Era un matrimonio que tenía problemas de dinero y la crisis obligó a la mujer a prostituirse.
La esposa muy confundida le dice: - Pepe, ¡Pero yo no sé nada de eso!
Y él le dice:
- Cuando tengas alguna duda sólo me preguntas, estaré detrás del poste.
Así quedaron.
Llegó la primera noche y la mujer se vistió bien apretadita y escotadita, ella esperando en la esquina y el marido detrás del poste.
Llegó el primer cliente en un coche impresionante, se detiene donde está la mujer y ella se le acerca.
- ¿Cuánto?, le dice el cliente.
- Pues no sé, espéreme aquí. Y corre hasta el poste.
- Oye Carlos, ¿qué cuánto?
El marido dice:
- A ver, pues, dile que... a ver, trae buen coche... dile que 500 euros.
La señora regresa y le responde: - Que 500 euros.
Y él le dice: - No tengo 500 euros, solo traigo 100 euros.
Otra vez le dice la mujer:
- Espéreme.. y corre hasta donde está el marido.
- Carlos, que sólo trae 100 euros. Y le contesta el marido: - No, no, dile que entonces sólo sexo oral.
La mujer corre otra vez con el cliente y le dice: - Oiga, que sólo sexo oral. Responde él:
- Está bien, súbase.
Y el tipo comienza a bajarse la bragueta del pantalón... y saca aquello, y la mujer se queda sorprendida y exclama: -¡¡¡WWOOOOOOOWWWWW!!!
- Espéreme aquí, ahora vengo.
Se baja del coche y corre hacia su marido y le dice:
- Coñoooo. No seas malo Pepe, ¡¡¡PRESTALE 400 EUROS!!!
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