Si algo anhelan los trabajadores por cuenta propia es poder trabajar
con independencia, alejados de la tutela estatal. La mayoría desea
cumplir con sus obligaciones tributarias, pero rechazan la excesiva
supervisión de sus finanzas e inventarios por parte de inspectores y
otras instituciones gubernamentales.
Los cuentapropistas saben que buena parte de los organismos estatales
dedicados a la prestación de servicios a empresas y entidades están
diseñados para controlar, de una u otra manera, el trabajo de sus
clientes. En ese contexto sobresale el sistema bancario nacional. Son
notorios, por ejemplo, los requerimientos bancarios a la hora de
conceder un crédito a cualquier entidad productiva. Además de averiguar
por la solidez financiera del prestatario, el banco exige el
cumplimiento de indicadores económicos como la correlación entre el
salario medio y la productividad del trabajo, el costo por peso de
producción mercantil, o el gasto de salario por peso de valor agregado,
entre otros.
Y si eso sucede en su relación con empresas y entidades del propio
sector estatal, cómo sería la intromisión bancaria en la gestión del
incipiente sector no estatal de la economía. Sin dudas, ese es el motivo
principal del desdén de los trabajadores por cuenta propia hacia los
servicios bancarios, tal y como lo reconoció hace poco Francisco Mayobre Lence, vicepresidente del Banco Central de Cuba.
El señor Mayobre, después de admitir las muchas dudas e
insatisfacciones de los trabajadores por cuenta propia con el trabajo
del banco, se refirió a las medidas de flexibilización para el
otorgamiento de créditos a esas personas naturales, así como la
ampliación de la cobertura para que los cuentapropistas abran cuentas
corrientes con que realizar sus transacciones.
Así las cosas, decidimos recoger las impresiones de algún trabajador
por cuenta propia. Y arribamos a una floreciente cafetería en el
habanero municipio del Cerro, cuyo propietario —que optó por el
anonimato—, se halla al parecer bien informado de las resoluciones que
rigen este tipo de labor.
Comenzó hablándome acerca de las deficiencias que todos conocemos del
sistema bancario, y que podrían entorpecer el trabajo cotidiano de
cualquier negocio que se vincule excesivamente con los bancos: el
bloqueo frecuente de las computadoras, la falta de fluido eléctrico que
obliga a detener las operaciones, y las largas colas que muchas veces
exhiben las sucursales bancarias, sobre todo los días en que toca
pagarles la pensión a los jubilados.
A renglón seguido, se refirió al inconveniente de tramitar sus
finanzas mediante la apertura de cuentas corrientes en el banco. "Si eso
sucede, las normativas me exigirían la implantación de un sistema
contable parecido al de las entidades estatales, con énfasis en la
existencia de las cuentas 'Efectivo en banco' y 'Efectivo en caja'. Es
decir, que el banco —y por extensión, también la Oficina Nacional de
Administración Tributaria (ONAT)— estaría al tanto de la magnitud de mi
capital."
¿Y qué tiene de malo el hecho de que el banco conozca el capital con
que cuenta un trabajador por cuenta propia?, podrían preguntarse
algunos. Mi entrevistado se encarga de despejar la incógnita: "El
problema consiste en que esta gente (la ONAT) siempre está pendiente de
si uno aumenta sus ingresos o mejora la situación financiera, y ahí
mismo te suben los impuestos. Ahora mismo, por ejemplo, he recibido
noticias del incremento impositivo que afrontarán varios arrendadores de
habitaciones en el municipio de Habana Vieja a partir del 1 de enero de
2015. De un impuesto de 80 pesos mensuales, en lo adelante deberán
pagar 300 pesos; una subida del 375%, algo sencillamente escandaloso. Y
lo peor del caso es que no tienen a dónde acudir para reclamar".
Cuando nos marchábamos de su cafetería, él expuso su última idea:
"Por supuesto que no me desagrada el aire de modernidad que mi
vinculación con el sistema bancario podría otorgarle a mi negocio. Pero
los actuales bancos cubanos no me inspiran confianza. Si se tratara de
un banco privado, ya sería otra cosa".
No hay comentarios:
Publicar un comentario