martes, febrero 05, 2013

Castro y la “Democracia” en América Latina

Raúl Castro -ausente durante muchas décadas de la conducción hemisférica- entró por la puerta grande al asumir en Chile la Presidencia de CELAC. Chávez, desde su lecho de paciente en Cuba, envió con Maduro y Jaua una carta dirigida a los Mandatarios de la Región en la que resalta el giro histórico de esta nueva etapa de la integración Continental, dándole la bienvenida al nuevo “facilitador” de la Unidad Latinoamericana.
Esta nueva realidad acabará con los logros alcanzados por los demócratas de la región, quienes con perseverancia y valentía enfrentaron a los regímenes totalitarios de derecha y de izquierda, y lograron visualizar una unidad Latinoamericana de Naciones dispuesta a luchar contra el despotismo en el fortalecimiento de la democracia representativa, de la promoción de los derechos humanos, de la reafirmación de la libertad y de la instauración de la Justicia Social Nacional e Internacional.
Los Gobiernos democráticos de Venezuela estuvieron a la vanguardia para elevar una nueva arquitectura democrática en la región, en rechazo a dictaduras como la de Trujillo, Somoza, Stroessner, Pinochet, pero al mismo tiempo un freno a la exportación de las guerrillas que Fidel Castro y el Che Guevara pretendieron imponer.
Los Gobiernos de Rafael Caldera, Carlos Andrés Perez, Luis Herrera Campins lograron sumar el apoyo de Gobiernos Europeos y Fundaciones democráticas en contra del auge de las dictaduras de todo tipo, mientras que a nivel sub-regional, se auspició el Grupo Contadora, origen de la CELAC para encontrar respuestas pacificas y tolerantes en Centro América
Ello llevo a que se consolidaran dos pilares. El aporte de Arístides Calvani fructifico en institucionalizar años más tarde, la Carta Democrática Interamericana en la OEA, o las Cláusulas Democráticas como la de MERCOSUR. Al mismo tiempo se abrieron las posibilidades para que la sociedad civil y las ONGs acudieran a instancias como la Corte Interamericana de Derechos Humanos para reafirmar la libertad en nuestros países.
El segundo pilar fue el de los compromisos sociales, que a través de UNCTAD y el G77 propicio Manuel Perez Guerrero. La opción preferencial por los pobres coadyuvó a que en la región y en el Mundo años mas tarde, 192 Jefes de Estado en la ONU suscribieran las Metas del Milenio, para enfrentar los problemas mas angustiosos de los pobres como salud, vivienda, educación.
Hoy, todo ese patrimonio de democracia, de libertades y de compromisos solidarios, quedan bajo la tutela de Cuba, que logro sobrevivir al colapso de las “Democracias Populares” tras su fracaso en Europa del Este, para tratar de desarticular la integración a través de las votaciones automáticas del ALBA. Muy triste el pronostico. 

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