Antonio Arencibia
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En
menos de treinta días hemos sido testigos de dos noticias de gran
peso geopolítico relacionadas con Rusia y China, los dos países que
encarnan las mayores resistencias a la política internacional de
Washington a escala mundial. Comencemos por la que se refiere al
auge económico chino.
Hace
menos de un mes, el Banco Mundial presentaba un informe según el
cual este año China va a sobrepasar a Estados Unidos como la mayor
economía mundial. Aunque esto había sido proyectado por importantes
economistas, va a ocurrir años antes de lo que habían previsto. La
noticia fue ampliamente reportada por la prensa mundial, y aunque
los medios de la izquierda radical expresaron su alborozo, no
creyeron necesario informar que el propio aparato de propaganda del
Partido Comunista Chino (PCCh) tomaba los datos del Fondo Monetario
Internacional que difieren de los del Banco Mundial ya que sitúan la
economía china en 2013 en un nivel no mucho más de la mitad que el
de Estados Unidos.
Para
que no quedaran dudas, un artículo de la agencia Xinhua señalaba que
“el Buró Nacional de Estadísticas de China ha expresado reservas
sobre la metodología empleada y ha rehusado publicar los principales
resultados relativos a China que aparecen en el informe del Banco
Mundial”. (1)
¿Por qué China se declara país en "vías de desarrollo"?
El
artículo de la agencia oficial de noticias insiste en que China
“está más sensibilizada con la calidad de su economía que con su
tamaño”, y que se debe pensar más en los problemas que amenazan la
sostenibilidad de su desarrollo y pensar menos en el crecimiento. Y
pone como ejemplo negativo la industria siderúrgica, que tiene un
serio exceso de capacidad, y sus sucias fundiciones devoran energía
y contaminan el medio ambiente. Para terminar, hay una frase que no
deja de sorprender:
Este país ha avanzado un largo trecho, pero sigue siendo - sin
discusión- un país en vías de desarrollo con mucha tela por donde
cortar”. (2)
En
este punto cualquiera se preguntaría si estamos ante un raro ataque
de sinceridad por parte del PCCh, o, de no ser así, cuáles serían
las razones de esa modestia. Por mi parte, creo que la “moderación”
ante los datos favorables a China del Banco mundial se debe a que el
todopoderoso partido gobernante quiere transmitir de forma
inequívoca a los chinos que les falta un largo trecho antes de
alcanzar un nivel de vida parecido al de los ciudadanos
norteamericanos.
No
nos engañemos, la cúpula totalitaria china sabe mejor que nadie que
son ciertos los datos que refleja Sergio Romano, ex embajador de
Italia en Moscú, en un artículo publicado en el Corriere della
Sera:
Es
bueno recordar que la comparación entre realidades heterogéneas es
muchas veces engañosa. China tiene mil trescientos millones de
habitantes y los Estados Unidos 300 millones. ¿Cuál es el ingreso
promedio de los chinos y cuál el de los norteamericanos? China gasta
cada año en sus fuerzas armadas el 2% de su PIB y los Estados Unidos
gastan el 4%, pero la suma global de su presupuesto militar es
superior al de todos los presupuestos militares del planeta”. (3)
Pero
no nos confundamos, que China no tenga en estos momentos un
presupuesto militar de la magnitud del norteamericano no significa
que su poderío sea descartable, particularmente en las zonas
cercanas a sus fronteras o reclamadas a sus vecinos como propias.
Buena prueba de ello la tienen los vietnamitas, que se han
enfrentado con patrulleras chinas que protegían la perforación
petrolera ilegal en aguas de las islas Paracelso en la zona en
disputa del mar que China nombra del Sur y que Hanoi llama Mar del
Este. (4)
No
es ocioso destacar que el mismo día que la prensa china destacaba
ese enfrentamiento naval, el periódico “Granma” publicaba un
artículo del corresponsal de “Prensa Latina” en Hanoi donde se
citaban las palabras del secretario general del PCV, Nguyen Phu
Trong. En el despacho de PL el dirigente vietnamita advertía sobre
la importancia de la defensa de su país “en un contexto de
complicados e impredecibles cursos en el mundo y en la región, y en
especial en el Mar del Este, al que llamó a prestar especial
atención para salvaguardar la independencia nacional, soberanía e
integridad territorial”. Pero como la prensa del régimen cubano no
ha hecho la menor referencia al conflicto vietnamita con Pekín, los
infelices cubanos que solo dependen de esos medios oficialistas
continúan en ayuno informativo, y mientras tanto han ocurrido graves
disturbios anti-chinos en Vietnam y siguen los incidentes en la zona
marítima que reclaman ambos países.
El petróleo y el gas de esquisto cambian la ecuación
La
segunda noticia de interés se refiere al convenio estratégico por
valor de 400 mil millones de dólares por el suministro de gas ruso a
China durante treinta años, importante tratado que complementa el
firmado por 25 años el pasado mes de junio entre la petrolera rusa
Rosneft y la CNPC de China, por un valor de 270 mil millones de
dólares.
Para
entender el alcance y las consecuencias geopolíticas de esos
acuerdos es necesario un breve preámbulo energético. Empecemos por
Europa, donde en la pasada década Rusia se asoció con Alemania para
construir el gasoducto Nord Stream y garantizar así su alta
participación en el abastecimiento de gas al Viejo Continente. Pero
en el 2009, en medio de una disputa con Ucrania por los precios del
tránsito de gas hacia el oeste, el monopolio estatal ruso, Gazprom,
cortó los suministros a cinco países europeos. Eso nos lleva a estos
momentos, en que las sanciones que le ha impuesto la Unión Europea a
Rusia por la anexión de Crimea y la desestabilización del Este de
Ucrania ha traído este acuerdo ruso-chino, que supone tan gran
volumen de gas, que hace dudar que los suministros a Europa estén
garantizados en un futuro.
Rusia actualmente abastece un 39 por ciento de las necesidades de
gas del conjunto de la Unión Europea (UE), pero hay seis estados del
este europeo que dependen de gas ruso en un 100 por ciento. Por lo
tanto los países de la EU ya se están preparando para otras opciones
ante la posible falla del suministro por parte de Rusia. Una es el
llamado flujo inverso en el que un país con amplio abastecimiento
pueda redirigir parte de ese combustible a otro miembro de la Unión
amenazado de escasez. Otras variantes son: ampliar el volumen de
gas que llega de Argelia a España por el gasoducto Magreb-Europa;
incrementar desde este año en un 22 por ciento los envíos marítimos
de gas natural licuado procedente de Qatar, y estar atentos a la
oferta de gas que ha hecho a Europa el régimen de Teherán, que sería
factible si se levantan las sanciones comerciales a Irán.
Pero
al margen de las alianzas energéticas y la carrera sin fin por el
abastecimiento de hidrocarburos, ha hecho su aparición la revolución
tecnológica del gas de esquisto (shale gas revolution), que
ha multiplicado las reservas de gas y petróleo que pueden ser
explotadas y ha cambiado totalmente el panorama. Aplicada
masivamente en Estados Unidos mediante el fracking (fracturación
hidráulica de las rocas de esquisto), se han recuperado
hidrocarburos en yacimientos que antes no eran técnicamente
accesibles o económicamente costeables. En consecuencia, como
plantea el economista Edward L. Morse en Foreign Affairs.
En
los últimos tres años Estados Unidos ha sido el productor de
hidrocarburos de más rápido crecimiento en el mundo, y esa tendencia
no parece que vaya a detenerse por ahora. La producción de gas
natural de EE.UU. se ha incrementado en un 25 por ciento desde el
2010 y la única razón por la que se ha detenido temporalmente es
porque se requieren inversiones para facilitar el crecimiento en lo
adelante. Tras quitarle a Rusia el título de mayor productor mundial
de gas, a fines de esta década Estados Unidos se convertirá en uno
de los principales exportadores de gas del mundo, cambiando de forma
radical los precios y la estructura del comercio en los mercados
globales de energía. (5)
El
éxito de esta tecnología del fracking es indiscutible, e
incluso Rusia, que todavía es uno de los principales productores de
hidrocarburos, se ha apresurado a cerrar un acuerdo entre el
consorcio “Rosneft”, de mayoría estatal, y la “British Petroleum”
para recuperar el petróleo de los agotados pozos de la región
Volga-Urales. (6)
Escollos para una verdadera alianza Ruso-China
Debido al incremento de la producción de hidrocarburos en Estados
Unidos, China lo ha sobrepasado como primer importador de petróleo
del mundo. Pero el problema de Pekín sigue siendo la distancia de la
mayoría de sus proveedores que, con excepción de Rusia y Kazajistán,
son países del Medio Oriente o de África, además de Venezuela y
Brasil. Si ocurriera un grave conflicto entre Irán y los países del
Golfo Arábigo-Pérsico, el cierre del estrecho de Ormuz por
cualquiera de los contrincantes afectaría la exportación del 32 por
ciento del abastecimiento petrolero hacia China procedente de Irak,
Kuwait, Omán, Irán y los Emiratos. Por eso el acuerdo por 30 años
con Moscú significa un gran paso para la seguridad energética china.
Una
consecuencia de este acuerdo que favorece a China y al resto del
planeta es que la nación asiática, que hasta ahora depende del
carbón para producir casi el 70 por ciento de la energía que
consume, al emplear el gas ruso como combustible sustituto, va a
empezar a salir de su primer puesto como contaminador mundial y
podrá reducir la insostenible polución de muchas de sus aldeas y
ciudades. Otra ventaja no menos importante es que China, con las
reservas de gas de esquisto más grandes del mundo, puede mantenerlas
intactas hasta el momento futuro adecuado pues ha asegurado sus
necesidades mediante el gas natural ruso.
Por
otra parte, Rusia ha aceptado de China un precio por sus entregas de
gas que muchos economistas consideran por debajo del costo de
producción, y además ha renunciado al impuesto sobre los recursos
naturales. Eso hace que algunos críticos acusen a Putin de haber
hipotecado el futuro de Rusia ante Pekín. Si además, se llegara a
reducir o eliminar la exportación de gas a Europa, el Kremlin
perdería o reduciría su mayor fuente actual de divisas extranjeras.
En caso de que Rusia pueda evitar las sanciones y llegase a
incrementar la producción de hidrocarburos para satisfacer a la UE y
a China, el país seguiría dependiendo de la exportación de recursos
naturales, lo que significa ingresos, pero no desarrollo, y tanto el
petróleo como el gas están sometidos a los vaivenes del mercado. En
estos momentos, tras las fugas de capital por la anexión de Crimea,
el Fondo Monetario Internacional estima que la economía rusa solo
crecerá un 0.2 por ciento en el 2014.
Por
eso llama la atención lo que ha dicho el periodista ruso Vasily
Kashin, sobre el alcance de esta alianza energética entre Moscú y
Pekín:
China, gradualmente, pero de manera irreversible, está adquiriendo
en el norte un socio comercial de garantía y confiable - en esencia
“su propio Canadá”. (7)
La
comparación que hace el Sr. Kashin entre la asociación ruso-china y
el binomio Estados Unidos-Canadá es todo lo contrario a lo que
pronosticó hace seis años el analista de origen indio Paragh Khana:
En las décadas venideras, en vez de restaurar su
poderío de la era soviética, Rusia tendrá que decidir si desea
existir en paz como un factor positivo para Europa o en cambio
convertirse en un petro-vasallo de China. (8)
¿Cuál de estas dos posibles relaciones entre Moscú y Pekín es el más
exagerada: un idilio a lo canadiense o una subordinación
cuasi-feudal a China?
No
es sencillo descartarse por cualquiera de las dos definiciones.
