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Lolita Aniyar de Castro*Venezuela
se traza en una hoja de calco a la cubana. La situación política y
social del país persigue similitudes con lo que se vivió en Cuba con la
llegada de Fidel Castro al poder, sobre todo en la represión y
amedrentamiento al que adversa, lo que levanta suspicacia a Lolita
Aniyar de Castro, exgobernadora del estado, criminóloga y representante
del Foro Penal Venezolano, sobre la espontaneidad de la respuesta
gubernamental
En entrevista con La Verdad Radio, basándose en un artículo de
Elizabeth Burgos, Aniyar cuestionó la volatilidad de las autoridades y
afectos al Gobierno de Nicolás Maduro, alegando un plan orquestado que
hoy ve su máximo esplendor en las calles venezolanas.
“Esto que vivimos pasó en la Cuba cuando llegó la revolución de
Fidel. Había brigadas especiales, que no pertenecían a los militares,
que se encargaban de aterrorizar a la población con medidas represivas,
parecidas a las que vemos hoy. Este modelo está calcado de la
experiencia cubana, como muchos otros que se dan en el país. Y fue
exitoso en Cuba, porque la gente se asustó”.
La también académica recordó que fue el presidente Hugo Chávez quien
propulsó este movimiento social armado, con la creación del Día de la
Milicia Bolivariana, del Pueblo en Armas y de la Revolución de Abril,
que abrió el “grifo” del armamento de alto calibre en el colectivo
venezolano.
“Esto no es espontáneo, es una estrategia planificada. Los comités
de vecinos que creó el chavismo vienen a ser los Comités de Defensa de
la Revolución (CDR), de Cuba, que están ‘sapeando’ a los vecinos. Es
una estrategia mixta de espionaje de la colectividad, de control
ideológico de parte de los medios de comunicación y de los grupos que
amedrentan”.
"Generación de delincuentes"
La autoridad en criminología de la región no se abstiene de señalar
símiles de la situación venezolana en la historia del mundo y en la
extinta Unión Soviética, específicamente en su cuerpo de seguridad,
halló otro parecido alarmante.
Al igual que hoy la Guardia Nacional Bolivariana, con apoyo de
algunas policías regionales y grupos paramilitares, reprimen sin piedad a
estudiantes y manifestantes adversos a las políticas gubernamentales,
la URSS tuvo en la KGB (Comité para la Seguridad del Estado) su arma
predilecta para amedrentar.
“Las acciones de la GNB son producto de órdenes superiores. Hay
colectivos armados, incluso delincuencia común y reclusos, que muchas
veces se disfrazan de guardia nacional porque se trata de una estrategia
política.
Desde el punto de vista de la criminalidad, si esto llega a
superarse, será peor. Porque los cuerpos de seguridad se acostumbraron a
ser asesinos, a matar, a herir, perdió la solidaridad y el respeto al
semejante. Cuando cayó el Muro de Berlín, los jefes de la KGB se
dispersaron y crearon mafias, porque lo único que sabían hacer era
delinquir. Estamos formando una nueva generación de delincuentes”.
Aplausos
Aniyar elogió la labor que emprende, desde ya casi un mes, el
estudiantado universitario, que no deja de levantar su voz contra los
problemas de la vida diaria. Vaticina que no ve en el diálogo el cese de
las protestas. Al contrario, predice más sangre como consecuencia de la
represión gubernamental y paragubernamental.
“Es terrible que se gobierne sobre la base de un Gobierno que
aterrorice y reprima. La situación augura que habrá muchos muertos,
muchos torturados, pero por cada muchacho que cae preso, hay 10 que
salen a protestar. Los muchachos están cada vez más disgustados y se
están multiplicando”.
La exautoridad gubernamental concluyó en que “el Gobierno se dice
lleno de amor, de que busca la paz, el diálogo y la gente le sigue la
línea, pero llegará el momento en que no lo podrá sostener, porque las
cifras comenzarán a aparecer”.
En ráfagas
Esto no es una guerra, como ya se ha dicho muchas veces. Para que haya una guerra debe haber dos partes con armas”.
Este Gobierno debe no renunciar, sino poner su cargo a la orden para
que se realicen elecciones nuevamente, siempre y cuando el poder
electoral y judicial sean imparciales”.
"Todo acto de tortura es un delito de lesa humanidad. Y son delitos
imprescriptibles. En cualquier momento de la historia, al culpable le
caería una acusación”.
“(A la Defensora del Pueblo) le falta un poco de formación en la
materia que está manejando, porque hay unas definiciones de torturas de
la ONU y de Venezuela que son más amplias que lo que ella dice”.
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*Lolita Aniyar de Castro. Criminóloga, representante del Foro Penal Venezolano.
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