Lázaro González*
“Corruption has its own motivations, and one has to thoroughly study
that phenomenon and eliminate the foundations that allow corruption
to exist”.
Eduard Shevardnadze
Al Dr. Pavel Vidal, principal analista de la Reforma
Monetaria en Cuba, quien no puede aun por razones que se explican a
continuación “…percibir hasta dónde están anulando los efectos o
hasta dónde los están amortiguando”
[1]
Nota introductoria
El
examen interno y detallado de un proceso tan complejo como la
reforma monetaria que se alista en estos momentos en Cuba requiere
el empleo de conceptos técnicos y cierta formulación matemática
básica para arribar a conclusiones fundamentadas. El lector no
familiarizado con el tema no debe sentirse intimidado por ello, y
puede prescindir del argot técnico utilizado sin que vea afectada la
comprensión analítica de la problemática abordada.
Diagnóstico
El
presente trabajo que se pone a la consideración de los lectores va
dirigido no al “que” de la reforma monetaria en Cuba que se centra
en la solución al problema de la dualidad monetaria, sobre la cual
han concentrado sus análisis varios economistas cubanos, sino al
“como” el régimen de La Habana ha diseñado el proceso. Existiendo un
amplio consenso respecto al “que”, el interés recae sobre el “como”
que ha sido decretado inconsultamente desde el poder central y
dispuesto mediante las resoluciones No. 19, 20 y 21 del Ministerio
de Finanzas y Precios [2]; donde se
establecen las normas contables y las metodologías para la formación
de los precios mayoristas y minoristas para las personas jurídicas,
que deberán aplicarse a partir del momento en que en el país se
decrete la unificación monetaria.
La
apremiante y esperada reforma monetaria en Cuba transcurrirá como
la simple unificación de monedas entre el Peso Cubano Convertible
[CUC] y el Peso Cubano [CUP] a favor de este ultimo y, no como una
reforma de la política monetaria, entendida como la
proposición de un nuevo sistema que provea la liquidez necesaria a
los factores económicos y posibilite el financiamiento optimo a la
postrada economía cubana y a su vez contribuya a que emprenda -y por
consiguiente el país- la senda definitiva de la prosperidad y la
sustentabilidad.
Actuando sigilosa y secretamente amparados en las tinieblas
nocturnales con la premeditación y alevosía de los criminales de
cualquier ralea o desalmados guerrilleros en una jungla tropical, en
un comportamiento típico de mas de 60 anos [Asalto al Cuartel
Moncada la madrugada del 26 de julio de 1953], los conspiradores
contra sus propios ciudadanos, definen clandestinamente en el
Resuelvo Primero un DIA CERO [3] como el día anterior a
que se implemente la unificación monetaria en el país.
Tomando en consideración la periodicidad con que las empresas
cubanas están obligadas a realizar sus cierres contables y a emitir
sus Estados Financieros y, la premura que se percibe en los medios
cubanos, ese DIA CERO puede estar racionalmente tan cercano como el
próximo 31 de marzo o a más tardar en junio 30. Sin embargo,
tratándose de conspiradores natos, no sorprendería que escogieran el
24 de abril día de San Fidel. [4]
Como
tendremos ocasión de examinar, el procedimiento contable establecido
por la ministra de Finanzas y Precios y aprobado por la Comisión de
Implementación y Desarrollo de los Lineamientos de la Política
Económica y Social y por el Consejo de Ministros, es de una simpleza
técnico-burocrática vulgar compatible con la negligencia criminal en
el ejercicio del cargo.
Haciendo borrón y cuenta nueva sin considerar los antecedentes
económicos y las distorsiones existentes en el registro contable, el
Resuelvo Segundo [5] de la resolución No. 19 establece
que el precio o valor de un activo es la suma aritmética de sus
componentes en pesos convertibles y pesos cubanos.
Y
aquí se imponen dos acotaciones conceptuales de naturaleza
técnico-contable y no en el plano del debate entre diferentes
teorías económicas sobre las relaciones entre el precio y el valor,
lo que no es objeto de este análisis:
- Financiera y contablemente el precio es la expresión monetaria del valor de una unidad de medida de un bien o servicio, sean estas toneladas, metros cuadrados, yottabites o acciones.
- El importe o valor total del bien o servicio es por consiguiente el resultado de multiplicar el precio unitario por la cantidad de las mismas. Y eso no lo sabrán los burócratas de ministerios, comisiones de implantación y los jerarcas del Buró Político, pero es el A-B-C del mas trivial vendedor, facturador y contador.
Pero
la equiparación aritmética de pesos convertibles y cubanos en la
determinación del saldo de activos y pasivos; así como del universo
de las cuentas, subcuentas y análisis de las partidas contables de
los diferentes tipos de gastos y costos, inversiones en proceso o
en etapa de puesta en marcha, inventarios de producciones terminadas
y en procesos; de la misma forma que las materias primas y
materiales, equipos y partes y piezas de repuesto e incluso de
subpartidas asociadas a la fuerza laboral [una parte no determinada
de los medios de protección y seguridad, de la alimentación, el
vestuario, etc., tienen una componente en divisas libremente
convertibles], entre otras de la empresa cubana; entraña un error
conceptual de funestas repercusiones para la evaluación de la
actividad económica empresarial y del país y, por consiguiente, para
el sistema de cuentas nacionales que impiden la correcta evaluación
y la toma de decisiones adecuadas.
Como
todo hijo de buen vecino -y de malos también- conoce, incluyendo a
todos los mencionados anteriormente, el denominado peso
“convertible” cubano o CUC, lo es solo en los marcos de un sistema
financiero-monetario esquilador que reserva a los tenedores de
divisas realmente convertibles, el rol de rehenes del mismo en el
contexto del monopolio de un mercado cautivo y excluyente, que
confina al rol de prisioneros a los sujetos económicos sean empresas
estatales, mixtas, cooperativas o personas.
Por
otra parte, en ese entorno el CUC contiene inevitablemente en su
composición monetaria a pesar del fetichismo que lo rodea [1 CUC = 1
USD menos un 13% de gravámenes sobre el valor nominal del dólar
norteamericano], los ingredientes en divisas extranjeras
convertibles en medida proporcional a la incapacidad de la economía
cubana de suministrar los bienes y servicios demandados que deben
ser importados.
Luego se impone la aplicación de un factor de corrección en la
valoración del CUC respecto al peso cubano o CUP, que
contenga esa realidad que no es solo pretérita como se pretende
considerar, sino que se presenta como una debilidad crónica del
funcionamiento de la economía para todo el espectro temporal
previsible. Por consiguiente, la simple equiparación de “uno a uno”
de CUC y CUP para la determinación de los saldos de los activos y
pasivos e ingresos y gastos de las empresas cubanas sin efectuar el
correlato rectificador, no resuelve sino agrava aun mas la
confiabilidad del registro contable.
Los
gestores de la unificación monetaria sustituyen el factor de
corrección por un tipo de cambio que no tiene racionalidad económica
mas allá de lo que el empirismo de la conveniencia les aconseja.
Pero lo cierto es que no solamente es imprescindible determinarlo,
sino que aun en el contexto en que se desenvuelve la economía cubana
es posible.
Bastaría para ello con reconstruir la estructura de la composición
en diferentes monedas de los precios de una canasta de los productos
y servicios –lo mas amplia posible-, significativos del comercio
exterior cubano y del mercando interno, a la cual se le descuenta el
nuevo valor creado y se correlaciona con similares por calidad y
especificaciones técnicas en el mercado mundial y local. Ello
requiere el acceso a una información estadística que no es accesible
al público y ni siquiera a los centros cubanos de investigaciones
económicas, pero que yace en los archivos de las estadísticas
nacional y empresarial.
