No es fácil olvidar aquel 26 de noviembre de 2011 cuando Chávez desde
Miraflores anunciaba y dirigía la operación de “comienzo de la
bienvenida al oro nuestro que en 17.000 lingotes gradualmente volverán
al país desde Inglaterra, Suiza, Estados Unidos y Canadá a donde fueron
llevados a partir de 1986 por la Cuarta República”. No había
transcurrido una semana cuando pudimos ver dos aviones militares
venezolanos cargando subrepticiamente varias paletas de esos lingotes
con destino al Banco Central de Cuba. De ese envío nunca se supo más
nada…
Oro frío:
El martes de Carnaval Maduro fue a Cuba. No a disfrutar carnavales allá -pues aún no los celebran- sino a retomar el ritmo de las relaciones bilaterales. Un día después el subconsciente lo traicionó y dijo en cadena que “los hermanos Castro le habían mandado muchos saludos a ese gran revolucionario que es Elías Jaua”. La alegría de sus palabras disimulaba una gran indignación con el gobierno cubano. En medio de los temas económicos considerados hubo uno referente al tema de los lingotes de oro que el presidente Hugo Chávez había mandado a depositar en el Banco Central de Cuba para “cualquier eventualidad que le sucediera”. Siempre pensaba que no lo volverían a agarrar de sorpresa en una emergencia como la del 2002. Pues bien, la respuesta de la presidencia cubana fue muy clara y enfática: “ese oro respalda todos los bienes y servicios que Cuba le presta a Venezuela…..”. Por ahora (¿para siempre?) se quedará en la Antilla más grande del Caribe. Mientras tanto cada día son más los cubanos que se van para no regresar. Ya no hay televisores pantalla plana, lavadoras, neveras y otros electrodomésticos como estaban acostumbrados a comprar para llevarse a sus casas. Venezuela le ha entregado a Cuba una cifra aproximada de $ 6.500 millones por concepto de la Misión Barrio Adentro. Solo en el estado Miranda el 80% de esos mini-centros está fuera de servicio. Como el de La Puerta de Caracas que Maduro dijo “haber visitado y saludado a esos médicos tan dedicados” y está cerrado desde hace tres años. ¡Cosa más grande caballeros!…
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