marzo 17, 2015
Es marzo de 2003 y varias decenas
de viviendas de activistas de Derechos Humanos en Cuba ya están en una
lista para ser arrasadas por oficiales del Ministerio del Interior. Los
registros domiciliarios practicados a los disidentes entre el 18 y el 21
de marzo dejaron el saldo de miles de infolios ocupados; el decomiso de
viejas máquinas de escribir, centenares de libros y objetos que hoy
sería risible relacionar: Cámaras de video de mini casetes, grabadoras
de cinta prácticamente destartaladas, además de 75 hombres llevados a prisión bajo penas que oscilaron entre los 6 y los 28 años de cárcel.
Siete años después, la mayoría de ellos se fue al exilio bajo la
intervención de la Iglesia Católica cubana, el Gobierno de España y la
presión de la sociedad civil independiente a raíz de la huelga de hambre
emprendida por Guillermo Fariñas Hernández al día siguiente de la muerte de Orlando Zapata Tamayo, en la misma medida de fuerza.
Quince de aquellos excarcelados eligieron permanecer en Cuba para
seguir el mismo camino de activismo social y político que los puso tras
las rejas. Como quedaron bajo libertad extrapenal, sólo tres lograron
salir del país, pues a la mayoría de ellos las autoridades se los impide
tajantemente.
No se concibe una lucha efectiva a favor de la democracia sin sacrificios
José Daniel Ferrer García (JDFG) fue condenado a 25
años de encierro cuando los tribunales cubanos decidieron que atentaba
contra "la seguridad nacional". El 2003 fue un año difícil, su hermano Luis Enrique Ferrer recibió 28 años de castigo bajo la misma figura, que casi no se conocía como Ley 88 sino como "Ley Mordaza".
José Daniel, nacido en 1970, comenzó recogiendo firmas para la
iniciativa ciudadana del Proyecto Varela, fue preso por 8 años, hasta
que en 2011 salió y creó la que es hoy la más amplia organización de la sociedad civil, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), con centenares de activistas a lo largo de la isla.
La creó en Palmarito de Cauto, una barriada recostada a la carretera
Central, camino a Palma Soriano en Santiago de Cuba. Los primeros
activistas que la integraron fueron los vecinos, quienes lo esperaron al
salir de prisión, muchos de ellos fueron apresados cuando UNPACU empezó
a "sonar". Desde entonces, han tenido más de 80 presos políticos; en la
actualidad, 14 están tras las rejas.
De ese saldo de detenidos, golpeados y vejados habla José Daniel
Ferrer a Martí Noticias: "Al saber uno lo compleja que resulta la
prisión y las condiciones que impone el régimen castrista a quienes nos
oponemos a su régimen dictatorial, nos hace sentir con muchísima
responsabilidad. Siempre les hemos dicho a los activistas que deben
estar preparados para ese momento, si no se concibe un campeón de boxeo o
un buen bailarín sin un buen entrenamiento riguroso, no se concibe una
lucha efectiva a favor de la democracia (…) sin sacrificios", argumenta.
Para los hechos de 2003, que le llevaron a separarse de su madre y
hermanos, a los que no ha visto más desde que decidieran entre todos que
se fueran al exilio y él quedara en Cuba, respondió: "Fuimos a prisión por defender los derechos y libertades del pueblo cubano (y) continuamos haciéndolo
desde las prisiones y salimos fortalecidos, fue toda una escuela.
Continuamos luchando, seguimos con sanciones que pesan sobre nuestras
cabezas –en mi caso la sanción se extingue en 2028– y salimos con
mayores energías y experiencia para seguir luchando por lo que Cuba
necesita", concluyó.
La línea de acción de UNPACU es llevar la actividad antigubernamental
pacífica directamente a las calles, como se puede observar en los
videos que tienen en sus canales de publicación.
Con los 75 muchos se bajaron de esa horrible comparsa que es la revolución cubana
Vive en el municipio Colón, en la provincia Matanzas. Iván Hernández Carrillo,
nació en 1971 y con solo 21 años en 1992 fue encausado bajo la figura
de "propaganda enemiga", cumplió dos años y al salir se inmiscuyó en el
sindicalismo independiente. En el día de hoy es Secretario General de la
Confederación de Trabajadores Independientes de Cuba (CTIC).
El joven estudiante de Informática, condenado a 25 años de prisión en
2003, se ha convertido en un ferviente usuario de la red social
Twitter, una herramienta que le permite lanzar denuncias al mundo desde
su propio teléfono y apoyar lo que hacía antes de irse a los calabozos
en aquella Primavera Negra, como también se le conoció a la Causa de los
75.