Consideraran con la unificación monetaria que la depuración ha sido
concluida, cuando en realidad la habrán enmascarado a niveles que
harán virtualmente imposible cualquier futuro intento esclarecedor
fundamentado. Aun hoy a pesar del desarrollo experimentado por la
teorías del caos, la lógica difusa y las supercuerdas, sumar
tornillos con mulos en tanto conceptos de distinto orden, continua
siendo un contrasentido.
Pero
hay otro elemento no considerado en los procedimientos establecidos
referido a la debilidad y vulnerabilidad de la ejecución del sistema
de control interno en la empresa cubana. Si ciertamente los
denominados “Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados” [PCGA,
mas conocidos como GAAP por sus siglas en inglés, donde tienen su
origen], encuentran en las normas contables cubanas una aceptable
concreción de acuerdo a las características exclusivas del entorno
económico, diversos factores que dimanan de este que no es posible
abordar en este contexto, determinan la fragilidad intrínseca del
mismo.
Prueba de ello son los resultados de las sistemáticas comprobaciones
del control interno que desarrolla la Contraloría General de la
Republica y que permiten formular un diagnostico suficientemente
preciso para arribar a conclusiones sobre la precaria situación del
control interno en el sistema empresarial cubano.
En
la VI Comprobación Nacional realizada en 2011 fueron auditadas
768 empresas estatales y de ellas el 37% recibió una
evaluación negativa por incongruencias generalizadas en sus diversas
cuentas, inventarios y nóminas. [6]
La VII Comprobación Nacional al Control Interno, realizo auditorias
y comprobaciones especiales entre el 29 de octubre y el 30 de
noviembre de 2012, fue desarrollada por unos 1.500 especialistas
para evaluar el estado de control de los programas de mayor impacto
económico y social del Gobierno. De acuerdo con la vicecontralora
general, Alina Vicente Gaínza, el 34% de las verificaciones “tuvo
saldo negativo, lo que demuestra la necesidad de lograr una mayor
vinculación entre la administración y los trabajadores en la toma de
decisiones, así como el apego a la legalidad, al control y a la
exigencia”. Según la funcionaria, entre las causas de esos
resultados están “la insuficiente fiscalización de las
operaciones por los directivos”, así como “el no control periódico
del Plan Económico y el Presupuesto y problemas con los medios de
medición”. [7]
Mientras tanto el 10 de Septiembre de 2013 la
vicepresidenta del Consejo de
Estado y contralora general de la República, Gladys Bejerano Portela
explicó que el 75,7 % de las auditorías realizadas en el primer
semestre del ano arrojaron resultados de Mal o Deficiente, con el
saldo de doce presuntos hechos delictivos y siete hechos de
corrupción que determinaron la aplicación de 582 medidas
disciplinarias por parte de las administraciones.
Por
otro lado en las 2,555 auditorías realizadas por las Unidades
Centrales de Auditoría pusieron al descubierto 55 presuntos hechos
delictivos y 19 de corrupción que originaron 1,373 medidas
disciplinarias por parte de las administraciones de las entidades
auditadas, pertenecientes a los OACE y Consejos de Administración
Provincial.
Entre las deficiencias
reiteradas que afectan “el orden, la disciplina y la exigencia en el
control interno”, la Contralora General destacó las violaciones de
la legislación vigente en materia de cobros y pagos, los errores en
la calidad y veracidad de la información estadística, y el
incumplimiento de las unidades auditoras en cuanto a la información
del resultado de sus acciones de control a los Consejos de Dirección
y colectivos de trabajo. [8]
Los resultados fueron aun mas desalentadores en la VIII Comprobación
Nacional al Control Interno desarrollada entre el 21 de octubre y el
22 de noviembre pasados, y aunque como es costumbre no se ha hecho
publico el informe oficial, [9] a casi cuatro meses de
concluido el mismo la Contralora General Gladys Bejerano expone el
pasado 1ro de marzo las principales conclusiones en una sesión del
Consejo de Ministros: “De las 281 auditorías efectuadas en este
ejercicio, la mitad recibió calificación de favorable y la otra
negativa, desglosadas en dos satisfactorias, 139 aceptables, y
el resto deficientes o malas”.
[10]
Resulta necesario
detenerse en dos aspectos de estos resultados para enriquecer el
análisis del entorno en que se realizara próximamente la unificación
monetaria a nivel empresarial.
Primer aspecto:
- Solo en dos empresas el control interno es evaluado de satisfactorio [0.71% de la entidades diagnosticadas]
- En 139 las conclusiones son aceptables [49.47%]
- Para 140 organizaciones se determina que el control interno es deficiente o malo [49.82%].
Es decir, que en un escenario optimista, la aplicación de la
unificación monetaria será positiva para menos del 1% del sistema
empresarial; mientras que para un 49.47% la misma transcurrirá con
problemas y limitaciones de cierta relevancia. De hecho la mitad
restante carece de un sistema de control interno y por consiguiente
contable, presupuestario y financiero mínimo que garantice sus
operaciones, a pesar que las auditorias no son sorpresivas sino
oportunamente programadas y, a los controles, “ayudas” y exigencias
de los organismos superiores correspondientes y los “factores”
[Partido y CTC-sindicatos] a todos los niveles.
Dicho de otra manera. El 99.29% del sistema empresarial cubano de
acuerdo a los resultados de la muestra, no esta apto por razones
internas al mismo y no asociadas a la unificación monetaria en si,
para acometer un proceso de tal magnitud. Se requiere ante todo una
depuración exhaustiva de la situación actual, so pena de agravar los
ya por si efectos distorsionantes que introducirá la unificación
monetaria.
Dicho esto, quizás a un sesudo general que pretende dirigir una
nación como se manda un campamento, se le ocurra la peregrina idea
de aislar los impedimentos como se hacia en las columnas
guerrilleras con los achacosos que limitaban el ritmo de la marcha.
Pero las empresas y la economía nacional no ejercen su actividad en
compartimientos estancos y asépticos de contaminaciones no deseadas,
sino que por el contrario solo en las multirrelaciones entre todas
ellas, incluso en economías centralmente planificadas, encuentran su
realización. Cual será el impacto a nivel de sistema nacional cuando
mas del 99% presentan limitaciones significativas y en la mitad de
ellas el control interno es festinado. Tomando como referencia la
cifra de 3,854 empresas [Marcelo, García y
U-Echevarría], [11] sin considerar los mas recientes
cambios estructurales, menos de 30 empresas en todo el país estarían
en condiciones de emprender la unificación monetaria.
El segundo elemento a
considerar son las actividades que realizan las entidades objeto de
la última revisión del control interno:
- Exportación
- Importación
- Sustitución de importaciones
- Entrega y uso de la tierra en usufructo
- Medidas para el fortalecimiento de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa
- Venta de materiales de la construcción a la población en las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo
Como se observa, todas pertenecen al grupo de tareas priorizadas por
la máxima dirección del país y por consiguiente son objeto de
atención sistemática y preferente por parte del partido, los
organismos de la administración central del estado y el poder
popular [Ver Lineamientos de la Política Económica y Social del VI
Congreso del Partido Comunista de Cuba [12]]. No estamos
hablando de la empresa municipal de pan y dulces de Pilón o de la
dirección municipal de la vivienda de La Palma, condenados al
ostracismo minimalista y excluyente con vocación centralista, sino a
una parte constituyente del núcleo de la actualización del “modelo”
cubano. Obligatoriamente hay que reconocer el tino de la Contralora
General que permite conformar un diagnostico preciso de la situación
actual.
