"La informatización de la sociedad, una prioridad para Cuba", fue el título del editorial del periódico Granma del pasado 12 de diciembre.
Por estos días, el tema fue también tratado en el periódico Juventud Rebelde, en trabajos como el titulado "Conectando con el futuro" y "Más que una Internet".
Todos estos textos intentan convencernos de la voluntad del Gobierno
de que la población tenga acceso libre a las tecnología de la
información y las comunicaciones. A la vez, son una respuesta
precipitada y manipuladora del Departamento Ideológico del Partido
Comunista a la información de Martí Noticias del 5 de diciembre,
titulada "Cuba, el país de América con menos libertad en la internet".
El trabajo se basó en los datos brindados por Freedom House en el mes
de noviembre sobre el estado de la libertad en internet en el mundo. En
una lista de 100 países, Cuba ocupa el lugar 84.
Sin que haya sido esa su intención, la información de Freedom House
fue ratificada por el viceministro de Comunicaciones, Wilfredo González,
que en un encuentro con estudiantes de la Universidad de La Habana,
celebrado el 10 de diciembre, dijo que "Cuba, en cuanto a la penetración
de internet, tiene el puesto 153".
Freedom House se limitó sencillamente a reflejar la realidad.
Los citados trabajos de Granma y Juventud Rebelde
pretendieron brindar una información manipuladora y distorsionada,
dirigida a servir los intereses del Gobierno. Así, presentan como algo
consumado el acceso de los cubanos a las TIC.
Los periodistas oficialistas se atrevieron a ratificar la falsedad de
que en Cuba no existe condicionamiento alguno desde el punto de vista
político e ideológico que impida el acceso a internet.
Sin embargo, una muestra de que ese control se acrecienta es la
anunciada con bombo y platillo plataforma informática Red Cuba, cuyo fin
es integrar y controlar todo los sitios encargados de brindar los
servicios de las TIC.
Las redes institucionales tendrán como soporte las llamadas estaciones de trabajo, léase las centrales telefónicas.
De las 688 centrales telefónicas existentes en Cuba, 616 están
digitalizadas. La función de estas últimas es facilitar la conexión de
la población a los diferentes servicios de contenido público
contemplados en las TIC, lo cual hoy en Cuba no se cumple.
Según el editorial del diario Granma, "la informatización
que se ejecuta desde hace varios años demuestra la voluntad política de
acercar cada vez más las nuevas tecnología a la población".
¿Cómo se atreve el órgano oficial del Partido Comunista a decir tamaña mentira?
Desde hace años está operativo el cable submarino de fibra óptica que
enlaza a Venezuela y Cuba, con el cual se puso fin a la conexión de
internet por satélite. Dada su capacidad y velocidad, dicho cable
hubiese permitido extender los servicio de las TIC a los hogares y
teléfonos móviles, pero esto no ha ocurrido y todo indica que no
ocurrirá.
En la infraestructura para brindar los servicios de las TIC de que
hoy dispone Cuba, hay una fuerte presencia de tecnología de punta. De
haber existido voluntad política, hoy estos servicios estarían
disponibles para la población, pero no ha sido así.
En Cuba hay 11.210.064 habitantes. Al finalizar 2013, estaban
instaladas 1.248.889 líneas telefónicas fijas. De ellas, 1.225.159 eran
digitales. De ese total, solo 939.500 pertenecían al sector residencial.
Así, debería darle vergüenza a los gobernantes que el país aparezca
en el último lugar del hemisferio occidental en la aplicación de las
nuevas tecnologías.
El editorial de Granma asegura que "los avances de la
conectividad en Cuba se han orientado a la creación de capacidades en la
infraestructura de telecomunicaciones".
Para comprobar la falsedad de esta afirmación, veamos algunos datos.
Al finalizar el año 2013 los usuarios de internet fueron 2.923.000. ¡Apenas 261 usuarios de Internet por cada 1.000 habitantes!
En estos momentos están registradas en Cuba 1.014.400 computadoras.
De ellas, solo 515.400 están conectadas a internet. Es decir, por cada
1.000 habitantes solo 90 estaban conectados a la red de redes.
Resulta poco seria la afirmación de que como antesala de la
masificación de internet, se han dado pasos tales como la apertura de
154 salas de navegación que brindan servicios de conexión.
Los periodistas de Granma y Juventud Rebelde
omitieron explicar que para conectarse a las red de redes los usuarios
tienen que pagar 4,50 dólares por hora, algo inalcanzable para la
mayoría de los cubanos, cuyo salario mensual ronda los 18,84 dólares al
mes.
El Gobierno apela al falso argumento de que dadas las limitaciones
económicas y tecnológicas a lo largo de los últimos cinco años no ha
sido posible aumentar la conectividad de los cientos de miles de hogares
que tienen líneas fijas digitales a las diversas opciones de las TIC,
en particular internet.
Según afirman los ejecutivos del Ministerio de Comunicaciones, hay
grandes limitaciones en la infraestructura, y para resolverlas se
requieren grandes inversiones en las redes de comunicación. Aseguran que
se trabaja con el propósito de que los servicios de las TIC puedan
llegar a todos los hogares, solo que no dicen cuándo.
Si falta dinero para esas inversiones, tal como se afirma, hay que
preguntarse dónde fueron a parar los 2.123.200.000 de dólares
recaudados por concepto de entrada y salida de llamadas internacionales
entre los años 2008 y 2013, la mayoría originadas y pagadas desde
Estados Unidos.
A lo anterior se suman los contratos y recargas de 1.995.700
celulares existentes. Por estos conceptos, al finalizar 2013 se habían
recaudado 430.400.000 dólares.
Los centros que brindan servicio de internet tenían previsto terminar el año con una recaudación de 41.500.000 dólares.
Estas cifras no son de dominio público. Así, las autoridades camuflan
a la población las falsedades que propagan, como la de que no disponen
de fondos, ni existen reales posibilidades de extender los servicios de
las TIC.
Los gobernantes se aterrorizan de solo pensar en la posibilidad de
permitir que las personas que dispongan de recursos puedan hacer las
contrataciones para que internet llegue a sus hogares. Saben
perfectamente lo dañino que es para ellos la información sin el control y
la censura que aplican diariamente a sus medios oficiales y que
implantarán con más rigor en su anunciada Red Cuba.
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