Por Andrés Pascual
Cuando
Obama “tiró el farol” (guapería oral en Cuba), contra El Assad, el
criminal sirio arreció la masacre contra su pueblo y nada sucedió. El
papelazo se olvidó por el control del comunismo demócrata de la media
nacional; hace poco le hizo una advertencia al gobierno “que se huyó” en
Ukrania y ese pueblo, que entendió el “gesto-declaración
sub-amenazante” como la posibilidad de ningún apoyo al reclamo
libertario, incendió la capital literalmente, como los moscovitas a
Moscú cuando la invasión napoleónica, quedando demostrado que el tipo no
solo es pusilánime, sino aliado de las fuerzas represoras que asolan a
cualquier pueblo del mundo; que ni mete miedo ni es su intención; pero,
para mal de Estados Unidos, cada vez menos de los que reconocieron a
este país como suma y reflejo del destino y la esperanza de quienes
buscan apoyo para recuperar la libertad perdida, creen en él. Con
semejante capitán al frente no puede resolverse con justicia una bronca
en kindergarten.
Parte
del incremento de la pérdida de espacios de la llamada democracia es
culpa de este antiamericano y comunista que habita en la ex Casa Blanca.
Los
venezolanos deberían tener en cuenta el caso cubano otra vez, porque,
con mil y una artimañas (tal vez le quede mejor marañas), una parte muy
generosa de ambos partidos han contribuido a enquistar la tiranía
dictatorial castro-comunista, tomando en cuenta que, en 55 años, han
pasado 5 presidentes republicanos ¿Y?
Aunque
vale la pena decirlo, por lo menos los republicanos hablan, prometen,
engañan piadosamente (con intención electorera claro), a sabiendas de
que nada harán por el país, como los congresistas cubanos y Marcos
Rubio; pero se prefiere eso a la actividad abiertamente pro-tiranía, tal
el apoyo político-económico de Obama con los viajes, las remesas, los
intercambios y lo que cuelga y falta.
Venezuela
no puede confiar en nadie de aquí, porque Maduro representa los
intereses de algunos; otros, porque varios también tienen intereses y el
resto no tiene poder para ejecutar lo único que puede salvar a
Venezuela y ahorrarle más sangre inocente y corajuda: la intervención
militar para expulsar al gobierno asesino que le entregó el país a un
ejército de ocupación...
De
Capriles: “seguirán las protestas hasta que se escuchen las
demandas...”, por lo que he sabido ¿A quién se dirigió? “EL PAPA NO
TIENE DIVISIONES”, ni el “raro” pacifista seguidores, digo, eso creo.
Si
el objetivo INCLUYE “conversar” con quien los desconoció al pedírselo a
Obama para que “no lo tumben”, esa protesta, con muertos y heridos,
terminaría en un desastre; sin embargo, creo que los jóvenes en
Venezuela, que no son como los de la Cuba castrista, tienen más lucidez y
arrojo que los “mayores”, porque, a fin de cuentas, arriesgan más
porque no tienen que buscar la comida de un hogar, y por la propia
naturaleza juvenil cuando son nacionales con identidad y el sentimiento
patriótico latente para luchar por su independencia y soberanía.
Esta
juventud venezolana en la calle no es similar a la castrista, en Cuba
no hay jóvenes: los niños nacen viejos por el ENTREGUISMO OPORTUNISTA DE
SUS PADRES, QUE SE LOS OFRECEN AL CULTO POLÍTICO DE ADOCTRINAMIENTO,
saltan etapas obligatorias de vida y a los 5 o 6 años escuchan “que
deben ser como el Che”, sin juguetes ni televisión acorde con su edad,
entonces crecen de acuerdo a la involución natural impuesta...
Hoy
se inauguró en Miami un monumento solemne a la memoria de parte de los
últimos niños y jóvenes que nacieron en Cuba, es un mausoleo de cálculo,
porque nadie puede cuantificar cuántos jóvenes cubanos murieron en los
primeros 7 años de genocidio castrista en acción, asesinados sin juicio o
en paredones de fusilamiento, etapa capaz de convalidarse con el arrojo
y la necesidad de la juventud venezolana en la calle, pero con muchos
más muertos, presos y desaparecidos que, por la apatía o por la
militancia castrista del “hombre y el joven nuevos”, han quedado en el
plano de víctimas inútiles por un sueño roto: la libertad de Cuba.
Pero
en Venezuela, porque el capitalismo y la sociedad de consumo se han
mantenido vivos aunque en peligro, donde todavía pueden ver a los
Yankees por televisión y a Miguel Cabrera con el Detroit; o comprar un
juego de video que no sea la “lucha heroica de Fidel o de Chávez por el
pueblo”, incluso gustos a tono con su edad como disfrutar un concierto
de un nacional que viva en Estados Unidos y no sea chavista, a fin de
cuentas, hay diferencias.
Sin
embargo, para que no pierdan en el round 12 por TKO, deben seguir en la
calle y quemar lo que vean, así provocaron la huida del sátrapa en
Ukrania y obviar lo que diga el partido demócrata o quien sea, porque,
si la tiranía castro-madurista cierra el candado, esa llave no la
encontrarán más nunca.
Por
cierto ¿Cuántos mexicanos, aquí o allá, se están solidarizando con
Venezuela como "hermanos" exigen para marchas intimidantes por su
“reforma migratoria”? incluso de todo Centro y Suramérica y hablo de
pueblo, no de gobierno.
Joe
García, que ni pinta ni da color y cuyo puesto como congresista es un
apéndice para molestar al exilio y bacilar sin ninguna capacidad
legistativa de efecto positivo; que nunca está en la base correcta para
anotar con fly de sacrificio, sugirió lo que entendí como la política
del partido demócrata, ala obamista, para resolver el problema
venezolano: hace un par de días este “headknuckles” (“CABEZA HUECA”,
tratamiento a lo MOCHELLE), propuso “conversar sobre la habilitación de
un Ajuste Venezolano” que dirima el asunto a favor de Maduro y de Raúl,
en un momento en que ese país necesita la 82 División Aerotransportada
en “terreno de nadie”, por el bien de Venezuela y del resto de
Hispanoamérica.
Con
este tipo de elemento, con esta facción de la tiranía estadounidense
que entrega el destino de la libertad del mundo, Venezuela, que ni se te
ocurra...
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