–Desde 2008…
–¿Cómo empezó? ¿Cuándo entraste?
–Ese año. Almacenábamos la música y los videos musicales para que,
una vez a la semana, los DJ de provincia tuvieran todo lo que se oía en
La Habana en un mismo paquete…
Paquete:
En la Cuba profunda, dícese de una mentira, exageración, burla,
“tupe”; aquello que no puede ser nombrado o lo que en los años 90 decían
llevar entre las piernas los hombres de mi barrio: el mismo donde vive
“El Transportador”, y le nació al término un nuevo significado en el
prolijo español de la Isla.
Salsa cubana y Billboard Hots; Calle 13 Multiviral y Pharrel
Williams´s Happy (Gru´s theme from Despicable me II); Kurz und
schmerzlos (Fatih Akin, 1998) y Melaza (Carlos Lechuga, 2010); Netflix´s
House of Cards y Master Chef España; “Aurelio Alonso sobre los carros”,
“las nuevas regulaciones de la Aduana”; el más reciente Babelio, la
última Vistar. Y este mismo texto, quizás.
El Paquete:
En casi toda Cuba, mil gigabytes que salvan, cada semana, el jetlag
informativo, cultural y “farandulero” de quienes vivimos en este, el
otro lado de la “brecha”; sobre todo, de aquellos que disponen de una
computadora personal o un Samsung 32´ con puerto USB –la aduana le
permite a usted entrarlo al país cual bolsa de mano, como artículo de
primera necesidad. Y según la más reciente encuesta de consumo cultural
en la Isla, una pantalla lo es.
–Y ahora, ¿cómo se expande ese contenido?
–Más o menos de esa forma. El paquete viaja por toda Cuba, con las selecciones que se hacen en las distintas áreas.
–¿Qué haces tú?
–El paquete que yo armo lo trabajamos cuatro personas, aunque hay
muchos proveedores de contenidos. Yo, particularmente, me ocupo de todo
el conjunto, pero también de lo que tiene que ver con la música y los
videos musicales; selecciono lo que va cada semana…
–¿De acuerdo con qué criterios?
–…con qué…?
–Criterios… ¿En qué te basas para seleccionar lo que va cada semana:
en lo que a la gente le gusta, lo que piden, lo que está de moda…?
–Depende. De la música internacional, pongo lo más nuevo, lo que está
de moda. Ahí se va a consumir lo que sea, de cualquier género.
–¿Por qué estás tan seguro de eso?
–Uno no trabaja para un solo consumidor… Nadie va a consumir los mil
gigas en una semana, la gente coge el paquete y deja solo lo que le
gusta; lo demás, se borra. Por eso hay que asegurar que haya contenido
para todo el mundo… Y de la música internacional, la gente trata de
estar al tanto.
–¿Y la música nacional…?
–Ahí sí tiene que ser lo que haya, porque es más difícil conseguir variedad…
–¿Por qué, si los músicos y los productores están dentro de Cuba?
–Porque prácticamente los únicos que vienen a traernos videos son los
promotores de los reguetoneros, sus productores, etc. Claro, como no
tienen otras vías…
–Pero yo he visto otros géneros en el paquete que tú gestionas…
–Claro, porque yo me meto por aquí y por allá, sabes, tratando de
conseguir la mayor variedad posible… Es difícil, pero se hace. Por eso
tú ves que ahí tengo videos y música de casi todos los artistas cubanos
de primera línea, y de salsa, música electrónica, hip hop… ¡Hasta Omara
Portuondo!
–¿Y cómo consigues eso…?
–Ya te dije; por aquí, por allá…
El Paquete extiende “la bazofia seudocultural” por toda la Isla,
“como el marabú”: con estos términos, el fenómeno ha venido ocupando
espacios en la prensa nacional desde que en el más reciente Congreso de
la Uneac, el ex Ministro de Cultura, Abel Prieto, se refiriera a su
expansión como un resultado de los “errores de nuestras instituciones
educativas, culturales y de nuestros medios”.
“No he hecho ninguna encuesta, pero me he topado con personas, todas
revolucionarias, algunas profesionales con un nivel educativo alto, que
ven y disfrutan estos programas; para entretenerme dicen algunos, para
desconectar, la televisión no entretiene, si hubiera algo mejor yo lo
vería… Hacen esos análisis y puede ser que tengan hasta cierta razón”,
ha declarado el asesor del presidente de los consejos de Estado y de
Ministros.
Desde el punto de vista de quienes lo hacen, se trata de “complacer a
todo el mundo”, y de que cada quien tiene la capacidad de “elegir”.
–Tenemos pocos canales de backlink –dice El Transportador–, pero hay
modos de saber qué quiere la gente; sobre todo, a través de las
matrices.
–¿Qué son?
–Son los puntos de distribución en cada ciudad o capital de
provincia. Ellos sí tienen relaciones más directas con los consumidores,
y nos hacen llegar sus criterios y sus recomendaciones.