"Fue un antes y un después para la causa cubana, el mundo comenzó a ver a Cuba con otros ojos.
Los amigos de Castro, recuerda, muchos le dieron la espalda, otros se
bajaron de esa horrible comparsa que es la revolución cubana", señala
Hernández Carrillo, apuntando al saldo que ha visto de todo aquello.
El resultado colectivo para el entramado de la sociedad civil
independiente es valorado por Iván como de positivo. "La oposición se
fortaleció políticamente, se logró unir a muchas organizaciones dentro
de Cuba. Y los que quedamos en Cuba nos hicimos el compromiso de
mantenernos firmes hasta que en nuestra patria se logre conseguir la
democracia, que tanta falta nos hace, independientemente que valoramos
muchísimo a todos los que han salido de Cuba y se han mantenido luchando
allí (…) a brazo partido también porque a Cuba regresen la libertad y
la democracia. Y porque ellos también desean regresar a Cuba para formar
parte de esta sociedad que deseamos construir para el bien de todos",
concluyó.
En riesgo constante de ser encarcelado
Ángel Moya Acosta viajaba entre Matanzas y La Habana buscando activistas para el grupo que entonces había ayudado a fundar, el Movimiento Opción Alternativa. Tenía 39 años el día que llegaron las tropas del Departamento de Seguridad del Estado a su casa.
"Asaltaron mi casa, se llevaron todo lo que tenía que ver como
elemento subversivo, de acuerdo al objetivo que ellos planteaban, que
eran simplemente material informativo, opiniones mías plasmadas en
papel, libros, y esto fue lo que usaron para justificar el largo
encierro a que nos iban a someter. No nos ocuparon ni una cuchilla de
afeitar", recuerda Moya Acosta, quien presidente hoy el Movimiento
Libertad y Democracia por Cuba.
Moya recibió en los 7 años que estuvo en prisión (de una condena de 20) el apoyo de su esposa Berta Soler Fernández, fundadora del Movimiento Damas de Blanco.
Soler ha salido por el mundo a denunciar el caso de esta docena de ex
prisioneros, a los que bajo Libertad extrapenal se les impide salir del
país. Ángel no puede hacerlo, pero tiene un pendón sobre sí, lo sabe y
lo tiene claro.
"Significa que en cualquier momento, cuando el Gobierno estime
conveniente, manda a sus fuerzas represivas y nos pueden arrestar en
cualquier lugar de Cuba. Pero pese a eso, que pende sobre cada uno de
los que estamos en Cuba, e incluso, de los que fueron forzados a tomar
el exilio –que no pueden regresar– de que si regresan pueden ir a
prisión también, continuamos con el activismo en la promoción de lo
establecido en la Declaración (Universal) de los Derechos Humanos",
finalizó.
La única mujer
Nació en La Habana y es hija de inmigrantes canarios. Martha Beatriz Roque Cabello fue la única mujer implicada en la Causa de los 75, pero en 1997 había ido a la cárcel por redactar y dar a conocer "La Patria es de todos",
junto a René Gómez Manzano, Félix Bonne y Vladimiro Roca. Se la
llevaron y la tuvieron que devolver a casa debido a los padecimientos de
salud adquiridos en la cárcel de Manto Negro. Al salir, ayudó a
conformar la Asamblea para la Resistencia, en 2005, trabajó en la
celebración del Congreso de las Bibliotecas Independientes y otros
proyectos más.
Este 17 de marzo, Roque Cabello, Directora de la Red Cubana de Comunicadores Comunicadores Comunitarios habitual colaboradora del portal Cubanet, hizo en esa plataforma una aproximación cabalística en el artículo La Primavera Negra,
en primera persona: "Quizá el dictador, dentro de su táctica, pensó en
usar un número múltiplo de 5, porque creyó que era posible cambiarnos
por los espías. El cálculo le salió mal y tuvo como consecuencia la
prisión de Alan Gross, con todos esos cargos inventados. Y es que él
había prometido a sus soplones que regresarían, por lo cual necesitaba
motivar al presidente Obama", señala.
Martha Beatriz ha denunciado en reiteradas ocasiones la cabriola jurídica de la libertad extrapenal,
esa que impide a los restantes de los 12 que están hoy en Cuba exponer
sus opiniones en los múltiples foros internacionales a donde han sido
invitados.
"Como hemos decidido seguir residiendo en Cuba, se nos aplica la ley y
no podemos viajar al exterior, por encontrarnos todos en licencia
extrapenal. Este limbo jurídico, ni siquiera nos garantiza que si –por
desgracia– cuando terminemos nuestras sanciones está aún en el poder el
régimen totalitario, podamos salir en libertad. Según lo establecido,
los años que estemos bajo este estatus no cuentan en la condena. Ninguno
de los que nos mantenemos en el país tiene un documento oficial que
explique nuestra condición legal. En numerosas ocasiones, por diferentes
vías, se ha solicitado al régimen, según está establecido en la ley,
que se nos dé la libertad, según anunció –en la prensa oficial– el
cardenal Jaime Ortega Alamino cuando fueron desterrados la mayoría de
los miembros del grupo", explicó.
