Por Wilfredo Cancio Isla
El gobierno cubano canceló oficialmente las operaciones del poderoso Grupo Tokmakjian, una de las mayores empresas extranjeras que operó por los últimos 25 años en la isla.
Una resolución del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera -publicada en la Gaceta Oficial- indicó que decidió revocar la licencia del conglomerado canadiense por ser presentada extemporáneamente la renovación, el pasado 8 de marzo, y por violaciones incurridas en sus actividades comerciales en territorio cubano.
"En el proceso de análisis de la solicitud formulada por la citada entidad se ha concluido desestimar la misma, al haberse comprobado la realización, en el territorio nacional por la sucursal de esta y sus directivos, de actividades que no se corresponden con las autorizadas por la Licencia que oportunamente le fuera otorgada, las que resultan contrarias a los principios y ética que deben caracterizar la actividad comercial y contravienen el ordenamiento jurídico cubano", indica el decreto ministerial, divulgado el pasado 18 de abril.
El documento es la primera declaración oficial del gobierno cubano sobre el escándalo de corrupción que desembocó en el cierre de las oficinas de la compañía en La Habana, así como en el arresto de su principal ejecutivo, el empresario canadiense Cy Tokmakjian, a finales del 2011.
Enmarañada trama de corrupción
En septiembre del 2011, agentes de la Seguridad del Estado ocuparon y sellaron los locales de la firma en el cuarto piso del edificio Barcelona del Miramar Trade Center de la Habana. Tokmakjian fue detenido y permanece desde entonces bajo cuestodia de las autoridades cubanas mientras se investiga una enmarañada trama de corrupción y actividades ilícitas.
La medida fue acompañada entonces por una comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Consejo de Estado, enviada a las empresas cubanas, para que detuvieran todas sus operaciones comerciales con el Grupo Tokmakjian.
Pero hasta el momento no se había hecho un anuncio oficial sobre el asunto por parte de las autoridades cubanas. Tokmakjian, de 71 años, permanece aún bajo arresto, sin que se le hayan formulado cargos.
Inicialmente estuvo detenido en una casa de seguridad en La Habana, pero a comienzos del pasado año fue trasladado a la prisión de La Condesa, destinada a extranjeros.
A mediados del pasado año, un alto ejecutivo de la compañía reveló que el gobierno cubano les había permitido reiniciar ciertas operaciones en Cuba. El Grupo Tokmakjian había renovado su licencia ante los registros de la Cámara de Comercio de Cuba en mayo del 2010, un año antes de estallar la investigación gubernamental sobre sus transacciones.
Pero el decreto firmado a comienzos de este mes por Rodrigo Malmierca, ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, marca el portazo final a la presencia de la corporación canadiense en la isla.
Millonarias operaciones
Radicado en Ontario, el Grupo Takmakjian era la segunda empresa extranjera con mayores operaciones comerciales en Cuba después de Sherritt International. Facturaba anualmente unos $80 millones de dólares en ventas de equipamiento para la construcción y la minería.
La compañía era además la distribuidora exclusiva de Hyundai en Cuba y estaba asociada con otras dos empresas para el remplazo de motores de equipos de transporte de la era soviética.
Las autoridades cubanas tienen también bajo arresto a un segundo empresario canadiense, Sarkis Yacoubian, presidente de Tri-Star Caribbean, desde julio del 2011. La firma de Yacoubian era considerada la competencia más fuerte del Grupo Tokmakjian, y realizaba negocios con numerosos organismos y empresas estatales cubanas en los sectores de la construcción, la minería y la salud pública.
Las autoridades cubanas tienen también bajo arresto a un segundo empresario canadiense, Sarkis Yacoubian, presidente de Tri-Star Caribbean, desde julio del 2011. La firma de Yacoubian era considerada la competencia más fuerte del Grupo Tokmakjian, y realizaba negocios con numerosos organismos y empresas estatales cubanas en los sectores de la construcción, la minería y la salud pública.
Ambos empresarios -de origen armenio- comenzaron juntos sus negocios en Cuba y luego decidieron seperarse. Tokmakjian firmó su primer contrato con el gobierno cubano en 1988.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá señaló que conoce la situación de los dos emporesarios retenidos en Cuba y que sus respectivos casos están siendo monitoreados.
Versiones extraoficiales consideran que la investigación sobre las empresas canadienses es de gran envergadura, pues vinculó a numerosos ministros y funcionarios de alto nivel, así como a un tercer empresario británico de origen libanés, Amado Fakhre, ejecutivo de la firma Coral Capital Group Ltd, todos aparentemente asociados a transacciones ilegales en la expansión de la industria de níquel y cobalto en el oriente de Cuba.
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