Por Andrés Pascual
No les gustan los cubanos que se
mueven FUERA DE LA JURISDICCIÓN DE LA TIRANÍA, ese es el problema, no es
que sean liebres o tortugas, tampoco es el estilo ni la pegada ni la
televisión ni la “cabeza de un guanajo”; sencillamente, hay una ojeriza
política predestinada, maldición influyente en todo el corrupto
espectro del boxeo professional, contra estos peleadores.
Y yo no me canso de repetir que la
respuesta está “allende el mar”, un poco más abajo de Key West... como
que nadie investiga “por dónde le entra el agua al coco”, pues los
boxeadores criollos siguen pagando el miedo de la prensa, de la gerencia
y de los promotores locales conectados a estos
¿Miedo a qué? la media a “no ser objetivos” cuando deben hacer valer el entredicho que ofrece el sentido común; porque Castro ha sido un tirano, como su hermano, y todo el mundo lo sabe; mientras, la decencia excesiva, cómplice en el trayecto, los llama líderes, gobernantes, presidentes... pero nadie es capaz de acusar la maraña contra los peleadores cubanos como conspiración vía BURÓ POLÍTICO, nada más que para ver sí...
En los casos de apoderados y promotores,
para no perder la relación que los hace ganar dinero o “figurar” sin la
capacidad para funcionar como tales ni con el valor para señalar a los
verdaderos culpables, si es que hubiera fantasmas temibles, lo que
tampoco investigan.
Por lo que se vé, los púgiles cubanos
del grupo profesional nueva edición están obligados a servirle de plato
de segunda a tiñosas que ni pico tienen por lo viejas y gastadas ¡Qué
lástima y qué miserable barbaridad!
Acaban de despojar a Ramsés Barthelemy
de la versión de faja mundial que ganó limpiamente el pasado 3 de Enero
y, hablo así, porque un golpe tirado con la campana, que pudiera ser
calificado como foul después de dominar ampliamente a un opositor que
nada tuvo ni tiene ni tendrá contra el habanero, más un referí tan
sospechosamente lejos de la acción que no puedo explicarme por qué, no
deben condonar un robo con boxeo sucio; máxime cuando el dominicano
estaba listo para caerse en cualquier otro round y eso es lo que debería
contar, que no fue noqueado por ningún golpe ilegal.
Para llegar a la conclusión del “no
contest” lo han revisado todo con ojos bizcos, han apelado a cientos de
páginas de reglas saboteadoras de lo moral cada vez que concluye un
pleito y les interesa “meter la mano” en contra de la decencia.
Ahora fue la Comisión Deportiva de
Minnesotta y la AMB, no sé si Arum tuvo algo que ver, pero supongo que
no, lo que significa que hay que meterse en este asunto a ver qué pasa,
porque ya son dos “enemigos dentro”, esta vez con un fajador y sin
HBO...
Algo hay que hacer, porque esto no tiene que ver con el deporte ni con la televisón ni “con la madre de los tomates”.
Queda que Méndez será campeón hasta que
el cubano lo vuelva a horiozontalizar, si es que no le quitan el número
uno en el escalafón también.
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