sábado, noviembre 12, 2011

Hoy Casamayor en su última oportunidad


Por Diego Morilla
ESPNdeportes.com


Las tormentas del desierto son silenciosas y suben su intensidad muy de a poco. Pero cuando alcanzan su punto máximo no hay quien las detenga. Y ese es el riesgo que enfrenta este sábado el ex múltiple campeón de origen cubano Joel Casamayor, en su combate ante Timothy Desert Storm Bradley por el título welter Jr. de la Organización Mundial de Boxeo en manos del invicto estadounidense, un peleador de modos calmados y caballerescos que siempre encuentra la manera de explotar las debilidades de sus rivales en el ring.
Casamayor viene acumulando debilidades sin pausa. Porque es que luego de varias oportunidades malogradas, y de algunas derrotas ante peleadores más jóvenes en sus apariciones recientes, Casamayor (38-5-1, 22 KOs) está comenzando a transitar el desagradable terreno de quien sabe que tiene que producir victorias impresionantes ante púgiles sobresalientes si es que espera mantener su sitial entre los mejores de su división, un puesto que ocupó con holgura hace años y que hoy se le escapa de las manos en medio de una debacle impulsada en parte por su disciplina en declive, uno de sus puntos problemáticos de siempre. Ahora mismo, Casamayor transita una parte resbalosa de su carrera, en la que un solo desliz más profundo de lo debido podría depositarlo en las lonas del retiro, para recibir el conteo completo.

Y ese desliz bien podría llegar este sábado cuando choque ante un Bradley (27-0, 11 KOs) inspirado y en el mejor momento de su carrera, buscando afianzarse hacia el futuro luego de las múltiples críticas recibidas por rechazar el desafío ante Amir Khan (que él mismo había pedido) y luego de haber cambiado repentinamente de manejador para pasarse a Top Rank. Si bien ambos tienen mucho que probar en este combate estelar, está claro que la bola está en la cancha de Casamayor, que puso la nota de color de la conferencia de prensa al ser el único púgil en toda la cartelera en tratar de transformar la ocasión en un evento de lucha libre con sus siempre explosivas actuaciones.
"Esta es la oportunidad de mi vida. La estoy tomando muy en serio", decía Bradley desde el podio, ante el silencio de Casamayor. "Digan lo que digan de Casamayor, yo no lo creo. El es uno de los grandes campeones, ha sido uno de los mejores del mundo, y viene a destruirme. No he tomado atajos en mi entrenamiento. He tenido muchas críticas en los medios de boxeo, pero ahora mismo estoy mejor que nunca. Pueden decir lo que quieran de mí, pero yo soy un ganador. Tengo record de 28-0 y el sabado va a ser 29-0 KOs", siguió Bradley, antes de ser interrumpido por los gritos de Casamayor diciendo "cállate, shut up", que fue en crescendo hasta llegar al enfrentamiento final para la foto, donde prosiguieron con el duelo de vociferaciones.
Si Casamayor puede o no respaldar esa actitud en el ring está por verse. Pero una cosa es cierta: al sonar de la campana final (si es que llega) de este atractivo choque de encrucijada, sabremos con mayor claridad qué es lo que le queda por delante a "Cepillo" Casamayor, un peleador de mucha entrega que siempre deja todo sobre el ring y que ahora enfrenta lo que, potencialmente, podría ser el comienzo de su proceso de retiro, o el inicio de una nueva racha de campeón en una división en la cual un hombre de su talento y su arrojo es siempre bienvenido.

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