CONTRA EL PINGALISMO CASTRISTA/ "Se que no existe el consuelo que no existe la anhelada tierrra de mis suenos ni la desgarrada vision de nuestros heroes. Pero te seguimos buscando, patria,..." - Reinaldo Arenas
miércoles, septiembre 30, 2009
CENSURA A LA VERDADERA ACCIÓN OPOSITORA
CENSURA A LA VERDADERA ACCIÓN OPOSITORA
Desde Cuba: Se reunen disidentes en los jardines del Hotel Nacional
Directivos del Partido Liberal de la Republica de Cuba e invitados protagonizan encuentro en el Hotel Nacional.
Este pasado jueves 24, un pequeño número de directivos del Partido liberal de la Republica de Cuba e invitados, se dieron cita, a plena luz del día, en los jardines del Hotel Nacional.
Encuentro que tendría como propósito, dirimir diferentes puntos de vistas, acerca de la propuesta participativa, que el PLRC promueve con vista a participar en las elecciones Municipales del cercano 2010.
Reunión que en sus postrimerías fue calificada de fructífera y exitosa por todos los participantes, los que manifestaron de forma uniforme la importancia indivisible que tiene estos encuentros, los que sirven como fuente de conocimiento, ante las dudas e interrogantes, que hoy por hoy albergan los cubanos a la hora de participar en el urdido proceso electoral.
Silvio Benítez Márquez.
A Nombre del Ejecutivo Nacional del PLRC.
Para los Punta Bravéenses este fue el aniversario de menos participación y mas deslucido de toda la historia de la organización Cederista CDR en esta localidad Habanera.
Esta organización con mas de media centuria de control y fisgoneo al servicio omnímodo del oráculo en Jefe, vetusto líder que hoy se ve imposibilitado de blandir banderitas y arengar discursos al lado de sus mas serviles compinches a la espera por la avenida de un nuevo advenimiento.
Que en esta ocasión paso desapercibidamente para una gran números de cubanos, entre ellos varios fanáticos y aduladores, que también están hartos de la miseria y la indigencia gubernamental, lastre de un estado cada vez mas fallido e insolvente, donde la apatía, el descontento, la disolución, y el deseo de cambiar se hizo notorio en toda la noche de velada, precisaron varias fuentes a la Presidencia del Partido Liberal de la Republica de Cuba de este hecho inédito.
Silvio Benítez Márquez.
Presidente del PLRC.
Los zares comunistas de Obama
David Horowitz con Glenn Beck acerca de los "zares" comunistas de Hussein Obama
OBAMA TRAICIONA A LA DISIDENCIA CUBANA
Por primera vez una administracion estadounidense no invita a la disidencia cubana. Con ello indican que reconocen al oficialismo como la sociedad civil cubana dandole un portazo a los luchadores por los derechos humanos y la democracia. La hipocresia de Obama e Hillary respecto a los derechos humanos y democraticos en la isla se ha puesto claramente en evidencia.
Continuaran mediante indicaciones y ordenes ejecutivas perforando el bloqueo en pleno respaldo al Castrismo, hasta que llegue el momento en que el Congreso no tenga que votar a favor de mantenerlo o levantarlo pues ya no habra nada prohibido.
martes, septiembre 29, 2009
Subsecretaria de Estado haciendo turismo politico en la isla
El asilo, la constitución y la democracia/ Comandante Hubert Matos
El asilo, la constitución y la democracia
Comandante Huber Matos/Cubanálisis-El Think-Tank
Cuando en la lucha contra la dictadura de Batista pude salvar mi vida en una embajada latinoamericana en La Habana, entendí la importancia de la solidaridad democrática, consagrada en este caso en el derecho de asilo a los perseguidos por una dictadura.
Habíamos sido los cubanos víctimas de un golpe de estado, tres meses antes de las elecciones. Aquel pedazo de tierra costarricense en suelo habanero, fue el refugio temporal de la que desde entonces se convertiría en la patria adoptiva de mi familia: la bella y democrática Costa Rica.
Jamás se nos ocurrió a los protegidos en aquella embajada, utilizar la sede tica como tribuna de denuncia contra la dictadura. Habría sido una provocación innecesaria, una falta de respeto a los amables y solidarios costarricenses. Habríamos cerrado la puerta del asilo político, que había salvado ya tantas vidas cubanas y luego continuaría protegiendo a muchos de aquella sanguinaria tiranía.
Vivimos nuevas y preocupantes realidades: Manuel Zelaya ingresó a Honduras, no a refugiarse en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, sino a usarla como una trinchera inexpugnable. Desde allí arenga a sus partidarios a tirarse a las calles a protestar, con el evidente propósito de provocar la violencia.
Simultáneamente el gobierno brasileño solicitó que la seguridad de su sede en Honduras fuese considerada en el Consejo de Seguridad de la ONU. Además, el presidente Lula aclara desafiante que Zelaya se quedará en su embajada el tiempo que sea necesario. ¿Es muestra del compromiso militante de Lula con la democracia Latinoamericana? Si es así, esperamos que retire cuanto antes su embajador en La Habana, hasta que en nuestro país se celebren elecciones democráticas.
Si algo similar hubiéramos hecho en la embajada de Costa Rica en La Habana, con o sin el apoyo del presidente José Figueres, los esbirros batistianos hubieran asaltado la sede costarricense y asesinado a todos los allí refugiados. Con suerte el embajador tico hubiera sido arrastrado al aeropuerto y embarcado en el primer avión a cualquier parte.
Este “subversivo” uso de una sede diplomática es parte de un problema más grave. La dirigencia política Latinoamericana parece haber confundido la necesidad de afianzar la legitimidad democrática en Honduras con la restitución de Manuel Zelaya, aunque con esta condición, tengan los hondureños que violar su propia constitución y en consecuencia deslegitimar la práctica democrática.
Quien violó la Constitución hondureña fue su propio presidente, Manuel Zelaya. No solo la violó repetidamente, sino que irrespetó a las autoridades judiciales encargadas de que su espíritu y su letra se respetaran. Varias veces se le comunicó oficialmente al presidente de sus graves e insistentes faltas. Más que terquedad era evidente que quería provocar un abrupto y espectacular desenlace. Lo logró con una orden legal de arresto y luego en un escenario internacional completamente favorable.
Su deportación a Costa Rica, irrespetando su derecho al debido proceso no se puede defender. Ningún ciudadano en una democracia puede ser privado de tal procedimiento legal. Ni el acusado de robo, el de asesinato o el de violador constitucional.
Un golpe de estado no debe quedar impune en ninguna parte del mundo: ni los que nacen en los cuarteles, ni aquellos que desde el poder y en nombre de la democracia, se llevan a efecto con el siniestro fin de destruirla. Quienes todavía con dolor recordamos los crímenes y torturas de amigos y compañeros de lucha asesinados por una dictadura, sabemos que la única alternativa para los pueblos son los derechos consagrados en una constitución, protegidos por la independencia de poderes y por las instituciones democráticas.
Podría alegar la OEA y los presidentes latinoamericanos, la necesidad de que Manuel Zelaya, por haber sido destituido, tuviera derecho a un juicio y hasta negociar alguna forma de verificación del proceso judicial. Pero ir más allá por la razón que sea, y acusar de golpe de estado militar lo que no fue así, e insistir en el regreso del verdadero golpista, deja fuera de transcendencia la verdadera y única solución a la crisis hondureña: las elecciones donde el pueblo decidirá constitucional y libremente, a quién quiere como presidente.
lunes, septiembre 28, 2009
Irán lanza un misil que alcanzaria a Israel y bases militares de EE UU
El Castro-chavismo en Honduras
Reproduzco el integramente el articulo Que se queden en Cuba que analiza la crisis hondurena. Nadie se refiere al tema como lo que es, una operacion de inteligencia y desestabilizacion de un pais que introduce clandestinamente bajo el amparo de la inmunidad diplomatica a un aspirante a dictador castro-chavista. Cuando duraria el asalto a una embajada en La Habana de un pais democratico si un opositor entrara en ella para declarar un gobierno de transicion?
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En Honduras, actualmente va ganando Hugo Chávez. La situación en el pequeño país centroamericano es hoy complicada, pero brutalmente simple: el chavismo ha conseguido infiltrar a Zelaya en el corazón de Honduras, justo lo que los hondureños evitaron en junio, cuando intuyeron con acierto qué pasaría si Zelaya permaneciese en el país: un ataque directo a la democracia y a la constitución apoyado en el uso de la violencia contra las instituciones y la sociedad civil. Zelaya y Chávez llevan amenazando meses con la guerra civil en Honduras. Hoy han avanzado en esa dirección.
