Por Andrés Pascual
Obama,
la OEA y medio mundo están “dándole tiempo” a las protestas para que se
desgasten, para que LOS ESTUDIANTES se frustren un poco más, cada vez
que enciendan la televisión y escuchen al TIPANGO, aparentemente más
decidido y fuerte, amenazando y ejecutando contra el derecho civil.
El
no consenso de la hermana del asesino de Miraflores por el lado
“podrido”, la OEA, le ha dado la posibilidad al energúmeno de
considerarlo una victoria y hasta dio las gracias.
Aparentemente,
solo el pueblo de Venezuela, por lo menos una parte importante, quiere
al tipo fuera del poder; como ha sido tradicional desde “Rise of
Castro”, el interés no está basado en ayudar a un pueblo que matan y
encarcelan, sino al que comete los asesinatos ¿Por qué?
A
pesar de las amenazas, de los cruces de frases ricas en contenido
“putesco” entre Obama y el “Colacho de allá”, los americanos saben que,
posiblemente, con el petróleo venezolano en manos de verdaderos
representantes del pueblo no podrían “cogerlo casi a precio de suelo”,
ni la cantidad que deseen.
Lo
sabe Maduro, que juega, como Chávez, “a amagar y no dar”; pero, sobre
todo, lo sabe la tiranía castrista, que legisla y casi ejecuta todos los
acuerdos de la dictadura que oprime a la tierra de Bolívar.
Por
eso cada vez que hemos escuchado a un venezolano denunciar que los han
abandonado nos irrita, porque debían saber que a Cuba la dejaron sola
primero y que, gracias a ese abandono por todo el mundo, llevan 55 años
asolando al país, debiendo agregarse que su propia tragedia se originó
en aquel crimen; porque, mientras hoy muchos en el mundo protestan
contra Maduro, a pesar de todo, durante 50 años han marchado apoyando a
la tiranía castrista por los patriotas que fusiló, que encarceló o que
desapareció.
En
cuanto a crimen y represión nada se fabricó fuera del marco castrista,
porque los tan promovidos asesinatos dejando caer a comunistas desde el
aire durante la Operación Cóndor, tuvieron su “trade mark” en
Guantánamo, período 1961-1965, desde helicópteros y en un lugar conocido
como la División 50, que por aquí andan algunos que presenciaron
aquellas ejecusiones horrendas.
Por
lo menos Venezuela ha tenido al exilio cubano de su parte en Estados
Unidos, una vez que la Raza, con Janet Murguía al frente, ni sabe que
existe el Mar Caribe, ni que en un país llamado Venezuela están
masacrando a la población en las calles.
Eso,
aparentemente, no es problema de la Raza, sino imponerle a todos los
latinos en EUA la inmoralidad encubierta en exigencia de reforma
migratoria, en función de vigilantes del abuso contra los derechos
humanos de... ¿Quién?
¿Dónde
está el poder de convocatoria de la Raza para que sus legisladores
comunistas en el Congreso, incluso en el Senado, obliguen a que se tome
la decisión correcta contra la represión en Venezuela, que debe ser
lograr la invasión, más que justificada, que deponga a ese títere de los
Castro? No aparece ni nunca será posible, porque el bando aliado de
esta pandilla es el que encabeza Castro en América Latina, que tiene
como uno de sus tenientes a Maduro y amplio desplazamiento en la “alta
política comunista americana llamada liberal...”
La
solidaridad es poca con la juventud venezolana, desde hace rato todos
los pueblos de América deberían estar en la calle apoyando a esos
jóvenes, empezando por Argentina, México, Puerto Rico, Peru, Brasil,
Bolivia, Ecuador...sin embargo, la apatía, la militancia o el
conformismo con la ideología de los asesinos se ha impuesto.
