El guitarrista Paco de Lucía ha fallecido este miércoles de un infarto cuando estaba en la playa con sus hijos, cerca de su residencia de México. El artista, que ha muerto con 66 años, se encontraba con sus hijos pequeños en ese momento.
Al parecer, Paco de Lucía se sintió mal cuando estaba jugando al fútbol con su hijo
Diego, de diez años, en la playa, según han confirmado fuentes próximas
a su familia. Su mujer le trasladó al hospital, donde al llegar se
sentó en una camilla y falleció, posiblemente a causa de un infarto masivo, según las mismas fuentes.
Paco de Lucía estaba desde hacía muchos años vinculado a esa zona del Caribe de México, donde residía largas temporadas buscando privacidad y practicar algunos de sus deportes favoritos, como la pesca submarina.
Nacido en Algeciras (Cádiz), era uno de los guitarristas
más reconocidos del mundo del flamenco. Premio Nacional de Guitarra del
Concurso de Arte Flamenco de Córdoba, Medalla de Oro al Mérito en las
Bellas Artes, Premio Príncipe de Asturias de las Artes, Doctor Honoris Causa en las Universidades de Cádiz y por el prestigioso Berklee College of Music of Boston… Pocas menciones se pueden decir que no se sepan de este genio de las seis cuerdas que ha embelesado a públicos de todo el mundo.
Entre sus temas más conocidos están su rumba «Entre dos aguas»,
sus alegrías «La Barrosa» y «Barrio la Viña», o su soleá «Homenaje al
Niño Ricardo», todos ellos emblemas de su extenso repertorio.
Familia de músicos
Paco de Lucía nació en un barrio gitano de Algeciras en 1947. La propia calle y el ser hijo y hermano de músicos lo familiarizaron con el flamenco
desde su más tierna infancia. Aunque casi toda su obra se desarrolla en
el flamenco, grabó algunos trabajos en otros estilos, como la música clásica o la fusión de flamenco con el jazz.
Tanto su madre, Lucía Gomes «La Portuguesa», como su padre, Antonio Sánchez, fueron una fuente decisiva en su vocación. De su padre y de su hermano Ramón recibió las primeras clases de guitarra. El sobrenombre «De Lucía»
quedó ligado a él durante su niñez ya que, como él mismo contó en su
momento, en su barrio había muchos «Pacos» y para identificarlos se
añadía el nombre de la madre. En aquella década de 1950, ese pequeño
Paco, «el de Lucía», ya empezaba a rasgar las cuerdas.
Encuentro con Camarón
A finales de los años 60, el maestro conoció a Camarón de la Isla, el último gran suceso del flamenco, la columna vertebral del cante jondo de la segunda mitad del siglo XX. De esa mítica unión no pudo nacer más que magia. Grabaron diez discos entre 1968 y 1977. Después, juntos y por separado, fueron precursores de un flamenco más popular y mestizo entrando en el terreno del pop, el jazz, la salsa o la bossa-nova.
Desde entonces, nadie ha superado a Paco de Lucía,
el toque de hoy no se entendería sin estudiar su figura. Revolucionó la
manera de acompañar la interpretación flamenca de la guitarra y fue
capaz de abrir los oídos al público joven hacia el flamenco con la rumba
«Entre dos aguas» (1973), que permaneció 20 semanas en la lista de éxitos españoles.
El disco «Friday night in San Francisco» (1981), grabado junto a John McLaughlin y Al Di Meola ha vendido más de un millón de copias, una cifra inimaginable para un artista flamenco.
La amplia discografía del maestro Paco de Lucía, que suma más de treinta discos, dio su último fruto en el año 2004 con el disco «Cositas Buenas» (en 2011 publicó «En vivo», un álbum en directo). También recuperó recientemente su faceta de productor, abandonada en 1992 tras «Potro de rabia y miel de Camarón,» con el disco de la joven cantaora La Tana y su disco «Tú, ven a mí», que vio la luz en 2005.
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