Lamentablemente la alta funcionaria no rebasa en sus recomendaciones
el discurso oficial de resolver los problemas detectados sino es
llamando a "intensificar las acciones de prevención y enfrentamiento
a las indisciplinas, ilegalidades y hechos de corrupción con un
trabajo regido por el orden, la disciplina y la exigencia" [13].
Como era de esperar, lejos de analizar las verdaderas causas, estas
se sustituyen por las diatribas a los directivos y entidades que
obstaculizan el avance de los planes económicos, la seguridad
alimentaria y el nivel de vida de la población y por la renuencia a
cambiar de mentalidad. [14]
Y
estos son reportes oficiales del gobierno cubano y no valoraciones
de la “mafia” de Miami, de opositores al régimen o de economistas
descontentos o trasnochados. A lo que habría que agregar que la guía
metodológica para la realización de las comprobaciones al control
interno que dimanan de las resoluciones No. 60 del 2011 de la
Contraloría General de la República [15] y No. 97/03 del
Ministerio de Finanzas y Precios [16] y los
procedimientos correspondientes para la aplicación práctica del
mismo, son instrumentos básicos y primarios a tono con la simpleza
del entramado económico-empresarial cubano y carentes en lo
absoluto de la sofisticación de la practica mundial contemporánea.
Pero lo anterior es solo el soporte técnico-metodológico a la
evaluación de la salud de la contabilidad cubana, que luego requiere
ser implementado por un ejército de varios miles de inspectores la
mayor parte de ellos apresuradamente capacitados pero “humanamente
necesitados” de ingenuos estudiantes y funcionarios que resultan
presas fácilmente digeribles por la experimentada fauna de
ejecutivos empresariales. Y es que la masificación de las auditorias
como en tantas otras actividades humanas, conduce a la chabacanería
profesional y conspira contra la calidad de las mismas por la vía de
las carencias técnicas, la falta de experiencia concreta, la
fragilidad ética y el adulterismo moral.
En un sistema socioeconómico como el cubano donde la pobreza
estructural se erige en uno de los pilares de los mecanismos de
control y coerción social en tanto pilares del poder político de una
elite, el trafico de influencias, la malversación y la corrupción
son fenómenos intrínsecos y crónicos que encuentran similitudes en
otras latitudes donde se han ejecutado practicas comparables. Ni
diez zarinas anticorrupción ejecutando en plazas publicas a los
infractores, pueden detener tales manifestaciones porque son
esencialmente inherentes y sistémicas. Constituyen una de las tantas
formas de expresión del “no coger lucha” y el “resolver” como
reacción de adaptabilidad y supervivencia.
En
la coyuntura en que se pretende realizar la unificación monetaria en
el sistema empresarial, una comprobación del control interno
siguiendo una aplicación rigurosa de los “Principios de Contabilidad
Generalmente Aceptados”, por parte de especialistas experimentados
adecuadamente calificados y con probada integridad ética y
profesional, determinaría que ninguna empresa cubana cumple
cabalmente -como es practicada rutinaria en otros entornos- con los
mismos. Ninguna.
Y la
primera responsabilidad de una Contralora General de una nación
máxime si es vicepresidenta del Consejo de Estado, es exigir la
depuración al menos a niveles aceptables de la situación descrita,
como paso previo a cualquier intento de unificación monetaria donde
los boniatos se sumen festinadamente con los ladrillos y en el acto
de la unificación paran jimaguas bicéfalos.
Conocerán los honorables miembros del Consejo de Ministros y de la
Comisión de
Implementación y Desarrollo de los
Lineamientos y ciertas
eminencias académicas que -por ejemplo-, las empresas determinan sus
costos de mercancías vendidas -que junto al margen comercial
determinan esencialmente los precios mayoristas y minoristas-
fijando sus saldos de inventarios por la diferencia de unos
inventarios inicial y final del ejercicio contable [17]
contaminados con la dualidad monetaria, la ineficiencia de la
gestión, la malversación y la corrupción; y enviando al “bulto” por
esa vía a costos y gastos cualquier hecho conocido, inadvertido y/o
discrepancia sin muchos miramientos? O que las entidades que aplican
un sistema de control de inventarios perpetuo donde la contrapartida
contable al registro interno del almacén es superflua, las tarjetas
de inventario contienen errores de precios, cantidades y
especificaciones y que los funcionarios autorizados a disponer de
los recursos cuentan con absoluta impunidad en una cofradía
inexpugnable a miradas indiscretas? En que piensan que dedica su
tiempo el modesto jefe de almacén con un sueldo en el mejor de los
casos que apenas rebasa los 300 pesos, mientras esta a cargo de
cientos de miles o millones de pesos de productos deficitarios que
todo el mundo necesita? Con quien sino “cuadra” la contadora
responsable de la contrapartida contable con sus submayores de
control de inventarios cuando necesita un motor de arranque para el
esposo botero? Debieran.
No saben o
sencillamente miran para otra parte cuando el chofer del director le
entrega al similar del funcionario del Partido a cualquier nivel, el
Poder Popular, el organismo superior o la CTC; la “jaba”, la taza
sanitaria, el camión de arena o la gasolina suplementaria a la cuota
mensual asignada por sus respectivos organismos. Y este director
cual corsario empresarial de siete cabezas que certifica con su
firma la autenticidad de los Estados Financieros de su entidad,
valida con su contador enviar a Otros Gastos [partida por cierto
rara vez analizada detalladamente en sus subcuentas por auditores e
inspectores] o groseramente la incorpora a los costos de la
producción en proceso o sencillamente la registra dentro de las
mermas legalmente establecidas del proceso técnico-productivo;
negocia su patente de corso para continuar ejerciendo la piratería
en un ritual Ad Perpetuam
donde la corrupción es Conditio
Sine Qua Non de la supervivencia en el
sistema piramidal de castas neocastrista.
Ejecución de la Unificación Monetaria
Ya en el Resuelvo Tercero de la mencionada Resolución 19 del MFP, se
revela la concepción fullera y facilista, burocrática e
irresponsable que, como ganzúa de la Caja de Pandora desatara todos
los demonios que conducen al Armagedón anárquico no solo del sistema
de control contable-financiero, sino de la propia economía cubana.
Para el caso de las cuentas y partidas de inventario, fuente
principal de la economía sumergida, la malversación y la corrupción,
el tratamiento a aplicar queda establecido en la siguiente rutina:
TERCERO: Disponer que el DÍA
CERO se revalúen los inventarios en las entidades estatales y de
capital totalmente cubano, atendiendo a las siguientes reglas:
1. En todas las entidades empresariales estatales y
unidades presupuestadas. (Excepto los inventarios de combustibles,
los de las empresas de comercio interior registrados a precio de
venta y las mercancías de importación y exportación de las empresas
de comercio exterior):
a) Aplicar al precio total de cada producto, el
índice de reforma precios mayoristas para obtener un precio
revaluado.
b) Calcular el nuevo importe del inventario a
partir del precio revaluado.
c) Determinar el efecto de la revaluación.[18]
Es decir:
SIFT = ∑[(SI1T
x IP1) + (SI2T x IP2) + (SI3Tx
IP3) + … (SINTx IPN)]
Donde:
· SIFT: Saldo de Inventarios Final Total del periodo· SINT: Saldo Final Total por productos del periodo· IPN: Índice de Precios Mayorista revaluado de acuerdo a la Resolución No. 20 del MFP
Lo que arrojara por el
despeñadero neocastrista la estructura monetaria original de esos
inventarios haciendo mas tarde imposible estimar los efectos pasados
y futuros del impacto de las divisas extranjeras y de la dualidad
monetaria en la economía de la isla. Por otro lado, quizás en las
grandes empresas que cuentan submayores de inventarios
computarizados donde se registran los movimientos de cientos de
miles de productos, será posible cumplir en un breve plazo con el
procedimiento; pero para el resto, que a punta de mocho de lápiz en
los departamentos de contabilidad y almacenes desempeñan estas
tareas, tomara meses a pesar de las loas que se cantaran en todos
los rincones por la nueva victoria revolucionaria.
