martes, abril 21, 2015

Acto de repudio a excandidato opositor Hildebrando Chaviano

Grupo realizando acto de repudio mientras Hildebrando atendía a la prensa extranjera (foto REUTERS)
Grupo realizando acto de repudio mientras Hildebrando atendía a la prensa extranjera (foto REUTERS)

LAHABANA, Cuba. -La expectativa aumentaba en torno al colegio electoral ubicado en los bajos del edificio Focsa a medida que nos acercábamos a las seis de la tarde de este domingo 19 de abril. A esa hora se cerraba la votación para elegir al delegado a la asamblea del Poder Popular en el capitalino municipio Plaza de la Revolución, y nos impacientábamos por conocer cuántos votos habría obtenido el periodista independiente Hildebrando Chaviano, uno de los cuatro candidatos envueltos en la lid.
En la entrada de un pasillo que da acceso al colegio electoral aguardaban varias personas, pero no podíamos determinar si se trataba de integrantes de la mesa electoral, o si eran simples electores que asistirían al conteo de los votos. Sin embargo, otra presencia inconfundible merodeaba el lugar: cinco o seis motociclistas en el parqueo del restaurante El Conejito, frente al Focsa. Por supuesto, eran agentes de la Seguridad del Estado.
A las seis en punto llegamos a la puerta del colegio, y de inmediato apreciamos la diferencia con respecto a anteriores sufragios. Antaño solo dos o tres personas asistían al conteo de los votos, y ahora más de un centenar de personas se agolpaban ante los cristales del pequeño local donde había transcurrido la elección. La prensa extranjera, única autorizada a permanecer en el interior del colegio, captaba todos los preparativos para el conteo, y en ocasiones sus cámaras enfocaban al propio Hildebrando, quien como un elector más, observaba los acontecimientos desde afuera.
Una tensa calma reinó durante el tiempo que duró el conteo de las boletas válidas— hubo otras en blanco y anuladas—, hasta que la presidenta de la mesa electoral leyó las cifras que resumían la contienda en su colegio. Hildebrando obtenía 105 votos, uno menos que el ocupante del tercer lugar. Ese era el dato que querían saber los partidarios del gobierno, quienes de inmediato, aunque aún de modo civilizado, comenzaron a enarbolar consignas de apoyo al castrismo.
Hildebrando Chaviano
Hildebrando Chaviano
Hildebrando, en unión de varios amigos que le acompañaban, salió a la calle unos minutos después de hacerse público el resultado de la votación. Una reportera de la televisión extranjera fue tras él y comenzó a hacerle algunas preguntas. Mas, sería ardua la tarea para la entrevistadora y el entrevistado ante lo que nos venía encima: una muchedumbre que cubría casi toda la cuadra— evidentemente algo prefabricado— gritando ofensas de todo tipo. “¡Abajo los traidores!”, “¡mueran los mercenarios!”, “¡estas elecciones son para los revolucionarios, no para los asalariados del imperio!”
Así se mantuvo la turba mientras que Hildebrando permaneció en la calle tratando de responder, a duras penas, las preguntas de la periodista. Preguntas y respuestas que, obviamente, los medios de difusión oficialistas ignoraron a la hora de reportar estos comicios.
Cuando nos alejábamos, un elector que no había participado en el show de la brigada de respuesta rápida, emitió su parecer: “En el fondo el gobierno está preocupado. Porque, óigame, que más de 100 personas votaran por Hildebrando, con una biografía que lo ofendía, sin que él pudiera defenderse— la clásica pelea de león a mono, y el mono amarrado—, ya es como para que se les paren los pelos de punta a estos comunistas”.
Al día siguiente, al computarse los votos de los otros dos colegios de la circunscripción, Hildebrando Chaviano, no obstante ser el menos votado de los candidatos, se alzó con la cifra nada despreciable de198 boletas a su favor, lo que representa cerca del 18% de los votos válidos ¿Qué pasará en Cuba el día que un candidato opositor pueda acudir ante las cámaras de televisión a exponer su programa de gobierno?

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