Microsiervos
Jack Munro
asegura que la sangre de las vacas puede aprovecharse para construir
ladrillos, de forma similar a como se hace con las construcciones de
adobe en las que los ladrillos están hechos con barro, mezcla de arena y
agua sacada al sol.
Esto es un poco de casquería, pero es una forma ingeniosa de
aprovechar la sangre de la vaca que de otro modo es un desecho. Y cada
vaca contiene unos 30 litros de sangre.
La mezcla de arena y de sangre de vaca se calienta durante una hora a
160 grados y --según Munro-- resulta en "ladrillos resistentes al agua y
válidos para la construcción [...] adecuados para lugares con climas
áridos, donde se tiene una gran cantidad de vacas y un montón de arena,
pero donde no sobra el agua."
Vía Dvice.
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