Durante más de dos décadas, la Universidad Internacional de la
Florida (FIU, por sus siglas en inglés) ha realizado encuestas de
actitudes cubano-americanas respecto a la política de Estados Unidos.
Y por más de dos décadas, estas encuestas poco detalladas nunca han llegado a traducirse en realidad política.
Entre otras causas porque las encuestas de FIU no son un verdadero
ejercicio académico y sus resultados pueden predecirse por la naturaleza
de sus patrocinadores.
Las anteriores encuestas de FIU sobre Cuba fueron patrocinadas por
Brookings Institution, Cuba Study Group, la Fundación Christopher
Reynolds y el mecenas internacional favorito de Mariela Castro, la
Fundación Ford.
Todos estos grupos cabildean fuertemente a favor del levantamiento
incondicional de las sanciones impuestas al régimen castrista.
La encuesta de este año, que fue publicada este martes, nos llega por
cortesía del Grupo Trimpa y la Open Society Foundation de Georges
Soros.
Y es de todos conocidos quién es George Soros y cuáles son sus opiniones políticas.
Para aquellos no familiarizados con el Grupo Trimpa, se trata, según
sus propias declaraciones, de una "consultoría progresista, una
consejería para la inversión filantrópica y política, y una firma de
relaciones del Gobierno".
Recientemente, el Grupo Trimpa fue contratado para dirigir la campaña
de cabildeo de una ramificación de Cuba Study Group, llamada #CubaNow,
que colocó anuncios en el metro de Washington, D.C. que abogaban por el
levantamiento de las sanciones contra el régimen de Cuba.
En otras palabras, FIU ha pasado de tener encuestas patrocinadas por
organizaciones ideológicas sin fines de lucro a tener encuestas
patrocinadas por cabilderos ideológicos con fines de lucro.
Esto es, sin dudas, una mayor recaída. Así que será mejor llamar a
las cosas por su nombre: esta no es una encuesta de FIU, sino una
encuesta del Grupo Trimpa.
Y, por supuesto, dado el espíritu de las campañas de cabildeo del
Grupo Trimpa, esta encuesta procura el apoyo cubanoamericano para el
levantamiento del embargo por un margen de 52%-48%.
Además, procura el apoyo cubanoamericano a los viajes de estadounidenses a Cuba por un irrisorio margen de 69%-31%.
Ted Trimpa, presidente del grupo, es también líder del Tectonic
Theatre Project, que está organizando un viaje "pueblo-pueblo" a Cuba,
así que resultaba importante para su encuesta mostrar un fuerte apoyo a
esa clase de despilfarro.
Compárense estos resultados con los del sondeo de la semana pasada, auspiciado por The Miami Herald
—un observador más neutral— y llevado a cabo por los encuestadores
democráticos Bendixen & Amandi, de ningún modo incondicionales de
las sanciones a Cuba.
De acuerdo con la encuesta de The Miami Herald, los cubanosamericanos se oponen a levantar la totalidad del embargo por un margen de 56%-36%.
Mientras que se oponen al levantamiento de las restricciones de viaje por un margen de 51%-42%.
Las enormes diferencias entre la encuesta del Grupo Trimpa y la encuesta de The Miami Herald están muy lejos de los márgenes de error en estos casos.
Esas diferencias serían probablemente aún mayores si alguna de esas
encuestas se hubiera ocupado de hacer consultas más detalladas,
dirigidas a los sucesos actuales en la Isla. Por ejemplo, el abrumador
apoyo de las sanciones por parte de los activistas cubanos por la
democracia, el incremento de las violaciones de derechos humanos, el
encarcelamiento de un rehén estadounidense, el contrabando de armas con
Corea del Norte, el refugio otorgado a terroristas y la subversión de la
democracia en Venezuela.
Hasta la encuesta de The Atlantic Council incluyó una consulta en
relación con las violaciones de los derechos humanos por parte del
régimen castrista. Y cuando se hizo referencia en esa encuesta a las
circunstancias en que viven los cubanos, el presunto apoyo para
normalizar las relaciones o relacionarse directamente con el régimen de
Castro cayó dramáticamente, del 56% a nivel nacional y 63% en la
Florida, hasta un 43%.
Visto todo lo anterior, si FIU desea conservar al menos una
apariencia de integridad académica debería ser más escrupulosa a la hora
de afrontar el contenido de sus encuestas y los patrocinadores que
presionan a través de ellas.
Porque, tal y como ha aparecido, esta última encuesta de FIU resulta un mal chiste.
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