domingo, septiembre 09, 2012

Los Klitschkos: “Al que Dios se lo dio, que San Pedro se lo bendiga”



Por Andrés Pascual
A mi no me gusta el estilo de los Klitschkos: parado, feo, pero nunca confundirlos con blancos fijos; son inteligentes en el ring y fuera también, que estos sí tienen títulos y doctorados de verdad.
La forma de pelear de los ucranianos responde al boxeo de la ex Unión Soviética, que se lo impusieron a Cuba con el resultado de que fue el país que más se afectó, porque perdió su estilo americano, bello, tradicional y de absoluto respeto que la reconocía como potencia del pugilismo profesional, a fin de cuentas, Stevenson era una palma real en el medio del ring y nadie habla, un poco más parado, desde la cintura hacia arriba, que los hermanos Veneno de la división completa de hoy, además, el oriental nunca supo boxearle a los contrarios de menos estatura pero decididos, que, no solo le ganaron cuando se presentó alguno así, sino que lucía tan ridículo y desconcertado que se podía confundir con la cobardía.
Ayer Vitali le ganó a Manuel Charr por nocao técnico en 4 rounds en Moscú, otro boxeador de menos estatura que muerde el polvo, esta vez fue una herida la causante de la detención del pleito, pero igual sirvió para que el perdedor se quitara una golpeadura de encima y no porque fuera un émulo de Locche, si aquello sigue, lo mataban, aunque hizo esfuerzos y llegó con un par de golpes más desorganizados que efectivos.
Hay un comentario contra las victorias de estos hermanos que linda con el ridículo y la mala idea: son aburridos…
No, son imbatibles y ninguna circunstancia devenida baja pasión puede llevar a demeritar a quienes han demolido a lo mejor de la división completa, que nunca han evitado el combate contra lo mejor salvo entre ellos.
¿Qué el negro americano no boxea? ¿Qué tienen la suerte de ser gigantes sin retraso mental? No es su culpa, ellos siempre están ahí para el que sea, además, siempre es bueno recordar que Lennoxx Lewis ganó “muy aburridamente” por su estatura más que por su boxeo y una herida contra uno de los hermanos lo salvó de la derrota, porque perdía aquella pelea, posiblemente, por nocao. Además, de forma extraña, decidió abandonar el deporte cuando se cernía la amenaza de tener que pelear contra ellos.
Observe estos datos de ambos pugilistas ex soviéticos:
VITALI KLITSCHKO: ha peleado 47 veces con 45 victorias, 41 nocaos propinados y 2 derrotas, ambas por fuera de combate. El promedio de anestesiados que tiene es de 87,2, entre los cinco mejores de todos los tiempos. Ha horizontalizado a 32 entre el 1ero y el 7mo round y a 10 desde el 8vo al límite.
WLADIMIR: 61 combates, 58 ganados con 51 nocaos, 3 perdidas, todas por fuera de combate y su promedio es de 83,6. Entre el primero y el séptimo ha anestesiado a 44 y a 6 desde el octavo hacia arriba.
Yo quisiera saber cómo es posible que haya gente que critique a boxeadores estilistas porque “huyen y no tiran” y hablen despectivamente de estos campeones que no solo son máquinas de tirar con poder en ambas manos, sino destructores sin cuento.
A mi no me gustan porque me pesa lo político en el rechazo que hago contra todo lo que huela a soviético o ex, pero de ahí a comer catibia, a no reconocerlos como fenómenos que, posiblemente, nunca van a perder y para que la oposición respire aliviada necesita que se retiren, va un buen trecho.
Estos tipos son una época en la división completa, que nunca fue pródiga en grandes boxeadores, son tan buenos como los mejores de la historia.

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