Por eso resulta nauseabundo ver cómo los medios de comunicación occidentales compran toda la bazofia que les sirve la maquinaria propagandística de Chávez, que presenta a Zelaya acosado y medio muerto en la embajada de Lula. Lo cierto es que ocurre al revés: Zelaya está en permanente contacto con Chávez y otros conspiradores, ha montado su cuartel general y está viviendo a cuerpo de rey, como siempre en su vida ha hecho. De aislado, nada, porque tiene equipos de comunicaciones de última generación. De acosado, menos, porque habla con dirigentes que ni se le ponen al teléfono a Micheletti. Y de dormir en una litera de mala muerte, nos entra la risa sólo de pensar que muchos se creen lo que les sirven Chavez & Lula productions.
En verdad, la embajada de Brasil en Tegucigalpa se ha convertido en el cuartel general de la desestabilización en Honduras. Desde la sede diplomática, el chavismo-zelayismo organiza los disturbios mediante el uso de agitadores venezolanos y nicaragüenses y el pago millonario a piqueteros, sindicatos y trabajadores. Éstos recorren las calles cerrando, apedreando comercios y saqueándolos, cerrando escuelas y cortando carreteras. Las encuestas dicen que más del 80% de los hondureños están contra Zelaya, pero éste ha organizado un pequeño ejército de varios miles, pagado por los petrodólares de Chávez, y que a día de hoy está sembrando el terror en barrios enteros, atemorizando a la población, que no puede ni ir a trabajar ni a veces salir de casa ante el terror chavista-zelayista, versión del siglo XXI del terror rojo que aquí tan bien conocemos.
Ante una agresión directa y brutal, con ataques permanentes en las calles, el Gobierno hondureño no ha hecho nada de lo que debamos escandalizarnos. Con buen criterio –legal y legítimamente–, el Gobierno ha suspendido algunas garantías constitucionales, por una única razón: si deja vía libre a los encapuchados, éstos acabarán con las instituciones, la constitución y la democracia. Las almas tiernas podrán escandalizarse por las decisiones tomadas, pero de no actuar con determinación contra los esbirros chavistas, no habrá democracia por la que escandalizarse en el futuro. Zelaya y Chávez no quieren ni negociación ni acuerdo: quieren convertir Honduras en un protectorado de la dictadura venezolana. O lo tomas o lo dejas.
Desde la infiltración de Zelaya, Honduras vive una situación de emergencia en toda regla, de ataque directo y violento contra el orden constitucional, preparado, pagado y teledirigido por Lula, y Chávez desde Caracas. A ellos se suman Europa y el silencio cómplice de Obama. Si Honduras acaba inmersa en una guerra civil, nos acordaremos de todos ellos, por consentir la agresión contra este país.
Pero no se crean que somos ingenuos, porque sabemos qué está pasando: la izquierda mundial, por supuesto la española, prefiere un régimen totalitario en Honduras a un régimen democrático. De lo cual, por cierto, no nos extrañamos, porque siempre ha preferido la putrefacción comunista a los sistemas constitucionales. Hoy le toca a Honduras saborear las amargas simpatías colectivistas de nuestros dirigentes.
La diplomacia española actual ayuda a regímenes totalitarios a cumplir sus objetivos. A eso se dedica el Ministerio de Asuntos Exteriores, y de nada vale que algunos diplomáticos se lleven en la intimidad las manos a la cabeza ante la complicidad de Moratinos con déspotas y criminales varios. La retirada del embajador de Honduras, siguiendo indicaciones chavistas, fue un hecho repugnante desde el punto de vista democrático. Y las actuales amenazas de matón de Moratinos a Honduras aumentan el hedor de este asunto, sobre todo cuando el ministro se comporta como el correveidile de Chávez y Castro. Porque, para más escarnio, Moratinos anuncia que visitará Cuba el día 18 de octubre. Por si no quedaba claro con quien estamos y frente a quien.
Desde luego, entre defender la hedionda diplomacia española de Zapatero y Moratinos y defender la libertad, nosotros lo tenemos claro. Por nosotros, bien está que las autoridades legítimas hondureñas no dejen que el embajador regrese a Honduras. Que se quede con Moratinos. En Cuba. Y para siempre.Vietnamitas: Por Cuba estamos dispuestos a dar,....
Entrevista a Aldana en ¨Pronosticos y plazos incumplidos¨/ Yoani Sanchez
Por qué no se debe levantar el embargo ( 3 )/ Huber Matos Araluce
Huber Matos Araluce/ Cubanálisis-El Think-Tank
Antes de continuar el análisis sobre el tema del embargo es conveniente resumir algunas de las conclusiones que hemos alcanzado:
1) El embargo es un asunto entre cubanos. No es un instrumento político impuesto por Washington contra Cuba, como comúnmente piensan quienes no conocen la dinámica entre el exilio y la política estadounidense. Los cubanos exilados han logrado que el embargo se convierta en parte integral de la política de Washington hacia la dictadura de Fidel Castro.
2) La decadencia de la economía en Cuba no es producto del embargo. En Cuba, igual que en los países que formaron la URSS, la centralización de la economía condujo a la ineficiencia y la corrupción. En el caso cubano estas circunstancias se agravaron por el medio siglo de decisiones erráticas y arbitrarias de Fidel Castro.
3) Durante tres décadas (1960-90) se presentó una imagen de logros en Cuba que no eran otra cosa que el resultado de la subvención a la economía castrista por parte de la URSS, con el astronómico equivalente a 64,500 millones de dólares. Esos “logros” fueron explotados publicitariamente por el régimen, y difundidos por los medios de comunicación occidentales sin cuestionamientos.
4) El castrismo ha hecho negocios financieros con todas las potencias industriales del mundo (excluyendo a USA). Por haber excedido su capacidad de pago, y ante una declinante economía, se vio obligado a declarar una moratoria sobre sus deudas, aún cuando todavía recibía el subsidio soviético en 1986.
5) Antes del colapso de la URSS el régimen tenía recursos y mercados donde comprar medicinas y equipos médicos, tal y como el mismo Fidel Castro demostró, vanagloriándose del equipo médico avanzado que compraba a empresas europeas y japonesas. A partir del año 2000 algunas modificaciones al embargo permitieron la exportación de alimentos, equipo médico y medicinas de Estados Unidos a Cuba. Estados Unidos está hoy entre los principales proveedores del gobierno castrista.
6) Castro se enfrentó a Gorbachov y sus reformas, pero al desaparecer la URSS, en lugar de hacer cambios estructurales en la isla, lo que hizo fue asociarse con grandes empresas capitalistas, principalmente españolas, en el campo del turismo, y canadienses en la minería. El fin del mundo comunista dio la oportunidad a países como España y Canadá para hacer inversiones en la isla y controlar industrias estratégicas en Cuba.
7) Al llegar a la presidencia de Venezuela, Hugo Chávez se convirtió en el sustituto de ayuda exterior para el castrismo, tomando el papel de soporte que había tenido la URSS durante tres décadas, y evitando con miles de millones de dólares de subvención el colapso de la economía de la isla.
En consecuencia, mientras no se acepte el fracaso de la economía castrista como resultado de la estatización y centralización de toda la actividad económica en Cuba, sumados a los grandes errores en la conducción de Cuba por parte de Fidel Castro, el debate sobre el embargo y sobre Cuba estará viciado de subjetividad.
El embargo es el punto focal hacia el cual el castrismo ha tratado de dirigir toda la atención en su conflicto con los Estados Unidos. Fidel Castro ha necesitado siempre un enemigo contra quien combatir y un responsable a quien achacar sus propios fracasos.
De esto se desprende el argumento de que si el embargo se levantara unilateralmente el castrismo perdería su leitmotiv. No podría usar a los Estados Unidos como enemigo ni culpable. También se argumenta que el embargo ha fracasado porque no ha logrado el fin de la dictadura. Analizaremos estos argumentos.
Pero antes es oportuno explorar lo que han logrado en el terreno del respeto de los derechos humanos en Cuba las naciones que han practicado una política completamente contraria a la de Estados Unidos, es decir una política de amistad, cooperación y comercio con el gobierno cubano.
