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Entrevista al economista de Lenier Gonzalez Mederos al economista Pavel Vidal
Alejandro
Tras varios años de debate en medios
académicos y de la sociedad civil, finalmente el Gobierno cubano ha anunciado,
luego de la última reunión del Consejo de Ministros, que se tomarán los pasos
correspondientes para hacer transitar la economía hacia la unificación
monetaria. Espacio Laical ha albergado en sus páginas, durante casi una
década, los debates económicos sobre la reforma en curso y, específicamente,
sobre los potenciales pasos a tomar para acometer el importante desafío de la
unificación monetaria. Es por ello que le agradecemos nuevamente a Pavel Vidal
Alejandro, el joven académico cubano que con mayor sistematicidad ha disertado
sobre esta área específica de la reforma, haber accedido a responder las
siguientes preguntas:
1.
Luego de leer la (limitada) información brindada por el
diario Granma sobre el inicio de la implementación de un cronograma de
medidas que conducirán a la unificación monetaria en Cuba, ¿cuál es, a su
juicio, el camino tomado por las autoridades cubanas para cumplimentar este
objetivo?
Lo más relevante de la nota es que
evidencia que, finalmente, las autoridades cubanas han llegado a un consenso en
cómo enfrentar el asunto de la doble moneda, cuestión debatida en las
instituciones oficiales y en la academia durante varios años. No hay muchas
sorpresas en la estrategia que van a seguir, se encuentra dentro del rango de
opciones más probables que se habían anticipado en los círculos académicos. Se
confirma que se empieza por el sistema empresarial y luego se pasa al sector de
la población, que no se afectará el valor de las cuentas de ahorro, que será un
proceso gradual, que implica una devaluación del tipo de cambio del peso cubano
en la empresa (1CUP:1USD) para acercarlo al tipo de cambio de la población
(24CUP:1USD) y que el peso cubano se quedará como único signo monetario nacional
en el futuro.
Antes de publicarse la nota, ya habían
aparecido algunas señales que igualmente apuntaban a una estrategia que tendría
estas características y que, además, seguiría el camino del resto de la reforma
de organizar inicialmente experimentos y, posteriormente, generalizarlos en base
a las experiencias obtenidas. Por ejemplo, desde 2012 se estableció la
utilización de un tipo de cambio especial de 7CUP:1USD para las transacciones
directas entre las cooperativas agrícolas y los hoteles y restaurantes
estatales. Aunque oficialmente tal decisión no se reconoció como una
devaluación, de facto la decisión crea una nueva tasa de cambio especial para
dichas operaciones. Más adelante, en 2013, mediante la Resolución 9 del
Ministerio de Finanzas y Precios, este tipo de cambio especial se incrementó
a 10CUP:1USD.
Otra pista sobre los futuros cambios
monetarios apareció en el experimento que comenzó en 2013 con un grupo de
empresas estatales. Las empresas seleccionadas han tenido mayores facultades
para su gestión económica y financiera y realizan sus operaciones y llevan su
contabilidad en pesos cubanos empleando un tipo de cambio de 10CUP:1USD. Una
tercera señal se encuentra en las recién creadas cooperativas de servicios de
transporte, las cuales tendrán la posibilidad de adquirir los insumos importados
y nacionales como el combustible, neumáticos, partes, piezas y otros, no al tipo
de cambio oficial de 1CUP:1USD sino con un tipo de cambio de
10CUP:1USD.
Es decir, ya habían aparecido ensayos de devaluación del
tipo de cambio oficial y de poner a operar a las empresas con una única moneda.
Los experimentos, de hecho, asumen una devaluación del peso cubano en la empresa
bastante significativa, el tipo de 10CUP:1USD representa una devaluación de 900
por ciento en relación al tipo de cambio oficial 1CUP:1USD. Como el tipo de cambio del peso convertible se mantiene
en 1CUC:1USD, ello implica que 10CUP:1CUC para las
empresas.