Héctor Maseda: Enterrado vivo
Escribió parte de sus memorias estando en prisión (Enterrados vivos), Laura Pollán,
muerta "en circunstancias oscuras" se las ayudó a sacar desde dentro de
las rejas. Héctor Maseda Gutiérrez era el presidente del Partido Liberal de Cuba,
lo condenaron a 20 años de cárcel por la misma causa que a todos sus
colegas: Atentar contra la seguridad nacional. Era miembro del Grupo
Decoro, escribía notas y artículos de prensa, ya era Gran Maestro de la
Logia Masónica de Cuba, aun así fue visto como un peligro para sus
enemigos, una dictadura que lleva más de cinco décadas en el poder, a la
que desafía quedándose a reclamarle de frente.
"La decisión está más que clara, la primera trinchera es aquí en Cuba.
Y siempre estuvimos dispuestos a mantenernos acá. A mí me hicieron tres
consultas (para que se fuera del país) a través del cardenal (Jaime)
Ortega, y en las tres ocasiones dije que no, para irme por España, la
segunda por México y de ahí a Estados Unidos y luego directamente a
Estados Unidos", señala Maseda.
Una pregunta la responde directamente, sin vacilar. ¿Qué le impulsa a seguir?: "Mis principios. Yo tengo un concepto muy claro de lo que es la democracia,
porque yo la viví aunque era joven y, sencillamente, estoy cansado de
los cincuenta y tantos años que llevamos de una tiranía absolutista".
Héctor rememora a Laura, quien aglutinó a otras madres y esposas de
los 75 en el Movimiento Damas de Blanco: "Mi esposa hizo lo posible e
imposible por lograr la liberación de todos nosotros y que en Cuba se
respetaran los Derechos Humanos. Murió en el empeño, estoy casi
convencido, pero no tengo los elementos suficientes, de que por abandono
y no atenderle su diabetes fue que falleció", concluyó.
Maseda Gutiérrez preside el proyecto Partidos Liberales de Cuba, y coordina el Centro de Estudios Socioeconómicos y Políticos.
Un escritor, un triunfador
Jorge Olivera Castillo fue condenado a 18 años de
cárcel y, aunque vivía en el mismo centro de La Habana, lo enviaron a
pudrirse en la Prisión Provincial Combinado en Guantánamo, a casi 800 km
de distancia, adonde iba a verlo su esposa, la también activista Nancy Alfaya.
Olivera ha podido reponerse de aquellos casi 2 años que pasó
encerrado, sus artículos se publican en Cubanet, Diario de Cuba, Martí
Noticias y varios sitios más. Ya tiene casi una decena de libros de
poesía y prosa, publicados a través de manos solidarias que se
extendieron para sacar su voz desde dentro de los muros de la censura y
aun continúa en el empeño.
Habla por todos sus compañeros de infortunio: "No hemos cejado, no
hemos echado un paso atrás en nuestros principios, al contrario, y creo
que es un ejemplo para las nuevas generaciones de luchadores pro
democráticos, que se han integrado y se integrarán, indiscutiblemente,
en el transcurso de los próximos años", indica este intelectual que se
piensa independiente y alternativo.
La alternatividad que practica le ha llevado a que amigos e
intelectuales del mundo editorial le hayan abierto las puertas para
publicar sus libros, lo que asume como un logro de la constancia y el
sueño de la libertad. Hoy Olivera Castillo es el presidente del Club de Escritores de Cuba.
"He tenido bastante suerte –asegura– en haber tenido la oportunidad de
publicar, gracias a la ayuda de muchas personas e instituciones, en
varios países y ser traducido a varios idiomas, algo impensable. La
cárcel me dio el impulso para, definitivamente, convertirme en un
escritor. Agradezco a Dios por haberme brindado el talento", finalizó.
Los restantes ex prisioneros políticos de esta causa son: Oscar Elías Biscet, Diosdado González Marrero, Félix Navarro Rodríguez, Arnaldo Ramos Lauzurique, Eduardo Díaz Fleitas y Librado Linares. Héctor Palacios y Pedro Argüelles Morán viajaron a Estados Unidos luego de ser liberados. El economista Oscar Espinosa Chepe falleció en España en septiembre de 2013, adonde había viajado a tratarse un padecimiento hepático.
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