El general Raúl Castro tiene poca suerte con la leche. Hace casi
siete años creó expectativas en la población con la posibilidad de un
vaso de leche al día —desaparecido para los cubanos de a pie durante
cincuenta años de “revolución”— y lo único que logró es que hoy Cuba
produzca menos leche que cuando tocó ese tema en Camagüey en el 2007.
Ahora
surge la crisis de la leche en polvo. O más exactamente de la falta de
credibilidad del régimen en el tema de la leche en polvo. El pasado 10
de abril el diario oficial de la dictadura, Granma, informaba a
la población de las declaraciones de un subcacique del Ministerio de
Finanzas y Precios sobre la supuesta “necesidad” de aumentar el precio
de venta de la leche en polvo a la población —lo que había sucedido una
semana antes— porque el precio del producto aumentó en el mercado
internacional de $4.720 a $5.563 por tonelada, lo que conllevará también
aumentos de precios en el yogurt y el queso.
Casi de inmediato al anuncio retrasado de Granma,
otra jefa de algo en el Ministerio de la Industria Alimentaria
destacaba la generosidad de “la revolución”, que a pesar de aumentos en
el mercado internacional solo incrementaba el precio de la leche en
polvo “liberada” (la que se vende sin racionamiento), manteniendo
invariable el precio a través de la libreta de racionamiento. ¡Magnánima
revolución!
El único problema de esta historia es un “pequeño
detalle”: la leche en polvo en el mercado mundial, lejos de aumentar de
precio, como dice el régimen, ha estado disminuyendo en lo que va del
2014.
Según el gerente general del Instituto Nacional de la Leche
de Uruguay “los precios de la leche en polvo que en los últimos dos
meses bajaron 10 % al pasar de $5.005 la tonelada a $4.439 dólares,
seguirán en esa tendencia hasta fin de año y se espera que se ubiquen en
alrededor de $4.200 lo que significa que la merma entre el comienzo y
cierre de 2014 será de alrededor de 16 %”.
El gobierno uruguayo es
amigo del gobierno cubano y lo preside un exguerrillero urbano
admirador de Fidel y Raúl Castro, por lo que no se debe pensar que se
trate de alguna maniobra de títeres del imperialismo para desprestigiar a
la revolución cubana. Y debe recordarse que la producción de carne y
leche es uno de los fuertes históricos de la economía de ese país, así
que los uruguayos saben lo que hablan sobre ese tema.
Según lo
dicho por el gerente, los precios estarían alrededor de $1.363 por
tonelada más baratos que los que mencionó el subcacique en su entrevista
a Granma. Como los dos no pueden tener razón, o el uruguayo o el cubano está equivocado.
El
Departamento de Agricultura de EEUU dijo que en enero la leche en polvo
se vendió en el mercado internacional a $4.372 y en febrero a $4.452
dólares/tonelada, por debajo de los precios mencionados por Granma.
Global
Dairy Trade (GDT), pool de vendedores de América del Norte, Europa,
India, Australia y Nueva Zelanda, que realiza subastas quincenales de
productos lácteos donde participan más de 90 países, informa que en los
últimos doce meses las ventas de leche en polvo descendieron 8,4 %, y
las últimas lograron $4.033 dólares/tonelada, menos aun de lo que
señalaban los uruguayos, y unos $1.500 dólares menos por tonelada de lo
indicado por el burócrata cubano en Granma.
No hacen
falta muchas cifras ni coeficientes: en Cuba se producen actualmente 390
millones de litros de leche. Los planes son producir hacia el 2020 unos
450 millones. En 1957 Cuba produjo 960 millones de litros, con menos de
6,2 millones de habitantes. Ese per cápita, para el 2014, con
unos 11,2 millones de habitantes, serían 1.688 millones de litros, mucho
más del triple que lo que el régimen se plantea para el 2020 si los
planes se cumplieran, y ya sabemos como es esa historia.
Al no
poder elaborar ni siquiera la mitad de la leche que producía Cuba hace
57 años, la dictadura compra leche en polvo para la raquítica cuota de
leche que ofrece a los niños cubanos hasta los siete años y a ancianos y
personas enfermas.
¿Dónde la compra? ¿En la Antártida o el
desierto del Sahara? ¿Sus ineptos funcionarios no la encuentran a
mejores precios que los que dicen los burócratas? ¿Más de 90 países que
compran a través de Global Dairy Trade son tontos y solamente los
cubanos saben hacerlo? ¿Las empresas lecheras de Argentina, Uruguay,
Brasil, India, Europa, Australia y Nueva Zelanda aplican el “criminal
bloqueo imperialista” al gobierno cubano?
En la economía cubana,
dicen oráculos por estos foros, parecen regirse por caducos conceptos
del siglo 19 como el fetichismo de la mercancía y la tendencia
decreciente de la cuota media de ganancia, ignorando la oferta y la
demanda en la determinación de precios en el mercado mundial, pero
bastaría saber leer y entrar a internet para encontrar ofertas de
productores respetables y serios, más baratas y con mejores condiciones
que las que dicen disponer los brujos de los ministerios en Cuba.
A
no ser que el régimen no tenga dinero ni crédito para comprar, y eso
haría caer en vendedores abusivos que lucran con la indefensión de los
compradores cubanos. Lo que, sin dudas, podría ser considerado culpa del
imperialismo, ¿no?
O que los mercachifles cubanos sean unos
corruptos de marca mayor que se enriquecen en esta operación de la leche
en polvo como en tantas otras, sin que la muy purísima revolución
socialista haga algo para evitarlo.
Lo cual, también, sin dudas, sería culpa del imperialismo, ¿no?
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