El Congreso ecuatoriano dejó en firme este martes el nuevo código penal, uno de cuyos
artículos desató la ira de los médicos
que amenazan con renunciar en masa, al acoger las observaciones del presidente
Rafael Correa.
El texto, que
reemplaza la ley de 1938 e incorpora 70 nuevos delitos, entre ellos el feminicidio, pánico financiero, trata de personas y tortura, había sido aprobado en diciembre por la mayoría
oficialista, pero fue objetado parcialmente por Correa, tras lo cual el código regresó al Parlamento para su aprobación
final.
La Asamblea Nacional informó en un comunicado
que incorporó los vetos presidenciales
y envió la norma para su divulgación oficial, sin alterar el artículo
relacionado con la penalización de la
mala práctica profesional en todos los ámbitos, pese a las protestas de
gremios de la salud.
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