Nuevo Herald/ JORGE EBRO
elnuevoherald.com |
Nada le ha llegado fácil en la vida a Inocente Fiss, pero de cuando en cuando se le abre alguna oportunidad como la que se le presenta el 17 de noviembre. Esa noche el cubano (15-0, 9 KO) combatirá por un título interino de la Asociación mundial (AMB) en las 154 libras contra Robert García.
El llamado “Lucero Espirituano” ha venido volando por debajo del radar con varias peleas fuera de EEUU, pero en esa fecha tendría su primer gran momento si logra salir airoso en el Cosmopolitan Hotel and Casino, en Las Vegas.
En medio de un entrenamiento, Fiss hizo un alto para conversar con El Nuevo Herald sobre su carrera, pero sobre todo, de esa vida que ahora le envía un pedazo de esperanza disfrazada de pelea.
Esta es una gran oportunidad para ti. Pocos esperaban que fueras por un título interino.
“Me he sacrificado mucho y creo que hacía tiempo me merecía algo así. No ha sido fácil estar lejos de mi familia, abandonar mi país. La soledad puede ser un rival enorme. Entonces, ya era hora. Esta oportunidad no la voy a desaprovechar. Voy a ganar sea como sea y cueste lo que cueste’’.
¿Has visto algo de tu rival?
“He visto un video, se ve un púgil fuerte, que viene para adelante. Pero creo que mi técnica es superior y confío en que venceré’’.
¿Cuándo hablas con tu familia en Cuba, ¿qué te dicen?
“Mi familia es muy unida, lo más grande que me ha dado la vida. Siempre me están dando los mejores consejos, como si temieran que me fuera a meter en problemas. Cuando supieron que se me había dado esta pelea se pusieron muy contentos. Por supuesto, ellos quieren que salga vencedor. Si gano yo, también ganan ellos. Esos pensamientos positivos, es como si cruzaran las 90 millas y me impulsaran hacia adelante’’.
En Cuba eras conocido, ¿por qué viniste a Miami?
“Desde niño nada fue fácil para mí. Siempre me tocó lo más difícil. Cuando llegué al equipo nacional con 18 años, pensé que tenía las puertas abiertas, pero no fue así. A pesar de que tuve buenos resultados muchas veces no contaban conmigo para las competencias importantes. Era como si me echaran a un lado. Una de las causas por las que estoy en este país es por las tantas decepciones en Cuba”.
Luego de varios años en Miami, ¿estás contento con tu carrera?
“En sentido general sí. En mis dos últimos dos años en la isla me alejé por completo del boxeo, de modo que me fue más difícil al principio retomar el entrenamiento en serio que las peleas mismas”.
Tú me hablas de la soledad con cierto dolor.
“Aquí estoy prácticamente solo, así que para vencer a la soledad entreno como un loco. Me pongo a correr, a tirar golpes, trato de cansarme mucho para no pensar en otras cosas, me enfoco en ayudar a mi familia. Intento canalizar ese dolor en energía, convertirlo en rabia de guerra. Algún día espero que todo cambie, pero por ahora esto es mi vida’’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario