Imagen o semblanza obtenida de Silvestre de Balboa y Troya, con 45 años de edad, momento en que escribió Espejo de paciencia. Foto: Yahily Hernández Porto |
Desde que la primera obra literaria cubana vio la luz, se han desatado confusiones y misterios sobre la vida y obra de su autor.
Aunque diversas indagaciones han logrado esclarecer episodios, hechos, fechas de la existencia y el quehacer del notable literato, continúa latente el debate acerca de cómo era su rostro, discusión que se enturbió a causa de un desliz, publicado en la red de redes hace varios años.
Ante la pifia, el destacado investigador histórico Ramiro Manuel García Medina, quien por más de dos décadas ha develado no pocos entuertos sobre esta página de la identidad nacional, se decidió a concebir una imagen de Balboa.
El estudioso de la Ciudad de los Tinajones lamenta que la imagen de este creador fuera confundida con la del famoso teatrista madrileño Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681).
El autor del libro Vida de Silvestre de Balboa y Troya: El canario precursor de la literatura cubana (Editorial Ácana, 2010), a través del cual realiza aportes a las historiografías cubana, canaria y española en general, actualmente desentraña, desde una óptica novedosa y científica, una semblanza del precursor. Ese tema se aborda en su más reciente texto, aún inédito: Silvestre de Balboa y Troya: Su biografía, el poema Espejo de paciencia y su odisea por 253 años.
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