–¿Por ejemplo…?
–Cosas que tienen que ver con contenidos: se enteran de una serie o
una película o un programa y mandan a preguntar por qué no sale… A veces
se piensa que la gente no tiene acceso a la información y que solo se
entera por el paquete, pero puede ocurrir al revés. De hecho, nos ha
pasado… Otras recomendaciones tienen que ver con la calidad de los
contenidos desde el punto de vista técnico: las personas no quieren ver
películas en baja resolución ni en copia de cine. Para nosotros, eso
sería faltarles el respeto. También está el hecho de que no todo el
mundo tiene acceso a la misma tecnología…
–¿Qué soluciones buscan?
–Por ejemplo, en música, hemos puesto la opción de una carpeta con
videos para celulares, ya en el formato más estándar. Así da igual la
tecnología que tengas, lo vas a poder ver.
–¿Y la publicidad? ¿Cómo manejan eso?
–¿Publicidad…?
–Sí, algunas series o shows tienen publicidad integrada al video;
publicidad nacional, a negocios particulares de todo tipo: peluqueros,
plomeros, carpinteros, payasos…
–No, estás viendo el otro paquete. Nosotros no hacemos eso…
En relación con las fuentes del Paquete, hay un “nosotros” y un
“ellos”. Y como los grupos de reguetón, hay detrás una historia de
unión-separación-competencia. Según El Transportador, son dos paquetes
distintos los que circulan por el país, y cada uno tiene sus clientes,
sus especificidades, estrategias, fuentes de acceso a los contenidos y,
por lo visto, la voluntad de ofrecer públicamente su criterio en
relación con lo que produce.
–Nosotros no incluimos publicidad en el paquete.
–¿Ninguna?
–A ver, una cosa es un “flyer” o una imagen promocional, y otra cosa
es una publicidad integrada al video. Esto último no es ético: tú no
hiciste ni produjiste la serie ni el video en el que te estás
promocionando, no le pagaste un centavo a los que lo hicieron para que
te anunciaran en sus transmisiones… hacer eso es una falta de cultura
tremenda, y mucha gente no está de acuerdo con eso. Yo no lo hago, ni lo
haré.
El ensayista cubano Víctor Fowler se refiere a esto como “una lógica
de la nueva economía, la expresión de la carencia”. En otras palabras:
el Paquete llena espacios en blanco. Según la Oficina Nacional de
Estadísticas e Información (ONEI), en Cuba tienen acceso a Internet solo
261 personas por cada mil, y con ello, acceso a contenidos no
audiovisuales (el ancho de banda no lo permite), sino informativos, de
formación del criterio. Sobre esta zona de nadie también se ha levantado
el consumo informal:
–Para eso es una sección como Cuba Hoy, por ejemplo.
–¿Qué contiene?
–Información sobre cultura cubana, artículos en pdf sobre historia y
efemérides que le sirven a los niños para la escuela, por ejemplo. Lo
hacemos en función de lo que haya cada mes: hemos puesto hasta La
Historia me Absolverá en pdf; sabemos que para las pruebas de ingreso
puede ser útil. Y ponemos artículos que salen en la prensa digital y que
tienen que ver con la actualidad cubana, y la cartelera cultural del
país o de la ciudad de La Habana. Y ponemos revistas que tienen que ver
con cultura, también.
–¿Es el caso de Vistar?
–Vistar tiene que ver con cultura, por eso está en el paquete, como
está la sección de Cultura de El País o Cinemanía y otras. Ahí hay, por
ejemplo, críticas y entrevistas a actores de muchas de las películas que
ponemos, y eso sirve para que la gente se informe sobre lo que va a
ver…
–¿Y el contenido de todo lo que va en esa sección…?
–Antes que preguntes, todo es verificado. Nos aseguramos de que no
nos traiga problemas, ni al país. Nosotros no queremos eso, sino todo lo
contrario.
La voz al otro lado del teléfono duda al hacer un estimado, pero se
atreve a decir que más del 80% de los cubanos consume los contenidos del
Paquete que él mismo confecciona y pone a circular cada semana: a
partir de las matrices, el Terabyte se reproduce en tandas exponenciales
de 200 copias; se dice que no pocos de sus contenidos audiovisuales
–sobre todo, las películas– han llegado a ser usados, incluso, por la
propia televisión, y que no pocos intentos de “acercamiento” se han
producido desde el entorno estatal de gestión de la cultura: disqueras,
institutos de promoción, Ministerio de Cultura…
–…sí, conversaciones por fuera, pero nada en concreto.
–¿Crees que podría ser útil…? Los contactos “por fuera”, ¿han sido provechosos?, ¿en qué se enfocan los acercamientos?
–Mira, de eso prefiero no hablar. Vamos a seguir como íbamos, aunque no sé qué más te podría contar…
Le agradezco y cuelgo. Después de este giro, ya poco más podría preguntar.
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