El primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reconoció que en
la prensa de la Isla, toda bajo control estatal, hubo un "vacío
informativo" sobre el caso del barco norcoreano detenido en Panamá con
un cargamento ilegal de armas cubanas, pero negó que los medios del
régimen mientan.
"Recientemente hubo un vacío informativo sobre el barco norcoreano,
pero eso era un tema sensible que nosotros debimos abordarlo de la
manera que se hizo, publicando la nota de prensa del MINREX (Ministerio
de Relaciones Exteriores)", dijo Díaz-Canel en una entrevista publicada
por Cubaperiodistas.cu, sitio en internet de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
En un informe presentado la semana pasada, expertos de la ONU consideraron que el Gobierno cubano violó las sanciones vigentes contra Pyongyang al enviar a Corea del Norte un cargamento de armas oculto bajo toneladas de azúcar.
El buque fue interceptado por Panamá en julio de 2013. La Habana dijo
que las armas estaban obsoletas y que eran enviadas a Corea del Norte
para su reparación. Sin embargo, los expertos indicaron que la mayor
parte del cargamento estaba en buen estado y en funcionamiento.
Asimismo, criticaron que el régimen cubano se negara a identificar las
entidades y funcionarios implicados en la operación y señalaron los
"extraordinarios y amplios esfuerzos" para ocultarla.
El tema ha sido ignorado por la prensa cubana que se ha limitado a
reproducir la nota de la cancillería y a publicar un queja de Fidel
Castro sobre supuestos intentos de "calumniar" al Gobierno de su
hermano.
No obstante, Díaz-Canel reiteró en la misma entrevista el mantra oficial de que la prensa de la Isla no miente ni manipula.
"En nuestra prensa no hay mentiras. En prensas internacionales, hay
mentiras, especulaciones, manipulación. Nuestra prensa es sincera, lo
que a veces no dice toda la verdad. Creo que a veces limita, en algunos
temas, la verdad, porque no se profundiza. Pero nuestra prensa es veraz,
por lo tanto eso le da credibilidad", dijo el vicepresidente.
Díaz-Canel encabeza un intento de "rediseño" del sistema informativo
de la Isla sin renunciar al control del Partido Comunista sobre
contenidos y periodistas. En la entrevista esbozó lo que, a su juicio,
debe ser la prensa cubana.
"Yo no soy especialista", reconoció. "Pero creo que (…) primero,
tiene que ser muy responsable, por las propias condiciones que vive el
país y por la manera en que se aborda la realidad de Cuba en la prensa
internacional", afirmó.
"Tiene que ser una prensa participativa y, por supuesto, una prensa revolucionaria", añadió.
"No podemos dejar de ver que somos un país en defensa, asediado,
donde cualquier cosa que no es noticia en el mundo es noticia para el
mundo si pasa en Cuba", dijo.
Opinó que se ha avanzado "en ir eliminando vestigios de secretismos y ahora (…) va quedando más autocensura".
"La primera demanda que tenemos que resolver es que hay una
insatisfacción de la prensa con las fuentes (oficiales), de las fuentes
con la prensa y del pueblo con las fuentes y con la prensa", dijo el
vicepresidente.
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