Rusia, con su derecho al veto en el Consejo de Seguridad y sus
cohetes nucleares, no es precisamente un bocado fácil. Los
periodistas de The Economist emplean para referirse a esta alianza
el término coloquial inglés frenemies, que se pudiera
traducir como “ene-amigos”, o “amigos-enemigos”, y señalan que:
China tiene la posición más ventajosa tanto en este
convenio como con cualquier aspecto de esta relación [con Rusia].
Tiene en camino otros suministros de gas de Australia y Asia
Central. Y mientras el poderío global de China está creciendo Rusia
está en decadencia, corroída por la corrupción e incapaz de
diversificar su economía desligándola de los recursos naturales. (…)
Aunque los dos países están unidos contra los Estados Unidos,
también necesitan su mercado y su influencia estabilizadora. Y ambos
están luchando por ganar influencia en Asia Central. Su vasta
frontera común es una fuente constante de desconfianza, con el lado
ruso escasamente poblado y lleno de productos y el lado chino lleno
de gente. Por eso muchas de las armas nucleares tácticas de Rusia
apuntan a China. A la larga, Rusia y China tienen tantas
posibilidades de enfrentarse como de crear una firme alianza. Y eso
es una perspectiva mucho más alarmante. (9)
Pocas esperanzas para los países del ALBA
No
podemos hablar de una verdadera repercusión de los acuerdos
económicos chino-rusos si tomamos en cuenta que no ha habido un
análisis serio de ellos, por eso obviamos la obligada reverencia de
los medios oficialistas de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y
Bolivia. Igual que en el caso de la supuesta superioridad de la
economía China sobre la de Estados Unidos, los plumíferos a sueldo
de esos regímenes han destacado el final del “imperio”, como si los
que retan la supremacía de Washington no lo fueran “imperialistas”.
Alardean de que Rusia y China han firmado un acuerdo al margen de la
moneda norteamericana, y lo ven como un anuncio del fin del dólar.
Al leer lo que dicen uno se pregunta si estos “periodistas” se
imaginan que los chinos van a quemar en una gran fogata el billón
172 mil millones de dólares que poseen en Bonos del Tesoro de
Estados Unidos. (10)
Como
no podía ser de otra manera, esa prensa ha colocado en sus primeras
páginas la asistencia de Vladimir Putin a la firma en el marco del
“Foro Económico Internacional de San Petersburgo” de dos convenios
de colaboración petrolera de la corporación rusa Rosneft; uno con
PDVSA y otro con CUPET (Cuba Petróleo): los únicos países del ALBA
beneficiados.
La
diferencia entre los dos acuerdos es que Rosneft adelantó 2,000
millones de dólares por los suministros de petróleo venezolano de
los próximos cinco años. Este es un gesto poco común en este tipo de
negocios que demuestra el apoyo de Putin al gobierno de Maduro que
ha incurrido en impagos a muchas compañías de aviación por escasez
de divisas. Pero en el acuerdo con CUPET no hay más que intenciones
de proyectos para seguir explorando en la Zona Económica de Cuba en
el Golfo de México, que aún no han dado frutos, y además la
corporación rusa promete crear una base logística en la Zona de
Desarrollo de Mariel. (11)
En
el continente no se han tenido tampoco muchas noticias de China,
mientras en Bolivia, Evo Morales se dispone a presidir el 15 de
junio la cumbre del G77 con la nación asiática en la ciudad de Santa
Cruz de la Sierra. Este grupo de países en vías de desarrollo, que
ya suma nada menos que 133 miembros, espera algo más que retórica
sobre “desarrollo sostenible” parte de Pekín, aunque a dos semanas
del evento no se sabe de ningún plan chinos de ayuda y cooperación.
Con
la crisis política y la debacle económica de Venezuela provocada por
los herederos de Chávez, el ALBA se encuentra en proceso involutivo.
Son conocidas las críticas del presidente uruguayo Mujica a Maduro,
cuando dijo que “una izquierda que se niega a vivir con la
oposición no es socialista”, pero ahora incluso Rafael Correa se
preguntaba en Chile “Venezuela era la Arabia Saudita del mundo,
¿adónde se fue ese dinero?”, y a continuación planteaba que en
ese país “Se han cometido, con mucho respeto, desde mi punto de
vista, errores económicos, por ello hay problemas económicos y eso
exacerba las contradicciones”. (12) Maduro ha dejado que
Venezuela alcance una inflación del 56 por ciento a fines del 2013,
y a pesar de su reciente aumento, el salario mínimo cubre menos de
la cuarta parte del costo de la canasta familiar. Para seguir
restringiendo la entrega de divisas extranjeras ha establecido
cuatro diferentes tipos de cambio, y acaba de incrementar en un 400
por ciento el precio de los pasajes aéreos.
Por
su parte PDVSA, que maneja los recursos energéticos de la nación, ha
recibido la orden de emitir bonos por valor de casi 10,000 millones
de dólares para impulsar la economía y atajar el desabastecimiento.
Según reporta “El Nuevo Herald”, la petrolera venezolana tiene ya
una deuda de 50,000 millones de dólares, incluyendo el crédito de
dos mil millones que le acaba de conceder la Rosneft. (13)
En
esas condiciones, cuando los herederos de Chávez están atrapados
entre la bancarrota y el estallido social, ¿qué pueden hacer los “raulistas”?
Pues lo que están haciendo, enviar a sus emisarios a todas las
latitudes a sonsacar a quien aporte algo sin despreciar el tamaño
del negocio. Pueden ser acuerdos de “cielos abiertos” con los
Emiratos Árabes, o la compra a crédito o a precio de saldo de
televisores y refrigeradores en Seul, que se rompen menos que los
chinos. También vale el “alquiler” barato de peloteros cubanos a
Japón o convencer a mexicanos y rusos de que es buen negocio poner
al menos una oficina en la Zona de Desarrollo del Mariel.
Pero
eso sí, la jugada verdaderamente “gorda” es que se levante el
embargo norteamericano. Lo que explica que Raúl Castro reciba -de
cuello y corbata- en el “Palacio de la Revolución” al Presidente de
la Cámara de Comercio de los Estados Unidos.
Mientras llegan las calendas griegas, los ancianos guerrilleros
esperan también que se produzca el milagro de que los capitalistas
del mundo les ayuden con una inversión anual sostenida de no menos
de dos mil quinientos millones de dólares para así desarrollar la
economía de la Isla.
Cualquiera pensaría que con los años se han vuelto creyentes.
NOTAS
(1) Xinhua, China Voice: China facing
long way from world's No.1 economy, May 05, 2014.
(2) Ibid.
(3) Sergio Romano, Cina e
Stati Uniti, conseguenze molto reali del sorpasso che non c’è,
[China y Estados Unidos, consecuencias muy reales de un sobrepaso
que no es tal], Corriere della Sera, 3 de mayo de 2014.
(4) Ming Jinwei, Vietnam is solely
responsible for latest maritime standoff with China, Xinhua, May 16,
2014.
(5) Edward L. Morse, Welcome to the
Revolution, Foreign Affairs, May/June 2014.
(6) Reuters, BP, Rosneft to Jointly
Seek Russian Shale Oil, The Moscow Times, May 25, 2014.
(7) Vasily Kashin, Russia's
Rapprochement with China Runs Deep, The Moscow Times, May. 27, 2014.
(8) Parag Khanna, Waving Goodbye to
Hegemony, The New York Times, January 27, 2008.
(9) China and Russia. Best Frenemies.
The Economist, May 24, 2014.
(10) Major Foreign Holders of
Treasury Securities, March 2014, www.treasury.gov.
(11) Rosneft anticipará 2
mil mdd a PDVSA por suministro de crudo, Reuters, mayo 24, 2014;
Cuba y Rusia amplían lazos de cooperación, Prensa Latina, mayo 26,
2014.
(12) Correa afirma que
errores económicos ahondaron crisis en Venezuela, El Universal, mayo
14 de 2014.
(13) Antonio María
Delgado, Maduro ahoga a PDVSA bajo montaña de deudas, El Nuevo
Herald, Mayo 30, 2014.
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