Para
el caso de los inventarios que cuentan con fuerte componente
exterior el procedimiento establecido es el siguiente:
2. En el caso de los inventarios de Combustibles:
a) Aplicar al precio total de los inventarios de
Combustibles la tasa de cambio aprobada.
b) Calcular el nuevo importe del inventario de
Combustibles a partir del precio revaluado.
c) Determinar el efecto de la revaluación.
3. En el caso de los inventarios de Mercancías de
importación y exportación de las empresas de comercio exterior:
a) Aplicar al saldo total de cada contrato de los
inventarios de Mercancías de importación y exportación, la tasa de
cambio aprobada.
b) Determinar el efecto de la revaluación.
Toda
vez que la formulación es similar tanto para los combustibles como
para las mercancías objeto de exportación o importación, solo que
sustituye el nuevo precio calculado por la tasa de cambio o
conversión de CUC a CUP -que se mantiene como secreto de estado-,
aunque ciertos experimentos puntuales están aplicando 1 CUC = 7 CUP
o 1 CUC = 10 CUP, la aritmética novedosa tomando como ejemplo los
inventarios de combustibles se resume a:
SIFC
= ∑[(SIFC1 x TC + (SIFC2 x TC) + (SIFC3
+ TC) + … (SIFCN x TC)]
Donde:
- SIFC: es el Saldo de Inventarios Final Total de Combustibles del periodo
- SIFCN: es el Saldo Final Total por tipo de Combustible del periodo
- TC: Tasa de Cambio de CUC a CUP aprobada
A
los efectos de ilustrar la complejidad practica de solo una partida
de los Estados Financieros que olímpicamente desconocen los
burócratas y cierta academia de institutos de investigaciones que
recuerdan los combustibles y los aceites cuando requieren rellenar
el tanque del vehiculo o darle mantenimiento, es necesario repasar
por un momento el desglose de algunos de los elementos que la
conforman.
El inventario de combustibles no es homogéneo y el control y
contabilización es diferenciado aunque las distintas partidas
tributen finalmente a la cuenta de Combustibles. Entre los mas
comunes se encuentran el diesel, el fue-oil, gasolina -diferenciadas
por el octanaje-, nafta, keroseno, gas natural, de ciudad [inferior
factor calórico y distribución por las redes urbanas], propano e
industriales. También los distintos tipos de alcoholes –registrados
separadamente-, el carbón mineral y vegetal, el bagazo ampliamente
empleado en la generación eléctrica en los centrales azucareros a
pesar de su probado impacto contaminante y las grasas y aceites
automotrices, hidráulicos e industriales, a su vez todos con
especificaciones técnicas muy precisas.
Si en la reevaluación de inventarios -excepto
combustibles- se solapa la componente en divisas extranjeras
con lo cual se traslada al nuevo saldo la deformación monetaria
estructural ahora no visible pero si presente; en el tratamiento a
los combustibles y las mercancías objeto de importación y
exportación, se produce el efecto opuesto de enmascarar en los
saldos de inventarios “unificados” la componente en CUP de los
mismos.
Porque tanto en un caso como en el otro, están presentes componentes
en divisas extranjeras, pesos convertibles y pesos cubanos, para no
considerar el Sucre[19] en el comercio exterior de los
países suscribientes y a cuyo rimbombante lanzamiento en enero del
2010 le ha sucedido una silenciosa extinción.
Para no hacer mas tediosa la exposición, bastaría descomponer la
estructura monetaria de los dos productos y servicios estrellas del
comercio exterior cubano, la importación de crudo y la exportación
de servicios profesionales.
Desde la transportación, refinación, distribución y consumo del
crudo venezolano en Cuba, se manifiesta la tricotomía de las tres
monedas. Si el barril se cotiza en dólares norteamericano y puede
considerarse que su estructura de precios se expresa en esta divisa
independientemente del empleo nominal del Bolívar, ya en su
transportación hasta puerto cubano la componente en Pesos Cubanos [CUP]
se presenta por la vía de las cuentas asociadas al salario de la
tripulación y del personal de operaciones del puerto de atraque. En
la estimulación material en forma de bonos en efectivo y especies
prevalece el Peso Cubano Convertible [CUC]; mientras que existe una
dualidad en las cuentas de Amortización y Depreciación del buque y
los sistemas de descarga, pues si bien se registran contablemente en
Pesos Cubanos dado que las normas cubanas no permiten asentar los
hechos en otra moneda siguiendo el absurdo en este caso de 1 USD = 1
CUC = 1 CUP [solo a efectos del registro contable], la adquisición
de las partes y piezas para realizar los mantenimientos y
reparaciones son desembolsos netos en divisas extranjeras.
Similar comportamiento se observa en el proceso de refinación, donde
los trabajadores reciben sus salarios en moneda nacional [CUP], en
tanto que las inversiones en equipos y sistemas tecnológicos y de
seguridad, reparaciones y mantenimiento de las refinerías
constituyen erogaciones netas de divisas libremente convertibles. La
transportación y distribución de los derivados sigue similar patrón
en su estructura de costos, gastos y precios.
El destino final de los combustibles independientemente de si su
consumo constituye parte integrante de un nuevo valor agregado en
divisas extranjeras, pesos convertibles o en moneda nacional, no
perturba –como debiera-, las finanzas empresariales ni la
tranquilidad de los burócratas cubanos. Da lo mismo si el fuel-oil
se emplea en generar electricidad que se distribuye a unos y a
otros, que el gasóleo que consume un tractor agrícola lo mismo si es
para roturar la tierra que para pasear a la novia, que la gasolina
“especial” que se vende en los servicentros Oro Negro o la que
resuelven en el mercado negro los boteros y el funcionario
traficando influencias, generando todos malversación y corrupción en
espiral viciosa.
Para el caso de la exportación de los servicios profesionales [de
salud fundamentalmente] que se ha convertido a partir del contrato
con Venezuela en el principal generador de divisas libremente
convertibles, “paradójicamente” prima en su composición de gastos la
moneda nacional.
Es mas común que lo deseado que los análisis de los expertos en la
economía cubana remitan y reduzcan las causas del crónico y
calamitoso estado de la misma, a factores de naturaleza macro como
competitividad, descapitalización, atraso y obsolescencia
tecnológica, endeudamiento externo y limitado acceso a fuentes
crediticias y financieras; así como a la escasa inversión extranjera
y a la propia naturaleza del modelo castrista primero y neocastrista
actual. Sin dejar de considerar que entre otras estos son factores
condicionantes, un acercamiento al entorno micro donde se crea [o se
deja de generar] riqueza, permite identificar que efectivamente las
circunstancias descritas anteriormente también en medida
significativa contribuyen al desaprovechamiento de las
potencialidades existentes.
