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Central Ramon Lopez-Peña/ EcuRed
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Yosvani Anzardo Hernández
San Germán, Cuba – www.PayoLibre.com – Los obreros del central azucarero
López-Peña en el municipio Báguanos, Holguín, se niegan a trabajar.
Exigen mejoras salariales, equipos de protección, ropa y zapatos, pues
muchos de ellos han trabajado descalzos.
El central no hizo zafra este año y aseguran que tampoco trabajará el
próximo año pues la industria está siendo saqueada por los vendedores de
materia prima.
Los obreros entrevistados aseguran ser comunistas, pero no pueden
continuar trabajando como si fueran esclavos del siglo XVII.
Manuel Valdez, operador de centrifuga, dijo: "en el siglo XIX, los
esclavos en Cuba tenían un bohío donde vivían con sus familias, criaban
cerdos y gallinas, cultivaban un conuco, les daban los harapos con los
que vestían, les entregaban 3 kilogramos diarios de tasajo y arroz y
hasta tenían un matasano para curarlos, pues era necesario que
estuvieran fuertes para el trabajo. En el siglo XX, los nuevos esclavos
recibían además un salario en papeles sin valor para que los gastaran en
las tiendas del esclavista. La esclavitud de hoy es la peor de todas las
que ha sufrido esta tierra".
De cualquier manera, el gobierno local los culpa de ser los responsables
de la destrucción paulatina de la industria y de la mala situación en
general.
San Germán, Cuba – www.PayoLibre.com – Los obreros del central azucarero
López-Peña en el municipio Báguanos, Holguín, se niegan a trabajar.
Exigen mejoras salariales, equipos de protección, ropa y zapatos, pues
muchos de ellos han trabajado descalzos.
El central no hizo zafra este año y aseguran que tampoco trabajará el
próximo año pues la industria está siendo saqueada por los vendedores de
materia prima.
Los obreros entrevistados aseguran ser comunistas, pero no pueden
continuar trabajando como si fueran esclavos del siglo XVII.
Manuel Valdez, operador de centrifuga, dijo: "en el siglo XIX, los
esclavos en Cuba tenían un bohío donde vivían con sus familias, criaban
cerdos y gallinas, cultivaban un conuco, les daban los harapos con los
que vestían, les entregaban 3 kilogramos diarios de tasajo y arroz y
hasta tenían un matasano para curarlos, pues era necesario que
estuvieran fuertes para el trabajo. En el siglo XX, los nuevos esclavos
recibían además un salario en papeles sin valor para que los gastaran en
las tiendas del esclavista. La esclavitud de hoy es la peor de todas las
que ha sufrido esta tierra".
De cualquier manera, el gobierno local los culpa de ser los responsables
de la destrucción paulatina de la industria y de la mala situación en
general.
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