La política de amistad cooperación y comercio
Alemania, Francia, Italia, España, Inglaterra y muchas otras naciones han mantenido con la dictadura castrista una política de amistad, cooperación y comercio, al tiempo que claman por los derechos humanos y por la apertura política en Cuba. Si esas naciones hubieran logrado algún avance significativo en estos aspectos esa sería la política a seguir.
Lo interesante y útil de este caso es que no tenemos que jugar con escenarios virtuales sobre los resultados de la política de amistad y comercio o de su contraparte, el embargo. Ambas estrategias y sus consecuencias están documentadas. Por tanto, no debería haber espacio para la subjetividad o la demagogia. Lamentablemente, ambas características dominan y deforman el debate con verdades a medias o mentiras totales.
Exploremos los antecedentes. Hay gobiernos que negocian con el castrismo por puro beneficio comercial, sin ningún interés por cómo viven o sobreviven los cubanos. Otros han usado esa relación comercial y política para demostrar su independencia de los Estados Unidos. Incluso, como es el caso de España, le ha servido para complacer a un sector apasionadamente anti-estadounidense de su electorado.
Pero ninguno de estos gobiernos puede alegar ignorancia sobre los horrores del comunismo. En 1951 Hannah Arendt publicó: “Los orígenes del totalitarismo” y C. J. Friedrich y Z. Brzezinski: “La Dictadura Totalitaria y la Autocracia” en 1956. “Un día en la vida de Iván Denisovich” de Alexander Solzhenitsin, se publicó en 1962, diez años antes que su obra maestra, el “Archipiélago de Gulag.” Todas eran lecturas obligadas en las ciencias políticas de antes y después de los años sesenta.
En el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, en 1956, Nikita Khrushchev, en un discurso de 26 mil palabras, denunció las torturas, los crímenes y la persecución política de la era de Stalin. Ese mismo año, la revolución del pueblo húngaro fue aplastada por tropas y tanques soviéticos, y los trabajadores polacos escenificaron una revuelta contra el comunismo.
Los gobiernos amigos de Castro siempre supieron que estaban tratando con un individuo al mando de un partido único que, en su afán de alcanzar el comunismo vía la dictadura del proletariado, estaba dispuesto a justificar cualquier atrocidad. Sabían de los crímenes y atropellos que en nombre del comunismo se cometían en Cuba. Ignorantes no eran.
A pesar de su conocimiento de los hechos alegaron y alegan que el embargo norteamericano nada más perjudica al pueblo cubano y no conducía a cambios en la isla. La política de ellos si funcionaría.
Por muchos años España sugirió cambios en Cuba: fracasó totalmente. Aunque dicen que continúan intentándolo por medio de algo que llaman “diálogo constructivo”, y que según su canciller, Miguel Ángel Moratinos, siguen profundizando, deben estar ya muy cerca del centro de la Tierra. España ha hecho magníficos negocios en Cuba, pero la represión política se mantiene.
¿Qué han alcanzado los gobiernos amigos y socios del castrismo?
¿Han logrado avanzar el respeto a los derechos humano en Cuba? NO
¿Se acabaron la vigilancia, la represión, la intolerancia, la prisión contra periodistas y opositores pacíficos? NO
¿Hay medios de comunicación independientes en Cuba? NO
¿Hay partidos políticos independientes? NO
¿Pueden los cubanos entrar y salir libremente de Cuba? NO
¿Pueden escoger sus gobernantes? NO
Si la política contraria al embargo, después de medio siglo de amistad y comercio con la dictadura, no puede demostrar progreso en el campo de los derechos humanos: ¿con qué credibilidad puede alguien afirmar que el levantamiento unilateral del embargo tendrá resultados diferentes?
Por el contrario, lo que han hecho todos esos países es extenderle legitimidad a la dictadura. Esa estrategia es una forma velada, pero terriblemente efectiva, de asistirla en su represión contra el pueblo.
El régimen ha usado esas relaciones cordiales para demostrarle a los cubanos que sus atropellos no causan la más mínima solidaridad en las democracias occidentales.
Algo parecido a lo que sucede cuando un ciudadano honorable le brinda su amistad a un estafador: gana el delincuente y pierde la sociedad.
Como los que condenan el embargo no pueden presentar a su haber ningún avance democrático en Cuba, responden con la argucia de decir que el embargo tampoco ha logrado nada, que ha perjudicado la imagen del exilio cubano, justificado los atropellos del castrismo, y que sin él la dictadura ya habría cambiado.
Tal vez estén equivocados.
Aproximación a Cuba desde la Teoría del Caos ( I )/ Lázaro González
Aproximación a Cuba desde la Teoría del Caos ( I )
Lázaro González/ Cubanálisis-El Think-Tank
Luis Alberto Garcia en “Pas de quatre”, de Eduardo del Llano
Antes de avanzar es necesario hacer una acotación imprescindible: nuestro interés no es meramente teórico, sino un análisis muy práctico de las realidades cubanas.
I
Los sistemas sociales son extremadamente complejos y Cuba no es una excepción. En anteriores trabajos me réferi a la necesidad de reconsiderar el análisis de la sociedad cubana enfocada habitualmente como una caja negra, de la cual solo es posible conocer sus entradas y salidas, y no los procesos que ocurren en su interior y que transforman unas en otras, por un análisis proactivo que permita “blanquear” la caja negra, a fin de exponer los operadores de la misma.
Gracias a la publicación de "Chaos - Making a new science" [1987] por James Gleick, la denominada por unos como Teoría del Caos y por otros autores simplemente como “Caología”, comenzó a prestársele atención a los fundamentos metodológicos y analíticos de esta concepción postmoderna.
La posibilidad de pronosticar el comportamiento de sistemas extremadamente complejos, donde la inestabilidad y la incertidumbre son los parámetros normales de comportamiento, ejerce una fascinante atracción para investigadores y analistas. El comportamiento del clima mundial, los movimientos en las bolsas de valores, la circulación vial en las grandes metrópolis, el régimen oceánico, la predicción de terremotos y volcanes, entre muchísimos otros, son ejemplos de sistemas complejos que no pueden ser evaluados a la luz de un enfoque analítico lineal convencional.
En tal sentido, la “teoría del caos” nos proporciona una metodología de análisis de los sistemas complejos que se sustenta en las teorías de la Complejidad [atractor extraño de Edward Lorenz], y los Fractales [Benoit Mandelbrot, imagen].
Los sistemas sociales no han podido ser modelados mediante variables matemáticas, en tanto la sociedad humana se fundamenta en elasticidades no conmensurables en su integridad. Los intentos lineales y reduccionistas, entre otros, de un Karl Marx, por hallar el ADN social que determina el curso de las sociedades, misión imposible con los niveles de conocimiento de su época, han concluido todos en estrepitosos fracasos científicos o falacias político-ideológicas disfrazadas de teorías científicas, que han servido para justificar horrendos crímenes.
No obstante, es posible actualmente realizar una aproximación asintótica a la sociedad humana en tanto sistema complejo, siguiendo los instrumentos elásticos que nos facilitan la Teoría del Caos y los Fractales.
De manera simple, un fractal es una figura semi-geométrica que se estructura en partes semejantes, siendo cada una de ellas una copia de la original, pero a diferentes escalas menores. Es un término introducido por Mandelbrot en 1975, a partir de la iteración de una ecuación.
A nivel básico, un fractal debe cumplir con ciertos requisitos:
- · Estructura autosimilar, que muestra detalles a cualquier nivel de observacion
· Forma irregular, que lo hace muy difícil de representar en un contexto euclidiano
· Su dimensión de Hausdorff es mayor que su dimensión topológica
· Se define mediante un algoritmo recursivo
Fractales naturales son los copos de nieve, las cadenas montañosas, los conglomerados nubosos, las costas, las hojas de los árboles, la coliflor, el brócoli, los relámpagos y muchísimos más. Los sistemas naturales son, esencialmente, fractales, en tanto la sociedad humana arrastra aún en cierta medida la concepción lineal y determinista de la Revolución Industrial, aunque las complejidades de los procesos sociales no puedan ya ser explicados satisfactoriamente con esa lógica de pensamiento.
II
En el presente trabajo, realizaremos una aproximación a Cuba y al complejo fenómeno del castrismo a la luz de estos enfoques, en un intento de develar los operadores internos de la caja negra del castrismo.