Y
es que un director de empresas que debe regirse por unas
anquilosadas normas de contabilidad y por un rígido presupuesto de
ingresos y gastos en divisas y moneda nacional impuesto
centralmente, conjuntamente con las limitaciones dimanadas del
objeto social de la entidad que le impide incursionar libremente en
el mercado con sus ofertas y demandas; así como el monopolio
exclusivo del comercio exterior por un reducido grupo de empresas,
constituyen la primera camisa de fuerza para el despliegue de las
potencialidades de las empresas cubanas.
Mientras el ejecutivo a cargo de garantizar el prometido hace 7 anos
vaso de leche para todas las personas, tenga que solicitar la
autorización y los recursos financieros al “peloteo” de los
organismos centrales, para adquirir la modesta planta procesadora de
alimento animal que gestionara en el mercado internacional el equipo
de burócratas negociadores en su lugar, hasta la leche para los
niños y las dietas para personas enfermas corre grave peligro.
[20]
Como
resultado de la reevaluación aplicada por los procedimientos antes
abordados a los inventarios de materias primas y materiales,
producciones en proceso y terminadas el “Día Cero”, se presentara
una diferencia que se fijara como es practica generalmente aceptada
en la cuenta “Reevaluación de Inventarios”.
Y
esta diferencia será inevitablemente al alza, pues la unificación
transcurrirá mediante la devaluación del CUC frente al CUP de
acuerdo con la Tasa de Cambio que se emita y que hoy permanece como
uno de los “secretos de estado” mas resguardados de la mirada
ciudadana.
Tomando como referencia el mercado minorista de CADECA, donde la
venta de CUC se cotiza 1 CUC = 24 CUP y la compra a 1 CUC = 25 CUP,
una devaluación del peso convertible que entraña la revalorización
del peso cubano en similar proporción de un 50% -a la compra-
resultaría en que 1 CUC = 12.50 CUP.
Raúl
Castro ha afirmado recientemente que no se realizara una reforma
general de salarios, pero que se evalúa una propuesta de incremento
salarial a los trabajadores del sector de la salud [21]
que acaba de ser promulgada. Un examen de los incrementos
considerados por grupos del calificador de cargos permite apreciar
que los mismos se encuentran en un rango de 1.61 a 2.55 veces, con
una mediana de 2.01 y una media de 2.08 [22]. Asumiendo
que con esta medida se desea proteger a estos trabajadores
salvaguardando su actual poder adquisitivo -o incrementarlo
ligeramente- de la espiral inflacionaria de precios mayoristas y
minoristas que desatara inmediatamente la unificación monetaria
empresarial después del “Día Cero”, es plausible considerar con la
información disponible, que la tasa de cambio revalorizara el peso
cubano respecto al convertible en un rango entre 1.50 y 2.00 veces.
Cualquier valor inferior a 1.50 esfumaría el incremento salarial a
los trabajadores del sector.
Es
decir, si CUP = 1
⇔
≥1.50 TCCUP ≤ 2.00, lo que no es
mas que el rango del conjunto imagen de una aplicación lineal del
tipo rang f = dim(Imf) ≤ min (m,n).
Y el
empleo de terminología matemática no es petulancia intelectual sino
necesidad, en tanto un escenario de tipo de cambios múltiples tan
popular antaño entre diferentes sectores y ramas de la economía, en
el sector externo y particularmente en lo que se refiere a la
población, no debe ser descartable, a pesar que la practica
económica lo haya abandonado por sus efectos distorsionantes sobre
la economía como demuestra su aplicación actual en Venezuela. Pero
es que Cuba no ha llegado aun a lo que el resto de los países han
transitado.
Y
este efecto reevaluador se transmitirá automática y velozmente por
la vía de los incrementos de los precios mayoristas entre las
empresas que impactaran brutalmente los minoristas, deprimiendo aun
mas el ya depauperado poder adquisitivo de la población, sin que se
produzca la deseada y necesaria ampliación de la oferta de bienes y
servicios, en tanto no se asocia a mejorías en la eficiencia de la
gestión empresarial sino a procedimientos contables que no la
estimulan. Mas adelante tendremos ocasión de examinar los
procedimientos para la reevaluación de los precios mayoristas y
minoristas y se podrá apreciar la fundamentación de la anterior
afirmación.
La
concepción adoptada para efectuar la Reforma Monetaria la convierte
en una fetichista aritmética de unificación de monedas de naturaleza
fiscal y no monetaria que seria lo requerido.
En
otro orden de cosas, los Resuelvo Sexto y Séptimo de la Resolución
No.19 del MFP, establecen los procedimientos para la reevaluación de
los activos fijos e intangibles, los equipos por instalar y los
materiales del proceso inversionista, así como los saldos acumulados
de la cuentas de Amortización y Depreciación para el “Día Cero”.
Como
en los casos de los inventarios [excepto combustibles y mercancías
objeto de comercio exterior], la variable independiente será la tasa
de cambio que se determine, la que fijara a su vez el índice de
reforma de precios mayoristas a los efectos de definir un precio
revaluado para los activos.
Matemáticamente el procedimiento seria el siguiente:
SFATT = ∑[(SFAT1T
x IPM1) + (SFAT2T x IPM2) + (SFAT3Tx
IPM3) + … (SFATNTx IPMN)]
Donde :
- SFATT : Saldo Final de Activos Fijos Tangibles Total
- SFATNT : Saldo Final del Activo Fijo Tangible “N”
- IPMN : Índice de Precios Mayorista Revaluados del Producto “N”
No
queda claro en ninguna de las tres resoluciones si se conformara un
Índice de Precios Mayorista único, aplicable a todos los productos a
ese nivel de la circulación mercantil, o se calcularan índices de
precios para todo el surtido de productos que seria lo mas
económicamente racional. De hecho la constante de la operatoria que
actúa como Isis la gran diosa de la magia es la aplicación de una
sola tasa de cambio a los precios calculados por la simple
unificación.
Similar procedimiento se realizara para los Activos Fijos
Intangibles de tan difícil determinación en Cuba [23] y
para los equipos por instalar y los materiales del proceso
inversionista.
La
reevaluación resultante de las diferencias entre el saldo final y el
valor revaluado que se considera saldo inicial a partir del “Día
Cero”, se añadirá a la Depreciación Acumulada de los Activos Fijos
Tangibles y a la Amortización Acumulada para el caso de los
Intangibles. Por su parte el efecto de la reevaluación en los
equipos por instalar y materiales del proceso inversionista, se
registrara en la cuenta Reevaluación de Activos Fijos, lo que es un
procedimiento contable rutinario.
Los
pescadores de atún deploran pero devuelven a las aguas al tiburón
que ocupa el anzuelo reservado al preciado
túnido. Y esto es lo que
prescribe el Resuelvo Undécimo que establece que al concluir las
operaciones descritas y el registro pertinente, se determine el
Capital de Trabajo [24] revaluado y se compare con el
necesario. Los excesos se fijaran como una Obligación con el
Presupuesto del Estado a Largo Plazo y se establece un convenio de
pago con la Oficina Nacional de Administración Tributaria [ONAT].
Aquí en vez de permitir que las empresas que arriban a esa favorable
situación retengan los recursos adicionales resultantes de la
reevaluación para que sean empleados en las acciones que consideren
mas apropiadas, las obligan a entregarlos al Presupuesto del Estado
para anular cualquier efecto beneficioso, esquilmando atunes,
tiburones y hasta el ultimo anzuelo y carnada.
