Hace varios días el tema del zunzuneo está en el centro de la
información en el sur de La Florida, desplazando noticias sobre
Venezuela y el avión de Malasia, y con tantas interpretaciones alrededor
del “twitter” cubano se genera bastante confusión.
No pretendo
detenerme ni en el manejo típico de aficionados con que la USAID
“dirigió” el proyecto, ni en la peregrina suposición de que ese plan
funcionaría en Cuba sin que el régimen activara sus alarmas y detectara
componentes y ubicaciones, ni en considerar si lograr cuarenta mil
suscriptores haya sido un éxito, ni si había derecho o no a hacer lo que
se hizo, ni en lo útil que resulta ahora esa información para Caracas y
La Habana, cuando las redes sociales de Venezuela denuncian al mundo la
brutal represión en ese país, mientras Nicolás Maduro prohíbe difundir
noticias a los medios de comunicación y acusa al “imperialismo”, los
“fascistas” y los exiliados de fomentar la subversión desde el exterior.
Tampoco
en las suspicacias sobre la forma en que todo el escándalo sobre el
programa salió a la luz pública precisamente desde una agencia de prensa
norteamericana. Allá quienes quieran pensar que son casualidades.
Me
interesa destacar dos informaciones de Associated Press (AP), que la
semana pasada desató el escándalo del zunzuneo. Ambas informaciones,
fechadas en Washington el martes 8 de abril, aparecieron con 10 minutos
de diferencia, lo que no es extraño si una agencia de prensa pretende
corregir alguna inexactitud en la primera información, pero este no fue
el caso.
Los títulos en Diario Las Américas eran muy sugerentes: “Mensajes de Zunzuneo tenían tinte político y despreciaban al régimen” y “AP: ‘Tuits’ de Zunzuneo tenían tinte político y despreciaban a los Castro”.
Con tales titulares, me dispuse a leer esperando conocer de esos
mensajes que tenían tinte político y despreciaban al régimen y sus
personeros. Y aquí fue donde surgió mi confusión. Porque en ambas notas
el “lead” o primer párrafo, donde se supone que aparece lo sustancial
del tema que se abordará, era el mismo: “Los mensajes creados para
la red de internet que USAID armó clandestinamente en Cuba tenían un
tinte político y expresaban desprecio hacia la familia Castro”. Y se trataba de informaciones elaboradas por la AP, no de titulares del Diario Las Américas.
Leí
ambas notas detenidamente, y tuve que volver a leerlas, esperando
encontrar alguna prueba o evidencia, algún mensaje o “twitter” donde
pudiera comprobarse el “tinte político” de algún texto, o constatarse el
“desprecio” hacia el régimen o la familia Castro a que hacían
referencia los despachos de AP. Sin embargo, debo ser demasiado torpe
leyendo en español, porque lo que proclamaban los “leads” de las
informaciones no aparecía por ninguna parte en las 1.433 palabras que
componían ambos textos.
De manera que solicito la colaboración de
los lectores para encontrar algún texto o mensaje en zunzuneo con “tinte
político” o que muestre “desprecio” al régimen o los Castro, como dice
AP. De lo contrario habría que suponer que con este tema Associated
Press cayó en el amarillismo más burdo o que ahora en vez de periodistas
profesionales utiliza “trabajadores ideológicos”, al mejor estilo de Granma o Corea del Norte.
Naturalmente,
evidencias de lo que menciona la AP en informaciones serias y creíbles,
no en “denuncias” que surjan desde La Habana sin la más elemental
prueba, como de costumbre, y que algunos por estos foros reproducirán
sin recato ni vergüenza.
Algunas deberían existir cuando
Associated Press es capaz de utilizar el mismo “lead” acusador en dos
informaciones diferentes en diez minutos. Quizás alguien pueda ayudar en
este aspecto.
La única referencia concreta a mensajes con “tinte
político” en zunzuneo que he visto aparece en el artículo “¿Zunzuneo,
subversión o romper la censura?”, que desde Cuba publica el periodista
independiente Odelín Alfonso Torna en Cubanet, donde señala claramente
que “Ningún joven recibió en su móvil un texto subversivo”, aclarando que, por el contrario, se recibían “mensajes que exhortaban a liberar a los cinco espías”, y pone de ejemplo uno concreto: “Amar la justicia es defender a los cinco. ¡Fin a la injusticia! ¡Libertad ahora!” No creo que alguien considere que mensaje como ese haya sido enviado por “el imperio”.
Por
eso parece elemental que se pueda mostrar alguna evidencia que silencie
muchas bocas “anticubanas”, como dicen en La Habana. Un simple mensaje
con “tinte político” o que muestre “desprecio” podría ser suficiente.
Declarar
que lo subversivo vendría más adelante es lo mismo que acusar a una
persona de “peligrosidad”, como se hace en Cuba: una inmoralidad.
Mientras
no se muestren evidencias, hay derecho a pensar que Associated Press,
igual hace La Habana, está mintiendo en ese aspecto.
Y entonces habría que preguntarse: ¿por qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario