Los médicos cubanos Raúl Vargas y Okanis Borrego. (O GLOBO) |
Los galenos cubanos Raúl Vargas y Okanis Borrego abandonaron el lunes
el programa Más Médicos del Gobierno brasileño, tras denunciar
diferencias salariales con respecto a los profesionales de otras
nacionalidades y restricciones a su libertad impuestas por el Gobierno
de Raúl Castro, informa O Globo.
Vargas, de 51 años, y Borrego, de 29, dijeron que no recibieron los
salarios de marzo. Ambos cuentan con el apoyo de la Asociación Médica
Brasileña (AMB), que ofrece ayuda a quienes deciden abandonar Más
Médicos.
"Nadie fue obligado a venir a Brasil (…) muchos médicos cubanos
querían venir para acá. En mi opinión es el país más desarrollado de
América Latina", dijo Vargas, según O Globo. "Pero cuando llegamos nadie sabía que íbamos a ganar menos que los otros médicos del programa", aseguró.
Vargas dijo que fue Ramona Matos Rodríguez, la primera cubana que abandonó Más Médicos, quien les "abrió los ojos".
El caso de Matos causó una fuerte polémica en el país sudamericano y
el Gobierno de Dilma Rousseff enfrentó críticas del sector de la salud y
políticos opositores que lo acusaron de permitir que los profesionales
de la Isla trabajaran en condiciones de semiesclavitud.
Matos, quien finalmente recibió asilo en Estados Unidos, reveló que solo recibía 400 dólares por su trabajo y otros 600 le eran depositados mensualmente en una cuenta en Cuba.
El Gobierno cubano se quedaba con el resto de los más de 4.250
dólares que paga Brasil mensualmente por cada médico de la Isla a través
de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Tras el escándalo causado por la denuncia de Matos, el Gobierno
cubano subió a 1.245 dólares los salarios de los médicos cubanos en
Brasil, pero eliminó los ingresos en cuentas en la Isla y continuó
quedándose con casi tres cuartas partes del dinero.
La Habana ha enviado al país sudamericano a más de 11.400 médicos.
O Globo informó que Vargas y Borrego solicitaron refugio a
la Policía Federal brasileña y el Consejo Nacional de Refugiados
(CONARE), lo que impediría durante un año que fueran deportados, según
Carlos Michaelis Jr., director jurídico de AMB.
En una rueda de prensa organizada por la AMB en Sao Paulo, Vargas y
Borrego dijeron que prestaban servicio en el municipio Senador José
Porfirio, en el estado de Pará.
Los cubanos "se sienten en un régimen similar a la esclavitud, sin
derecho de ir y venir, y decir lo que piensan como nosotros los
brasileños", afirmó Florentino Cardoso, presidente de la AMB.
La Asociación Médica Brasileña tiene un programa para ayudar a los
profesionales extranjeros que están en Brasil por medio del programa Más
Médicos a revalidar sus títulos. Cardoso dijo que desde febrero, cuando
salió a la luz el caso de Ramona Matos, cerca de 30 galenos se han
puesto en contacto con la AMB para informarse sobre el procedimiento.
Vargas, especialista en atención primaria y medicina familiar, dijo
que ha brindado servicio, enviado por La Habana, en países como
Venezuela y Paquistán. Admitió que tenía pensado abandonar la Isla
cuando viajó a Brasil y expresó temor por las posibles represalias del
régimen contra sus familiares en Cuba.
El Gobierno de Cuba "trata a los médicos como una mercancía", opinó
Vargas. "La universidad es pública. Entonces, el Gobierno nos forma y
después nos usa para hacer dinero. Esos programas de llevar médicos a
poblaciones carentes de atención no tienen un objetivo humanitario sino
mercantilista", dijo.
Alrededor de siete cubanos han escapado de Más Médicos. Más de dos
decenas han regresado a la Isla por problemas personales o de salud y
cuatro han muerto en el país sudamericano.
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