En
suerte de justicia igualitarista, en los casos en que se presente un
déficit, se solicita este al Ministerio de Finanzas y Precios. Y
nada mas contraproducente, pues la insuficiencia de Capital de
Trabajo no se genera en el proceso de la unificación monetaria, sino
que estaba presente con anterioridad y este el momento oportuno para
reconsiderar la gestión y razón de ser de la entidad.
Con
similar filosofía se cancelan los importes resultantes de la
Reevaluación de Inventarios contra la cuenta Inversión Estatal para
las empresas cubanas y en Otras Operaciones de Capital para el caso
de las Sociedades Anónimas. Análogo tratamiento se aplica a las
unidades presupuestadas.
De esta manera burocrático-formal, se desperdicia la oportunidad de
someter a un riguroso análisis las causas que provocan la situación
post unificación en las entidades. Al respecto se ha señalado “Por
eso incluso los economistas del Banco Mundial coincidían con los
economistas de la Universidad de La Habana en que la reforma
monetaria necesita ir acompañada de una reforma estructural de la
empresa estatal. Es que los beneficios dependen de la empresa
estatal, ella necesita tener las condiciones para reaccionar. Y ahí
hay siempre muchas dudas porque con la empresa estatal siempre hay
muchísimas dudas”. [Vidal, P. [ 25]].
Por
el Resuelvo Decimoquinto se establece que la diferencia entre el
precio de venta minorista correlacionado y el precio mínimo
calculado, no forma parte del valor de las empresas y se registra
como una obligación a corto plazo con el Banco Nacional de Cuba que
debe ser liquidada en los cinco días hábiles posteriores al cierre
del periodo contable. Pero aquí se encubren dos hechos en tanto una
obligación contable calculada nominalmente, no determina que la
empresa cuente con el efectivo en banco para liquidarla en tan breve
plazo o ponga en peligro su capital de operaciones. No se aclara que
tratamiento recibirá esa potencial insolvencia.
Dicho de otra manera, el diferencial de precios generado en la
empresa como resultado del proceso y que erosionara doblemente el
poder adquisitivo de la población, pues nótese que al precio mínimo
minorista calculado sobre la base de los costos y gastos reales de
la empresa mas el margen comercial autorizado, se añadirá un
diferencial referido al precio del mercado de oferta y demanda
-seguramente positivo en la mayor parte de lo casos-, que extraerá
hasta el ultimo centavo de las arcas empresariales, para nutrir la
solvencia de un banco central que, a su vez, financiara los
crecientes descalabros del presupuesto central.
Con
la implementación de este esquema se arriba al aberrante absurdo
donde la población en tanto “copropietaria” de los bienes sociales
de producción, será la fuente primaria que subvencionara las
reformas económicas y no será la beneficiaria de los beneficios de
la inversión estatal. ¿O no eran las relaciones de propiedad ante
todo relaciones de apropiación? Lo siguen siendo, demostrando que en
Cuba la propiedad social es un eufemismo perifrástico que encubre la
incautación de la riqueza social por los verdaderos dueños, con el
deliberado propósito de redimensionar la pobreza estructural en
tanto uno de los pilares que sostienen el poder político en tiempos
de reformas neocastristas
Por
su parte, la conversión de las cuentas bancarias de pesos
convertibles a pesos cubanos se registrará como una operación de
compraventa de monedas, según establezca el Banco Central de Cuba.
Ciertamente los bancos centrales actúan en los mercados financieros
y de divisas a los efectos de controlar dentro de los limites que
fijan las políticas publicas la inflación, la masa monetaria así
como los tipos de interés de la moneda local. Para alcanzar tales
propósitos, con frecuencia emplean sus reservas internacionales para
estabilizar el mercado, llegando en ocasiones a imponer tipos de
cambio.
De
hecho no existe una cotización única en los mercados de monedas,
sino que esta se determina por la oferta y demanda relativa de las
mismas en su paridad cambiaria.
Sin
embargo la conversión de las cuentas bancarias CUC en CUP prevista
no clasifica como un acto de compraventa de monedas, sino como la
sustitución de una por otra a una tasa fija y arbitraria ajena a la
oferta y demanda relativa de ambas monedas en el mercado interno. Es
conveniente recordar que la aplicación de un sistema de cambio fijo
se sustentaba en el patrón oro donde la intervención de los
gobiernos fijaba el precio del mismo y quedaba definido el valor de
su moneda y garantizada su convertibilidad. Obviamente el Banco
Central de Cuba no fija el tipo de cambio basado en algún patrón con
fundamentación económica, ni garantiza la convertibilidad de moneda
alguna.
En una variante del tipo de cambio fijo conocido como “hard
pegged” empleada en Argentina y Hong Kong en determinado
momento, la banca central mantiene un control absoluto del tipo de
cambio basado en el patrón oro y el empleo de cajas de
convertibilidad. Otras modalidades aplicadas oportunamente son el
tipo fijo ajustable, de minidevaluaciones y por bandas cambiarias.
Por su parte en los sistemas de tipo de cambio flexible es
insignificante la mediación de los bancos centrales en la
determinación del valor de la moneda.
Dada la estructura del comercio exterior cubano que presenta un
desbalance exorbitante y crónico de exportaciones de productos
primarios y bienes de capital, así como una alta dependencia de las
importaciones e insuficiente liquidez; resulta atractivo explorar la
aplicación de un tipo de cambio manejado al menos en una primera
etapa a los sectores directamente involucrados, donde el Banco
Central solo intervendría para estimular o controlar las
fluctuaciones de las monedas, sin imponer tasas de cambio y donde el
valor de las mismas sea determinado por la oferta y demanda
relativa. La validez de este esquema reside en que el mismo esta
sustentado en el intercambio real de bienes y servicios en el
mercado internacional y por consiguiente estimula los flujos de
divisas.
Lo
cierto es que los países no aplican sistemas absolutos, sino
combinaciones y modalidades de acuerdo a objetivos concretos, pero
ninguno se arriesga con una experimentación nominal del tipo que
realizara Cuba. [26]
Para
el caso de las empresas mixtas que operan en una moneda funcional
diferente al peso cubano, se aplicara a todas las partidas del
balance la tasa de cambio que se apruebe, con todas las
consecuencias que hemos analizado y que no inquietan a los gestores
de la unificación monetaria.
A
estas alturas del análisis es necesario precisar nuevos pilares del
cepo neocastrista que se ha diseñado.
En ocasión del presentar ante el Parlamento el anteproyecto de Ley
de Presupuesto para el 2014 el pasado diciembre, la ministra de
Finanzas y Precios Lina Pedraza, anuncio que Cuba comenzará a emitir
bonos soberanos [deuda publica] para financiar la deuda generada por
el déficit presupuestario, el cual se prevé que alcance el 4.7% del
Producto Interno Bruto [PIB] para el 2014 y se vaticina crezca a un
ritmo superior al de la economía, provocando correlaciones y
desequilibrios desfavorables.[27]
El 70% del déficit será financiado por esta vía, mientras el 30% se hará a cargo de la emisión de circulante sin respaldo de un patrón valorativo ni de bienes y servicios. La titular llamo la atención que en lo adelante la relación financiera de las empresas con el presupuesto será determinante y que estas deberán aportar el 50% de sus utilidades al presupuesto. El esquema 70-30 no solo es una proporción puesta "a dedo", que no se corresponde con la realidad económico-financiera de un país que incumple en un 25% el discreto crecimiento planificado para el 2013, a pesar de las reformas y la inescrupulosa metodología de cuentas nacionales, sino que la emisión irresponsable de dinero generara inflación -acentuada por el proceso de unificación monetaria- y deteriora aun mas la menguada capacidad adquisitiva de los segmentos mas vulnerables de la ya estratificada sociedad cubana.
