Cuando el gobierno de la Alemania comunista fijó una
rueda de prensa para el 9 de noviembre de 1989, nadie esperaba que, tan
solo cuatro horas después, multitudes de personas pasarían la frontera
hacia el oeste de Berlín. Fue ese acto informativo el que precipitó la
caída del Muro de Berlín, uno de los hitos del siglo XX con el que se logró la reunificación germana. Hoy, 25 años después, Google recuerda en su doodle esta efeméride. Berlín es actualmente una ciudad cosmopolita y muy distinta a aquella brutalmente partida en dos durante casi tres décadas.
La confusión histórica que precipitó la caída del Muro de Berlín tuvo dos protagonistas, el portavoz alemán Günter Schabowski, miembro del Politbüro de la RDA, y, sobre todo, el periodista Riccardo Ehrman, corresponsal de la agencia italiana Ansa.
Los prolegómenos de la trascendental rueda de
prensa habría que buscarlos en la cada vez más creciente demanda de
libertad y democracia en la RDA, que había llevado a miles de alemanes
del este a huir a occidente a través de Hungría, Polonia y
Checoslovaquia. A lo largo de septiembre y octubre se suceden
manifestaciones en Leipzig y en otras localidades alemanas en las que
los concentrados clamaban Wir sind das Volk! (¡Nosotros somos el
pueblo!). Medio millón protestaron en la céntrica Alexander Platz de
Berlín oriental el 4 de noviembre contra lo que calificaban un sistema
opresor y sin perspectivas.
La presión sobre la RDA se hizo insostenible.
Erich Honecker, líder de la Alemania comunista, renunció el 18 de
octubre y, en un intento de calmar los ánimos, el gobierno comunista
diseñó una nueva ley para dar permisos de viaje al exterior sin
condiciones previas que, en principio, entraría en vigor el 10 de
noviembre. Pero la supuesta solución terminó precipitando los hechos en
cuestión de horas.
En medio de una rueda de prensa ya histórica,
convocada por el gobierno comunista para explicar la nueva norma,
Riccardo Ehrman, quiso indagar más y repreguntó cuándo sería efectiva la
ley. Lo que siguió forma ya parte historia. Schabowski, contrariado,
rebuscó en sus papeles sin encontrar la fecha correcta e improvisó: «De
inmediato». «Creo que fui el único que realmente entendió en ese momento
lo que ocurría», cuenta Ehrman, que hoy tiene 84 años. «Salí de
inmediato y mandé un teletipo a la central en Roma diciendo: 'Cayó el Muro'. Mis colegas pensaron: 'Riccardo se volvió loco'».
Pero Erhman no estaba loco. La escena hizo
que miles de personas se congregaran espontáneamente ante puestos
fronterizos de Berlín. Antes de la medianoche, las autoridades no
tuvieron más remedio que abrirles el paso. El Muro que había separado Berlín
y el mundo durante casi tres décadas se había derrumbado gracias a un
gran malentendido, cinco horas de vértigo y miles de personas sedientas
de libertad. «Que se dieran al mismo tiempo todos los factores que
llevaron a la caída del Muro fue un golpe de suerte increíble», resumió
el director de la Fundación del Muro de Berlín, Axel Klausmeier, al
comentar las circunstancias que llevaron al final del gran símbolo del
mundo bipolar de la Guerra Fría.
Así se avanzó en una noche histórica
Tras la rueda de prensa todo se precipitó en una intensa jornada. El Muro de Berlín vivía sus última horas. Esta es la cronología:
19:04 horas: La agencia Dpa envía un teletipo
urgente anunciando: «Los ciudadanos de la RDA pueden emigrar por todos
los pasos fronterizos de forma directa y desde este momento».
20:00 horas: El informativo de la cadena pública
ARD comienza con este titular: «La RDA abre sus fronteras». El
Parlamento de la Alemania occidental interrumpe su sesión. En la RDA, el
comité central del partido único SED termina una reunión sin percatarse
de lo ocurrido en la rueda de prensa de Schabowski.
21:20 horas: Miles de personas que fueron
saliendo a la calle ya desde la conferencia de Schabowski se reúnen ante
el paso fronterizo de la calle Bornholmer. Sin órdenes claras y
sorprendida por la situación, la guardia fronteriza permite a algunos
pasar al oeste invalidando su pasaporte, una «expatriación» de facto.
Los primeros berlineses del este cruzan el Muro y son recibidos en el
oeste con lágrimas y abrazos.
21:34 horas: El presidente de Estados Unidos,
George Bush, reacciona con prudencia a las noticias que llegan de
Berlín. En una rueda de prensa se muestra «encantado», pero responde
meditativo y cauto.
23:00 horas: Aumenta la presión en el cruce de la
calle Bornholmer, donde miles de personas gritan: «¡Abajo el Muro!».
Sin disparar un tiro, los oficiales del cruce abren las barreras y
suspenden los controles. En los 45 minutos siguientes cruzan al oeste
alrededor de 20.000 ciudadanos de la RDA.
23:50 horas: El canciller alemán, Helmut Kohl,
ofrece una rueda de prensa durante su visita a Varsovia y anuncia que
interrumpe su viaje a Polonia. Al día siguiente vuela a Berlín.
00:02 horas del 10 de novuiembre: El informe de
situación de la policía de la RDA señala que los ocho pasos fronterizos
de Berlín están abiertos.
Desde la 1:00: Miles de berlineses del este y el
oeste se unen ante la emblemática Puerta de Brandeburgo y trepan al
Muro. Otros bailan y celebran en las cercanías. La policía de los dos
Berlines vuelve a cerrar el acceso hacia las 3:30 horas.
8:00 horas: La RDA comienza a emitir permisos o
visados para los viajes al oeste. Hasta el 11 de noviembre a las 13:00
horas se entregan 2,7 millones de visados.
9:30 horas: El alcalde de Berlín, Walter Momper,
pronuncia un discurso en Bonn, capital de la Alemania occidental, en el
que resume la sensación que recorre todo el país: «Anoche el pueblo
alemán fue el pueblo más feliz del mundo».
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