Para ello, asumimos el enfoque propuesto por Ludwig von Bertalanffy para el análisis de sistemas complejos, considerando a la sociedad cubana como tal. Por consiguiente, al sistema “Cuba”, como a cualquier país, le son inherentes cualidades de organización y desorganización, que determinan las siguientes fases cíclicas:
· Estabilidad
· Desorganización
· Caos
· Reorganización
· Estabilidad.
Sin embargo, existe otra aproximación al caos en los procesos sociales. Cuando un grupo social o político se considera al margen del orden institucionalmente establecido, y se erige en rector y referencia social, política y/o ideológica, destruyendo los fundamentos cívicos de la sociedad, como ha habido ocasión de observar en Cuba y apreciar actualmente en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Honduras, entre otros; la sociedad se sumerge en la anarquía, muchas veces vistiendo ropaje seudo revolucionario y populista.
Los Castro, Chávez, Correa, Morales, y ahora el hacendado-revolucionario Zelaya, entre otros, basan sus doctrinas en la ridiculización del orden institucional y el estado de derecho, que entienden como el derecho de ellos a destruir todo el orden vigente y erigir el suyo propio, tal y como recomendara en su momento Vladimir Lenin.
En sentido general, un sistema logra existir en el tiempo gracias a la retroalimentación constante del mismo, en virtud de convertir las salidas de su caja negra en nuevas entradas. Este proceso de autorregulación conduce al sistema a lograr un estado de estabilidad, en tanto que todo sistema tiene un objetivo, y la retroalimentación permite conocer su posición respecto al mismo. El sistema, entonces, reacciona con medidas correctivas, para acercarlo lo más posible al objetivo determinado (perestroika, modelo chino, reformas húngaras, “rectificación”, período especial, entre otras).
De lo que se trata, por tanto, es de determinar cual es el objetivo del sistema social en cuestión, el cual determinara sus reacciones reguladoras.
Los sistemas sociales, y el castrismo en particular, no operan de diferente manera. El castrismo, en tanto sistema político de control y coerción social, que se reproduce sobre la base de perpetuar la pobreza estructural social en un dinámico, pero férreo, sistema piramidal de castas, tiene como objetivo central de su estabilidad la perdurabilidad en el poder, y hacia tal fin se dirigen todas las correcciones fundamentales del sistema.
Es conveniente destacar un conjunto de espacios o subsistemas claves, donde los sistemas sociales ejercen su actividad reguladora, y que son condiciones de su estabilidad:
1. Subsistema económico-productivo.
2. Subsistema de cohesión sico-social
3. Subsistema de normas y reglas de organización de la sociedad
4. Subsistema de valores, normas y reglas de comportamientos generales
5. Subsistema demográfico
6. Subsistema natural y ecológico
Mas adelante tendremos oportunidad de evaluar el comportamiento de estos subsistemas en Cuba, a los efectos de determinar en que fase del cíclico se encuentra el castrismo.
Por otra parte, todo sistema social se estructura en un ámbito geográfico acotado, imprimiéndole su huella a la gestión del mismo. Canadá y Suiza, países muy convincentemente desarrollados, despliegan sus actividades en escenarios naturales completamente distintos. El carácter insular de Cuba, sin grandes reservas hidrográficas y naturales, a excepción del níquel y las posibilidades petrolíferas, es un factor que deja su impronta en el sistema.
El sistema de dominio castrista se estructura siguiendo un algoritmo fractal desde la cúspide de la pirámide de castas hasta las más remotas periferias. Pareciera racional que el castrismo buscara la potenciación de todos sus estructuras y espacios geográficos, pero ese no es el objetivo del sistema.
Su objetivo es la perpetuidad del castrismo implantado en la Nación cubana, sustituyendo todos los espacios de civismo y derechos ciudadanos.
El castrismo se estructura en organizaciones fractales, que se reproducen desde el poder central hasta la localidad. El Partido Comunista de Cuba, los órganos de gobierno denominados del Poder Popular, organizaciones sociales y de masas que suplantan a la sociedad civil, como los Comités de Defensa de la Revolución, las federaciones estudiantiles, incluyendo a los niños menores; la Federación de Mujeres de Cuba, y los sindicatos, firmemente atados a la Central de Trabajadores de Cuba; constituyen típicas estructuras fractales, que tienen como única misión contribuir al objetivo supremo del castrismo.
Habría que añadir las organizaciones que cubren espacios particulares, pero altamente sensibles de la vida social, como las de los artistas, escritores, periodistas, economistas, innovadores, militares retirados, etc. Cada espacio cuenta con la correspondiente organización, e incluso algunas de ellas cuentan con secciones especializadas para atender las especificidades de cada sector.
Ninguna de estas organizaciones trabaja desde y para la sociedad civil cubana. Las mismas tienen su razón de ser en controlar y monopolizar todos los espacios sociales que pudieran introducir elementos de distorsión en el funcionamiento del sistema. Queda así establecido un férreo sistema de coerción y control de la sociedad que crea focos de poder y periferias subyugadas.
Los comités municipales del partido se subordinan a respectivos comités provinciales, pero la real cuota de poder pasa por los primeros secretarios a cada nivel. A su vez, en cada escalón de la estructura el partido se erige en el polo de poder, y convierte a todas las organizaciones locales en su periferia. Por su parte, los caciques de estas organizaciones, como son el presidente del órgano local de gobierno y el secretario de la CTC, construyen igualmente sus parcelas de poder y sus periferias subordinadas.
Examínese cada una de estas entidades, estructural y funcionalmente, y se comprobara que constituyen pilares sustantivos y auto-réplicas del castrismo. En un escenario donde perdiera el control sobre una de esas organizaciones, el castrismo se vería obligado a pagar un costo social y político de incalculables proporciones.
Una manifestación de estudiantes descendiendo por la escalinata de la Universidad de la Habana rumbo a la Plaza de la Revolución, o el sindicato de la construcción paralizando las construcciones de cierto polo turístico hasta no recibir garantías de salarios mínimos en correspondencia con la carestía del nivel de vida, no pueden ser permitidas, en tanto es el aleteo de una mariposa que puede provocar un maremoto social que desaparezca todo vestigio de castrismo en la sociedad. Lo saben muy bien, y actúan en consecuencia.
Las estructuras y el comportamiento fractal clásico constituyen uno de los pilares del castrismo: experiencias similares se están extendiendo en algunos países sudamericanos, en una típica auto-reproducción fractal castrista.
Cualquier input indeseado que entre a la caja negra castrista genera inmediatamente la corrección inmediata, en forma de represión, en ocasiones brutal, contra la disidencia, periodistas y sindicatos independientes. No importa si el individuo es un cuenta-propista o una anciana que vende cucuruchos de maní en el Parque de la Fraternidad. Un Juanes y un Bosé sufrieron igualmente, instantes antes de comenzar su concierto, severas advertencias y presiones.
No importan los nombres o cargos. Entre muchísimas otras personalidades, Felipe González y José María Aznar, siendo presidentes del gobierno de España, y desde diferentes posiciones políticas, conocieron de primera mano la implacable seriedad de la reacción castrista.
III
Los sistemas permanentemente estables no existen, o al menos no hay conocimiento de ellos. El castrismo, en tanto sistema social complejo, también experimenta sus propias desestabilizaciones, aunque no siempre sean visibles o convenientemente percibidas en medio de la obnubilación frecuente en los estudios cubanos.
Y es que el castrismo, en tanto sistema social, y a pesar de la firmeza y estabilidad que proclaman “Granma” y demás medios de propaganda social e ideológica, se estructura en relaciones de orden-desorden, estabilidad-caos.
Si la información caracteriza el nivel de orden del sistema, la entropía es medida de su desorden. Entonces, de lo que se trata, en términos de evaluar adecuadamente el sistema denominado castrismo, es de determinar las correlaciones información-entropía en el mismo, es decir, el grado de orden-desorden, a partir del examen de los distintos subsistemas que lo conforman.
Proyecto complejo, pero no imposible de ejecutar. Punto Cero y Punto Uno tendrían entonces la oportunidad de apreciar en toda su integridad el caos en que sobrevive su anacrónico sistema.
Muy pocos sistemas sociales en el mundo le prestan más atención y reaccionan más vigorosamente a estas dicotomías contradictorias que el castrismo.
En países donde el papel de las instituciones, el estado de derecho, y la sociedad civil, desempeñan rol de primer orden, los mecanismos correctores actúan estructuradamente. El castrismo, sustentado en el poder personal monocorde, y recibiendo constantemente señales desestabilizadoras desde todas direcciones, no puede permitirse un segundo de descanso, en tanto sus estructuras piramidales y fractales, autorizadas a operar dentro de parámetros bien estrictos, se paralizan al no recibir las coordenadas de actuación.
