Como cada 10 de diciembre, la policía cubana ha detenido
temporalmente a cerca de un centenar de disidentes que participaban este
miércoles en distintas manifestaciones convocadas en siete provincias
de la isla para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Al menos 32 de estas personas fueron arrestadas en La Habana cuando
intentaban incorporarse a una actividad convocada con antelación por las
Damas de Blanco y por el Movimiento Nueva República en los alrededores de la popular heladería Copelia.
Otros 27 fueron retenidos en la provincia Holguín, más de 20 en Isla de Juventud, 12 en Las Tunas, tres en Guantánamo, uno en Manzanillo y uno en Bayamo, según los últimos reportes ofrecidos por la organización Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).
“Varios activistas ya han sido liberados. En La Habana han liberado a
varios, que se encuentran en sus viviendas. Generalmente lo que
acostumbran es ir liberándolos poco a poco, a medida que avanza la
noche. No los sueltan nunca juntos por temor a que se manifiesten
nuevamente”, ha dicho este miércoles por la noche (hora local) a este
diario el coordinador general de la Unpacu en Santiago de Cuba, José
Daniel Ferrer.
“Los informes nuestros son parciales, depende de los partes que nos
da nuestra gente, que ha podido comunicarse antes o después de la
detención. Pero hemos tenido detenciones en casi todas las provincias”,
ha agregado Ferrer.
El operativo policial desplegado en los alrededores de la heladería
Copelia y el cine Yara, sede del Festival de Cine de La Habana, donde
unas dos decenas de disidentes fueron retenidos, ocurrió a la vista de
un grupo de corresponsales extranjeros acreditados en la isla.
“Policías vestidos de civil dispersaron a los manifestantes que
coreaban ‘Vivan los derechos humanos’ con sus dedos índice y pulgar en
forma de ‘L’, simbolizando la palabra ‘Libertad’. Los detenidos eran
ingresados por los policías a los asientos de varios autos”, reportó el
periodista Daniel Trotta para la agencia Reuters. Dos reporteros del
diario digital 14 y Medio, que dirige la periodista Yoani Sánchez,
también fueron arrestados mientras cubrían esta noticia y liberados tres
horas más tarde.
La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y su esposo, el expreso
político Ángel Moya, no lograron llegar al lugar de la manifestación,
pues fueron detenidos a pocos metros de su casa, según relataron algunos
vecinos a la agencia EFE.
Mientras tanto, la policía buscó en sus casas del centro de la capital a otras dos mujeres que pertenecen a la Unión Patriótica de Cuba,
y que fueron señaladas como responsables de colocar pegatinas alusivas a
los derechos humanos en las paredes y postes de la ciudad. En el
interior de la isla, la mayoría de los disidentes fueron detenidos
cuando intentaban llegar al lugar pautado para la manifestación o
mientras repartían copias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En paralelo, las autoridades cubanas liberaron entre este martes y
miércoles a cuatro activistas que habían permanecido al menos dos años
en prisión. La dama de blanco Sonia Garro, su esposo Ramón Alejandro
Muñoz y el activista Eugenio Hernández, apresados en marzo de 2012,
fueron excarcelados el martes por la tarde, pero aún deberán enfrentar
en juicio los cargos de desórdenes públicos y tentativa de homicidio. El
coordinador de la Unpacu en el municipio Moa de la provincia de
Holguín, Juan Carloz Vásquez, también salió en libertad este miércoles
tras completar una condena de dos años de cárcel acusado de planear un
atentado.
Las cárceles cubanas albergan a 110 presos por razones políticas, de
acuerdo al más reciente reporte de la Comisión Cubana de Derechos
Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), que dirige desde La Habana
el activista Elizardo Sánchez.
Según Sánchez, el Gobierno cubano ha reemplazado las largas condenas en
prisión por arrestos de corta duración y acciones intimidatorias como
los “actos de repudio” para acallar a las voces disidentes. Hasta
noviembre de este año, la CCDHRN ha reportado 8.410 detenciones
temporales: una media de 764 por mes.
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