lunes, junio 09, 2014

Adiós a Alfredo Izaguirre, guerrero inclaudicable por Cuba

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Alfredo Izaguirre Rivas (1938-2014)
Por Jorge Gutiérrez Izaguirre
Ha muerto el periodista y ex prisionero político Alfredo Izaguirre Rivas, una de las figuras más lúcidas, valientes y sufridas del exilio cubano.
Izaguirre Rivas fue despedido por familiares y amigos que estuvieron a su lado en los más difíciles momentos de su vida. El guerrero que fue en los días de la prisión en Cuba y luego en una larga batalla de 29 años para sortear las trampas de una salud demasiado dañada, falleció el pasado 30 de mayo en un hospital de Miami. Estaba impedido del habla por una embolia masiva, ocurrida el 30 de noviembre de 1985, pero mantuvo claridad mental hasta el último día de su existencia.
Con la muerte de Alfredito, como era conocido entre sus allegados, se va también una porción importante de la historia republicana y un testimonio de primera mano sobre el enfrentamiento decidido de una generación de jóvenes cubanos al régimen de Fidel Castro desde sus primeras acciones en el poder.
Izaguirre Rivas nació en La Habana el 11 de octubre de 1938 en el seno de una acaudalada familia. Era sobrino nieto del magnate Alfredo Hornedo Suárez, propietario de los periódicos Excelsior y El Pais, e hijo de Rosa Rivas Maruri y Alfredo Izaguirre Hornedo, codueño del diario El Crisol, junto a Julio González Rebull.
Director de El Crisol
Se graduó de bachillerato en la Escuela de La Salle del Vedado, en 1956, y comenzó a estudiar Derecho en la Universidad Santo Tomás de Villanueva, y Periodismo en la Escuela de Periodismo “Manuel Márquez Sterling”, en La Habana.
Desde esa época comenzó a  familiarizarse con las tareas de El Crisol. Al producirse la llegada de Castro al poder, no tardó en incorporarse a las tareas conspirativas para derrocarlo. Tras contactos con la Embajada de Estados Unidos y con miembros de la resistencia interna, arreciaron sus labores de oposición. Con apenas 22 años, asumió la dirección de El Crisol hasta su clausura en junio de 1960.
Viajó a Estados Unidos, estableció contactos con los exiliados y regresó a Cuba, donde poco después recibió armas por vía aérea para apertrechar a la resistencia interna. En 1961 se le unió como su radiotelegrafista Jorge García Rubio, fundador y miembro de los teams de infiltración de la Brigada de Asalto 2506.
Fue así que junto a miembros de la dirección del Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR) y otras organizaciones se involucra en la preparación del Plan Patty, que consistía en la realización de un atentado a Raúl Castro en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1961 y otro atentado simultáneo a Fidel Castro en la Plaza Cívica (hoy Plaza de la Revolución), combinados con un ataque con morteros a la  Base Naval de Guantánamo para forzar la participación americana.
Condenado por la Operación Patty
Pero el plan abortó debido a un Comandante en activo de la Marina de Guerra, de  apellido Saborí, que fue infiltrado por el G2. Izaguirre fue arrestado en el Edificio FOCSA el 18 de julio de 1961,  al igual que el coordinador nacional del MRR y otros involucrados en otras zonas del país, incluyendo Santiago de  Cuba. En el G2 fue presionado y sometido a varios simulacros de fusilamiento para que hablara, pero todo fue en vano. Ni uno solo de los involucrados en el atentado que Saborí no conocía resultó capturado.
El  2 de febrero de 1962 fue sometido a juicio junto a Octavio Barroso y José A. Muino, y los tres resultaron condenados a pena de muerte. Esa misma noche y ya en capilla, lo fueron a buscar para informarle que su sentencia había sido conmutada por la de 30 años de cárcel.
Cuando en junio de 1964 se implantó el plan de trabajo forzado “Camilo Cienfuegos” en el Presidio de Isla de Pinos,  se negó. La Circular 4 del presidio fue la única que no había asumido el programa de reeducación y el jefe de ese plan, Teniente Morejón, llamó personalmente a Alfredo, quien le reiteró su negativa al trabajo forzado. Fue inmediatamente apartado y lo llevaron al lugar conocido como La Mojonera donde se descargaban todas las aguas albañales. Le dieron una lata y le ofrecieron extraer excremento a modo de humillación. Como también lo rechazó, fue objeto de una golpiza brutal, que le dejó el cuerpo totalmente amoratado por los golpes y tuvo que ser hospitalizado. Al salir del hospital, lo llevaron a las celdas de castigo.
Estando allí y posiblemente debido a las denuncias internacionales, lo fueron a ver militares que le dijeron si él quería hacer una denuncia contra los que lo golpearon,  a lo que contesto que No, pues en la denuncia tendría que poner primero a Fidel Castro, Ramiro Valdés y otros  altos jerarcas del régimen. Estuvo en celdas de castigo por más de dos años hasta la desaparición del Presidio RM, en 1967.
Tras 18 años de cárcel
En octubre de 1978, su madre, Rosa Rivas de Izaguirre integró el primer viaje del grupo de los 75 en el llamado diálogo, promovido por el banquero Bernardo Benes. Ella logró hablar con Castro y le pidió por Alfredo. El 19 de noviembre de ese año, le permitieron casarse con su novia María de los Ángeles Munero (hija del también preso Armando Munero), en el combinado del Este de La Habana.  Dos días después fue puesto en libertad y llegó a Miami con su esposa y su madre, a bordo de una avioneta particular, el 26 de noviembre de 1978. Quedaban atrás 18 años de prisión en la patria que nunca volvería a pisar.
En octubre de 1979, Alfredo acudió a la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en Toronto,  donde recibió el Premio “Pedro Joaquín Chamorro”  de manos de su viuda, Violeta Chamorro. En esa ocasión se dirigió al plenario para denunciar al régimen y reclamar la liberación de otros colegas presos en Cuba. Un año después la SIP le concedió la Medalla de Héroe de la Libertad de Prensa, máxima distinción que otorga esa agrupación del periodismo en el hemisferio.
En mayo de 1981 nació en Miami su único hijo, Alfredo Jr,  quien hoy es un prominente abogado.
En pleno activismo político en el exilio, sufrió un ataque cerebrovascular en 1985, con la secuela de pérdida del habla. En septiembre de 1986 el presidente Ronald Reagan le envió una carta de su puño y letra elogiando su trayectoria y deseándole pronta recuperación.
No se escatimaron esfuerzos y gestiones para tratar de retornarlo a sus plenas facultades. En agosto de 1987 se realizó un maratón de recaudación de fondos para llevarlo a Londres y someterlo a una operación experimental.
El 13 de marzo de 1997, la Ciudad de Miami proclamó el Día de Alfredo Izaguirre.
Los últimos 14 meses de vida estuvo al cuidado de su hijo Alfredo, quien asumió la atención del padre en su propia casa, dos meses después de haber contraído matrimonio.
Adiós Alfredo Izaguirre Rivas, hombre honesto, guerrero tenaz y cubano inclaudicable.

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