Los bonos [compromisos de pagos futuros] tendrán carácter de deudas
negociables y ante la necesidad de un banco de adquirir efectivo
puede ponerlo a disposición de otra entidad del sistema financiero
del país, con lo que todo quedara en "casa". El Banco Central de
Cuba correrá a cargo del 30% del financiamiento de los déficits
presupuestarios, mientras que al resto del sistema bancario le
corresponde el 40%. Con esta "novedad" de monarquía absoluta, se
subordina el sistema bancario nacional a los marasmos de la política
económica, donde ahora solo bastara darle la "orden" correspondiente
al banco que se considere, para que "pague" por los descalabros
económico-financieros de un poder irresponsable.
La emisión de bonos del tesoro es un mecanismo financiero habitual
de amplia práctica internacional para lograr equilibrios
macroeconómicos y financiar déficits presupuestarios temporales. Sin
embargo, se requiere que la tesorería nacional, que no queda claro
en el caso de Cuba donde reside, cuente con la credibilidad minima
indispensable para que inversores y no “asociaciones de amistad”,
empresas bajo el mando militar enmascaradas bajo las siglas “S. A.”,
o socios políticos, consideren conveniente comprar bonos a 20 años
con un tipo anual de interés fijo del 2.5%. El comportamiento del
régimen cubano respecto a honrar la deuda externa indica que la
plaza antillana no solo es altamente riesgosa, sino que no disfruta
de absolutamente ninguna credibilidad.
Luego, si toda la reforma económico-financiera y fiscal del país
concluye con un incremento sostenido del déficit presupuestario que
será financiado por las empresas, el sistema bancario, y la
población en ultima instancia por la vía de los incrementos de
precios minoristas; haría bien el jefe de la actualización del
modelo económico en despedir inmediatamente a sus asesores de
políticas de estado y económicas y contratar a un especialista del
Banco Mundial para que le diseñe políticas publicas coherentes,
rigurosas y sustentables.
O
como expresaran Kraft y Furlong cuando afirman que una política
pública es un curso de acción o de inacción gubernamental, en
respuesta a problemas públicos: “Las políticas públicas reflejan
no sólo los valores más importantes de una sociedad, sino que
también el conflicto entre valores. Las políticas dejan de
manifiesto a cuál de los muchos diferentes valores, se le asigna la
más alta prioridad en una determinada decisión”. [28]
(continuará)
Notas:
[1] Entrevista de
Milena Recio al Dr. Pavel Vidal
para
Progreso Semanal/
http://progresosemanal.us/20140308/pavel-vidal-la-desaparicion-del-cuc-va-ser-bastante-rapida/
[3] PRIMERO: Disponer las
medidas financieras y contables que entran en vigor el día antes, en
lo adelante DÍA CERO, del momento de la unificación monetaria en el
país.
[4] Se refiere a San Fidel de Sigmaringa,
presbítero capuchino, protomártir de la Sagrada
Congregación de Propaganda Fide, elevado a los altares de la Iglesia
Católica, que fuera asesinado el 24 de abril de
1622 en Grüsch, Suiza
por protestantes de Seewis [Grisones]
[5] SEGUNDO: A los efectos de la presente Resolución
[No.19] se considera precio o valor total a la suma del componente
en pesos cubanos (CUP) y en pesos convertibles (CUC) en que esté
registrado el activo.
[7] Ibídem
[9] Ver en el sitio web de la Contraloria General de la Republica la
resena sobre la
Octava Comprobación Nacional al Control Interno http://www.contraloria.cu/index.php/8-noticias/60-octava-comprobacion-nacional-al-control-interno
[11] Reflexiones sobre la
empresa estatal cubana/
http://www.nodo50.org/cubasigloXXI/economia/marcelo_300906.pdf
[12]
http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/05/09/descargue-en-cubadebate-los-lineamientos-de-la-politica-economica-y-social-pdf/#.UynjWoWrNuM
[14]
http://www.contraloria.cu/index.php/8-noticias/60-octava-comprobacion-nacional-al-control-interno
[16] Ver Resolucion No. 97/03 del Ministerio de
Finanzas y Precios
http://ftur.uh.cu/intra/ftp/Resoluciones%20y%20Reglamentos/Control%20Interno/Res%20297-03%20Control%20Interno.pdf
[17]
IF
= II + CN – CV
Donde:
IF:
Inventario Final del periodo
II:
Inventario Inicial del periodo
CN:
Compras Netas del periodo
CV:
Costo de Ventas del periodo
Todo
parece indicar que la “fórmula láctea” que comenzó a venderse a
principios de año como sustituto provisional de la dieta médica de
leche en polvo para enfermos y embarazadas, llegó para quedarse. Al
menos un poco más de lo anunciado.
Durante la última sesión de la Asamblea Nacional, celebrada el pasado mes de diciembre, la viceministra del Ministerio de Comercio Interior, Bárbara Acosta, anunció que la venta de leche en polvo sería sustituida durante los dos primeros meses de 2014 por un “sucedáneo lácteo”, debido a un “sobreconsumo que tuvo el país en la leche importada” y prometió que “la medida no se extenderá más de lo anunciado”.
En Cuba hay un millón 145 mil personas inscritas en la libreta de racionamiento, que pueden comprar un kilogramo mensual de leche en polvo, según las diferente dolencias que padecen, y que requieren el consumo de ese alimento, de acuerdo con cifras oficiales.
Dos cosas no aclaró nunca Acosta: ¿En qué consiste realmente esa fórmula láctea y por qué se produjo el sobreconsumo de leche en polvo importada?
Lo primero todavía no ha recibido una respuesta aclaratoria de las autoridades, quienes se han limitado a explicar cómo se prepara esa fórmula láctea que, por cierto, supone una compleja elaboración con medidas exactas de ebullición y peso del producto.
El “sobreconsumo” de leche en polvo, que superó los recursos de importación disponibles en el país, tiene una explicación económica con implicaciones políticas.
Dicho en pocas palabras, la promesa del gobernante Raúl Castro del vaso de leche fresca, hecha hace ya casi ocho años todavía no llega a materializarse.
La producción de leche fresca el pasado año apenas superó los 500 millones de litros según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) de Cuba y se estima que el consumo anual de ese alimento es 1,800 millones de litros.
Cuba importa cada año unas 31 mil toneladas de leche entera (LE) y 9,500 de leche descremada (LD) para lo cual tiene que gastar aproximadamente unos $154 millones de dólares, teniendo en cuenta que la tonelada de leche entera cuesta $3,914, y la de leche descremada $3,421 a precios de fines del pasado año.
Esas son las razones que se guardó de decir la funcionaria de Comercio Interior a los “parlamentarios”, al menos lo que se publicó en la prensa oficial.
Por lo pronto, los funcionarios gubernamentales siguen hablando en clave cuando se refieren al tema de los incumplimientos en la producción lechera. Las culpas comienzan a recaer sobre los “productores” y el sistema de acopio de leche fresca, que se queda en el camino o en las cantinas que no llegan a los centros de distribución.
Dentro de ese contexto se expresó el viceministro primero del Ministerio de Agricultura, Julio García, cuando les explicó a los diputados cubanos los planes para el 2014.
