miércoles, agosto 10, 2011

Recordando a Fidel a proposito del articulo Jovenes y Emigracion de Mayra García Cardentey/ Espinaxiones

Cubano CUC
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO EL 1RO DE MAYO DE 1980
http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1980/esp/f010580e.html
Estas son las palabras OFICIALES de Fidel Castro que fueron censuradas por Kaos hace pocos minutos.
Por supuesto que hay muchos mas discursos y manifestaciones de marginacion, desprecio, actos de repudio incluyendo violencias verbales y fisicas y hasta los secuestros de hijos, esposas y otros familiares de los que han sido catalogados de desertores, vendepatrias, escorias, intolerancia, trabajos forzados durante muchas decadas y muchas cosas mas que al parecer Mayra parece obviar, ignorar o tapar debajo de la alfombra de las conveniencias y necesidades  Y AVARICIA  de dolares del actual mandatario designado por su hermano.
¡Ese es nuestro pueblo! Este pueblo que está aquí, este pueblo de trabajadores, de soldados (APLAUSOS); el pueblo internacionalista, el pueblo de los gloriosos combatientes de Angola y de Etiopía, el pueblo donde más de 100 000 soldados y reservistas de sus Fuerzas Armadas han cumplido ya misiones internacionalistas (APLAUSOS); el pueblo que cuando piden maestros para Nicaragua, ofrece 29 500. ¡Ese, ese es este pueblo, no los lumpens que quieren presentar como imagen del mismo, no la escoria que se alojó en la embajada de Perú! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Que se vayan!", "¡Abajo la escoria!", "¡Que se vayan todos los que no quieren trabajar!", "¡Pim, pom, fuera, abajo la gusanera!") Eso fue lo que más ofendió al pueblo.
Dicen que hay delincuentes, como si fuera un descubrimiento realmente, como si estuvieran asombrados de encontrar algunos delincuentes. ¿Pero quiénes creen que se introdujeron y alojaron en la embajada de Perú? ¿Que eran intelectuales, artistas o técnicos, ingenieros? ¿Qué creían, qué creían ellos que se había alojado allí? Creían que era propaganda de nosotros, creían que estábamos cometiendo una injusticia y estábamos llamando a los "pobrecitos disidentes", lumpen. Y ese fue el tipo de elemento que constituía la inmensa mayoría de los que se alojaron en la embajada de Perú. Claro, algunos de ellos llevaban familia, no vamos a decir que un niño sea un lumpen, es una desgracia que un niño sea hijo de un lumpen, es una terrible desgracia. Pero la inmensa mayoría de la gente que estaba allí era de ese tipo: lumpen.
¡Ese es nuestro pueblo! Este pueblo que está aquí, este pueblo de trabajadores, de soldados (APLAUSOS); el pueblo internacionalista, el pueblo de los gloriosos combatientes de Angola y de Etiopía, el pueblo donde más de 100 000 soldados y reservistas de sus Fuerzas Armadas han cumplido ya misiones internacionalistas (APLAUSOS); el pueblo que cuando piden maestros para Nicaragua, ofrece 29 500. ¡Ese, ese es este pueblo, no los lumpens que quieren presentar como imagen del mismo, no la escoria que se alojó en la embajada de Perú! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Que se vayan!", "¡Abajo la escoria!", "¡Que se vayan todos los que no quieren trabajar!", "¡Pim, pom, fuera, abajo la gusanera!") Eso fue lo que más ofendió al pueblo.
Aquellos polvos, ¡y otros polvos!, trajeron estos Iodos, y aquellos vientecitos trajeron estas tempestades. Y algo extraño que no pasaba en ninguna otra embajada, venían elementos maleantes, delincuentes, lumpen, que si iban a pedir allí la visa no se la daban ni locos. No les daban la visa. Cuando penetraban por la violencia, lanzando un camión o lanzando un ómnibus sobre la cerca, ah, entonces los recibían con todos los honores, los amparaban, los asilaban, les pagaban el pasaje y los recibían como héroes. Eso no podía traer otras consecuencias que estimular al lumpen a realizar esas actividades, no podía tener otro resultado.