¿Dónde
está la Iglesia venezolana? ¿Acaso quieren mantener, como la cubana que
se vendió, el poco espacio que han logrado y que cualquier día pueden
perder? ¿Cómo no le han brindado el templo como refugio a ningún
perseguido, para obligar a la fuerza represora a profanarlo, a que se
decida públicamente, por encima del fraude de una foto de Pancho en
buena armonía con Maduro?
Los
industriales que queden, los empresarios que queden, los comerciantes
que queden ¿Por qué no tienen parado al país por la huelga general?
Incluso
en Miami tienen que crear su equivalente de Vigilia Mambisa y asumir su
papel de “intransigentes” para enfrentar a los bocones infiltrados que
utilizan la tribuna pública protegida que el castro-obamismo les ha
habilitado; aunque les ocasione otra crítica peor nacida en el partido
demócrata y en el seno castrocomunista: “nueva mafia”.
O
emplean las armas que puedan, todas, incluso el disturbio violento con
graves consecuencias materiales como incendiar o atentar contra las
vidas de los asesinos, o lo pierden todo.
En
días, el poco mundo que los apoya se va a cansar y Maduro no se irá,
sino se acostumbrará a la situación y logrará revertirla a favor de las
mil formas que acostumbran, con ayuda del exterior sobre todo, como ha
hecho la tiranía castrista durante 55 años.
No
permitan que sus prometedores grupos opositores degeneren en una nueva e
ineficaz “facción” aliada, ghandista, vividora y oportunista de la
disidencia de los Castro. El tiempo puede desactivar los motores de la
solidaridad y eso es lo que espera Obama para seguir haciendo lo que
tienen planeado: NADA.
Si
no pasan a actividades mayores, aunque más peligrosas, el problema solo
cumplirá el efecto del golpe, que “hoy se hincha y duele, mañana se
baja, se alivia y a otra cosa...”
Yo
creo que la referencia de las huelgas, del progromo, de las detenciones
de poco tiempo... de toda esa mierda ineficiente que aplican tanto la
dictadura como el “exterior” para entretenerse y vivir de ellas en Cuba,
no puede ser la opción de ustedes... ¡Piénsenlo”
Por Andrés Pascual
Obama,
la OEA y medio mundo están “dándole tiempo” a las protestas para que se
desgasten, para que LOS ESTUDIANTES se frustren un poco más, cada vez
que enciendan la televisión y escuchen al TIPANGO, aparentemente más
decidido y fuerte, amenazando y ejecutando contra el derecho civil.
El
no consenso de la hermana del asesino de Miraflores por el lado
“podrido”, la OEA, le ha dado la posibilidad al energúmeno de
considerarlo una victoria y hasta dio las gracias.
Aparentemente,
solo el pueblo de Venezuela, por lo menos una parte importante, quiere
al tipo fuera del poder; como ha sido tradicional desde “Rise of
Castro”, el interés no está basado en ayudar a un pueblo que matan y
encarcelan, sino al que comete los asesinatos ¿Por qué?
A
pesar de las amenazas, de los cruces de frases ricas en contenido
“putesco” entre Obama y el “Colacho de allá”, los americanos saben que,
posiblemente, con el petróleo venezolano en manos de verdaderos
representantes del pueblo no podrían “cogerlo casi a precio de suelo”,
ni la cantidad que deseen.
Lo
sabe Maduro, que juega, como Chávez, “a amagar y no dar”; pero, sobre
todo, lo sabe la tiranía castrista, que legisla y casi ejecuta todos los
acuerdos de la dictadura que oprime a la tierra de Bolívar.
Por
eso cada vez que hemos escuchado a un venezolano denunciar que los han
abandonado nos irrita, porque debían saber que a Cuba la dejaron sola
primero y que, gracias a ese abandono por todo el mundo, llevan 55 años
asolando al país, debiendo agregarse que su propia tragedia se originó
en aquel crimen; porque, mientras hoy muchos en el mundo protestan
contra Maduro, a pesar de todo, durante 50 años han marchado apoyando a
la tiranía castrista por los patriotas que fusiló, que encarceló o que
desapareció.