Llegado a este punto, faltaría ahora
conocer cómo y cuándo estos experimentos se van a generalizar al resto del
sector empresarial y de qué manera continuará la devaluación del tipo de cambio
oficial hasta converger con el tipo de cambio de la población, actualmente
fijado en 24CUP:1USD (implica que 24CUP:1CUC). También es decisivo conocer
cuáles han sido, hasta el momento, los efectos de devaluar en 900% el peso
cubano y cómo se manejarán en el futuro los impactos cuando más sectores se
incorporen al nuevo tipo de cambio, tomando en cuenta que la devaluación tiene
beneficios pero también costos.
2.
¿Cuáles serían estos costos y beneficios, tanto para la
empresa como para la población?
Los precios relativos y resultados
financieros de las empresas se transforman con la devaluación del peso cubano.
Los perjudicados serían los balances financieros que presenten descalce
cambiario, es decir, que sus deudas en pesos convertibles y divisas sean
superiores a sus activos en esas monedas, y las empresas que presenten altos
costos en pesos convertibles y divisas. Las instituciones que dispongan de una
situación contraria a la anterior serán favorecidas con la medida. La
devaluación creará presiones inflacionarias y estrés en la situación financiera
de las empresas, pero dirigidos a promover balances que reflejen de manera más
precisa los hechos económicos. De esta manera se estaría creando un ambiente de
mayor transparencia en la medición económica y favoreciendo las señales
correctas de precio para la toma de decisiones. No se debe olvidar que el tipo
de cambio oficial de 1CUP:1USD tiene hoy completamente deformada casi toda la
medición de los activos, pasivos, costos e ingresos de las empresas.
Los principales beneficios
de la devaluación se ubicarían en los exportadores, los cuales verán
incrementada su rentabilidad y competitividad. Asimismo, los productores
nacionales apreciarán una mejora relativa de su competitividad frente a los
bienes y servicios importados. Cuando se concreten el resto de los pasos de la
estrategia monetaria y la economía comience a funcionar integralmente con el
peso cubano y esta sea una moneda convertible, entonces se apreciarán otros
beneficios. La economía quedará más integrada e interrelacionada, se estarían
eliminando segmentaciones y fomentándose la aparición de encadenamientos entre
las organizaciones, y se estaría promoviendo una mayor oferta de bienes y
servicios de consumo en pesos cubanos. El mercado doméstico sería más atractivo para la
inversión extranjera, pues se amplían sus oportunidades que hoy están limitadas
a las exportaciones y a los sectores que operan en pesos convertibles. El
inversionista extranjero podría integrarse más con la empresa nacional y, de
esta manera, reducir sus costos y al mismo tiempo extender un mayor efecto
multiplicador sobre la economía doméstica.
En cuanto a la población, hay que
reiterar que la eliminación de la dualidad monetaria no tendrá efectos directos
e inmediatos significativos. Ya la población sufrió el efecto directo de la
devaluación de la tasa de cambio en los años 90, ya los mercados agropecuarios y
todos los negocios privados trabajan desde los años 90 con la tasa de cambio de
24CUP:1USD. Obviamente, multiplicar por 24 los precios de los mercados que
operan en pesos convertibles para llevarlos a pesos cubanos no tiene casi
ninguna implicación para la población.
En caso que este tipo de cambio
(conocido como el tipo de cambio de Cadeca) se modifique durante el proceso de
unificación cambiaria, la nota oficial aclara que se buscará la manera para que
no afecte el valor de las cuentas de ahorro. Se puede considerar como referencia
las medidas tomadas en 2004 para sustituir el dólar estadounidense por el peso
convertible, las cuales se anunciaron con anticipación para que la población
pudiera ajustar sus activos monetarios al nuevo escenario. Sin embargo, no se
deben albergar muchas esperanzas en relación con una eventual reevaluación del
tipo de cambio del peso cubano en Cadeca, pues las experiencias internacionales
indican que en situaciones de tipos de cambios múltiples la convergencia siempre
tiende al tipo de cambio más alto (más devaluado) que es el que usualmente está
más cercano al equilibrio.
