Cuba está amenazada por la proliferación de la rata negra ("Rattus rattus"), una especie introducida hace cinco siglos en la isla por los colonizadores españoles, que hoy está en casi todo el país y causa daños a la economía y la fauna, según informa la prensa local.
Ese roedor, que al parecer llegó a Cuba durante las primeras expediciones de los colonizadores españoles, en la actualidad aparece en prácticamente todo el territorio nacional, y en la mayoría de las áreas protegidas.
El animal es considerado como una de las principales plagas que afectan el cultivo de la caña de azúcar, del café, el coco y el cacao, cultivo este último que en la parte oriental del país ha reportado pérdidas en ocasiones cercanas al 50 por ciento de la cosecha.
Esas ratas también ocasionan daños a los cultivos de frijoles, tomate, piña, maíz y a casi todos los frutales, mientras son depredadores de moluscos endémicos cubanos y en peligro de extinción como las polímitas.
Las ratas negras contribuyen a la desaparición o declinación de poblaciones de aves marinas y terrestres.
Especies de aves muy raras y endémicas de la isla, como la Gallinuela de Santo Tomás, y la Ferminia, pudieran estar acechadas por ese roedor, que ataca en particular sus nidos y pichones.
Para el doctor en Ciencias Biológicas Rafael Borroto, del Instituto de Ecología y Sistemática del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el complejo panorama creado por la presencia de mamíferos intrusos demanda aumentar el rigor de las investigaciones.
Borroto pidió que los estudios conduzcan a la adopción de programas más efectivos de control y manejo, sobre todo en aquellos lugares donde hay ejemplares endémicos en peligro de extinción.
En la isla, el número de mamíferos invasores, llegados de manera deliberada o accidental, ronda las tres decenas, y las ratas negras están entre las especies más dañinas y abundantes, aunque también aparecen el ratón casero o guayabito, la rata parda, los gatos, perros y puercos jíbaros, y la mangosta.
La mangosta, conocida erróneamente en Cuba con el nombre de hurón, fue introducida en la isla en la segunda mitad del siglo XIX, y en los últimos años se aprecia un incremento en su frecuencia de observación en la región oriental, como sucede en zonas montañosas del Parque Nacional Alejandro de Humboldt.
Los expertos consideran que ese animal también es uno de los posibles factores que influyen en la extinción de la fauna nativa.
Borroto, quien es autor del libro "Mamíferos en Cuba", considera que aunque hay en el presente una mayor conciencia de la real dimensión del problema creado por los mamíferos invasores, "las acciones para mitigar sus impactos son insuficientes".
"Ello deviene en una suerte de espada de Damocles que amenaza la supervivencia futura de valiosos ejemplares de la diversidad biológica cubana", subrayó el investigador.
Las investigaciones desarrolladas por diferentes instituciones científicas cubanas aseveran que ya en el Mioceno inferior, es decir hace unos 25 millones de años, existían en Cuba roedores, perezosos y primates.
En la actualidad, estos dos últimos grupos no tienen representantes vivientes en el país y sólo pueden conocerse a través del registro fósil.
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