Ningún secretario de partido provincial, o el general jefe de una gran unidad militar, se desviarán un centímetro fuera de las rigurosas órdenes que les han impartido. Los miembros de la nomenklatura a todos los niveles, sea un ministro, alcalde de Jatibonico o administrador de agromercado en la Virgen del Camino, lo son en tanto condicionan su supervivencia a la lealtad al sistema.
Relaciones de convivencia, mutuamente convenientes en términos de supervivencia de los individuos, los grupos y el sistema; conformadas mediante el reiterativo e impositivo discurso, y reforzadas con las oportunas defenestraciones.
Cuando un general Arnaldo Ochoa, ayudado por sicotrópicos, acepta todos los cargos que le imputa el ventrílocuo Juan Escalona, y enfrenta erguido el pelotón de fusilamiento, lo hace firmemente convencido que estaba cumpliendo otra misión de su Comandante en Jefe y de la Revolución. Y es que en los casos extremos la lealtad al sistema tiene supremacía sobre la supervivencia.
En todo sistema, sea de índole social o natural, se verifica un aumento de la entropía, es decir, la tendencia al crecimiento de la desorganización e inestabilidad del sistema. Factores tanto internos como externos elevan la entropía de los sistemas y conspiran contra su estabilidad y organización.
Esta interacción desorganizadora es permanente a todo lo largo de la existencia de los sistemas, pudiendo llegar a alcanzar un punto o umbral critico, donde los mecanismos correctivos se hacen inoperantes o incapaces de autorregular al sistema en torno a su objetivo central.
El comportamiento teóricamente descrito es compatible con nuestro sistema de estudio que es el castrismo en tanto sistema social complejo, pero con peculiaridades sui generis que lo distinguen de la mayoría de los sistemas sociales.
Alcanzar o traspasar el punto crítico de estabilidad convierte al sistema en ineficiente, en tanto le es imposible autorregularse adecuadamente. ¿Habrá alcanzado el castrismo ese umbral?
Una primera lectura a los factores que le dan coherencia al sistema castrista permite afirmar que no solo ya ha alcanzado el punto crítico, sino que los factores desorganizantes del sistema sobrepasan las posibilidades de sus mecanismos correctivos.
Para que un sistema permanezca estable, entendido no como en reposo, sino como en equilibrio dinámico entre la entropía y la información [desorden versus orden], el sistema, y el castrismo en particular, deben mostrar una coherencia entre los diferentes espacios reductores de la entropía.
Estos espacios, como enunciamos al inicio del análisis, están conformados por los subsistemas económico-productivo, de cohesión sico-social, de normas y reglas de organización social, así como también por los valores y normas de conducta sociales, el factor demográfico, y el ámbito geográfico-ecológico de Cuba.
Especialistas en estudios cubanos han realizado meridianos estudios sobre algunos de ellos, pero aún quedan numerosos temas por cubrir sobre cada uno los factores reductores naturales de la entropía.
Una aproximación sintética a cada uno de ellos permite arribar a conclusiones preliminares sobre la eficacia funcional de estos estabilizadores. El autor, en tanto síntesis, expone solo aquellos elementos cruciales, en su opinión, sin perjuicio de otros muchos que sin lugar a dudas están presentes y desempeñan un rol en la dinámica del sistema.
1.- Espacios o subsistema económico-productivo:
· Planta industrial descapitalizada y obsoleta física y tecnológicamente
· Infraestructura arcaica y requerida de un mantenimiento y ampliación capital en su red vial, ferroviaria y portuaria.
· Mercados paralelos que no funcionan como plenos mercados [pesos convertibles, pesos cubanos], y que no se corresponden con las necesidades básicas acumuladas
· Doble circulación monetaria, que distorsiona los mercados y las cuentas nacionales, y no constituye un real estimulo al aumento de la eficiencia económica del sistema
· Sistemas salariales que no estimulan la eficiencia económica y que no permiten convertir las necesidades básicas en demandas concretas, lo que deprime las potencialidades del mercado
· Severas restricciones a la iniciativa privada, incluyendo el empleo de la tierra en un país que importa el 80% de una insuficiente canasta alimenticia
· Graves deformaciones estructurales de la economía, con alta incidencia en el sector externo, que impide el flujo de recursos financieros frescos
· Mecanismos intervencionistas y voluntaristas en la gestión de la economía, que conspiran contra la eficacia del sistema.
· Rígida, arcaica y voluntarista legislación comercial
2.- Espacios o subsistema de cohesión sico-social:
La cohesión sico-social de una sociedad se regula por la correlación satisfacción-insatisfacción de la población.
Que el autor conozca, lamentablemente no existen investigaciones cardinales en este tema central. Salvo los reportes hacia adentro que hace el Equipo de Opinión del Pueblo, cuyos resultados son privilegio exclusivo de la cúspide del poder, carecemos de elementos científicamente validados sobre el nivel de satisfacción-insatisfacción de la población.
No obstante, las carencias evidentes, los más de millón y medio de planteamientos en las asambleas convocadas para explorar la opinión de la población, el incremento sostenido de la emigración legal e ilegal, entre otros factores, permiten concluir que la relación satisfacción-insatisfacción es francamente desfavorable al castrismo.
3.- Espacios o subsistema de normas y reglas de organización de la sociedad:
Referidos a las normas, procedimientos, metodologías y cuerpo de leyes que regulan el funcionamiento de una sociedad y que se concretan en la figura del estado cubano.
Las normas y procedimientos administrativos del estado cubano son altamente centralizados, burocráticos, y no estimulan la iniciativa local de los diferentes escalones de gobierno y administración de empresas.
El sistema jurídico es un simple instrumento al servicio del poder central, y aun así, es violado tantas veces como sea necesario para cumplir ordenes ejecutivas generalmente de carácter represivo.
Es ampliamente conocida la iniciativa ciudadana de introducir modificaciones a la constitución mediante la recogida de más de diez mil firmas, como preveía la carta magna, y que fue groseramente aplastada declarándose el estatus eterno del socialismo en Cuba.
El cuerpo legislativo no tiene independencia del ejecutivo, y se le subordina. La legislación de nuevas leyes y normas jurídicas corre a cargo de una burocracia, y no de los diputados, que solo son consultados y compulsados a votar favorablemente a cualquier propuesta.
4.- Espacios o subsistema de valores, normas y reglas de comportamientos generales:
A lo largo de poco mas de medio siglo el castrismo ha instrumentado un discurso político caudillista que, si bien alcanzó apreciables niveles de consenso en los primeros anos, se fue paulatinamente fracturando, y actualmente no es compartido por la mayoría de la población, e incluso de la nomenklatura.
Corrupción, doble moral, oportunismo, son algunos de los valores profundamente entronizados en la conciencia nacional. Otros que expresan la indiferencia hacia el discurso oficial como el celebre “no coger lucha”, o los que comulgan con crímenes sancionables en cualquier sociedad, como el “resolviendo”, expresan la saturación de una conciencia social divorciada de los patrones del régimen.
Crisis de valores cívicos que refuerzan el individualismo y el “sálvese quien pueda” constituyen una de las herencias mas nefastas de medio siglo de un régimen que obtiene el poder y lo conserva solo reforzando el caos permanente. En términos de valores y normas culturales, estamos en presencia de una bipolaridad, que contiene al castrismo retrogrado y aislado gerenciando a unos “Otros” ciertamente fragmentados, y con diferentes visiones y tendencias, pero que tienen en común no querer ser más objeto de su gerencia.
5.- Espacios o subsistema demográfico:
Descontando el clima represivo y la falta de libertades cívicas, los tres problemas centrales que confronta agónicamente la población cubana son el débil poder adquisitivo, la alimentación, y la vivienda.
No sorprende, por tanto, que la tasa de natalidad no garantice el reemplazo de la población, y que de mantenerse la presente tendencia la población cubana comenzará a descender en la década del 20 del presente siglo.
No existen estudios, o el autor no los conoce, de las intenciones migratorias de la población cubana, pero las crisis de 1980 y 1994 son contundentes pruebas de que la intención de emigrar es alta, incluso por medios no seguros y convencionales.
