Ludmila Vinogradoff
Cada semana una media de quince médicos cubanos intentan fugarse de Venezuela y huir al «mundo capitalista», habitualmente Estados Unidos.
La salida de médicos se acelera de mes en mes, y en el último año han
salido del país 700 facultativos. «A veces tenemos semanas en las que
recibimos más de cien solicitudes de ayuda para escapar», aseguró Julio César Alfonso, presidente de Solidaridad Sin Fronteras,
una ONG con sede en Miami que ofrece asistencia a los cooperantes de la
isla que desean abandonar las misiones médicas cubanas en el exterior.
Esta misma ONG señala que, en total, han desertado de Venezuela y otros países unos 3.000 profesionales encuadrados en los programas sociales auspiciados por La Habana en el exterior. El deterioro de la situación económica en Venezuela,
la inseguridad, los bajos sueldos y la incertidumbre política
contribuyen a acelerar la fuga de facultativos y profesionales. La
devaluación del bolívar, un sueldo medio de 100 dólares mensuales al cambio oficial y las escasas perspectivas de desarrollo profesional, son otros tantos motivos para la huida.
Caracas paga a La Habana entre 1.500 y 4.000 dólares por empleado. Él solo recibe 100 dólares
Los programas de asistencia auspiciados por La Habana comenzaron en 2003, cuando llegaron 44.800 cubanos para prestar sus servicios en las siete misiones sociales creadas por Fidel Castro
y Hugo Chávez. Solidaridad Sin Fronteras señala que hoy son unos 30.000
cubanos, de los que 22.000 son médicos, enfermeros, optometristas,
técnicos y odontólogos.
Petróleos de Venezuela es la empresa encargada de los pagos directos a Cuba por sus profesionales en el país. «Los pagos rondan entre 1.500 y 4.000 dólares por
profesional. Pero estos apenas reciben unos 100 dólares al mes, el
resto se lo queda el Gobierno de Cuba», asegura Julio César Alfonso.
«Asistimos a la mayor red detráfico de seres humanos impulsado
por un Estado con sus ciudadanos. No pueden negarse a trabajar, cobran
poco y nadie se queja de nada», se lamenta el responsable de la ONG, en
referencia al chantaje que practican con sus familiares en la isla si se
atreven a fugarse.
Adoctrinamiento político
Las misiones médicas y sociales cubanas contribuyen
asimismo a las tareas de adoctrinamiento chavista de la población,
especialmente entre los sectores más pobres y necesitados del país. Lo
cuenta Angel Hernández, uno de los médicos fugados, al semanario «Quinto Día»:
«Subíamos a los cerros, donde lo que había era una cuerda de malandros
[delincuentes], a quienes se les daba la buena noticia de que ellos iban
a contar con su propio médico, que iban a tener su propio entrenador de
baloncesto, y que ese médico iba a vivir allí con ellos». Es más,
cuando se celebraban elecciones, los médicos cubanos debían «aconsejar» a los pacientes que votaran por los chavistas
para que pudieran seguir disfrutando de asistencia social, según
Hernández, quien señala que les asustaban con que si triunfaba la
oposición, se quedarían sin médico. Para colmo, el gremio de los médicos
venezolanos siempre ha cuestionado la calidad del servicio prestado por sus colegas cubanos.
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