Las Damas de Blanco pudieron celebrar finalmente la festividad de los Reyes Magos, a pesar de que la dictadura cubana se incautó de los regalos para los niños y la comida que tenían preparada en la madrugada del pasado viernes. Junto al allanamiento de sedes y casas de opositores por parte de la policía política y revolucionaria durante el fin de semana, detuvieron por un tiempo a los disidentes Berta Soler, Laura Labrada, Héctor Maseda, Ángel Moya y José Daniel Ferrer, entre otros. El objetivo, según denunciaron a este periódico, era impedir que celebrasen la festividad de los Reyes Magos, un día laborable y con clases en Cuba, por lo que los opositores la adelantaron al fin de semana.
«Es el Gobierno quien politiza esta fiesta»
También los activistas de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) sufrieron el asalto de sus casas. Entre ellas la vivienda de su líder, José Daniel Ferrer, en Palmarito de Cauto (provincia de Santiago), y otras en Holguín y Santiago de Cuba, según denunció el representante de este grupo en La Habana, Arcelio Molina. Con la excusa de «una orden de registro», «más de cuarenta efectivos militares» se apoderaron de juguetes, dinero, objetos personales y material electrónico.
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