Mas de 30 mil cubanos emigran cada año, a pesar de las severas restricciones que el gobierno impone, con la característica de que un elevado porcentaje está constituido por población en plena capacidad laboral, frecuentemente miembros de las élites profesionales. La falta de confianza en el régimen, y las expectativas frustradas, erosionan lo mejor de la fuerza laboral cubana, que paga elevados costos humanos, sicológicos y sociales con la única esperanza de abandonar el país.
6.- Espacios o subsistemas natural y ecológico:
El carácter insular del país determina que los impactos ambientales asociados al cambio climático lo estén afectando; sin embargo, iniciativas humanas, resultado de políticas voluntaristas sin los correspondientes estudios eco-ambientales, han contribuido a reforzar esos impactos.
La indiscriminada actividad minera en la zona de Moa ha generado un desastre ecológico en la zona. La introducción de la claria esta devastando la fauna del mayor humedal del Caribe, ubicado en la Cienaga de Zapata.
Pedraplenes construidos siguiendo las órdenes del Supremo en Jefe son presas que bloquean la circulación natural de las corrientes costeras. La flora y la fauna al oeste del pedraplén a Cayo Coco ha desaparecido, y con ellas ha disminuido considerablemente la población del flamenco rosado, que constituía el segundo mayor reservorio del mundo.
Plantas de tratamiento de residuales domésticos e industriales no funcionan, o lo hacen parcialmente, y en ningún caso el sistema tiene capacidad para el tratamiento de todas las aguas negras que son vertidas en ríos, lagunas y costas, incrementando el deterioro del frágil equilibrio biológico de la isla, y poniendo en grave peligro la salud humana.
Estos espacios o subsistemas de la sociedad humana, en tanto sistema altamente complejo, son en esencia procesos reductores de la entropía del sistema, es decir, del nivel de desorganización o inestabilidad del mismo, siempre que actúen en coherencia sistémica para elevar el grado de organización y estabilidad de la sociedad.
Sin embargo, como se ha podido observar en el caso del castrismo, estos procesos no diminuyen la entropía del sistema, sino que, por el contrario, la incrementan. La incoherencia sistémica de los operadores castristas no están en capacidad de responder adecuada y sistémicamente a estos gravísimos retos, conduciendo al castrismo, con aceleración positiva, a su fase caótica y desintegradora.
Por un puñado de dólares/ Eugenio Yáñez
Por un puñado de dólares
Eugenio Yáñez/ Cubanálisis-El Think-Tank
A falta de pan, casabe. A falta de comedores obreros, quince pesos diarios, para buscarse la comida donde se pueda. Experimentalmente, -de momento en cuatro Ministerios cubanos y muy pronto en todo el país-, empezará el cierre de 24,700 comedores donde asisten cada día más de 3.5 millones de personas, y no queda claro si la cifra incluye a las fuerzas armadas y el ministerio del interior.
El gobierno cubano ha decidido vender el sofá. Esa medida sería completamente lógica en cualquier parte del mundo. Pero en Cuba no existen las mismas condiciones que en el resto del planeta. Y de su aplicación en medio de la irracionalidad circundante y el desmedido apego gubernamental por la centralización excesiva, se desprenden un conjunto de consecuencias - como se verá más adelante- que habría que preguntarse si ya han sido suficientemente analizadas por el gobierno y, más aún, qué decisiones han previsto para manejar las secuelas inmediatas de tamaña decisión.
La medida es económicamente racional, sin dudas. El gobierno de Cuba no lo integran tontos o tarados, eso queda para otras instancias, aunque sus decisiones no resuelvan los verdaderos problemas del país; porque las neuronas sin hormonas no pueden avanzar demasiado, las soluciones a medias no resuelven nada, se atacan las manifestaciones externas en vez del centro del problema, y la burocracia nunca puede sustituir al mercado, en ningún lugar del mundo.
Aunque con la escasa información ofrecida oficialmente no se pueden penetrar todos los agujeros negros que no se mencionan, ya puede comenzar a definirse una idea del conjunto.
Mientras Miami y su prensa parecen no tener más tema que Juanes y Paz sin Fronteras, con una secuela interminable de declaraciones grandilocuentes, aplanadoras y payasadas oportunistas, en La Habana continúan pensando en cómo contener el caos económico-social sin aflojar las clavijas ni poner en peligro el poder: si Miami no se entera, no es asunto de ellos.
La información publicada en el periódico “Granma” el viernes 25 de septiembre señalaba que “el Gobierno eliminará a partir del primero de octubre, de manera experimental, el servicio del comedor en los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social, de Finanzas y Precios, Comercio Interior, y Economía y Planificación, y asignará a cada trabajador 15 pesos diarios por jornada laborada, medida que comenzará a aplicarse en esos organismos de la Administración Central del Estado”.
No queda claro en la nota oficial si se trata solamente de las oficinas ministeriales centrales o si se incluyen también sus dependencias, instituciones del tipo del Instituto de Investigaciones Económicas o las famosas OFICODA. Aparentemente, por lo que se ha explicado, quedará en las cabeceras de los ministerios. Si el experimento se reduce a los centros ministeriales sería mucho más limitado, pero su extensión a las unidades subordinadas no sería demasiado problemático, ya que comienza por organismos centrales con relativamente pocas dependencias.
Como sucede en todas partes del mundo, menos en la prensa oficial cubana, las opiniones sobre la medida se encuentran divididas entre los supuestos beneficiados, como muestra un reportaje de AFP desde La Habana sobre el tema:
“Si hago en la casa ese plato de comida fuerte, aunque fuera malísimo, me cuesta más. Yo con 15 pesos ¿qué voy a comprar? Un pedazo de pizza y un refresco. Raúl definitivamente está apretando”, dijo una empleada bancaria, de 47 años.
Para Roberto Reyes, obrero de la construcción y acostumbrado a llevar comida de su casa, es positiva. “La veo como un aumento salarial, serán 360 pesos más al mes. Además, la comida que nos dan no siempre es buena, a veces no hay quien se la coma, pero no todos aquí piensan igual que yo”.
De momento, ya surgió en la prensa internacional el primer error, que de seguro no será el último, expresado esta vez en el siguiente titular de La Vanguardia, de España: “Raúl Castro propone menos comida gratis a cambio de más salario”. (Puede verse ese artículo completo en la sección “Cuba en la Prensa Mundial”
El Vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, quien es a la vez Ministro de Economía y Planificación, organismo responsabilizado con la aplicación de la tarea, declaró casi simultáneamente: “Los 15 pesos diarios que se entregarán al trabajador no constituyen salario, sino un estipendio para cubrir los gastos de alimentación, por lo cual no se tendrán en cuenta a la hora de acumular vacaciones, ni para pagos de asistencia y seguridad social”. Está claro: no se trata de un aumento de salarios.
Los Andes, de Argentina, exagera en su subtitular: “La medida representa un cambio en la tendencia del modelo comunista cubano”. También es exagerado declarar que se trata de una reforma económica, como inmediatamente han hecho algunos expertos, pues no se recurre al salario como mecanismo de distribución, sino a un intento con espíritu burocrático para sacar el problema de los ministerios y traspasarlo al sector de la gastronomía, por un conjunto de razones que se analizarán en este trabajo.
Algo muy importante y que nadie ha comentado hasta ahora, a pesar de su muy profundo alcance: el gobierno considera apropiado entregar quince pesos diarios para alimentación de los trabajadores, en un país donde el salario medio son alrededor de 402 pesos cubanos (un poco más de 16 dólares al cambio de 25 X 1), aunque es difícil saber exactamente cuál es ese salario promedio. Calculando como promedio 22 días de trabajo al mes, a 15 pesos diarios, se obtienen 330 pesos mensuales (13.20 dólares): aritmética elemental.
Entonces, con base a estos números, el propio gobierno considera que, simplemente para almorzar, el trabajador necesita el 82% de su salario básico. Con el 18% restante debería supuestamente cubrir sus demás gastos de alimentación (no se vive solo con almuerzo), transporte, electricidad, vestuario, calzado, muebles, medicinas, recreación, reparaciones, imprevistos, y otros. (Nota para los expertos de pacotilla: las medicinas en la farmacia no son gratuitas, aunque la atención médica sí lo es).
Entonces, se pretende resolver este drama con un puñado de dólares. Y este cálculo se refiere solamente al trabajador mismo: no se incluyen en esta cifra la satisfacción de necesidades del cónyuge, hijos y otros familiares que puedan depender de ese trabajador. Por tanto, sencillamente: ¿de qué sirve el salario en Cuba?
