martes, febrero 04, 2014

Debacle cubano en la Serie del Caribe: Villa Clara pierde por tercera vez

Por Eric Reynoso
No ha podido lucir peor el béisbol cubano en su retorno a la Serie del Caribe. La otrora potencia invencible de la pelota amateur se ha venido abajo, mostrando las grietas técnicas y la pérdida de talento en sus filas. La caída 9×2 este lunes frente a los Tigres de Licey fue la tapa al pomo.
Que un lanzador veterano sin mucho destaque en su carrera profesional como Jon Leicester logre maniatar a sus anchas al Villa Clara, limitándolos a solo tres hits en siete entradas; y que un equipo dominicano con algunas figuras de segunda en Grandes Ligas consiga hacer lucir a los nuestros como colegiales despechados, es como para poner a pensar seriamente a los directivos que han trazado las estrategias de la pelota cubana.
Matemáticamente, por esos caprichos clasificatorios del torneo, los villaclareños de Ramón Moré tienen aún opciones de meterse en semifinales, pues los Tigres del Licey y los Indios de Mayagüez pueden llegar a tres derrotas, de manera que no hay ningún equipo eliminado y hasta podría darse un triple empate.
Esperanzas remotas
Las esperanzas cubanas están cifradas en ganar el juego del adiós ante los boricuas, mañana martes, y que los Indios pierdan también el miércoles con los Navegantes de Magallanes (2-0), ya clasificados tras romperle el invicto a los Naranjeros de Hermosillo (2-1).
Un triple empate sobrevendría si a las dos posibles derrotas de los puertorriqueños, Mayagüez, los dominicanos del Licey cayeran dos veces ante Venezuela y México en las dos jornadas del calentario regular que van quedando. En ese caso se definirían los finalistas por el promedio de carreras anotadas y el número de carreras limpias permitidas, respectivamente divididos por el número de entradas jugadas a la ofensiva y la defensiva (el llamado Team Quality Balance, RQB).
Comoquiera que sea, la tiene dura el Villa Clara, porque hasta ahora no ha demostrado que puede ganar con su béisbol anquilosado y un staff de lanzadores más que limitado en sus recursos. Señores Higinio Vélez, Víctor Mesa y Ramón Moré, ¡despierten! Estamos en ligas mayores. y el profesionalismo en la pelota no es un atributo gratuito.
Por esos azares del destino va y hasta Villa Clara se repone y logra meterse en semifinales. Pero la imagen que ha dejado su juego es lamentable y a estas alturas no sé si lo mejor será que regresen a casita lo más pronto posible para asimilar la debacle que experimenta la pelota criolla.
El pitcheo villaclareño ha tolerado 26 carreras en 25 innings y la defensiva juega para dos errores por partido, eso sin contar otros errores mentales y la pobre demostración del catcher Yulexis La Rosa. no se puede aspirar a mucho con fallas tan garrafales cuando se tiene enfrente un equipo de jugadores diestros y seguros.
Hecatombe anunciada
En el juego con los Tigres del Licey, desde el comienzo se vio venir la hecatombe, pues el zurdito Yasmani Hernández, designado para abrir el crucial encuentro, no traía nada para cruzar a los bateadores rivales y explotó en el mismo segundo inning, con la casa en llamas.
Vino a su rescate Ismel Jiménez, que debió ser el abridor, pero cometió un error que complicó su paso por el box y duró apenas dos episodios, con tres carreras toleradas.
El marcador siguió ampliándose con los impetuosos dominicanos. En el  octavo con dos outs, el veterano Julio Lugo encontró a Emilio Bonifacio y  Ronny Paulino en bases para disparar un cuadrangular que clavó la puntilla a los villaclareños.
Villa Clara se quitó la lechada en el noveno, ya con dos outs, por metrallazo de Ramón Lunar con dos corredores a bordo. Pero la mecha no daba para otra cosa.
En el juego de este martes, los cubanos enfrentarán probablemente al boricua Joel Piñeiro, con una carrera de 12 años en Grandes Ligas y balance de 104-93. Si logran salvar la honrilla, pues se sentarán a esperar otra derrota de los Indios de Mayagüez, a ver si realmente Dios se pone de su parte.

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