Mariela Castro y el Chef argentino de Cuba Libre Guillermo Pernot, con Malcolm Lazin de Equality Forum (sentado) y el marido de Castro, Paolo Titolo, tomando fotos a la izquierda (foto Philly.com). |
Después de visitar la semana pasada como parte de sus "vacaciones" en Filadelfia la Campana de la Libertad, Mariela Castro desayunó el domingo en Cuba Libre. Pero una web cubanoamericana sugiere que este Cuba Libre, como se dice del famoso trago de ron y Coca-Cola, es de mentiritas.
El sitio de noticias de la ciudad cuna de la independencia de las 13 colonias Philly.com reporta que la hija de Raúl Castro, junto con su esposo italiano Paolo Titolo y un montón de agentes de seguridad asistieron al “brunch” (desayuno con transferencia para almuerzo) del restaurante Cuba Libre en la parte histórica de Filadelfia.
La web cubanoamericana Babalú resalta la ironía de que “la princesa” visite un establecimiento cuyo nombre supuestamente celebra a una Cuba en libertad.
Agrega que el propietario no es cubano, pero sí un genio del mercadeo. Abrió Cuba Libre en la década del 2000 y su éxito le ha permitido ramificarse a a Atlantic City, Washington DC y Orlando, pese a ofrecer un menú cuyos precios –dice el autor, Carlos Eire—“provocarían una embolia a los antiguos parroquianos de los restaurantes Versailles o La Carreta” de Miami.
La página web de Cuba Libre precisa que el Chef del restaurante, Guillermo Pernot, creador de un estilo llamado neocubano, es argentino y está casado con una cubana.
Asegurando que al hombre la libertad de Cuba le importa un $$, Eire dice haber estado presente una noche de 2003 cuando se comprometió a ofrecer bebidas gratis para todos cada vez que Fidel Castro "se muriera”.
El colaborador de Babalú comenta que, al parecer, a Castro Espín y su séquito no se les informó de aquella movida publicitaria, para que los principios de la publicidad pudieran seguir cantando victoria el pasado fin de semana.
El sitio de noticias de la ciudad cuna de la independencia de las 13 colonias Philly.com reporta que la hija de Raúl Castro, junto con su esposo italiano Paolo Titolo y un montón de agentes de seguridad asistieron al “brunch” (desayuno con transferencia para almuerzo) del restaurante Cuba Libre en la parte histórica de Filadelfia.
La web cubanoamericana Babalú resalta la ironía de que “la princesa” visite un establecimiento cuyo nombre supuestamente celebra a una Cuba en libertad.
Agrega que el propietario no es cubano, pero sí un genio del mercadeo. Abrió Cuba Libre en la década del 2000 y su éxito le ha permitido ramificarse a a Atlantic City, Washington DC y Orlando, pese a ofrecer un menú cuyos precios –dice el autor, Carlos Eire—“provocarían una embolia a los antiguos parroquianos de los restaurantes Versailles o La Carreta” de Miami.
La página web de Cuba Libre precisa que el Chef del restaurante, Guillermo Pernot, creador de un estilo llamado neocubano, es argentino y está casado con una cubana.
Asegurando que al hombre la libertad de Cuba le importa un $$, Eire dice haber estado presente una noche de 2003 cuando se comprometió a ofrecer bebidas gratis para todos cada vez que Fidel Castro "se muriera”.
El colaborador de Babalú comenta que, al parecer, a Castro Espín y su séquito no se les informó de aquella movida publicitaria, para que los principios de la publicidad pudieran seguir cantando victoria el pasado fin de semana.
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