Ciertamente, Raúl Castro y algunos funcionarios ya se han referido a este tema en varias ocasiones, señalando que no hay poder adquisitivo en el salario cubano, pero nunca había quedado tan clara, con una información oficial, la verdadera dimensión del ángulo salarial de la tragedia nacional, que se puede conocer a partir de las propias publicaciones cubanas, sin necesidad de informes secretos de la CIA o sesudos modelos económico-matemáticos.
El referido artículo del diario español La Vanguardia señala que la eliminación de estos comedores obreros “busca en concreto ajustar mejor la oferta y la demanda, reducir las importaciones, gastar menos en transporte, distribución y electricidad, dar más valor a la moneda nacional para facilitar su ulterior unificación con la moneda convertible (CUC) y poner coto al robo de alimentos y materiales relacionados con la estructura actual de abastecimiento”.
Dicho así, tan amorosamente, parecería que la primera intención de la decisión tiene que ver con el mercado (balancear la oferta y la demanda), y la última con el control policial al delito (poner coto al robo), lo que daría pie a pensar en reforma, pero ya se sabe que en Cuba no existen las mismas condiciones que en cualquier parte del mundo.
Incluso el diario del partido comunista cubano es mucho más escueto que el citado diario español definiendo las intenciones de la medida: “Lograr racionalidad económica y la satisfacción del trabajador constituyen motivos impulsores de la nueva medida”. El resto es paisaje que regala La Vanguardia.
No son invenciones de Cubanálisis: el propio periódico “Granma” señala que “en junio del 2008 se hizo un levantamiento en la mayoría de los comedores y se detectó un exceso de inventario ascendente a 20,000 toneladas de arroz, 7,000 de frijoles y 5,000 de aceite, ocasionado entre otras razones por el desconocimiento de la cifra real de comensales y la falta de control sobre los recursos, situación que comporta en muchas ocasiones el robo y el consiguiente "abastecimiento" del mercado negro. Ese exceso de inventario detectado el pasado año fue valorado en 35 millones de dólares”.
Véanse los números publicados por “Granma”, que señalaba que “en el caso de los comedores obreros, la erogación por tal servicio sobrepasa los 350 millones de dólares, cifra que solo comprende cuatro productos (arroz, granos, cárnicos y aceite) y no incluye cuantiosos gastos de otros alimentos, combustible, electricidad y mantenimiento de los locales”.
De nuevo la aritmética elemental indica que si los gastos referidos a esos cuatro productos son del orden de 350 millones, y el “exceso de inventario” en tres de ellos (arroz, frijoles y granos) alcanza 35 millones, al menos el 10% de los productos que se mueven en los comedores obreros terminan desviados a otros destinos, alimentando el mercado negro o las neveras de algunos (que no necesariamente tienen que ser privilegiados miembros de la nomenklatura, pues pueden ser “apropiaciones” de productos con destino familiar por administradores, encargados de la vigilancia o los propios trabajadores de esos almacenes).
A partir de esta información es más apropiado pensar que la medida tiene que ver mucho más con el rampante robo y sustracción de los recursos que con un enfoque económico dirigido a balancear la oferta y la demanda, ¿no?
Y aunque esta realidad la conoce toda Cuba, con excepción de la prensa oficial, no se debe descartar la hipótesis de que la sustracción y desvíos de recursos sean aún mucho mayores, teniendo en cuenta los mecanismos con los que se debe haber realizado ese levantamiento de junio del 2008, la anemia crónica de la contabilidad revolucionaria en Cuba, y todo lo que logró escapar al supuesto control de inventarios en esa fecha, o lo que pueda haber desaparecido en los quince meses transcurridos desde entonces.
Y estos robos y falta de un elemental control de inventarios han ocurrido donde deben estar diariamente los ministros, todos los viceministros y la jerarquía de la administración estatal, auditores, contadores, comités de protección física, instituciones del partido, la juventud, sindicatos, tareas que garantizaban fácilmente los casi analfabetos bodegueros españoles y chinos con un lápiz y papel.
Entonces, ahora se intenta vender el sofá, traspasando el problema al sector gastronómico de los alrededores de las instituciones, que no tiene capacidad de respuesta para lo que se le viene encima. Es el propio Viceprimer ministro mencionado quien señala: “En el Ministerio de Comercio Interior el comedor está fuera del edificio del organismo; a unos metros de donde radica hay un restaurante que pertenece a Gastronomía. Entonces, subordinarán su comedor a dicho establecimiento, al que podrá entrar tanto el trabajador del MINCIN como cualquier otra persona”.
“En cuanto al Ministerio de Economía y Planificación, que no tiene opciones gastronómicas cercanas, estamos firmando un contrato con la Empresa de Gastronomía de Plaza que dará servicio en nuestro comedor. Nosotros solo arrendaremos el local. En otros lugares, donde alrededor de la institución se brinden varias ofertas, el trabajador seleccionará la de su agrado”.
Durante muchos años revolucionarios, por no ser absolutos, y sobre todo a partir de la llamada ofensiva revolucionaria de 1968, en las instalaciones gastronómicas ha sido imposible para los trabajadores seleccionar las ofertas “de su agrado”: tienen que conformarse, simplemente, con lo que haya ese día. ¿Habrán cambiado estas condiciones, o se sigue con los eufemismos? Y habría que preguntarle al Viceprimer ministro dónde almorzarán él mismo y los ministros y viceministros de los ministerios incluidos en el experimento.
Las empresas de gastronomía incluídas en el experimento deberán dar servicio, además de a los usuarios habituales (recordemos que en Cuba no existe el término clientes, ya sea con pesos cubanos, y en ocasiones ni con CUC), a cientos o miles de nuevos potenciales comensales de los ministerios seleccionados.
Hay que ser demasiado optimistas para considerar que a partir del primero de enero tales empresas de gastronomía en todo el país podrán dar respuesta a esa tarea cuando abarque a los 3 millones y medio de personas diariamente, actualmente en 24,700 comedores (un promedio de 141 comensales diarios por comedor): es mucho más probable que los desvíos y robos de recursos se trasladen desde los comedores obreros hacia las empresas de gastronomía.
De seguro ya habrán aumentado los precios a pagar, por debajo de la mesa, para obtener plazas en esas instituciones gastronómicas: en ese mercado laboral subterráneo sí funcionan la oferta y la demanda. ¿Habrá elaborado ya la inefable policía económica el correspondiente plan de contingencia para trasladar su atención de los comedores obreros a las empresas de gastronomía?
Como bien dice el artículo mencionado de La Vanguardia, y para no señalarle solamente sus despistes, hay que tener en cuenta que:
“Si todo se hace como está previsto, la transformación en los hábitos y horarios de los cubanos será notable, al igual que en su forma de ver la relación entre lo que ingresa, lo que consume y lo que paga. La alteración será aún más importante si Raúl cumple además su proyecto de suprimir la libreta de abastecimiento: un objetivo en el que la prensa oficial viene insistiendo machaconamente.
Las consecuencias económicas de estas reformas son todavía incalculables. Habrá que ver el ritmo y grado de su cumplimiento y si, para suplir los servicios ahora estatales, el Gobierno facilitará su prestación a cargo de la iniciativa privada. Voluntarios para abrir restaurantes no faltarían. Son muchos los cubanos que tienen hambre de mejoras y cambios”.
¿Qué sucederá cuando el trabajador decida irse a almorzar a otro lugar cualquiera con sus quince pesos, y no le alcance el tiempo del receso del almuerzo? La lentitud del servicio en la gastronomía cubana es legendaria y antológica. ¿Y qué sucederá cuándo no desee ir al comedor del Ministerio, pero esté lloviendo?
Y existe un problema subyacente que puede ser de espanto: ¿Cómo se entregarán los ya famosos quince pesos para el almuerzo? El Viceprimer ministro señaló que “la única condición para recibir ese importe es cumplir la jornada, atendiendo a que solo se otorgará cuando la persona esté físicamente vinculada con su labor”.
Para quienes no conocen Cuba esto no parecería un problema. Pero para quienes estamos un poco más al tanto de las realidades, surgen preguntas inevitables: ¿Se entregarán esos quince pesos diariamente, semanalmente, mensualmente? Y si se entregan diariamente, ¿se hará al comenzar la jornada, antes del horario de almuerzo, o con posterioridad? Porque si la única condición para recibir ese importe es cumplir la jornada, habrá que determinar lo que se considera cumplir la jornada. Las cosas en Cuba nunca son tan sencillas.