En
cuanto a crimen y represión nada se fabricó fuera del marco castrista,
porque los tan promovidos asesinatos dejando caer a comunistas desde el
aire durante la Operación Cóndor, tuvieron su “trade mark” en
Guantánamo, período 1961-1965, desde helicópteros y en un lugar conocido
como la División 50, que por aquí andan algunos que presenciaron
aquellas ejecusiones horrendas.
Por
lo menos Venezuela ha tenido al exilio cubano de su parte en Estados
Unidos, una vez que la Raza, con Janet Murguía al frente, ni sabe que
existe el Mar Caribe, ni que en un país llamado Venezuela están
masacrando a la población en las calles.
Eso,
aparentemente, no es problema de la Raza, sino imponerle a todos los
latinos en EUA la inmoralidad encubierta en exigencia de reforma
migratoria, en función de vigilantes del abuso contra los derechos
humanos de... ¿Quién?
¿Dónde
está el poder de convocatoria de la Raza para que sus legisladores
comunistas en el Congreso, incluso en el Senado, obliguen a que se tome
la decisión correcta contra la represión en Venezuela, que debe ser
lograr la invasión, más que justificada, que deponga a ese títere de los
Castro? No aparece ni nunca será posible, porque el bando aliado de
esta pandilla es el que encabeza Castro en América Latina, que tiene
como uno de sus tenientes a Maduro y amplio desplazamiento en la “alta
política comunista americana llamada liberal...”
La
solidaridad es poca con la juventud venezolana, desde hace rato todos
los pueblos de América deberían estar en la calle apoyando a esos
jóvenes, empezando por Argentina, México, Puerto Rico, Peru, Brasil,
Bolivia, Ecuador...sin embargo, la apatía, la militancia o el
conformismo con la ideología de los asesinos se ha impuesto.
¿Dónde
está la Iglesia venezolana? ¿Acaso quieren mantener, como la cubana que
se vendió, el poco espacio que han logrado y que cualquier día pueden
perder? ¿Cómo no le han brindado el templo como refugio a ningún
perseguido, para obligar a la fuerza represora a profanarlo, a que se
decida públicamente, por encima del fraude de una foto de Pancho en
buena armonía con Maduro?
Los
industriales que queden, los empresarios que queden, los comerciantes
que queden ¿Por qué no tienen parado al país por la huelga general?
Incluso
en Miami tienen que crear su equivalente de Vigilia Mambisa y asumir su
papel de “intransigentes” para enfrentar a los bocones infiltrados que
utilizan la tribuna pública protegida que el castro-obamismo les ha
habilitado; aunque les ocasione otra crítica peor nacida en el partido
demócrata y en el seno castrocomunista: “nueva mafia”.
O
emplean las armas que puedan, todas, incluso el disturbio violento con
graves consecuencias materiales como incendiar o atentar contra las
vidas de los asesinos, o lo pierden todo.
En
días, el poco mundo que los apoya se va a cansar y Maduro no se irá,
sino se acostumbrará a la situación y logrará revertirla a favor de las
mil formas que acostumbran, con ayuda del exterior sobre todo, como ha
hecho la tiranía castrista durante 55 años.
No
permitan que sus prometedores grupos opositores degeneren en una nueva e
ineficaz “facción” aliada, ghandista, vividora y oportunista de la
disidencia de los Castro. El tiempo puede desactivar los motores de la
solidaridad y eso es lo que espera Obama para seguir haciendo lo que
tienen planeado: NADA.
Si
no pasan a actividades mayores, aunque más peligrosas, el problema solo
cumplirá el efecto del golpe, que “hoy se hincha y duele, mañana se
baja, se alivia y a otra cosa...”
Yo
creo que la referencia de las huelgas, del progromo, de las detenciones
de poco tiempo... de toda esa mierda ineficiente que aplican tanto la
dictadura como el “exterior” para entretenerse y vivir de ellas en Cuba,
no puede ser la opción de ustedes... ¡Piénsenlo”
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