al precio fijado por la Oficina Central de Planificación.
De modo parecido, al tratar los precios anunciados como parámetros, las familias maximizan sus funciones de utilidad. Se obtienen así las funciones de demanda de los bienes y de la oferta de trabajo. Para cada bien o servicio, el planificador junta las propuestas recibidas de las empresas y de las familias. Si para un determinado bien o servicio se registra un exceso de demanda positivo (negativo) su precio aumentará (disminuirá). El nuevo vector de precios se anunciará a las empresas y las familias, y el proceso empezará de nuevo, hasta que todos los excesos de demanda se eliminen. Como admitió el propio Lange, el procedimiento es precisamente el tanteo walrasiano.
[52] Ver Leontief, W. W. (1941). The structure of American economy, 1919-1929 : an empirical application of equilibrium analysis (1st ed.). Cambridge: Harvard University Press y Novozhilov, V. V. (1970). Problems of cost-benefit analysis in optimal planning. (H.McQuiston, Trans.). White Plains, N.Y.: International Arts and Sciences Press.
[53]  Ticktin, Hillel  [1997]; Bertell Ollman; ed. Market Socialism: The Debate Among Socialists. New York; London: Routledge./http://mises.org/misesreview_detail. aspx? control=88
[54]  Ver Economic Logic: a survey and variations on the theme/ http://www.phil.uu.nl/~janb/phloofin/eclog.html
[55] Ver declaraciones del Dr. Pavel Vidal para Progreso Semanal/ http://progresosemanal.us/20140308/pavel-vidal-la-
[56] Dr. Pavel Vidal; entrevista citada.
[57] En lo que es conocida como la observación de Rummel [R.J. Rummel], se señala que los mayores genocidios del siglo XX ocurrieron en países con planificación central donde la libertad individual estuvo fuertemente restringida, como fueron los casos de  la Unión Soviética, la Republica Popular China y la Alemania Nazi.
[58] "Por consiguiente, una situación es considerada Pareto no óptima si es posible mejorar la situación de alguien sin empeorar la situación de nadie. Este concepto es razonable como concepto de "eficiencia" pero insuficiente como concepto de "óptimo". Una economía puede encontrarse en una situación Pareto-óptima pero completamente desagradable desde el punto de vista de casi cualquier juicio ético. Es mejor considerar a la optimalidad en sentido de Pareto como un término descriptivo (algunos economistas hablan en su lugar de ausencia de derroche o de excedente distribuíble) más que normativo. Una nota importante adicional es que la optimalidad de Pareto es una noción de equilibrio general que depende de cuáles son las alternativas incluidas. Por ejemplo, dos países pueden registrar asignaciones Pareto-óptimas pero si se permite el comercio entre ambos la asignación general ya no es Pareto-óptima."/ Enrique A. Bour; Eficiencia y Bienestar/ http://www.ebour.com.ar/pdfs/Eficiencia%20y%20Bienestar.pdf
[59] Índice de Lerner:
De donde se deduce que L = -1/Epd

Que mide el grado de poder de monopolio de una empresa. Se determina mediante la razón de la diferencia entre el precio P y el costo marginal CM respecto al precio, o mediante el inverso multiplicativo del valor absoluto de la elasticidad precio de la demanda. El valor de L puede oscilar desde cero, para una empresa de competencia perfecta, hasta uno, para una empresa de monopolio puro.

Índice de Herfindahl:

Que representa una medida del poder de monopolio de una industria en conjunto. H se determina mediante la suma de los cuadrados de los valores de las participaciones en las ventas del mercado de todas las empresas de la industria.

