Cuba empeoró dos puestos en el Índice de Desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación 2014 (IDT) y sigue instalado en la lista de los países menos conectados del mundo.
"En particular, Cuba va a la zaga", afirma la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT), que ubicó a la Isla en el lugar 125 en 2013,
frente al 122 alcanzado en 2012.
Según el organismo, la penetración de la telefonía celular "es una de
las más bajas del mundo y solo ha aumentado marginalmente" en el
período 2012-2013. En este aspecto, los datos muestran un ascenso hasta
los 17,7 suscriptores por cada cien habitantes (era de 14,9 en 2012).
Sin embargo, las líneas fijas apenas crecieron un 0,2%.
"La banda ancha es casi inexistente (penetración de menos del 1%) y los servicios wireless de banda ancha no estaban disponibles en 2013", continúa explicando la UIT.
En 2013, solo el 3,4% de los hogares cubanos contaba con acceso a
internet. El dato muestra incluso un decrecimiento en comparación con el
año anterior (3,8% en 2012).
En cambio, el número de computadoras subió ligeramente en las casas
hasta el 12,7%, de acuerdo con el informe Medición de la Sociedad de la
Información 2014.
En cuanto a las personas con acceso a internet, el informe recoge un
aumento insignificante del 25,6% al 25,7%, aunque no aclara que la
mayoría solo se conecta a una intranet nacional, fuertemente censurada
por el régimen.
Sin voluntad política
"No hay ninguna mejoría, cada vez hay más censura, saturación y poca
velocidad en la conexión a internet", señala desde la ciudad de Camagüey
el informático Reyner Agüero, quien hace unos años fue expulsado de la
Universidad de Ciencias Informáticas por motivos políticos.
Sin profundizar demasiado en la excepción cubana, la UIT explica las
causas que, en su opinión, originan la penuria tecnológica: "La Empresa
de Telecomunicaciones de Cuba tiene uno de los últimos monopolios
estatales del sector en el mundo".
"Estos datos ratifican que las causas no son económicas ni
tecnológicas. Lo que no hay es voluntad política", asegura desde Miami
el experto en sistemas Oscar Visiedo, exdirector del estatal Centro de
Intercambio Automatizado de Información (CENIAI).
Visiedo repara en que el concepto "isla de los desconectados" es
actualmente compartido por intelectuales, profesores, artistas y
técnicos del país, "no importa de qué lado ideológico se ubiquen, en la
oficialidad o en la oposición".
En septiembre pasado, la prensa oficial dijo que la Isla está
"conectada" a internet y "persiste en mantenerse enlazada con el mundo",
"a pesar" del embargo de Estados Unidos.
El cable de fibra óptica tendido entre la Isla, Venezuela y Jamaica
cumplirá tres años en febrero próximo, pero su funcionamiento solo se ha
notado en centros gubernamentales (medios de comunicación oficiales y
aparato represivo) y en la apertura de algunas salas de navegación, a
precios inaccesibles para la mayoría.
"Ni siquiera en la llamada carpeta de inversiones, divulgada
recientemente, hay prioridad para el desarrollo de internet. No hay
ningún interés en ello", afirma Oscar Visiedo.
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