Ahora bien, sí podrían ocurrir efectos
indirectos en la población dado que la devaluación afecta a la empresa, y esta
paga salarios e interviene en la cadena de valor que influye en los precios de
bienes y servicios de consumo. Por tanto, es necesario conocer cómo las
autoridades manejarán estos impactos potenciales en los salarios y en los
precios al consumidor, es decir, cómo manejarán las implicaciones inflacionarias
de la devaluación. Si dejarán, por ejemplo, que las empresas beneficiadas por la
devaluación puedan pagar salarios más altos a sus trabajadores, o que el
incremento de los costos de producción en pesos cubanos pueda ser cargado a los
precios que perciben los consumidores finales.
En el mediano plazo se debe esperar que
toda la economía en su conjunto, incluyendo a la población, gane con la reforma
monetaria. Disponer de un tipo de cambio que no esté sobrevaluado y contarse con
una única moneda para todas las transacciones económicas implica mejorías en la
eficiencia, la competitividad, la integración empresarial y fortalece el mercado
doméstico.
3.
Hagamos un ejercicio de creatividad. Imaginemos que
usted ha sido consultado por el Gobierno cubano para asesorar la estrategia
hacia una unificación monetaria en Cuba. ¿Qué elementos considera que no deben
dejar de ser tomados en cuenta?
Hay varios factores, pero creo que se
destacan dos como los fundamentales. El Gobierno debe manejar con inteligencia
dos brechas que aparecerán en el proceso de eliminación de la dualidad
monetaria.
La primera es la brecha temporal que
existe entre los costos y los beneficios de la devaluación del tipo de cambio
oficial. Los costos son ciertos y se manifestarán en el corto plazo generando
estrés en los balances de las empresas e inflación. Mientras que los mayores
beneficios se apreciarán en el mediano plazo y son beneficios potenciales que
deberán aprovechar las empresas estatales, sobre las cuales siempre pesa la duda
en cuanto a su capacidad para reaccionar ante un nuevo marco de incentivos, en
particular en una economía centralmente planificada y donde la burocracia ha
venido rezagando la reforma. Es por ello que hace falta garantizar, primero, una
política fiscal que defina un grupo de medidas compensatorias transitorias para
las empresas que reciban los costos inmediatos de la devaluación, pero con
potencialidades de sacar provecho de las nuevas oportunidades cambiarias.
Segundo, es necesario garantizarle a las empresas estatales la autonomía
necesaria para que respondan a los incentivos que genera la devaluación del tipo
de cambio, de tal manera que se materialicen los beneficios potenciales y se
superen los costos de corto plazo. La capacidad efectiva de respuesta de la
empresa estatal marcará la diferencia entre los costos y los beneficios de la
devaluación.
La segunda brecha se encuentra entre
las expectativas que tiene la población sobre la eliminación de la dualidad
monetaria y los resultados que verdaderamente se pueden alcanzar. La reforma
monetaria evidenciará que la dualidad monetaria no es la principal responsable
del bajo poder adquisitivo del salario ni de las desigualdades como erróneamente
se tiende a pensar. Estos son asuntos con determinantes estructurales y no solo
monetarios. La baja productividad del sector estatal es la causante última de
los bajos salarios y, en correspondencia, la que provoca las desigualdades en
relación con otras fuentes de ingresos familiares. La dualidad monetaria influye
en esta situación en la medida que dificulta la actividad del sistema
empresarial pero no es el único factor que se necesita transformar para impulsar
la productividad y los salarios estatales.
La primera brecha requiere de un diseño
de política fiscal y de un replanteamiento del marco regulatorio dentro del cual
opera la empresa estatal, mientras que la segunda brecha requiere de un manejo
puramente político.
4.
¿Cuánto pesa la unificación monetaria en Cuba para el
éxito global de la reforma económica que realiza el Gobierno del presidente Raúl
Castro?
La devaluación del
tipo de cambio oficial y el tránsito a una economía con una sola moneda son
sumamente necesarios para el éxito del resto de la reforma. Tiene altos costos
para el funcionamiento del sistema empresarial, y en correspondencia, para todos
los ciudadanos. No se puede evadir o seguir postergando más tiempo. Por eso
todos debemos estar contentos con la nota que oficialmente anuncia que ya está
decidido un cronograma de implementación para la reforma
monetaria.
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