Por Andrés Pascual
[Cortesia del autor]
Yo no sé cómo es posible que la pelea de anoche en Atlantic City le haya podido dar argumentos a algunos cronistas para poner en tela de juicio el trabajo del cubano Erislandi Lara, porque “Williams tiró más golpes”.
Lara se presentó en New Jersey en excelente forma, con gran aire, con energía y voluntad que, de vez en cuando, se le pierden y luce sin ganas ni decisión, de ahí su carácter temperamental; pero, el del sábado fue su mejor momento, hasta hoy, en el profesionalismo.
Utilizando todo el ring, con la guardia decente del boxeador cubano de antaño, de manos arriba, frío y calculador, casi le dio un recital de boxeo a alguien que, hasta octubre del año pasado, estaba considerado entre los 5 mejores libra por libra del momento.
Lara, un peleador estiloso, rápido, de guardia parecida a la de Marvin Hagler, lamentablemente escasea de la pegada homicida con la que pueda decidir a su favor el rumbo al estrellato sin sobresaltos y el pleito que, como el que le quitaron contra Williams, pudiera dejar margen a dudas en la votación judicial. El cubano tiene que suplir la falta de pegada con la combinación, que es como se noquea en el profesionalismo y no con un golpe…
Aun así, para mí domino con golpes efectivos de zurda por lo menos 8 de los 12 rounds y, de los 4 restantes, uno lo apunté empate, el 10mo. Porque Williams ni llegó tanto ni tan efectivo.
Un magistrado anoto 114-114, otro 115-114 por Williams y el que estuvo mirando la película de Paul Newman, 116-111, también por el americano. Un atraco, ni más ni menos.
Paul Williams que no supo ni pudo neutralizar al guantanamero, fue incapaz de poner en orden, con su mayor estatura, la distancia entre ambos que le permitiera golpear con efectividad; en cambio Lara, más pequeño, reguló las acciones y mandó el combate estrellándole la zurda en el hocico todas la veces que quiso, que fueron bastante.
El Castigador esta “sentido” aun por el nocao que le dio Maravilla y, seguramente, no regresará al plano estelar: sin respuesta, ausente del combate, como blanco fijo del golpe de una mano que, si bien le ha entrado con facilidad otras veces, lo de anoche fue un virtual relajo.
Alguien dijo que, si perdía, Williams podría considerar el retiro, mejor que se vaya, porque una entrevista con otro que pegue más que Lara, que lo tuvo 2 veces al borde del nocao (2do. y 10mo) y no pudo rematarlo, concluye con el ex campeón gateando por la cuenta irremediable.
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