Donde S i es la participación en el mercado de la i-ésima empresa de las N empresas que conforman la industria. Mientras más grande sea el valor de H, mayor será el poder de monopolio de la industria.
Es evidente que el cálculo de índice de monopolio global para toda la economía es asunto trivial.
[60] Un buen ejemplo lo constituye el reciente mercado estatal de autos, donde el valor promedio por auto es de 35,743 CUC; en un rango de 21,450 CUC para el Hyundai Atos del 2006 y 110,000  para el microbus Hyundai-tq12./ http://cubaindependiente.blogspot.ca/2014/01/cuba-venden-725-autos-por-valor-de-26.html. En el siguiente link se calcula el precio de un auto en anos de vida: http://www.chiringadecuba.com/2014/01/24/calcule-su-carro-en-anos-de-vida-o-en-vidas/
[61] Ver “Cuba, el Socialismo y sus Éxodos”/ Navarro Vega, A.; Editorial Palibrio 2013, Pág. 169-218/ http://cubaindependiente.blogspot.ca/2014/02/un-libro-imprescindible-cuba-el.html
[62] Formulado por el matemático norteamericano John Forbes Nash ganador del Premio Nobel de Economía correspondiente a 1994 por sus aportes a la Teoría de Juegos. También conocido como Equilibrio de Cournot, de Cournot y Nash o simplemente del Miedo.
[63] Heinrich Freiherr von Stackelberg, economista alemán con aportes significativos a la Teoría de Juegos y la organización industrial, creo el modelo de competencia que recibe su nombre/ Moscu, octubre 31, 1905 – Madrid, octubre 12/ 1946.
[64] Un desarrollo mas detenido de la estrategia que el gobierno de Raul Castro sigue en esta dirección se puede ver en El Zhuanda Fangxiao cubano: mantener lo grande,deshacerse de lo pequeño/ http://cubaindependiente.blogspot.ca/2010/12/el-
zhuanda-fangxiao-cubano-mantener-lo.html
[65] Un reciente ejemplo del enfoque que aplica la tecno-burocracia cubana sobre la variación del precio de la leche en polvo, lo ofrece el siguiente reportaje del periódico oficial Granma y que demuestra la imposibilidad de lograr un adecuado control de precios operativo con la flexibilidad que exige la dinámica económica: “El caso que nos ocupa es la puesta en vigor el pasado 4 de abril de la Resolución 165 de 2014 del Ministerio de Finanzas y Precios, en la cual se dispone el  incremento en el precio para la venta de la leche en polvo que se comercializa en CUC.
Octavio Beltrán Castillo, director de Comercio, Turismo y Servicio del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP), informó acerca del incremento del precio de este producto de 4 mil 720 a 5 mil 563 dólares la tonelada, lo que generaría pérdidas al sistema empresarial de no hacer los ajustes correspondientes en el precio minorista de este producto.
En la reunión, en la cual participaron además Iván Carranza Ojeda, jefe del grupo lácteo y Erenis Beltrán Sariol, jefa del Departamento de Precios, ambos del grupo empresarial del Ministerio de la Industria Alimentaria; Bárbara Soto Sánchez, Vicepresidenta Comercial de CIMEX y Félix Granado Montero, activista de precios de esa cadena, se insistió en que la política del país ha sido la de, a pesar de las fluctuaciones del mercado, evitar los incrementos de renglones de primera necesidad como estos relacionados con la alimentación, pero ante tal aumento de los gastos, para mantener además la leche que se vende subsidiada de forma normada, se decidió adoptar esta medida.
El incremento del precio en la venta de leche en polvo, que en la bolsa de 500 g pasa de 2.90 CUC a 3.35 CUC —0.45 centavos—, y en el caso del paquete de 1 kilogramo pasará a venderse de 5.75 CUC a 6.60 CUC —0.85—; incluye únicamente, de acuerdo con información ofrecida por Bárbara Soto, lo correspondiente a la erogación que hará el país para adquirir el producto en el extranjero; es decir, no se le adicionan los gastos de transportación, almacenamiento u otras causas.
En cuanto a la leche en polvo normada, Erenis Beltrán Sariol subrayó que la misma no recibirá ningún cambio en su comercialización en moneda nacional (CUP), como parte del esfuerzo que hace el país para que la población no se vea afectada.
“No obstante, el Estado cubano -para mantener el actual precio de venta minorista de la leche que se entrega para la canasta familiar normada y las dietas- tiene que aumentar en 12 millones de pesos anuales el presupuesto que inicialmente estaba planificado para subsidiar este producto”./ http://www.granma.cu/cuba/2014-04-10/se-incrementa-el-precio-de-venta-de-la-leche-en-polvo
[66] Siendo la demanda de dinero sensible al tipo de interés a un nivel de renta dado [MD
       = k·Y - h·i; donde k es la sensibilidad de la demanda de dinero al nivel de renta, y h
       es la sensibilidad de la demanda de dinero a la tasa de interés], el equilibrio del
       mercado se fijara en aquel punto de la curva LM que satisfaga:
Donde:
·         M – Cantidad de dinero en el mercado
·         p – Nivel de precios
·         h – Sensibilidad de la demanda de dinero al tipo de interés
·         k – Sensibilidad de la demanda de dinero al nivel de renta
·         Y – Renta o nivel de producción
En ocasiones la tasa de interés es fijada como variable independiente por las autoridades de los bancos centrales, aunque ciertamente responde a un riguroso calculo de los efectos que provocara en la economía. En Cuba una referencia de esta naturaleza por un economista inquieto, puede convertirlo de la noche a la mañana en un enemigo publico o un contador de retoños de cepas cañeras, acorde con del nivel de testosterona del miembro correspondiente de la meritocracia.
[67]  Adolfo Hitler; El enemigo de los pueblos, párrafo 8º.
[68]  Y ese comportamiento no debiera sorprendente considerando que el Complejo de Mesías Salvador está presente desde un primer momento con el empleo literal como consigna de la imitación hitleriana como acertadamente destaca Isis Wirth: “En el juicio por el putsch del 9 de noviembre de 1923 en Munich, Hitler proclama: ‘Los jueces de este estado pueden condenarnos tranquilamente por nuestras acciones; mas la historia, que es encarnación de una verdad superior y de un mejor derecho, romperá un día sonriente esta sentencia, para absolvernos a todos nosotros de culpa y pecado. Pero esa misma historia emplazará también ante su tribunal a aquellos que, imperando hoy en el mundo, huellan leyes y derechos, precipitan nuestro pueblo en la ruina y que, además, en medio de la desgracia de la patria, colocan sus intereses personales por encima de los de la comunidad’. Lo incluyó luego en Mein Kampf.”/ Isis Wirth/http://tomarlapalabra. wordpress.com /2010/06/21/hitler-y-castro/
[69] http://www.granma.cu/cuba/2014-03-31/temas-vitales-para-la-actualizacion-de-la-sociedad-y-la-economia-cubana

No hay comentarios:

Publicar un comentario