con un chairman como Carlos A. Saladrigas, un Andres Fanjul y un Tomas Bilbao como executive director, el Cuba Study Group no pasa de ser una mascarada akademica de los colaboracionistas.
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El Cuba Study Group respaldó este lunes al magnate azucarero Alfonso
Fanjul, quien tras décadas de oposición al régimen cubano se manifestó
recientemente a favor de una apertura hacia La Habana, reporta EFE.
"Apoyamos el hecho de que el señor Fanjul haya iniciado un debate
importante, oportuno y crítico dentro de la comunidad cubanoamericana, y
en términos de la política estadounidense, sobre cómo responder
efectivamente a los importantes cambios estructurales en Cuba", dijo el
Cuba Study Group en un comunicado.
Fanjul huyó de Cuba siendo muy joven. Su familia dejó en la Isla una
fortuna azucarera que el Gobierno de Fidel Castro nacionalizó.
En su exilio en Estados Unidos, el empresario amasó una de las
fortunas más grandes de Norteamérica. Además, construyó relaciones con
miembros del Congreso y presidentes que se beneficiaron de su
generosidad, y se convirtió en uno de los principales financiadores del
movimiento anticastrista.
Sin embargo, en una entrevista a principios de este mes con el diario The Washington Post dijo que estaría dispuesto a hacer negocios en Cuba, bajo ciertas condiciones.
"Si hay alguna manera de que la bandera familiar pueda volver a Cuba, estaré contento de que así sea", declaró Fanjul. Según el Post, el magnate ha visitado la Isla y se ha reunido con funcionarios.
Sus declaraciones provocaron una oleada de reacciones en los círculos
empresariales y políticos de la comunidad cubanoestadounidense.
El Cuba Study Group, organización que se define como "no partidaria",
"compuesta por líderes empresariales y comunitarios cubanos que
comparten un interés y visión común de una Cuba libre y próspera",
condenó "los ataques personales, insinuaciones e insultos" que, dijo,
recibió Fanjul desde que concedió la entrevista.
A sus 76 años, el empresario ha dicho estar reconsiderando su postura
sobre las relaciones con Cuba y que La Habana podría convertirse en un
socio comercial "bajo las circunstancias adecuadas".
"La familia (Fanjul) estuvo en Cuba durante 150 años y, sí, al final,
me gustaría ver a nuestra familia en Cuba, donde empezamos. Pero tiene
que ser bajo las circunstancias adecuadas. Espero que un día Estados
Unidos y Cuba puedan encontrar una manera para que toda la comunidad
cubana sea capaz de vivir y trabajar unida", declaró el magnate.
Las palabras de Fanjul, donante destacado de las campañas del expresidente demócrata Bill Clinton, han provocado el rechazo inmediato de los legisladores republicanos Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart y el senador Marco Rubio.
"Mientras que los activistas por la democracia en la Isla se
enfrentan a represalias aún más duras del brutal régimen cubano, es
patético que un magnate cubanoamericano se sienta inspirado para pisar
las espaldas de los activistas con el fin de dar a los matones
comunistas más dinero con el que reprimir", afirmó Ros-Lehtinen en un
comunicado.
El Cuba Study Group consideró esas declaraciones "intolerantes" y
dijo que faltan el respeto "a la integridad de las personas que pueden
adoptar puntos de vista alternativos".
"La virulencia de estas declaraciones no se justifica y demuestra
desprecio por principios democráticos básicos", añadió el grupo.
Por otro lado, el empresario y exembajador estadounidense en Bélgica
Paul Cejas, quien dejó Cuba poco después de la revolución, también ha
declarado que "la diplomacia es una herramienta de la política".
"Es una herramienta de compromiso. Y se utiliza incluso con el más
amargo de nuestros enemigos", enfatizó Cejas, amigo de Fanjul.
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