Por Andrés Pascual
Según el escritor José Lorenzo Fuentes,
el tirano le regaló a García Márquez una de las millones de casa que
tiene en Cuba, donde todas son de su propiedad, con la advertencia: “eso
sí, tienes que amueblarla” ¿El “gao”? de las residencias que le robó a
algun dueño natural durante los primeros años, bajo el lema de
“Recuperación de Bienes Malversados” capítulo Reforma Urbana...
El gesto, que no debe conocerlo todo el
mundo en Cuba, sobre todo la mayoría de esos limosneros harapientos, mal
comidos y desdentados que usted ve a cada rato por América Tevé desde
un tugurio habanero, comiendo candela donde ni cenizas quedan al grito
de “por Fidel y esta robolución hay que matarme”, posiblemente deba
clasificarse como “ayuda internacionalista”, dado el carácter solidario
de alto perfil del bandido de Birán, ya que el reciente finado no era
cubano. Debajo el link donde puede leerlo:
Falleció Conrado Marrero, por quien
Peter Gammons me preguntó por e-mail hace meses que “si había hablado
con él alguna vez”, “muchas, era cascarrabias y sabía decir lo que
necesitaba para interesar y aleccionar, menos de política...” y no era
apático, sino “respetuoso de quienes no se metieron con él”, porque
tampoco él “se metía” con ellos; además, se quedó en Cuba, si se hubiera
ido, como Consuegra, Fleitas (los tres), Wenceslao González, Evelio
Hernández o Cisco Campos, nadie de la generación “hombres nuevos”
conociera ni el nombre; incluso ni los periodistas o blogueros que van a
la LA MESA REDONDA a hablar basura y, a veces, lo mencionan como
propiedad absoluta de la tiranía.
Todo se lo traduje a Gammons y un par de
materiales que escribí sobre el pitcher almendarista. Después, el
comentarista de MLB me preguntó si Marrero “no se iba a morir nunca”, en
broma y sin desearlo, que hablo de uno los mejores y más decentes, para
mí, que tiene la crónica americana sobre el beisbol. Uno de esos
materiales que redacté sobre el pitcher es el que sigue:
Bueno, el Herald publicó la noticia
desde La Habana, sin editar, como hacen siempre; informes que conceden
todo y tratan de engañar a cuantos puedan con mentiras y
tergiversaciones, política de las agencias para mantenerse allí sin
“buscarse problemas”, por lo general, EFE o AP:
Ciento tres años cumpliría el Premier en breve, fue un buen pitcher, pero no el mejor de Cuba, tal vez no quepa entre los 7 primeros. A todos los encabeza Papa Montero y, si me dejan, en segundo coloco a Camilo, después a Bragaña, a Dihigo, a Tiant, a Cuéllar, a Ramos, ponga a Méndez, un HOF, donde crea, nunca antes de Adolfo...
Hoy leí a un cronista cubano de nueva
edición refiriéndose a los lanzamientos “misteriosos” de Marrero, dijo
que nadie supo nunca qué tiraba, ese es el precio que se paga por
desconocer el pasado, porque El Guajiro solo tiraba “slider”, antes
llamada “curva por el lado del brazo” en Cuba y rectas, eso lanzaba,
pero dominaba con el control.
Me contó Andrés Fleitas que Marrero
podía estar juegos sin tirar una recta, a slider limpio y liquidarlos
con 85-95 envíos, con él como receptor lo hacía a cada rato.
Igual que la famosa bola embrujada de
Cocaína, que la tiraba desde 1929 y era el famoso palm ball de hoy,
“empalmada” le decían entonces.
Marrero no saltó antes porque temía
fracasar, no tenía seguridad en sí mismo y se vio obligado a hacerlo
cuando lanzó contra profesionales y lo suspendieron de la UAAC, todo
contado a un servidor por el gran catcher del Central Constancia, que le
respondió cuando le preguntó sobre si le veía algo para el beisbol
profesional: “eres inteligente” y el pitcher le respondió “eso es
verdad...”
Cuando los dueños del Almendares
cometieron la cayucada de contratar al legendario hurler para que
dirigiera al club a mediados de los 50's, el público demostró que las
historias pasadas no cuentan, pues el ex lanzador recibió las críticas y
burlas más dañinas y oprobiosas jamás dichas contra un manager en el
beisbol cubano; únicamente Secades, con un recuento de su trayectoria
gloriosa y acusando a los dueños del club añil por reclutarlo, una vez
que su personalidad no podía superar la enorme responsabilidad, puso los
puntos sobre las íes y llamó a la cordura contra tan inaceptable gesto
fanático, incluso de algunos cronistas.
En medio de todo este ajetreo luctuoso
por el fallecimiento de Conrado, estoy esperando como cosa buena por el
tirano, que lo dejó morirse de hambre y anemia en medio de un calor
atroz, a ver si se digna y escribe una “reflexión” sobre el único hombre
de beisbol en Cuba por el que se interesaban los equipos de
transmisiones como ESPN o el de Grandes Ligas cada vez que viajaban a La
Habana..
Fue hasta que nosotros, tan malos que
contribuimos a alargarle la vida, solicitamos que se rompieran las
regulaciones del Embargo y de lo laboral en MLB, reclamando una ayuda de
grupo para la leyenda de Laberinto, pensión que no le correspondía,
porque nunca cotizó.
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