viernes, abril 12, 2013

Emilio Ichikawa » CUBA-EEUU: La colaboración discreta (“under the radar”)

Emilio Ichikawa 
 
El periodista y reportero Paul Haven ha escrito para AP un artículo que habla de la “colaboración discreta” o por debajo del radar (“under the radar”) que sin importar el diferendo político se desarrolla entre Cuba y los EEUU. ¿Quiénes son los protagonistas de dicha “colaboración discreta”? El propio Haven lo dice en su texto: “agentes de la ley, científicos, rescatistas, y otros expertos”. ¿Qué tienen en común estos sujetos de la “colaboración discreta” enlistados por Haven?: Pues que dominan una técnica, una especialidad, oficio, profesión o habilidad específica donde se da la relación, y que por tanto pospone y condiciona la aparición de lo político en el intercambio.
Siguiendo los términos de Haven, así como se habla de una “colaboración discreta” podría hablarse también de una “colaboración impúdica”. Es decir, igual que existe entre profesionales y expertos un diálogo de hecho, hay también un diálogo de iure; “profesionales del diálogo” cuya especialidad no es otra que producir retórica (a favor y en contra) del mismo diálogo. Pocas cosas han hecho tanto daño a las relaciones entre Cuba y EEUU que esos empleados del intercambio abstracto que proceden del ámbito de la llamada Cubanología; cuando no de la diplomacia y la agentura. Mientras en la “colaboración discreta” el diálogo aparece a posteriori, como resultado de la “admiración” que propicia la práctica conjunta de la especialidad, en la “colaboración impúdica” el diálogo se reduce a una pose, a un artificio.
Paul Haven no refiere en su artículo los viajes de cubanólogos de LASA o el ICAP que se maquillan de diálogo; él habla con precisión de “interacciones de nivel técnico”. No se trata de convertir a las Universidades e Institutos en PACs (Political Action Committee) para mejorar las relaciones Cuba-EEUU, sino de habilitar un real intercambio científico-cultural que lleve, implícita y naturalmente, a la génesis de un nivel donde luego podría gestarse una confraternización política. O no.
En su artículo “Discretamente, Cuba y EEUU cooperan con frecuencia” Haven refiere intercambios de alto nivel profesional (mutuamente ventajosos) en el campo de la meteorología, navegación, medio ambiente y energía; pero igual puede hablarse de cooperación real y posible en el manejo de especies invasoras, controles de vuelo, artes gráficas, arquitectura, etc. Es decir, en ese espectro de profesiones que asocian una arista política, pero donde no es la política el contenido o habilidad primaria en oferta.
A los ejemplos concretos de “colaboración discreta” citados por Paul Haven vale la pena agregar la reciente visita a Iowa y Nebraska de una profesora de Derecho Agrario de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana con vistas a implementar intercambios docentes en la especialidad. En el Agricultural Law Center y la Law School de Drake University la especialista concretó la introducción de cursos de Derecho Agrario en Cuba como parte del currículo de asignaturas en oferta en las instituciones visitadas, lo que se viene a sumar a un Doctorado en Derecho Agrario en Cuba que termina un profesor de Nebraska.
Junto a este tipo de “visita técnica” de especialistas cubanos a instituciones universitarias de EEUU, se dan otras de mayor ansiedad donde la política se pone por delante y no, como debe ser cuando de intercambio académico se trata (en sentido estricto), en un estatuto subordinado a la disciplina. Yoani Sánchez no visitó universidades norteamericanas en calidad de Filóloga sino ante todo como luchadora por la libertad y la democracia en Cuba; más o menos ese carácter tendrá la presencia hoy en la mañana (10:00 AM) de Rosa María Payá en el ICCAS de la Universidad de Miami. Payá es Física de profesión (como Héctor Maseda y Andrei Sajarov). Los Físicos suelen ser naturalmente “cosmovisivos”, no hay que alentarlos a dejar sus fórmulas y sus laboratorios para que hablen de la sociedad porque su estilo de pensamiento les lleva naturalmente a ese tipo de problemática. En el caso de Rosa María Payá el entrenamiento y su inteligencia personal le permitirían desenvolverse en el nivel académico y filtrar desde ahí su advertencia y hasta su denuncia política si lo estima conveniente. Es un camino más discreto, menos popular, pero más duradero
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-IMAGEN: Karoll William

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