Ese día se planteó cuál ha sido, es y será la política de la Revolución, una idea esencial nuestra, y es que la obra de una revolución y la construcción del socialismo es tarea de hombres y mujeres absolutamente libres y absolutamente voluntarios (APLAUSOS). Quien no tenga genes revolucionarios, quien no tenga sangre revolucionaria, quien no tenga una mente que se adapte a la idea de una revolución, quien no tenga un corazón que se adapte al esfuerzo y al heroísmo de una revolución, no lo necesitamos en nuestro país (EXCLAMACIONES DE: "¡Que se vayan!") y son en definitiva una parte insignificante del pueblo (un 10% de desterrados que aportan un 25% del ingreso de Cuba actualmente); porque lo que quieren ocultar los imperialistas, lo que les duele reconocer son algunas verdades; por ejemplo, que no hay revolución que tenga la fuerza de masas militantes que tiene la Revolución Cubana (APLAUSOS).
Dicen que hay delincuentes, como si fuera un descubrimiento realmente, como si estuvieran asombrados de encontrar algunos delincuentes. ¿Pero quiénes creen que se introdujeron y alojaron en la embajada de Perú? ¿Que eran intelectuales, artistas o técnicos, ingenieros? ¿Qué creían, qué creían ellos que se había alojado allí? Creían que era propaganda de nosotros, creían que estábamos cometiendo una injusticia y estábamos llamando a los "pobrecitos disidentes", lumpen. Y ese fue el tipo de elemento que constituía la inmensa mayoría de los que se alojaron en la embajada de Perú. Claro, algunos de ellos llevaban familia, no vamos a decir que un niño sea un lumpen, es una desgracia que un niño sea hijo de un lumpen, es una terrible desgracia. Pero la inmensa mayoría de la gente que estaba allí era de ese tipo: lumpen.
Algún flojito como dijo alguien (RISAS), algún descarado que estaba tapadito. Ustedes lo saben, los Comités saben eso bien, mejor que nadie, saben que alguna gente de esa se coló también, que por cierto, son los que producen más irritación, los simuladores.
Ahora, bueno, se abrió Mariel, y nosotros estamos cumpliendo estrictamente, rigurosamente, nuestra consigna: que todo el que desee marcharse para cualquier otro país donde lo reciban, que se marche (EXCLAMACIONES DE: "¡Que se vayan!"); y que la construcción del socialismo, la obra revolucionaria, es tarea de hombres y mujeres libres. No olvidarse de este principio, no olvidarse de este principio, que tiene un gigantesco valor moral (APLAUSOS).
Ahora, no le hemos dado salvoconducto y pasaporte solo al lumpenque se alojó en .la embajada, no. A todo lumpen que lo solicite, a todo el que lo solicite. Pero, claro, los lumpens dijeron: "¡Este es el día internacional del lumpen!" (RISAS) Cuando oyeron decir eso, pues muchos lumpensquieren su pasaporte y su salvoconducto. ¿Y qué vamos a hacer? ¿Por qué se lo vamos a negar? Como dice Granma, "sería injusto e inconstitucional".
Debemos convertir esta energía en una fuerza productiva. Nosotros debemos convertir esta fuerza tremenda, derivada de esta colosal batalla de masas, derivada de esta definición revolucionaria del pueblo, derivada de este odioque se ha expresado contra el vago, contra el parásito, contra el lumpen, contra el antisocial, también en una fuerza de conciencia, en un instrumento de la lucha por la exigencia, la lucha para superar las deficiencias y la lucha para vencer las dificultades. Esto es muy importante: si somos capaces de convertir esta increíble, gigantesca fuerza, en instrumento de la lucha contra nuestras propias deficiencias, en la lucha contra nuestras propias debilidades.
in demagogia, sin propósito de halagar, sino como expresión del más profundo, sincero y emocionado espíritu de justicia, me atrevo a decir que un pueblo como este merece un lugar en la historia, un lugar en la gloria. ¡Que un pueblo como este merece la victoria!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos! (EXCLAMACIONES DE: "¡Venceremos!")
http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1980/esp/f010580e.html

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