“En el primer semestre de 2014 se concluirá, de conjunto con la Industria Láctea, la organización del enrutamiento del acopio de leche, a partir de terminar la creación de los puntos de acopio de leche refrigerada”
Durante la última sesión de la Asamblea Nacional, celebrada el pasado mes de diciembre, la viceministra del Ministerio de Comercio Interior, Bárbara Acosta, anunció que la venta de leche en polvo sería sustituida durante los dos primeros meses de 2014 por un “sucedáneo lácteo”, debido a un “sobreconsumo que tuvo el país en la leche importada” y prometió que “la medida no se extenderá más de lo anunciado”.
En Cuba hay un millón 145 mil personas inscritas en la libreta de racionamiento, que pueden comprar un kilogramo mensual de leche en polvo, según las diferente dolencias que padecen, y que requieren el consumo de ese alimento, de acuerdo con cifras oficiales.
Dos cosas no aclaró nunca Acosta: ¿En qué consiste realmente esa fórmula láctea y por qué se produjo el sobreconsumo de leche en polvo importada?
Lo primero todavía no ha recibido una respuesta aclaratoria de las autoridades, quienes se han limitado a explicar cómo se prepara esa fórmula láctea que, por cierto, supone una compleja elaboración con medidas exactas de ebullición y peso del producto.
El “sobreconsumo” de leche en polvo, que superó los recursos de importación disponibles en el país, tiene una explicación económica con implicaciones políticas.
Dicho en pocas palabras, la promesa del gobernante Raúl Castro del vaso de leche fresca, hecha hace ya casi ocho años todavía no llega a materializarse.
La producción de leche fresca el pasado año apenas superó los 500 millones de litros según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) de Cuba y se estima que el consumo anual de ese alimento es 1,800 millones de litros.
Cuba importa cada año unas 31 mil toneladas de leche entera (LE) y 9,500 de leche descremada (LD) para lo cual tiene que gastar aproximadamente unos $154 millones de dólares, teniendo en cuenta que la tonelada de leche entera cuesta $3,914, y la de leche descremada $3,421 a precios de fines del pasado año.
Esas son las razones que se guardó de decir la funcionaria de Comercio Interior a los “parlamentarios”, al menos lo que se publicó en la prensa oficial.
Por lo pronto, los funcionarios gubernamentales siguen hablando en clave cuando se refieren al tema de los incumplimientos en la producción lechera. Las culpas comienzan a recaer sobre los “productores” y el sistema de acopio de leche fresca, que se queda en el camino o en las cantinas que no llegan a los centros de distribución.
Dentro de ese contexto se expresó el viceministro primero del Ministerio de Agricultura, Julio García, cuando les explicó a los diputados cubanos los planes para el 2014.
“En el primer semestre de 2014 se concluirá, de conjunto con la Industria Láctea, la organización del enrutamiento del acopio de leche, a partir de terminar la creación de los puntos de acopio de leche refrigerada”
[21] “Sería
irresponsable y con efectos contraproducentes disponer un aumento
generalizado de los salarios en el sector estatal, ya que lo único
que causaría es una espiral inflacionaria en los precios, de no
estar debidamente respaldado por un incremento suficiente de la
oferta de bienes y servicios… En este tema dejo
aparte los servicios médicos, que sí se les aumentará el salario
próximamente, por cuanto el ingreso fundamental del país en estos
momentos obedece al trabajo de miles de médicos prestando servicios
en el exterior.”/
Discurso pronunciado por Raúl Castro Ruz en las
conclusiones del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba/
http://www.cubadebate.cu/opinion/2014/02/22/discurso-de-raul-en-la-ctc-para-distribuir-riqueza-primero-hay-que-crearla/#.Uyn_JYWrNuM
[22] Los valores estadísticos calculados son
aritméticos, toda vez que no se dispone de la cantidad trabajadores
por cada grupo del calificador de cargos que se beneficiaran. La
fuente de la información fue tomada del blog oficialista
la chiringa de cuba
Especialidad
|
Salario Actual
|
Incremento
|
Nuevo Salario
|
Med. Espec. 2do grado
|
627
|
973
|
1600
|
Med. Espec. 2
especialidades
|
627
|
973
|
1600
|
Med. Espec. 1er grado
|
573
|
887
|
1460
|
Med. Espec. Residente
|
573
|
887
|
1460
|
Estomatologo espec.
2do grado
|
590
|
870
|
1460
|
estomat. Residente
|
540
|
850
|
1390
|
Estomat espec. 1er
grado
|
540
|
850
|
1390
|
Estomat. Gral
|
468
|
512
|
980
|
Enfermera especialista
|
602
|
298
|
900
|
Enfermera
|
527
|
303
|
830
|
Enfermera nivel medio
|
412
|
288
|
700
|
Enfermera básica
|
320
|
260
|
580
|
Profesionales Lic.
Grupo 9
|
405
|
440
|
845
|
Profesionales Lic.
Grupo 10
|
358
|
472
|
830
|
Profesionales Lic.
Grupo 11
|
480
|
455
|
935
|
Profesionales Lic.
Grupo 12
|
495
|
425
|
920
|
Técnico Medio Grupo 4
|
347
|
273
|
560
|
Técnico Medio Grupo 5
|
357
|
308
|
605
|
Técnico Medio Grupo 6
|
360
|
550
|
650
|
Técnico Medio Grupo 7
|
372
|
389
|
695
|
Técnico Medio Grupo 8
|
382
|
358
|
740
|
[23] Los Activos Fijos Intangibles se registran en
los estados financieros de una entidad como patrimonio. El know how
comercial y tecnológico propio, la investigación y desarrollo, el
valor de una marca, la identidad corporativa, la propiedad
intelectual, las licencias, los derechos de autor y edición, la
reputación de la entidad, la cartera de clientes, entre otros son
algunos de los mas valorados. Una característica es que a pesar de
su intangibilidad contribuyen a obtener beneficios concretos. Para
su valoración usualmente se emplean los métodos de valuación
financiera sustentados en la contribución al ingreso, en los costos
o en el mercado. Resulta obvio la dificultad de valorarlos en las
condiciones en que opera la economía cubana. Sin dudas marcas como
Montecristo y Cohiba y patentes de la industria biofarmaceutica
cubana como el Heberprot- P y el Vaxira racotumomab, son ejemplos de
Activos Fijos Intangibles para las entidades involucradas.
[24] El capital de trabajo, capital corriente,
capital circulante, capital de rotación o fondo de rotación como
también se le denomina, es el superávit de los activos a corto plazo
sobre los pasivos de corto plazo. Constituye un indicador de la
capacidad de la empresa para el normal desarrollo de sus
operaciones en el corto plazo.
Es decir: CT= AC-PC
Donde: CT = Capital de Trabajo/ AC = Activo
Circulante/ PC = Pasivo Circulante
[25] Ver la citada entrevista al Dr. Pavel
Vidal
para Progreso Semanal/
http://progresosemanal.us/20140308/pavel-vidal-la-desaparicion-del-cuc-va-ser-bastante-rapida/
[26] El presidente de PDVSA y vicepresidente
económico de Venezuela, Rafael Ramírez, acaba de informar que el
lunes 24 de marzo se activara el Sistema Complementario de
Adquisición de Divisas (Sicad) II para la compraventa controlada de
divisas, valores y títulos a través de bancos estatales y privados y
entidades financieras.
[27] Ver Cuba emitirá bonos del "tesoro"
para
financiar déficits presupuestarios/
http://cubaindependiente.blogspot.ca/2013/12/cuba-emitira-bonos-del-tesoro-para.html
[28] Kraft, Michael; Furlong, Scott (2006):
Public Policy: Politics, Analysis and Alternatives, 2nd ed., CQ
Press, Washington, DC.
----------------------
*Economista cubano residente en Canada.
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