Granma, el organo oficial de todo en el Castrismo, no se da por enterado de la tercera derrota consecutiva de Cuba en campeonatos mundiales de beisbol amateur, sino que delega, en un periodico de circulacion provincial el examen del ya reiterado fracaso.
Y es que la responsabilidad mayuscula no recae sobre un atribulado manager como Alfonso Urquiola, ni sobre los atletas que brindan en el terreno lo mejor de si. La permanente crisis del deporte nacional en Cuba es expresion de la crisis de un regimen que no solo destruye el pasatiempo nacional y la primera industria, sino tambien la familia cubana, las esperanzas y las prosperidad.
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