Raúl Castro -ausente durante muchas décadas de la conducción
hemisférica- entró por la puerta grande al asumir en Chile la
Presidencia de CELAC. Chávez, desde su lecho de paciente en Cuba, envió
con Maduro y Jaua una carta dirigida a los Mandatarios de la Región en
la que resalta el giro histórico de esta nueva etapa de la integración
Continental, dándole la bienvenida al nuevo “facilitador” de la Unidad
Latinoamericana.
Esta nueva realidad acabará con los logros alcanzados por los
demócratas de la región, quienes con perseverancia y valentía
enfrentaron a los regímenes totalitarios de derecha y de izquierda, y
lograron visualizar una unidad Latinoamericana de Naciones dispuesta a
luchar contra el despotismo en el fortalecimiento de la democracia
representativa, de la promoción de los derechos humanos, de la
reafirmación de la libertad y de la instauración de la Justicia Social
Nacional e Internacional.
Los Gobiernos democráticos de Venezuela estuvieron a la vanguardia
para elevar una nueva arquitectura democrática en la región, en rechazo a
dictaduras como la de Trujillo, Somoza, Stroessner, Pinochet, pero al
mismo tiempo un freno a la exportación de las guerrillas que Fidel
Castro y el Che Guevara pretendieron imponer.
Los Gobiernos de Rafael Caldera, Carlos Andrés Perez, Luis Herrera
Campins lograron sumar el apoyo de Gobiernos Europeos y Fundaciones
democráticas en contra del auge de las dictaduras de todo tipo, mientras
que a nivel sub-regional, se auspició el Grupo Contadora, origen de la
CELAC para encontrar respuestas pacificas y tolerantes en Centro América
Ello llevo a que se consolidaran dos pilares. El aporte de Arístides
Calvani fructifico en institucionalizar años más tarde, la Carta
Democrática Interamericana en la OEA, o las Cláusulas Democráticas como
la de MERCOSUR. Al mismo tiempo se abrieron las posibilidades para que
la sociedad civil y las ONGs acudieran a instancias como la Corte
Interamericana de Derechos Humanos para reafirmar la libertad en
nuestros países.
El segundo pilar fue el de los compromisos sociales, que a través de
UNCTAD y el G77 propicio Manuel Perez Guerrero. La opción preferencial
por los pobres coadyuvó a que en la región y en el Mundo años mas tarde,
192 Jefes de Estado en la ONU suscribieran las Metas del Milenio, para
enfrentar los problemas mas angustiosos de los pobres como salud,
vivienda, educación.
Hoy, todo ese patrimonio de democracia, de libertades y de
compromisos solidarios, quedan bajo la tutela de Cuba, que logro
sobrevivir al colapso de las “Democracias Populares” tras su fracaso en
Europa del Este, para tratar de desarticular la integración a través de
las votaciones automáticas del ALBA. Muy triste el pronostico.
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