lunes, enero 27, 2014

Rousseff inaugura la terminal de contenedores de Mariel y ofrece otro crédito a Raúl Castro


La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, inauguró el lunes en Cuba una terminal de contenedores financiada por su Gobierno y ofreció al régimen de La Habana 290 millones de dólares más para desarrollar una zona franca.
"Brasil quiere ser un aliado económico de primer orden para Cuba", dijo Rousseff durante un discurso en el puerto de Mariel, informa Reuters.
La nueva terminal fue construida por el gigante brasileño de la ingeniería Odebrecht con un crédito de más de 682 millones de dólares del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Constituye la primera fase de la modernización del puerto del Mariel, que lleva una inversión total prevista de 957 millones de dólares.
El puerto es un ejemplo de la alianza estratégica con la que Brasil negocia oportunidades para sus empresas en momentos en que Raúl Castro realiza reformas económicas en busca de la supervivencia de su régimen.
Es además una apuesta a un futuro levantamiento del embargo comercial de Estados Unidos, que impide a la Isla comerciar con su vecino.
Mariel está situado frente a la costa de Florida y una vez terminada la ampliación del canal de Panamá podría transformarse en un centro de trasbordo para los gigantescos cargueros post Panamax.
Contenedores con el logotipo de la empresa estadounidense de transporte marítimo Crowley se apilaban el lunes en el muelle de Mariel, donde fueron instaladas cuatro enormes grúas chinas.
En un discurso, Raúl Castro agradeció la ayuda financiera de Brasil y definió Mariel como un "proyecto trascendental" para el futuro de la economía cubana.
La inauguración del puerto se produce en vísperas de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que reunirá a varios líderes en La Habana, en lo que analistas ven como un espaldarazo a la integración regional del régimen.
Odebrecht amplía su apuesta en Cuba
Rousseff dijo el lunes que el BNDES ofrecería un nuevo crédito de 290 millones de dólares para desarrollar una zona industrial en los alrededores de Mariel, a la que el Gobierno cubano espera atraer a compañías extranjeras con concesiones fiscales.
Odebrecht podría tomar la iniciativa con una fábrica de plásticos.
La empresa brasileña "realiza estudios de viabilidad económica y técnica para la creación de un emprendimiento en el área de transformación de plástico en Mariel", según dijo en un comunicado.
Con su infraestructura muy dañada por décadas de crisis económica y falta de inversiones, Cuba ofrece importantes oportunidades para empresas como Odebrecht, cuya cartera de proyectos incluye la modernización de varios aeropuertos y carreteras de la Isla.
Además de Rousseff, la cumbre de la CELAC reunirá martes y miércoles en La Habana a la presidenta argentina Cristina Fernández, al mexicano Enrique Peña Nieto, el colombiano Juan Manuel Santos, el boliviano Evo Morales y el venezolano Nicolás Maduro, entre otros.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que aterrizó el lunes en La Habana para participar de la reunión, dijo que discutirá con Castro las reformas económicas en la Isla.
La cumbre de la CELAC marcará además la primera visita a Cuba de un secretario de la Organización de Estados Americanos, de la que La Habana fue expulsada en 1962.
El régimen ha dicho que la invitación a José Miguel Insulza es apenas un gesto de cortesía y que no pretende volver a la OEA, a la que considera un "títere" de Washington. Pero según analistas es un gesto de pragmatismo y fuerte contenido simbólico.

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