LA HABANA, 23 Abr. (Reuters/EP) -
El contratista estadounidense Alan Gross,
condenado en Cuba por vender equipos de telecomunicaciones, pretende
regresar a su país de origen este año, ya sea vivo o muerto, según ha
alertado este miércoles su abogado, Scott Gilbert.
"Alan dijo inequívocamente que cumplirá 65 años el próximo 2 de
mayo y que será el último cumpleaños que celebra en La Habana", ha dicho
el representante legal en declaraciones realizadas a varios
periodistas.
Gilbert ha insistido en que el estado de salud de Gross es
delicado. "No está bien. Cinco años de reclusión le están costando. Ha
perdido parte de la visión del ojo derecho, le falta un diente y cojea
por problemas en sus caderas. Ha perdido unos 50 kilos", ha relatado.
El abogado, que está en La Habana para abordar el caso de su
cliente con las autoridades cubanas, ha vuelto a exigir una mayor
implicación del Gobierno de Barack Obama para solucionar la situación en
la que se encuentra Gross.
CASO GROSS
Gross fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana cuando estaba
trabajando para la USAID con el fin de facilitar el acceso a Internet a
la comunidad judía en Cuba introduciendo equipos de comunicación
satelital, prohibidos en la isla caribeña.
Tras permanecer dos años en prisión preventiva, en marzo de2011
fue condenado a 15 años de cárcel por llevar a cabo "actos contra la
independencia o la integridad del Estado cubano".
Desde entonces, Estados Unidos ha solicitado insistentemente a
Cuba que libere a Gross por razones humanitarias, ya que, según
argumenta, se encuentra gravemente enfermo. "Creo que no sobrevivirá a
esta terrible experiencia", ha dicho su mujer, Judy.
Las autoridades cubanas han rechazado estas acusaciones,
aseverando que el estado de salud del contratista estadounidense es
"normal" y que "realiza regularmente intensos ejercicios físicos" para
mantenerse en forma.
HUELGA DE HAMBRE
En este contexto, Gross llevó a cabo una huelga de hambre de nueve
días que, según aclaró en un comunicado difundido por Gilbert, inició
"por el trato al que está sometido por los gobiernos" de Washington y La
Habana.
"Estoy ayunando para objetar las falsedades y la inacción de ambos
gobiernos, no sólo en relación a su responsabilidad compartida por mi
detención arbitraria, sino también por la falta de cualquier esfuerzo
razonable o válido para resolver la situación", dijo.
Además, indicó que el intento de Estados Unidos de crear, a través
de su Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), una red social
parecida a Twitter para favorecer la comunicación entre los cubanos, "ha
sido la gota que colmó el vaso".
Gross consideró que el hecho de que la USAID haya admitido la
autoría de este proyecto pone en riesgo su vida, ya que, de acuerdo con
fuentes citadas por la prensa estadounidense, el objetivo real de esta
red social sería derrocar al Gobierno de Raúl Castro.
POSIBLE CANJE
Las posibilidad del diálogo bilateral permanece en el aire,
principalmente, porque La Habana pretende llevar a la mesa de
negociaciones el caso de los cinco agentes de los servicios de
Inteligencia detenidos en 1998 en el país norteamericano y condenados en
2001 por espionaje, para proponer un canje de presos.
'Los cinco' son considerados unos héroes en Cuba porque se les
atribuye la infiltración en redes terroristas cubano-estadounidenses
para evitar atentados en la isla caribeña, sin embargo, en Estados
Unidos son considerados espías que pretendían atentar en suelo
norteamericano.
El caso Gross puso fin a un breve periodo de distensión en las
relaciones bilaterales, propiciado por la llegada a la Casa Blanca de
Barack Obama, que flexibilizó el embargo comercial impuesto a la isla
desde hace más de medio siglo al permitir que los cubano-estadounidenses
puedan viajar libremente y enviar remesas a su país.
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