Un estudio de la oficial Oficina Nacional de Estadísticas e
Información cubana (ONEI) señala que el salario promedio mensual de los
trabajadores estatales en el país alcanzó 471 pesos cubanos en 2013.
Cifra
para callar a los plattistas que pretenden criticar a la dictadura como
ineficiente, pues según la ONEI, durante los ocho años de gobierno de
Raúl Castro, el salario ha aumentado continuamente, sin prisa pero sin
pausa: en 2006 era 387 CUP mensuales, en 2008 había subido a 415, en
2011 fue de 455 y de 466 en 2012. Los 471 pesos mensuales de 2013 son un
aumento salarial más para los cubanos que trabajan para el Estado.
De
manera que desde que Raúl Castro sustituyó a su hermano al frente del
gobierno los trabajadores estatales cubanos han recibido en total un
aumento salarial de 84 pesos cubanos mensuales, equivalentes a 3 dólares
y 50 centavos (o CUC).
El salario promedio estatal más alto era
en la construcción, pero ya este mes comenzará a aplicarse un incremento
en el sector de la salud que superará al de la construcción. Todas las
cifras mencionadas se refieren a trabajadores estatales: no incluyen los
ingresos de los trabajadores por cuenta propia, campesinos privados ni
cooperativistas.
Aceptemos de momento que la salud pública y la
educación son servicios que los cubanos no pagan al momento de
recibirlos. Que muchos medicamentos se venden a precios subsidiados. Y
que a través de la libreta de racionamiento (llamarle “libreta de
abastecimientos” es un eufemismo demasiado cruel) los cubanos reciben
productos alimenticios subsidiados que alcanzan para algunos días del
mes, quizá para los primeros diez días. En los restantes veinte días del
mes no disponen de productos alimenticios subsidiados y es necesario
adquirirlos a precios de mercado.
¿Qué pueden comprar los cubanos
en los mercados con 84 pesos mensuales? Sin hablar de bolsa negra, a
donde se recurre muchas veces en busca de café, leche, carne de res o
mariscos, ¿qué puede hacerse con ese dinero en los mercados estatales,
cooperativos o privados donde se compra a precios de oferta y demanda o a
precios fijos establecidos por el Estado?
Pensemos en la dieta
más sencilla de los cubanos. Si fuera carne de puerco (no se vende carne
de res en esos mercados), se podrían comprar unas tres libras y media
si no fuera de pierna, lo que incluye carne, grasa y huesos, o dos o
tres libras de bistec de pierna a precios entre 30 y 40 pesos la libra;
tal vez un pollo pequeño; menos de libra y media de aceite; o hasta casi
17 libras de arroz blanco o 7 libras de frijoles negros o colorados, y
hasta 16 libras de boniatos o papas (cuando aparecen), o hasta 8 libras
de tomates o aguates, o siete libras de calabaza o melón. De acuerdo al
precio en las calles (por unidades) se podrían adquirir 84 plátanos
burros, o la misma cantidad de zanahorias; o 2 pomos de sofrito para
cocinar.
En el caso de comprar en expendios privados de alimentos
procesados alcanzarían para 28 bocaditos de pasta; o 16 bocaditos de
jamón; o 16 panes con lechón, con tortilla o con croqueta; o tres medias
noches; o 28 vasos de jugo de frutas; o 28 dulces caseros. Si se desean
pizzas cubanas, consiguiendo las más económicas, 84 pesos alcanzan para
8 pizzas de queso o 7 de cebolla. Comprando comida criolla, se pueden
ordenar hasta tres, o a veces cuatro “completas”, que incluyan arroz,
frijoles, carne y alguna vianda o ensalada; también se pueden comprar
con ese dinero 28 barquillos (conos) de helado o casi 17 vasos del mismo
producto.
Sin pensar en productos de higiene y limpieza, con 84
pesos cubanos se puede cargar una vez una memoria USB con un “paquete
semanal” con programación de la televisión “de afuera” y eventos
deportivos y películas que no transmite la televisión oficial. Y si
debido al mal estado del transporte público se intenta viajar en
“almendrón” (antiguos carros norteamericanos que actúan como taxis
particulares en rutas fijas) para ir y venir del trabajo, no alcanza ni
para viajar una semana completa, solamente para cuatro días. Algo más se
logra en “bicitaxi”, pues ese primitivo medio de transporte permitiría
realizar viajes de ida y vuelta durante ocho días.
Si con esos 84
pesos mensuales de incremento salarial se pretende ir a una Tienda
Recaudadora de Divisas del gobierno, las cosas tampoco son muy
atractivas: un litro de aceite vegetal cuesta el equivalente a casi 72
pesos cubanos; 84 pesos solamente alcanzan allí para 500 gramos de leche
en polvo o un kilogramo de muslo y encuentro de pollo.
Con estas
realidades y desproporciones entre salarios y precios, el régimen
pretende elevar la productividad del trabajo en Cuba, eliminar la
dualidad monetaria y “actualizar” el socialismo para hacerlo próspero y
sostenible.
Demasiado difícil poder lograr esos objetivos.
Aunque, como todos deberían saber, la culpa de todo la tiene el criminal bloqueo imperialista.
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