Un mecanismo racional podría ser dar al trabajador al día siguiente la asignación del día anterior en que cumplió la jornada. Con lo cual vendrá el problema de quienes aleguen que no disponen hoy de quince pesos para almorzar: al fin y al cabo, el Estado se ha ufanado durante medio siglo de subsidiar a los trabajadores.
¿Y qué sucederá si un trabajador falta al día siguiente de gastar sus quince pesos que deberían ser reintegrados posteriormente? O la sencilla crisis que puede surgir si al día siguiente no se reintegran a los trabajadores los quince pesos del día anterior, sea porque no se trajo el dinero del banco o no vino a trabajar quien debe hacer esos pagos.
¿Y cómo se entregará ese dinero? ¿Habrá empleados que lo hagan llegar a cada buró de cada burócrata del ministerio? ¿O los trabajadores tendrán que hacer otra cola más para recibir el dinero? ¿Será igual para los Directores y otros cuadros del Ministerio? Y cuando en vez de ser cuatro Ministerios en Ciudad de La Habana sean 3 millones y medio de trabajadores y 24,700 comedores los involucrados en este proceso, ¿qué pasará?
Naturalmente, la burocracia partidista cubana y la izquierda pro-castrista internacional dirán que estos señalamientos están cargados de (muy malas) intenciones ideológicas, o que persiguen desacreditar un proyecto que ni siquiera ha comenzado. Podrán decirlo, sí, pero deberían conocer la Cuba real, la de los cubanos de a pie, no la de los turistas y los invitados especiales, para que sus palabras tengan peso.
Tampoco faltarán, por supuesto, quienes siempre se las saben todas, que dirán que todo esto se sabe de antemano, y que es una pérdida de tiempo analizarlo: tal vez por ello siguen con el tema de Juanes y las aplanadoras.
En Cubanálisis, donde las preguntas son más importantes que las respuestas, y nunca se pretende el monopolio de la verdad, se analiza si por recibir un puñado de dólares (en pesos cubanos) los trabajadores podrán realmente disfrutar de mejores almuerzos, cómo puede influir esto en sus condiciones de vida, y si el régimen logrará verdaderamente más eficiencia vendiendo el sofá al trasladar el problema al sector gastronómico, uno de los más ineficientes y desorganizados durante medio siglo de economía revolucionaria.
Y quedan, además, dos aspectos muy interesantes sobre el tema.
El primero lo señala el mismo “Granma” al decir: “Se trabaja igualmente en el diseño de una propuesta similar en entidades que tengan aprobado un presupuesto en divisas para la alimentación. Hoy en ese tipo de comedor el país gasta al año como promedio 157 millones de CUC”. [Esa cifra equivale a más de 188 millones de dólares.- EY]
¿Cómo es esto? Las entidades que tengan aprobado un presupuesto en divisas para la alimentación, que deben ser, necesariamente, una muy pequeña parte de esos 3 millones y medio de trabajadores que utilizan comedores obreros, ¿gastan un equivalente al 53.7% de lo que gasta el país con todos los trabajadores que no tienen ese privilegio?
¿Y el nivel de robo y descontrol de los inventarios en esas entidades será proporcional también? ¿Serían unos 18.8 millones de dólares más (10% de 157 millones de CUC, lo que equivale a más de 188 millones de dólares al cambio oficial) alimentando el mercado negro y las neveras de sus privilegiados empleados? Entonces, ¿se escapan más de 53 millones de dólares anuales por los comedores obreros solamente?
Esas entidades, que probablemente no deben incluir las casas de los altos jerarcas de la nomenklatura con sus compañeras que les ayudan en los servicios domésticos (prohibido decir criadas) ¿incluyen los comedores del Partido y el gobierno? ¿Los comedores del ministro y las casas de visita? ¿Las casas de protocolo en provincias, la casa de los generales, y los círculos sociales de los oficiales del MINFAR y el MININT? ¿Los comedores de GAESA, Gaviota y las demás empresas militares del país? ¿Las corporaciones? ¿Los trabajadores de a pie del Ministerio del Turismo?
Buen punto pendiente para la izquierda visceral y para quienes se las saben todas.
Y falta por mencionarse el aspecto más importante todavía con relación a estas nuevas medidas: ante las inevitables ineficiencia y falta de soluciones por parte de las empresas estatales de gastronomía del Poder Popular (¿alguien cree realmente que pueden cumplir la tarea?) aparecerán necesariamente ofertas privadas de almuerzos mejores, mucho más rápidos, de mejor calidad, y a precios competitivos. Aparecerán los despectivamente llamados por el régimen “merolicos” ofreciendo soluciones que el Estado no podrá nunca ofrecer.
De acuerdo a El País, de España, un economista cubano anónimo opinó sobre estos temas: “Eliminar subsidios es necesario, pero entonces el salario debe recobrar el valor que ahora no tiene. El Estado debe dar mayores márgenes a la iniciativa privada para permitir que la gente puede salir adelante”.
Las medidas policiales son necesarias frente al descontrol y el delito, pero no son suficientes: trasladar el problema de las oficinas de los ministerios a las empresas gastronómicas no garantiza mejor servicio, mayor control y eficiencia, sino posiblemente todo lo contrario. No se considera, ni por un instante, o no se menciona, la ampliación de la producción agropecuaria nacional como otra fuente de suministros para ampliar la oferta a los comensales, ni mucho menos la participación de algún tipo de gestión privada o cooperativa en el proceso.
No se le ocurre al gobierno, ni siquiera experimentalmente, darle la franquicia de un comedor a un privado o una cooperativa, que de seguro lo haría mejor que una empresa estatal de gastronomía. ¿Por qué? La experiencia de los “paladares”, a pesar de todas las limitaciones y coyundas arbitrarias que se les imponen, demuestra que la gestión privada en la gastronomía puede ser eficiente y efectiva.
¿Podrán entonces los mecanismos económicos funcionar, o será una vez más tarea de la policía “demostrar” que la economía centralizada es superior a la privada? ¿Seguirán los Pedro Campos y sus anónimos colegas de la oposición virtual, que no real, publicando en la prensa digital, la que no puede leerse dentro de Cuba, las bondades del cooperativismo nostálgico yugoslavo frente a la absurda centralización castrista? Y aún si lo hicieran, ¿qué podrían lograr frente a la muralla de la jerarquía partidista del inmovilismo?
No habrá que sorprenderse si dentro de poco tiempo Juventud Rebelde aparece criticando el desastre gastronómico en los desaparecidos comedores obreros que pasarán a la égida del Poder Popular. No será una crítica real mientras el ilustre Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, esa institución supuestamente encargada de la gastronomía popular, entre otras cosas, continúe hablando de Los Cinco como su mayor prioridad, y la Mesa Redonda se concentre en el payaso Mel Zelaya o la crisis mundial del capitalismo.
Y aunque Granma lo haga, no podrá culparse al presidente Barack Obama y “el criminal bloqueo imperialista” del fracaso de este plan de los burócratas de turno.
Una vez más, como tantas muchas otras, el gobierno cubano tiene ante sí la posibilidad de cambiar lo que deba ser cambiado, como expresó el general Raúl Castro en su momento, o continuar apostando a curitas de mercurocromo y a creer que el inmovilismo es eterno.
Ya el régimen se ha curado en salud, al advertir que “esta dieta para la alimentación no se considera vitalicia, y podrá ser eliminada cuando sean diferentes las condiciones que ahora determinan su aprobación”. Lo cual puede interpretarse como le convenga a cada quien.
Sin embargo, debe reconocerse a “Granma”, al menos, un párrafo que merece apoyo todo el tiempo:
“Los números no fallan. Tampoco la opinión de esos millones de cubanos que no quedan conformes con la calidad, cantidad y presentación del alimento que todos los días reciben”.
Para Cubanálisis, estos son algunos de esos números que no fallan:
- El propio gobierno considera que, simplemente para almorzar, el trabajador necesita el 82% de su salario
- Al menos el 10% de los productos que se mueven en los comedores obreros terminan desviados a otros destinos
- ¿Se escapan más de 53 millones de dólares anuales por los comedores obreros solamente?
¿Se tomará en cuenta algún día, realmente, “la opinión de esos millones de cubanos que no quedan conformes con la calidad, cantidad y presentación del alimento que todos los días reciben”?
¿Se podrán resolver tantos problemas de fondo, acumulados por medio siglo, simplemente con un puñado de dólares y vendiendo el sofá?