Momento en el que la Policía intentaba detener a la anciana (al fondo, a la derecha). La Habana, 11 de abril de 2014. (DDC) |
Una mujer de 64 años se desnudó el viernes en la céntrica esquina
habanera de 23 y L, para protestar durante casi una hora por lo que
consideró un "abuso" de dos inspectoras estatales, informaron a DIARIO
DE CUBA testigos que solicitaron el anonimato.
Con gritos de "¡Ay, Fidel, ven a ver esto!", la mujer, identificada
como Gladys, se quitó toda la ropa —excepto el sostén— y la arrojó a la
calle, después de que dos funcionarias de los cuerpos de "inspección
integral" le decomisaran un carrito de supermercado con el cual vendía
maní y golosinas en la esquina de 21 y L, dijeron las fuentes.
El incidente ocurrió sobre las 2:30 de la tarde. Allegados de la
anciana aseguraron que posee la licencia para realizar la actividad por
cuenta propia. De hecho, intentó colgársela del sostén cuando se dirigía
hacia los bajos del Hotel Habana Libre, pero otras personas la
persuadieron de que no lo hiciera, indicaron los testigos.
Los vendedores ambulantes, muchos de ellos ancianos, tienen prohibido
permanecer en un lugar fijo. Si lo hacen, pueden ser multados. Los
conflictos con los inspectores frecuentemente terminan con el decomiso
de la mercancía, incluso si la licencia está en regla.
Cuando dos mujeres agentes de la Policía Nacional Revolucionaria
(PNR) trataron de vestirla, Gladys se negó y comenzó a caminar hacia el
Habana Libre. Allí protagonizó la mayor parte de la protesta, acompañada
por curiosos que plantaron cara a una docena de policías, aseguraron
los testigos.
"Cuba es libre para todos", gritaron varios de los presentes cuando
la Policía intentó dispersarlos, relataron las fuentes. "De la acera no
nos pueden botar".
Señalaron que los gritos de "Suéltenla" y la presión de quienes
acudieron a presenciar la protesta, impidieron que los agentes
introdujeran a la mujer en un auto patrullero.
"Venga a ver cómo está esto aquí, no podemos hacer nada", explicaba
un suboficial a su superior por el walkie-talkie, mientras trataba,
junto a empleados del hotel, de contener a los curiosos, que iban y
venían entre las dos aceras llegando a obstaculizar por momentos el
tránsito, dijeron las fuentes.
Tras muchos intentos —agregaron—, los agentes y empleados del hotel
lograron persuadir a Gladys de que abordara un taxi de la instalación
turística. Varias versiones indicaron que la anciana habría sido
trasladada a una estación policial, pero esa información no pudo ser
confirmada.
"Es un abuso, esa mujer siempre vende ahí sin ningún problema",
reclamaron algunos de los presentes. "A ver si así logramos que [las
autoridades] aflojen un poco", dijo una joven.
Según las fuentes, varias personas filmaron el incidente con
teléfonos celulares. Agentes de la policía les pidieron que dejaran de
hacerlo y se alejaran del lugar.
Un capitán apareció cuando todo había terminado y cuestionó a los
agentes por qué no habían subido a la anciana por la fuerza en el auto
policial.
"Las inspectoras crearon el problema y después desaparecieron", criticaron los policías en otro momento.
Dos mujeres que, según los testigos, dijeron conocer a Gladys,
advirtieron que la anciana sufre diabetes y que su situación económica
es muy precaria. "Tengo dos hijos presos", gritaba la mujer en el
comienzo de su protesta.
Un hecho similar se registró meses atrás, cuando una mujer recorrió
desnuda calles de la ciudad de Camagüey para protestar por las difíciles
condiciones de vida en la Isla.
Los inspectores integrales pertenecen a la Oficina Nacional de
Administración Tributaria (ONAT) y su misión es hacer cumplir las
disposiciones gubernamentales para el "trabajo por cuenta propia". Son
criticados con frecuencia por trabajadores privados y ciudadanos debido a
los decomisos arbitrarios, la exigencia de sobornos y otros actos de
corrupción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario